Fundamentos de la Fe

Bienvenidos

Este curso está diseñado especialmente para nuevos creyentes que desean profundizar en su comprensión de las enseñanzas bíblicas y fortalecer su relación con Dios. Cubriendo una amplia gama de temas, desde la naturaleza de Dios hasta el papel del creyente en la Iglesia, Fundamentos de la Fe es el estudio ideal para discipular a nuevos seguidores de Cristo y para aquellos que buscan reafirmar los principios básicos de su fe.

Únete a nosotros en este viaje espiritual y descubre el verdadero significado de ser un discípulo de Jesucristo.

Cada lección incluye:

  • Una enseñanza en audio
  • Transcripción del mensaje
  • Referencias bíblicas clave
  • Opciones para compartir el contenido

Te animamos a:

  • Escuchar cada lección atentamente
  • Leer los pasajes bíblicos mencionados
  • Reflexionar sobre el contenido
  • Compartir lo aprendido con otros

Lecciones del Curso

Como punto de inicio de nuestro mensaje esta mañana quisiera compartir con ustedes 2 Timoteo capítulo 3, que será el punto de partida basado en lo que este texto afirma.

Segunda Timoteo 3:16-17 dice: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”. Toda la Escritura está inspirada por Dios.

Hemos visto con detalle estos dos versículos en el marco del contexto de este capítulo. Y hoy, puede que me desvíe un poco de este texto para observar otras porciones de la Escritura, con el fin de enriquecer nuestro entendimiento de lo que significa tener en nuestras manos la Palabra del Dios vivo.

Espero que usted sienta un alto aprecio por la Escritura. No como un fetiche, sino porque es el tesoro más grande aparte de Dios mismo que tenemos. Es Su palabra, Su propia revelación. Cuando la gente me pregunta por qué es que yo sistemáticamente enseño libro tras libro, por qué es que presto tanta atención a los detalles, a cada versículo, a cada frase y me detengo en todas las palabras, es porque entiendo que son las palabras que Dios mismo nos revela. Y es necesario que esas palabras sean presentadas, enseñadas y comprendidas por todos nosotros. En Grace Community Church estamos comprometidos al ministerio bíblico, al método de predicación expositiva, porque creemos que esta es la Palabra del Dios vivo. Dios se ha revelado en Su libro. Y cuando usted lee las palabras de la Biblia, está leyendo las palabras de la boca de Dios. Esa es una tremenda realidad. Eso nos da confianza en todo lo que hacemos. También nos obliga a la obediencia y sumisión de todo lo que la Escritura enseña.

Vamos a hablar un poco acerca de lo que significa que "toda la Escritura es inspirada por Dios". ¿Qué es inherente a ese pensamiento? Deseo mostrarle un par de Escrituras para enriquecer esto; y luego deseo compartir algunas otras cosas que están en mi corazón.

Busque en su Biblia Hebreos, capítulo 1. Vamos a ver el primer versículo y la primera parte del segundo. Hebreos, capítulo 1, empieza así: "Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo”. Esa es la afirmación en la que quiero que se enfoquen. No tengo la intención de agotar todas las ramificaciones de esa declaración; pero en su simplicidad, es muy clara y muy profunda. Nos está dando la esencia de la revelación. Marque la palabra; revelación en su sentido simple significa revelar... dar a conocer algo que antes no se conocía, hacer comprensible algo que no se entendía, revelar la verdad nunca antes conocida. Dios se ha revelado a Sí mismo. Y aquí hay una declaración con respecto a la revelación. Dios habló hace mucho tiempo y Dios ha hablado en estos últimos días.

El escritor de Hebreos está en efecto diciendo que Dios habló en dos ocasiones. Él habló una vez hace mucho tiempo y habla en estos últimos días a través de Su Hijo. Considero justo evaluar el hecho que él aquí tiene en mente la revelación del Antiguo Testamento y la revelación del Nuevo Testamento. Dios habló hace mucho tiempo a los padres judíos. Esos fueron los profetas del Antiguo Testamento, los que recibieron la Palabra de Dios hace mucho tiempo bajo el antiguo pacto. Él habló a los padres por medio de los profetas, en muchas ocasiones, polumeros, muchos libros, muchas secciones. El Pentateuco, los libros proféticos, los libros históricos y los libros de poesía. En muchas ocasiones y en muchos libros, Dios habló. Él habló a los padres judíos. Él habló por medio de los profetas.

Habló también –dice- de muchas maneras, polutropos. Eso significa que a través de visiones, profecías, parábolas, símbolos, ceremonias, teofanía y a veces por medio de una voz audible. Él incluso escribió con Su dedo sobre piedra. Hay muchas maneras en las que Dios habló muchas cosas, recopiladas en muchos textos, puestas en muchos libros; y habló en la antigüedad por medio de los profetas. Esa es una aseveración en relación con el hecho de que en el Antiguo Testamento, Dios es quien está hablando.

El Antiguo Testamento no es una compilación de sabiduría de hombres ancianos; no es una compilación de los mejores pensamientos religiosos; un conjunto de buenas meditaciones de gente piadosa. El Antiguo Testamento es la Palabra de Dios. No es el pensamiento de ningún hombre, ni bueno ni piadoso ni mayor. Es la Palabra de Dios. Y el escritor de Hebreos dice que Dios habló. Era Dios hablándole a los patriarcas por medio de lo profetas. Estos últimos días, desde la llegada de Cristo, Él ha hablado nuevamente. Ha hablado a través del Hijo. Los Evangelios registran a Dios hablando a través de Su Hijo -Mateo, Marcos, Lucas y Juan. El libro de Hechos, Dios hablando a través de la proclamación del mensaje de Su Hijo. Las epístolas, Dios hablando a través del entendimiento profundo del significado de la vida y el ministerio de Su Hijo. Y en Apocalipsis, la consumación, cuando el Hijo regresa en gloria. La consumación de la comunicación de Dios a este mundo.

Por lo tanto, el Antiguo Testamento es Dios hablando y revelándose. El Nuevo Testamento es Dios hablando y revelando a Su Hijo. El Antiguo Testamento es la auto-revelación de Dios; y ese es el tema. Desde Génesis hasta Malaquías, el personaje principal es Dios. Es la revelación de Dios, quién Él es; cuáles son Sus atributos; cuáles son Sus actitudes; cómo Él reacciona a cada situación humana posible; cómo es Él; qué hace. No es la historia del hombre. Ni la historia de Israel. Esas historias están ahí, pero es la revelación de Dios. Y vemos cómo Dios se revela a través del hombre, a través de la historia, a través de Israel y a través de todo lo que sucede. Los atributos de Dios están a veces enumerados de manera muy clara como lo están en los Salmos. Por otra parte, a veces vemos Sus atributos de manera muy clara y Él ni siquiera es mencionado; tal como en el libro de Ester en donde no se menciona a Dios y sin embargo es la fuerza y el carácter dominante a lo largo de todo el libro.

El Antiguo Testamento es la revelación de Dios para mostrarle al hombre cómo Él es, quién es, qué tolera y qué no, cómo Él desea la santidad y castiga el pecado. El Nuevo Testamento es Dios revelando a Su Hijo en la vida de Él, en Su mensaje, en el entendimiento del trabajo de Su Hijo y en la culminación y llegada de Su Hijo para establecer Su Reino eterno. En ambos casos, en el Antiguo y en el Nuevo Testamento, Dios habló. Y lo que tenemos es Su Palabra, no la palabra del hombre.

Los escritores del Nuevo Testamento escribieron la Palabra de Dios. Jesús prometió que Él nos ensenaría todas las cosas, nos recordaría todo lo que nos había dicho; que nos guiaría a la Verdad y nos mostraría las cosas por venir. Y al prometerlo, dio a los apóstoles, y con ellos a los otros escritores del Nuevo Testamento, la promesa de la inspiración divina. Tanto ellos, como también los profetas del Antiguo Testamento, escribirían la Palabra de Dios.

Y por lo tanto, lo que tenemos en nuestras manos no es la palabra del hombre, ni de hombres religiosos, ni de hombres sabios y piadosos; sino que es la Palabra de Dios. Hebreos 1 y 2 habla de revelación, la revelación de Dios.

¿Qué proceso utilizó Dios para revelarse? Miremos otro texto, 2 Pedro. Veamos el proceso que Dios utilizó, conocido como inspiración. Segunda Pedro 1:20 dice: “Entendiendo primero esto, que ninguna profecía” -la palabra profecía aquí tiene un sentido muy genérico y no significa algún tipo de predicción del futuro, sino mensaje- “ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada”,epilyseos. Fíjense en esto, ningún mensaje de la Escritura es un tema de epilyseos propio.

¿Qué significa eso? Ningún mensaje de la Escritura es asunto de inspiración propia. Es decir, la Escritura no proviene de hombres inspirados en el sentido de que algunos son como iluminados genios religiosos. El caso genitivo sugiere aquí que Pedro tiene en mente la fuente o el origen de la Escritura; y él no está realmente hablando de interpretar la Biblia en el sentido que usted describa lo que significa; sino que él está hablando sobre el origen de modo de poder decir esto "Ninguna profecía de la Escritura tiene el origen en la propia mente." Ningún mensaje de la Escritura proviene de ninguna fuente humana; esa es la idea.

"Porque", dice el versículo 21, "nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo". La Escritura no es producto de los hombres. No es producto de la voluntad de los hombres. Muy claro y vital. Ningún mensaje se ha hecho nunca -verbo en pasivo indicativo –phero-que significa soportar, llevar adelante, transmitir, producir, producir, llevar. Ningún mensaje fue nunca transmitido, llevado, producido por un acto de voluntad humana, sino que los hombres fueron llevados -phero, mismo verbo- por el Espíritu Santo para hablar de Dios. Fueron llenados por el Espíritu Santo. La idea es como poner las velas al viento en un barco y ser arrastrado por la brisa. El Espíritu de Dios los movilizó. Y eso nos expresa el proceso.

El contenido de la Biblia es la revelación. El proceso mediante el cual fue escrito el contenido se llama inspiración. Y no hubo un alto nivel de actividad humana, ni siquiera un alto nivel de actividad humana religiosa. Los hombres estaban en el proceso, pero no se originó con ellos y no vino de su deseo y su voluntad. Fueron utilizados a medida que eran llevados por el Espíritu Santo y eran capacitados para hablar de Dios. Hablaron palabras divinas. Dios los usó. Era su personalidad. Era su historia, algunas de sus ideas, sus experiencias, sus percepciones; pero cada palabra era la palabra de Dios. Ese es el milagro de la inspiración. Los hombres fueron usados, inspirados por el Espíritu Santo, y hablaron de parte de Dios. Eso es lo que dice la Escritura.

Por lo tanto, al momento de tomar su Biblia, usted no está leyendo la palabra de los hombres, está leyendo la Palabra de Dios que fue escrita por hombres que fueron movidos durante el proceso por el poder del Espíritu Santo. No separado de sus personalidades, ni de sus experiencias, ni de su vocabulario, de su corazón, pasión y fuerza, sino integrando todo eso en el poder del Espíritu de Dios y nunca transigiendo la verdad de que cada palabra provino de Dios. Un gran y glorioso milagro, tan vital.

Por lo tanto, Dios habló en el Antiguo Testamento a los Patriarcas por medio de los profetas en muchas formas y en muchas partes. Y Dios ha hablado en el Nuevo Testamento por medio de Su Hijo en los Evangelios; y luego acerca de su Hijo, en el resto del Nuevo Testamento. El proceso por el cual Dios nos dio esa revelación es la inspiración; y la inspiración es Dios poniendo Su revelación, por así decirlo, en las manos de los hombres, para primero ser divulgada y proclamada; y luego ser escrita a medida que eran energizados, llevados por el Espíritu Santo. Se utilizó a hombres; y sin embargo, nunca fue violada una sola palabra de Dios. La totalidad de la Escritura, pasa graphe, toda la Escritura, cada Escritura, es theopneustos, inspirada por Dios. La redacción de la Escritura es el aliento de Dios. La totalidad de la misma, de acuerdo a Romanos 3:2, se llama la Palabra de Dios. Cuando Pablo habla del beneficio de Israel -lo que ellos tenían, que los distinguia de otras naciones, a lo que hace referencia al Antiguo Testamento- menciona a la palabra de Dios... los discursos de Dios... las palabras de Dios.

Y Jeremías es un buen ejemplo de este proceso. Jeremías, llamado por Dios desde antes de su nacimiento, dice en el capítulo 1 versículo 4: "Vino, pues, palabra de Jehová a mí, diciendo: Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones. Y yo dije: ¡Ah! ¡Ah, Señor Jehová! He aquí, no sé hablar, porque soy niño". Versículo 9: "Y extendió Jehová Su mano y tocó mi boca, y me dijo Jehová: He aquí he puesto Mis palabras en tu boca". ¡Qué maravillosa declaración! He puesto Mis palabras en tu boca; esa era la promesa para los escritores de la Escritura. Toda la Escritura es inspirada por Dios. Toda Escritura Santa viene de Dios.

Somos conscientes de eso. Somos conscientes del atributo divino de la Escritura. La iglesia primitiva lo reconoció. A pesar de que no fue sino hasta 393, 397, en el Concilio de Hipona, el Concilio de Cartago -en ese tiempo- que la iglesia estableció oficialmente el canon de la Escritura integralmente. No pasó mucho tiempo antes de que la gente lo reconociera. La Iglesia no ha inventado el canon de las Escrituras más de lo que Newton inventó la ley de la gravedad. Newton descubrió la gravedad que Dios inventó; y la Iglesia descubrió, desde los primeros inspirados documentos, que Dios mismo fue quien los escribió. Y a pesar de que pasó algún tiempo antes de que alguna iglesia estableciera algún sello oficial a toda ella, para la iglesia primitiva era absolutamente claro qué era la Palabra de Dios y qué no lo era. Y hay todo tipo de libros erróneos que han sido dejados fuera. Pero lo que era la Palabra de Dios, era la Palabra de Dios. Dios es el autor de las Escrituras.

De hecho, con frecuencia las palabras Dios y Escritura se utilizan indistintamente. En Gálatas: "Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones." La Escritura dice que en él serán benditas todas las naciones. En Génesis 12 vemos que Dios lo dijo. Dios dijo, la Escritura dijo, es lo mismo. Lo que la Escritura dice, Dios dice.

En Hechos capítulo 13 es una nota más interesante en el sermón del apóstol Pablo. Él dice en el versículo 32: "Y nosotros también os anunciamos el Evangelio de aquella promesa hecha a nuestros padres, la cual Dios ha cumplido a los hijos de ellos, a nosotros, resucitando a Jesús; como está escrito también en el Salmo segundo: Mi hijo eres tú, Yo te he engendrado hoy. Y en cuanto a que le levantó de los muertos para nunca más volver a corrupción, lo dijo así: Os daré las misericordias fieles de David. Por eso dice también en otro salmo: No permitirás que tu Santo vea corrupción. Porque a la verdad David, habiendo servido a su propia generación según la voluntad de Dios, durmió, y fue reunido con sus padres, y vio corrupción. Mas aquel a quien Dios levantó, no vio corrupción". En otras palabras, Dios está hablando en los Salmos. Y eso es exactamente lo que el apóstol está afirmando. Cuando los Salmos hablan, Dios habla.

En Romanos 9, versículo 17, la Escritura dice a Faraón: "Para esto mismo te he levantado," y así sucesivamente. La Escritura no dice eso en el Antiguo Testamento, Dios lo dijo, pero cuando Dios habla, es la Escritura; cuando la Escritura habla, es Dios. Encontrará esa terminología intercambiada.

Una acotación. La Biblia no dice que los escritores fueron inspirados. Ni Pablo ni Pedro lo dicen. La Escritura fue inspirada. Los hombres no tenían una habilidad sobrenatural que podían utilizar en algún momento para producir la Escritura. Solo eran inspirados cuando Dios les daba Su Palabra. El resto del tiempo, hablaban de manera independiente de cualquier inspiración. Por lo que la Biblia no sabe técnicamente de hombres inspirados, sino de palabras inspiradas. Palabras inspiradas por Dios. Ni Isaías, ni David, ni Pablo, ni Juan ni ningún otro escritor bíblico fueron inspirados como personas para escribir la Escritura cuando quisieran; hubo momentos especiales en sus vidas en los cuales Dios les dio directamente Su Palabra para ser escrita; y el resto del tiempo, lo que escribieron era propio. Entonces, los hombres no fueron inspirados, la Escritura lo es.

Dios los inspiró y ellos escribieron, palabra por palabra, lo que Dios les inspiroó. Era más que un dictado. No estaban escuchando una voz y escribiendo mecánicamente cada palabra; fluía de sus corazones, almas, mentes, emociones y experiencias. Cada palabra salió de la Palabra de Dios. A medida que Dios les inspiraba el mensaje y eran llenos del Espíritu Santo, lo expresaban y algunos de ellos, lo escribían. Un proceso milagroso, sobrenatural e inexplicable que produce en nosotros la Palabra de Dios.

Ahora voy a hablar de ello desde un punto de vista negativo, sólo para ilustrar la idea central. Y quiero señalar que cuando hablamos de que la Biblia está inspirada, no estamos diciendo que hay algunos hombres que tenían un alto nivel de capacidad humana, una especie de genios religiosos. El mundo está lleno de gente así. Ha habido genios de la música que han sido prolíficos, que eran profundos, que eran mucho más que las personas comunes y tal vez más que incluso los mejores hombres. Hubo y hay genios en la literatura, genios en la prosa y en la poesía, grandes hombres y mujeres de formidable capacidad que diríamos que son poetas, músicos, escritores, pensadores inspirados. Pero cuando hablamos de la inspiración de la Biblia, no estamos hablando de un alto nivel de desarrollo humano, no es así. No estamos hablando de hombres, como he dicho, que podían escribir en cualquier momento que quisieran la Escritura porque eran genios religiosos; no. Ninguno de ellos podía hacer eso. Sólo cuando Dios les daba lo que Él quería decir o escribir podían ellos hacerlo; y bajo el trabajo del Espíritu de Dios.

Ellos, por cierto, no han producido otra cosa, otros escritos. ¿Por qué no hay muchas cosas más escritas por Pedro? ¿Por qué no escribieron otros libros? ¿Por qué no siguieron escribiendo más y más y más si eran tan sólo genios humanos de gran nivel? Los mismos escritores de la Biblia afirman que lo que escribieron, Dios escribió, no ellos. Es curioso para mí que tenían una especie de extraño aire de seguridad. Dijeron que escribieron por Dios y nunca parecían ser conscientes al respecto. Quiero decir que si usted observa a los escritores de la Biblia, son en su mayor parte hombres analfabetos y comunes. Y sin embargo, están sumamente seguros de que escriben la Palabra de Dios. De hecho, alrededor de 4.000 veces en la Biblia, los escritores dicen estar escribiendo la Palabra de Dios. Y nunca están conscientes de ello. Quiero decir, que me imagino que en algún momento dirían: "Y esta es la Palabra de Dios, sé que parece difícil de creer que yo les estoy diciendo la Palabra exacta de Dios, pero esto es realmente cierto. No estoy hablando tonterías. Esto es realmente cierto. Verdaderamente es el Señor, Él me dijo que les dijera esto". No tiene sentido auto-justificarse. No tiene sentido auto-defenderse. Y aunque la mayoría de ellos no tenía una educación extensa y no estaba en condiciones terrenales de ser un genio literario, escribieron con esta profunda sabiduría sobrenatural profecías del futuro, cosas que sucederían que eran absolutamente precisas. Escribieron sobre la naturaleza y el carácter de Dios. Ellos escribieron de los propósitos divinos de Dios que se desarrollan en el mundo. Ellos estaban en lo cierto acerca de cada cosa que han dicho y todos ellos afirmaron que provenía de Dios; y sin embargo, nunca fueron conscientes sobre tal afirmación. Increíble... increíble. Simplemente asumieron que era la Palabra de Dios y la escribieron como tal.

Santiago describió la autoridad de las Escrituras cuando dijo en el capítulo 4, versículo 5: "¿O pensáis que la Escritura dice en vano…?" Tienen autoridad. Pablo dijo que la ley de Dios era santa, justa y buena; y lo que tenía en la mente era la ley revelada de Dios, el Antiguo Testamento. Los escritores del Nuevo Testamento afirmaron que escribieron la Palabra de Dios al igual que los escritores del Antiguo Testamento lo habían hecho. Hay alrededor de 320 citas directas del Antiguo Testamento en el Nuevo Testamento; unas 1.000 inferencias. Los escritores del Nuevo Testamento claramente creían que el Antiguo Testamento fue inspirado. También estaban convencidos de que su propio Nuevo Testamento fue inspirado. Ellos sabían que estaban escribiendo la Palabra de Dios. Y no era un alto nivel de genio humano. Ellos fueron movidos por el Espíritu de Dios para hacer lo que de otro modo nunca hubieran podido hacer.

En segundo lugar, hay personas que dicen que la Biblia fue inspirada solo en conceptos y no en las palabras reales. A través de los años, he tratado de lidiar con la gente que piensa que ellos fueron inspirados por Dios con grandes pensamientos religiosos y lo escribieron con sus propias palabras, por lo que en realidad no poseemos las palabras de Dios. Que no debemos estancarnos en una palabra sino tomar los conceptos y continuar con las ideas y cómo fluyen, sin preocuparnos por las palabras. Esas son solo detalles que se interponen en el camino. Hay personas que dicen que el Espíritu da vida y la letra mata.

Me gustaría preguntarle a alguien cómo comunicar una idea sin utilizar palabras. Creo que no comprendo. ¿Cómo podría usted, si fuera Dios, comunicar una idea sin palabras? No tiene sentido. Y cuando Moisés quiso excusarse de hablar por el Señor porque no era elocuente, Dios le dijo que Él estaría con él y le enseñaría qué decir.

Isaías dijo: “Después oí la voz del Señor, que decía…” Jeremías dijo: “Vino, pues, palabra de Jehová a mí, diciendo…” Ezequiel escribió: “Hijo de hombre, ve y entra a la casa de Israel, y habla a ellos con Mis palabras… Hijo de hombre, toma en tu corazón todas Mis palabras que Yo te hablaré, y oye con tus oídos.” Palabras, no ideas. Amós expresó: “Entonces respondió Amós, y dijo a Amasías: No soy profeta, ni soy hijo de profeta, sino que soy boyero, y recojo higos silvestres. Y Jehová me tomó de detrás del ganado, y me dijo: Ve y profetiza a Mi pueblo Israel.”

La maravillosa experiencia de Pablo en su conversión, quien cuando estando con Ananías relata en Hechos 22: “El Dios de nuestros padres te ha escogido para que conozcas Su voluntad, y veas al Justo, y oigas la voz de Su boca.” Dios ha designado que Pablo Le escuche y comunique lo que le diga.

Juan dijo: “Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta, que decía… Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de estas”. Aun Cristo, el Verbo hecho carne, dijo que Él recibió Su mensaje de Su Padre. Le dijo a Cristo qué decir.

No se puede tener ideas sin palabras; ese tipo de concepto es una tontería. Es lo mismo que hablar de una melodía sin notas o música sin melodía. Es lo mismo que hablar de sol sin luz o antropología sin hombres. No hay pensamientos sin palabras.

Muy por el contrario. Mire 1 Pedro 1:10-11 por un momento, algo interesante; esto ilustra un principio. Pedro escribe con referencia a los profetas del Antiguo Testamento, que registraron la verdad sobre el Mesías. Él dice: "Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos…". En otras palabras, allí estaban, los profetas del Antiguo Testamento, siendo llevados por el Espíritu Santo e inspirados para hablar y escribir acerca del Mesías. Y a medida que ellos estaban hablando o escribiendo acerca del Mesías, estaban haciendo una cuidadosa búsqueda e investigación para averiguar de lo que estaban hablando. El punto es éste, no sólo la Biblia no enseña que hay pensamientos sin palabras, sino que nos enseña que a veces Dios les dio palabras sin pensamientos. No me refiero a un dictado mecánico sin sentido, pero había muchas cosas que los escritores del Antiguo Testamento escribieron que no llegaban a comprender. No es algo que ellos relataron debido a su genialidad religiosa, sino que asentaban las palabras que Dios les dio, ya fuera que las entendían completamente o no. Y es por eso que en Mateo 24:35 dice: "El cielo y la tierra pasarán, pero Mis palabras" -no Mis pensamientos- "no pasarán."

Entonces, alguien dice que la Biblia es inspirada cuando habla de las cosas sagradas y que no lo es cuando habla de las cosas seculares como la ciencia, la historia, la geografía y demás. Algo con lo que hay que lidiar periódicamente. Hay quienes dicen que la historia de la Biblia es errónea. La geografía de la Biblia está mal. Las matemáticas de la Biblia son inexactas. Las declaraciones científicas de la Biblia son equívocas. Pero no se preocupe, la inspiración garantiza lo sagrado, no lo secular... que es como decir que Dios es bueno en las cosas religiosas, pero realmente necesita ayuda en otras áreas... no maneja bien otros datos Y hay todo tipo de personas que quiere atacar la Biblia basados en eso.

Le voy a dar un par de ejemplos curiosos. Josué 10:12, donde se relata la batalla que estaba sucediendo, se dice que en el medio de la misma el sol se detuvo. Y los críticos se han reído y burlado durante años. Dicen que la Biblia es poco científica. Si la relación entre la tierra y el sol no cambiara, querría decir que la tierra se detuvo. Pero el hecho es que si usted estaba allí ese día, le hubiera parecido como si el sol se detuviera. Y ese mismo crítico, sería el primer hombre que al levantarse de la cama en la mañana, miraría por la ventana y diría: "¡Qué hermoso amanecer!" Eso no es una salida del sol, por cierto. Pero nadie sale y dice: "¡Oh, qué hermosa tierra que gira!" Y nadie tampoco dice eso por la noche.

Y todo el tiempo decimos cosas por el estilo. Decimos que la gente vive en Australia abajo, ¿abajo de qué? Esa es una frase hecha. Un modo figurativo. Hay algunas cosas que decimos desde la perspectiva humana, que no pretenden ser afirmaciones de elementos técnicos de datos científicos.

Luego, está el relato en el libro 2 Reyes 18 de la transacción de Senaquerib con Ezequías, de 30 talentos de oro y 300 talentos de plata; la cual no parece ser un problema hasta que los arqueólogos descubrieron los registros asirios de la transacción entre ellos. El propio registro de Senaquerib; y en su cuenta había 800 talentos de plata en lugar de 300. Y los críticos dijeron que ese es el tipo de datos donde la Biblia se equivoca ya que no es cuidadosa con los números pequeños. Y luego, estudios arqueológicos posteriores han revelado que la norma de cálculo del oro era la misma en Judea y Siria pero el estándar para el cálculo de plata era diferente; y 800 talentos de Siria equivalían a 300 talentos hebreos. Exactamente lo que dice la Escritura. La Escritura habla en hebreo y el registro de Senaquerib, en sirio.

Permítanme mostrarles otro. Hay muchos más en donde la Biblia supuestamente se equivoca; y no es así si se mira con cuidado. Uno muy curioso está en Números 11:31, el cuarto libro en el Antiguo Testamento. "Y vino un viento de Jehová." Los hijos de Israel estaban en este momento deambulando por el Sinaí y tenían que ser alimentados. Y el Señor los va a alimentar. Y es muy interesante cómo Él les da de comer. Él envió un viento y trajo codornices desde el mar. El viento trajo codornices. Y las dejó en el campamento. Un día de camino a un lado, y un día de camino al otro, alrededor del campamento. Estaban en un área extensa.

Y dice que tenía dos codos de profundidad… un codo era más o menos 18 pulgadas. Así que estamos hablando aproximadamente de tres a cuatro pies. Tomemos al crítico que decidió que eran cuatro pies, y quiso hacer algunos cálculos. Dijo que esta es una de las cosas más ridículas que ha leído. ¿Un día de camino a un lado y un día de camino al otro y que toda la zona cubierta en cuatro pies de codornices? Hizo los cálculos. Eso serían 19,538,468,306,672 codornices. Y, naturalmente, fue motivo de grandes risas. Claro, 19 billones de codornices todas amontonadas.

Pero sólo demostró su ignorancia. La Biblia hebrea no dice que fueron apiladas desde el suelo hacia arriba. Lo que la Escritura indica en el texto hebreo es que Dios sopló las codornices en el desierto desde el valle del Nilo; y todos los pájaros vinieron volando a unos dos codos sobre la tierra. Eso es lo que dice. Las codornices por lo general no se elevan a más de dos codos sobre el suelo; fueron llevadas allí por el Señor. Y era fácil para la gente alcanzarlas de esa manera, sólo tenían que estirar la mano. Las codornices fueron llegando, volando a ese nivel, hasta que todo el pueblo tuvo todo lo que quería.

Cuando la Biblia habla de ciencia, historia, matemáticas, sea lo que fuere de lo que la Biblia hable, es la Palabra de Dios. Y Dios es infalible; y también Su Palabra es así de infalible. Los críticos quieren burlarse de la Escritura; y sin embargo la Biblia es científicamente exacta, contiene los principios básicos de la ciencia. Usted podría tomar, por ejemplo, los elementos más básicos de la ciencia: el tiempo, la fuerza, la acción, el espacio y la materia. Herbert Spencer, quien murió en 1903, redujo todo a estas categorías. Dijo que todo lo que hay en el universo encaja en ellas, que esa es la matriz de la existencia.

Murió después de haber sido aclamado como un hombre brillante después de descubrir eso. Y no se dio cuenta que eso está en el primer versículo de la Biblia. “En el principio” -el tiempo- “creó” - la acción- “Dios” –la fuerza- “los cielos” -el espacio- y “la tierra” -la materia. La base de la existencia se encontraba en el primer versículo. El universo es una continuidad de tiempo, fuerza, acción, espacio, materia. Y uno no puede existir sin el otro, por lo tanto todo debe haber existido simultáneamente desde el principio. Todo tuvo que comenzar junto. La ciencia tiene que estar en esa matriz. No puede faltar ningún elemento de esta base o no tendríamos lo que tenemos en la actualidad. Y una vez que el universo había sido creado, sus procesos fueron diseñados para funcionar de una manera ordenada, toda la energía y la materia sostenidas por su interacción de modo que no se necesitara más creación.

Una vez que se genera el tiempo, la fuerza, la acción, el espacio y la materia, es todo lo que se necesita. Y Génesis 2:2 dice que Dios acabó la obra que hizo. Él lo hizo y lo concluyó. Todo a la vez, creó la matriz completa. No ha habido ninguna creación más desde entonces, ya que no se necesita ninguna creación. La ciencia ha llamado al cese total de la actividad creativa la primera ley de la termodinámica o la ley de conservación de la masa y la energía, a la cual Einstein dedicó mucho tiempo. Es el principio científico más universal, cierto y básico de todos; y está allí mismo, en la Palabra de Dios. Él finalizó de hacer lo que hizo, terminó; lo hizo todo a la vez y listo, se conservaría por sí mismo debido a su propia naturaleza.

La segunda ley de la termodinámica es la ley del desorden creciente, que todo lo de ese sistema en la matriz se está agotando, desintegrándo y, finalmente, morirá. Y lo estamos viendo en términos muy claros. Toda la creación, dice Romanos 8, está gimiendo y gruñendo y esperando a que la maldición sea revertida. La ciencia no puede explicar la segunda ley de la termodinámica. No saben por qué todo tiende al desorden, todo tiende a decaer hacia la falta de vida. La Biblia es el único lugar donde usted puede acudir para ver una explicación. Y la explicación es una sola palabra: pecado... el pecado. No se puede ser científico si usted no cree en el pecado, porque no se puede explicar la naturaleza de la matriz de la existencia.

La Biblia es exacta en todo lo que dice. Dice que Él colgó la tierra sobre nada. Ya sea que usted esté hablando acerca de geología, geodesia, meteorología, fisiología, biología, antropología, astronomía, hidrología, cuando la Biblia habla, es exacta.

Y después ve cosas en la Biblia como la profecía. Por ejemplo, Ezequiel 28, una visión superlativa que muestra la exactitud de las Escrituras históricamente. Ezequiel 26 al 28. Una profecía de Ezequiel sobre la destrucción de la ciudad de Tiro. Tiro era una fortaleza fenicia, una ciudad bastante importante en la costa de Fenicia, hoy conocida como Palestina. Y la palabra del Señor vino a Ezequiel en el versículo 2 del capítulo 26 diciendo acerca de la destrucción del lugar. “Hijo de hombre, por cuanto dijo Tiro contra Jerusalén: Ea, bien; quebrantada está la que era puerta de las naciones; a mí se volvió; yo seré llena, y ella desierta.”

En otras palabras, ya que Tiro se burló de Jerusalén, “por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo estoy contra ti, oh Tiro, y haré subir contra ti muchas naciones, como el mar hace subir sus olas. Y demolerán los muros de Tiro, y derribarán sus torres; y barreré de ella hasta su polvo, y la dejaré como una peña lisa. Tendedero de redes será en medio del mar, porque Yo he hablado, dice Jehová el Señor; y será saqueada por las naciones. Y sus hijas que están en el campo serán muertas a espada; y sabrán que Yo soy Jehová. Porque así ha dicho Jehová el Señor: He aquí que del norte traigo Yo contra Tiro a Nabucodonosor, rey de Babilonia, rey de reyes, con caballos y carros y jinetes, y tropas y mucho pueblo. Matará a espada a tus hijas que están en el campo, y pondrá contra ti torres de sitio, y levantará contra ti baluarte, y escudo afirmará contra ti. Y pondrá contra ti arietes, contra tus muros, y tus torres destruirá con hachas. Por la multitud de sus caballos te cubrirá el polvo de ellos; con el estruendo de su caballería y de las ruedas y de los carros, temblarán tus muros, cuando entre por tus puertas como por portillos de ciudad destruida. Con los cascos de sus caballos hollará todas tus calles; a tu pueblo matará a filo de espada, y tus fuertes columnas caerán a tierra. Y robarán tus riquezas y saquearán tus mercaderías; arruinarán tus muros, y tus casas preciosas destruirán; y pondrán tus piedras y tu madera y tu polvo en medio de las aguas. Y haré cesar el estrépito de tus canciones, y no se oirá más el son de tus cítaras. Y te pondré como una peña lisa; tendedero de redes serás, y nunca más serás edificada; porque yo Jehová he hablado, dice Jehová el Señor. Así ha dicho Jehová el Señor a Tiro.”

Bastante detallado. No es una especie de profecía general. Muy específica. Esta es una gran ciudad fenicia. Desde el siglo VII AC, controlaba Fenicia. Tenía fuertes murallas, de unos 150 metros de altura, de casi cinco metros de espesor. Y estaba floreciendo cuando Josué guió a Israel a Canaán. Hiram el primero era su rey. Él ayudó a David a construir el palacio. Y de acuerdo a 1 Crónicas 22, ayudó a Salomón a construir el templo.

Tres años después de que esta profecía fuera dada, Nabucodonosor la cercó durante 13 años. Eran ciudades amuralladas, todo lo que tenía que hacer era -si no podía entrar en la ciudad- cortar cualquier suministro que viniera a la ciudad y finalmente morirían de hambre. Le tomó 13 años -del 585 al 573. Por último, la ciudad se rindió ya que todos estaban muriendo. Y Nabucodonosor destruyó los muros y las torres; destruyó la ciudad e hizo cada cosa que Ezequiel dijo que haría; y por supuesto que no estaba leyendo a Ezequiel cuando lo hizo.

Entró en la ciudad. No encontró el botín. Pensó que iba a encontrar un botín, pero ellos habían utilizado su flota para sacarlo. Se llevaron todo a una isla frente a la costa a un kilómetro y medio de distancia y, por supuesto, en el capítulo 29 de Ezequiel, dijo que no obtendrían ningún botín. Exactamente lo que pasó. Cuando llegó allí, se habían llevado todos los objetos de valor a la isla, Nabucodonosor no tenía poderío naval para ir a buscarlo. La isla se convirtió en la nueva ciudad. Y floreció por 250 años.

Sólo una parte de la profecía se había cumplido. La parte acerca de Nabucodonosor, de la destrucción de las murallas, los asesinatos de la gente. Pero no todo se había terminado. Las ruinas estaban todavía allí, los escombros. Después de 250 años, llegó un joven de 24 años con el nombre de Alejandro Magno. Él tenía 33.000 hombres de infantería, 15.000 de caballería. Acababa de derrotar a los persas y estaba en camino a Egipto. Necesitaba suministros. Vino, pues, a la ciudad de Tiro -ahora en la isla- y envió un mensaje: "Quiero darles suministros a todos mis hombres, mis caballos y mi ejército". Y ellos dijeron: "Usted no tiene una flota y nosotros estamos en una isla, no le vamos a ayudar."

Eso no le gustó. Y no era bueno enfadar a Alejandro. Él no tenía una flota, por lo que decidió que tenía que conseguir una manera de ir a esa isla e hizo lo que Ezequiel, el profeta, dijo que se haría. Dijo que el lugar sería como una peña lisa y los escombros serían arrojados al mar. Bueno, ¿qué conquistador en su sano juicio haría eso? ¿Por qué perder el tiempo -una vez que ha conquistado el lugar- recogiendo todo y tirándolo al océano? Toda la piedra y todo el resto de la misma. Pero eso es exactamente lo que tenía que suceder. Así que Alejandro lo hizo. Él tomó todos los escombros y construyó un istmo de más de medio kilómetro de largo y más de 60 metros de ancho hasta llegar a la isla con todos los desechos.

La isla se había fortalecido también con poderosas murallas que llegaban hasta el borde del mar. Y a medida que se acercaba, se dio cuenta de que tendría que superar esas paredes. Y con el fin de llevarlo a cabo, construyó enormes máquinas de asedio -de 165 metros de altura, según el registro. Le tomó siete meses. Él entró y asesinó a 8.000 personas; en un período de unos pocos meses ejecutó a 7.000 más; vendió a más de 30.000 como esclavos y cumplió cada uno de los detalles de la profecía. Y aunque la ciudad de Jerusalén ha sido reconstruida 17 veces, Tiro nunca ha sido reconstruida. Y eso es exactamente lo que Dios dijo. Que no se edificaría más.

¿Y sabe a qué se dedican? Si va hoy en día, se dará cuenta lo que hacen. Ellos tienden redes de pesca, tal como lo decía. ¿Cuál es la probabilidad de eso? Aproximadamente una en 75 millones, de casualidad.

Por cierto, una ciudad hermana con el nombre de Sidón también recibió una profecía. Versículo 22 de Ezequiel 28: "Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo estoy contra ti, oh Sidón, y en medio de ti seré glorificado; y sabrán que Yo soy Jehová, cuando haga en ella juicios, y en ella Me santifique. Enviaré a ella pestilencia y sangre en sus calles, y caerán muertos en medio de ella, con espada contra ella por todos lados; y sabrán que Yo soy Jehová. Y nunca más será a la casa de Israel espina desgarradora, ni aguijón que le dé dolor, en medio de cuantos la rodean y la menosprecian; y sabrán que Yo soy Jehová."

Será un caos sangriento. Es el centro del culto a Baal, a unos 36 kilómetros al norte de Tiro. La profecía habló de sangre en las calles, espadas por todas partes, pero ninguna profecía de destrucción final. Eso es lo que pasó. Sangre por todas partes, espadas por todas partes. Esa pobre ciudad fue sitiada y asediada una y otra vez y otra vez, pero aún es una ciudad. En 351 AC fue gobernada por Persia. Fue tomada en la revolución. Toda esperanza de salvar la ciudad había desaparecido. El pueblo estaba siendo atacado por los persas; y 40.000 de ellos prefirieron morir antes que someterse a la violencia persa, por lo que se prendieron fuego y se inmolaron con sus propias casas. La sangre fluyó en las calles una y otra vez. Esa ciudad, Sidón, fue tomada tres veces por los cruzados, tres veces por los musulmanes. En 1840, fue bombardeada por las fuerzas combinadas de Inglaterra, Francia y Turquía. Pero aún está allí porque Dios dijo que no sería destruida, todavía está allí.

Se puede estudiar la Biblia y predecir cosas que históricamente son absolutamente precisas. Ezequiel 30 predijo la destrucción de Egipto. Nahúm 1, la destrucción de Nínive. Isaías 13, la destrucción de Babilonia. Oseas 13, de la destrucción de Samaria. Ezequiel 25, la destrucción de Moab y Amón. Un matemático llamado Peter Stoner tomó once de las profecías con todos sus detalles; y calculó la probabilidad de que ocurrieran por casualidad: una en 5,76 veces, 10 a la quincuagésima novena potencia.

Usted dice: "¿Qué significa eso?" No sé. Ni siquiera puedo pensar así. ¿Cómo se calcula eso? ¿Cómo se entiende eso? Bueno, él lo estimó de esta manera: si todo el universo contuviera dos mil trillones de galaxias y cada galaxia tuviera cien mil millones de estrellas, serían todas las estrellas en todas las galaxias dos veces diez a la quinta potencia. Un número increíble. Este tipo de probabilidades simplemente no sucede. Así que cuando vea que la Biblia habla científica, geográfica, históricamente o lo que sea, es precisa.

Esta es la Palabra de Dios. ¿Y cuál es el beneficio? Volvamos a nuestro texto original y terminaremos allí. Segunda de Timoteo 3, ¿cuál es el beneficio de esto? "Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra." ¡Qué cosa tan estupenda! No sólo tenemos la palabra de Dios, sino que tenemos la Palabra de Dios que nos puede equipar completamente para toda buena obra. Tenemos la Palabra que cambia la vida.

¿Y cuál debería ser nuestra respuesta? En primer lugar, creerla. En segundo lugar, estudiarla. En tercer lugar, honrarla. Dios es exaltado por sobre Su nombre. Me encanta, "¡Oh, cuánto amo yo Tu ley", dijo David en el Salmo 119:97. Obedézcala, haga lo que ordena. Luche por ella. Judas 3, "contender ardientemente por la fe". Y predíquela, 2 Timoteo 4:2: "Predica la Palabra".

¿Se da cuenta de que durante su vida es probable que coma 150 cabezas de ganado? Tal vez un poco más. Va a comer por lo menos 3.000 pollos, conservadoramente, 225 corderos, 26 ovejas, 310 cerdos -solo en forma de tocino y jamón. Consumirá, usted solo, veintiséis hectáreas de cereales. Y comerá 50 acres de frutas y verduras. ¿Puedo recordarle lo que dijo Jesús? “No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. Mientras que usted está comiendo todo el resto, por favor pase un poco de tiempo en este libro... vamos a orar juntos.

Toda palabra que sale de la boca de Dios. ¡Qué declaración! Padre, nos estremece saber que eso es lo que nuestra Biblia es, palabras que se salieron de la boca de Dios. El Dios que no sólo conoce la historia, sino que la escribe, que no sólo comprende la ciencia sino que la creó, que no sólo comprende la dimensión espiritual, pero es esa realidad. ¡Oh Dios, qué tesoro! Ayúdanos a amar Tu Palabra, a honrar Tu Palabra, a creer Tu Palabra, a estudiar Tu Palabra, a defender Tu Palabra, a proclamar Tu Palabra. Haz que, mientras que estemos alimentándonos con el resto de las cosas en esta vida, no nos olvidemos que realmente vivimos de toda palabra que sale de Tu boca. Padre, ayúdanos a comprometernos a renovar nuestra devoción a Tu Palabra, pues en ella Tu estás revelado. Que nos demos cuenta de que el conocerte es a través de Tu Palabra; y por medio de las pruebas y experiencias de la vida en la que aplicamos esa Palabra. Satisface las necesidades de cada corazón, en el nombre de Cristo. Amén.

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Asumimos que usted es cristiano y conoce al Señor Jesucristo, que le ha recibido como su Salvador por la fe, abierto su corazón a Cristo. Le ha invitado a entrar para hacerse cargo de su vida, para gobernar su vida y para que Él sea el Señor de la misma. Usted ha confesado su pecado, ha reconocido que por su cuenta no puede hacer nada y ha recibido al Señor Jesucristo. Y ahora, después de eso, ¿qué tiene que hacer? Estos son los primeros pasos del aprendizaje en la vida cristiana.

Algunas cosas prácticas, y la primera es cómo estudiar la Biblia. Es muy obvio, creo que para todos los cristianos, que la Biblia es la revelación de Dios, que Dios ha escrito Su palabra para nosotros. Es la única norma que tenemos para la vida, es el único patrón que tenemos para el comportamiento, es la única autoridad. Es posible que en la vida hay otras cosas que usted aprenda, que le ayuden a lo largo de la misma, pero no tienen la autoridad que esta tiene. Cuando la Biblia habla es la voz de Dios y es soberana, y entonces, se convierte para nosotros en el modelo de vida.

Ahora bien, si ese es el caso, entonces es muy importante para nosotros aprender lo que la Biblia dice. Poder enfocarnos sistemáticamente en la Escritura y saber qué dice. No solo qué dice, sino qué significa. Hay mucha gente que lee lo que la Biblia dice, pero no sabe qué quiere decir. Asimismo, tiene una importancia elemental en la vida cristiana el reconocer que la Biblia es la autoridad. No hay otra autoridad igual a la Biblia.

Hay algunos cristianos que leen todo tipo de libros en lugar de la Biblia, y decimos que estudian acerca de la Biblia, pero no estudian la Biblia. Lo primordial que debe hacer es estudiar la Palabra de Dios. A través de ella, Dios habla. Ahora bien, hay otros libros que son buenos en los cuales otros hombres hablan con énfasis en la Escritura, su aplicación e interpretación. Pero no hay sustituto para la Biblia. La Biblia es el centro de la vida de todo cristiano. La vida de todo cristiano debe nutrirse diariamente de la Palabra de Dios. Es muy importante. Hemos dado algunas razones por la que es necesario. En primer lugar, es necesario estudiar la Biblia para crecer, 1 Pedro, capítulo 2, versículo 2, dice: “Desead como niños recién nacidos la leche espiritual no adulterada para que por ella crezcáis para salvación”.

A lo largo del Nuevo Testamento, se habla de los cristianos como personas que han nacido de nuevo. Usted se convierte en un hijo de Dios. Repetidamente, se le llama hijo de Dios. Ha nacido en la familia de Dios, ha sido adoptado como hijo de Dios. A veces, incluso se le llama criatura. Eso implica que existe la capacidad de vida y crecimiento en ese nuevo cristiano. Y eso, por supuesto, es obvio. Debemos crecer. Aquí, dice Pedro, que debemos crecer por la leche pura de la Palabra, al igual que los bebés crecen. Si usted no alimenta a un bebé, la criatura muere. Al salir un bebé de un hospital, si alguna persona quiere deshacerse de él —y de vez en cuando usted lee sobre el hallazgo de algún bebé muerto en un bote de basura— no lo alimenta y muere. Y lo mismo ocurre con un cristiano. Somos bebés que debemos crecer y con el fin de hacerlo se debe beber de la Palabra, porque es nuestra leche que nos trae crecimiento, es nuestro alimento, es nuestro sustento.

En 1 Corintios 3:1, leemos lo mismo: “De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. Os di a beber leche y no vianda, porque aún no erais capaces ni sois capaces todavía”. Un pensamiento, el apóstol Pablo dice: “Yo os di, ojalá pudiera alimentarlos con carne, pero no puedo, les doy leche. Sin embargo, les alimento”. Esto nos muestra que Pablo entendía la prioridad de la alimentación y sabemos qué utilizaba para darles de comer: la Escritura. Algunas veces, la Escritura puede ser leche y otras veces, puede ser carne. Todo es ya sea leche o carne, dependiendo de qué profundo usted vaya. Eso no quiere decir que algunas partes de la Biblia son leche y algunas partes son carne. Por ejemplo, yo puedo decir que Dios amó mucho al mundo; y si usted es un cristiano reciente, dirá que sí, que lo entiende. Es como leche.

Pero si me extiendo y comienzo a desarrollar el carácter de Dios, Su persona, la naturaleza de Su amor, cómo trabaja Su amor, cómo se define Su amor en la Escritura, la profundidad de todo lo que este concepto significa, entonces, esa simple verdad será más y más profunda en el aspecto de la carne. Podríamos desarrollar eso hasta el punto en donde se hace muy complejo y que sería la carne.

El apóstol Pablo reconoció la necesidad de alimentar a veces con leche, a veces con carne, dependiendo de la situación en cuestión, dependiendo de la aptitud y la receptividad de la gente. Colosenses, capítulo 2, dice en el versículo 6: “Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él, arraigados y sobreedificados en él y confirmados en la fe”. Y aquí, de nuevo, está la idea de que los cristianos deben crecer, arraigados y edificados. Y la forma en que esto ocurre es a través de la fe, es decir, a través del contenido de la cristiandad. Cuanto más entendemos el cristianismo, más establecidos estamos y más edificados somos.

Jeremías 15:16, un pasaje del Antiguo Testamento: “Fueron halladas tus palabras y yo las comí. Y Tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón”. Jeremías comió la Palabra de Dios. Era alimento para él. Hechos 20:32, Pablo está diciendo adiós a los ancianos de Éfeso. Él dice: “Os encomiendo a Dios y a la Palabra de su gracia, que tiene poder para sobreedificaros”. Si vamos a crecer, la Palabra es necesaria y el crecimiento es fundamental para ser útiles.

Los bebés no son realmente tan útiles. Son agradables para tenerlos cerca, una especie de peluche para besarlos y acariciarlos, pero realmente no se puede hacer mucho con ellos. No se le puede realmente decir a un bebé que limpie la habitación, que haga la cama o algo por el estilo. En realidad, no son de mucha utilidad. Hay una gran cantidad de cristianos que son iguales. Usted tropieza con ellos, siempre están gateando por el suelo, no son realmente de gran beneficio para nadie. Cuanto más están de ese modo, más molestos son. Y asumimos que usted quiere crecer, asumimos que en la vida del cristiano hay crecimiento, y por eso deseamos que los cristianos crezcan. Y la forma de crecer es a partir de la Biblia, por lo que debemos estudiarla.

Segundo, y seguimos adelante. La segunda razón por la que es necesario estudiar la Biblia es para vencer el pecado. Nunca seremos capaces de derrotar al pecado a menos de que lo derrotemos con la Palabra de Dios. En Efesios, capítulo 6, ¿cuál es la armadura que se utiliza para luchar contra Satanás? ¿Cuál es la única arma que tiene el cristiano? La espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios.

Lo que vence la tentación de Satanás es la Palabra de Dios. Hay una gran cantidad de Escrituras que se relacionan con eso. Salmos 119:11: “En mi corazón he guardado tus dichos para no pecar contra ti”. Cuando un cristiano acoge la Biblia, esta se convierte en un impedimento para el pecado. Para darle un ejemplo simple de mi propia vida, cuanto más aprendo la Escritura, más difícil es pecar para mí. Yo solía ser capaz de pecar y disfrutarlo. Podía disfrutar de un buen pecado y pasar un buen momento.

Ahora, no puedo ni siquiera comenzar uno sin siquiera pensar en 15 versículos bíblicos. Ahora, tan solo comienzo y conozco la verdad de Dios, y está en mi mente, me viene a la mente, si usted no conoce la verdad de Dios, el Espíritu Santo no tiene nada que recordarle. Y así, la derrota de Satanás, la espada del Espíritu, es el conocimiento de las Escrituras, el conocimiento de los principios de la Palabra de Dios que se convertirán en su defensa contra la tentación. Salmo 119, versículo 9: “¿Con qué limpiará el joven, su camino?” ¿Cómo limpiar su vida? De vez en cuando, la gente se me acerca y me dice que desea que su vida fuera limpia, que es un lío.

¿Cómo puedo limpiarla? Con guardar tu Palabra. La manera de limpiar su vida es aprender el libro, que se convierte en el factor dominante en su mente. Usted es como una computadora. Todo lo que usted pone en su computadora es lo que se manifestará en su vida. Y si se pone en ella la Palabra de Dios, eso saldrá. Justicia, piedad y santidad. Ese tipo de comportamiento resulta de la verdad de Dios que está siendo plantada en su interior. Dice 1 Juan 2:14: “Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la Palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno”. La única manera de vencer al maligno es tener la Palabra de Dios morando en usted, y hay otras Escrituras que cubren básicamente lo mismo.

En tercer lugar, es necesario estudiar las Escrituras con el fin de prepararlo para el servicio. Usted verá que cuando usted entra en el servicio al Señor, el conocimiento de la Palabra de Dios se convierte en su apoyo para cuando se encuentre en una situación complicada. Usted tendrá confianza, se convertirá en su información al conocer los principios para resolver la situación, para saber cómo servir, la dirección, cómo operar, para agradar a Dios.

Es muy importante que, si usted va a servir al Señor, conozca la Escritura. De lo contrario, irá a ciegas en alguna actividad pensando que está sirviendo a Dios mientras que viola Sus principios. Usted debe conocer los principios. Es como un manual. Si tiene un trabajo muy complejo que debe hacer, usted necesita tener algún tipo de instrucción, algún tipo de formación o entrenamiento. La Palabra de Dios le prepara para el servicio. Josué 1:8 nos da una idea de esto: “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él esté escrito, porque entonces harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien”.

Esa es una buena manera de ir a dormir, recitando versículos de la Biblia. Duérmase recitando la Palabra de Dios. El éxito en la vida depende de la ocupación con la Palabra de Dios. Esto trae el éxito. Dice el versículo 9: “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente. No temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas”. Aquí está, en este libro en particular, un hombre que va a salir a hacer un gran trabajo, una tarea colosal.

Y el Señor le dice a Josué: “Si meditas en mi Palabra, podrás hacer el trabajo. Te dará la dirección que necesitas en tu vida y te mostraré cómo actuar. Te dará consuelo en momentos de desaliento. Sujétate a la palabra y tendrás éxito”. Por lo que es necesario conocer la Palabra con el fin de ser útil en el servicio cristiano. Primera de Timoteo 4:6: “Si esto enseñas a los hermanos, serás buen ministro de Jesucristo, nutrido con las palabras de la fe y de la buena doctrina que has seguido”. ¿Qué hace que alguien sea un buen ministro de Cristo? Y la palabra ministro significa siervo. Lo que hace que alguien sea un buen servidor de Cristo es que esté nutrido con las palabras de la fe y buena doctrina. Al conocer la palabra de Dios, usted es un buen siervo de Dios. Y hay tanta gente que sirve al Señor, pero no sabe lo suficiente acerca de la Biblia para hacerlo bien, por lo que lo hacen mal y luego, se meten en problemas.

Cuarto punto, es necesario estudiar las Escrituras con el fin de ser bendecidos. Yo prefiero estar feliz y no triste. Prefiero ser feliz que infeliz. Y sé que la vida está compuesta de momentos tristes y momentos felices. También sé que cuanto más estudio la Palabra de Dios, más feliz me siento, sin importar cuáles sean las circunstancias. La Palabra de Dios me hace feliz. Eso es realmente práctico. Cuando veo a gente miserable, la primera pregunta para hacerles es, ¿he estudiado la Biblia hoy? Una pregunta simple. Usted preguntará, ¿dónde dice eso? Salmo 1:1: “Bienaventurado, el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado; sino que en la ley de Jehová está su delicia y en su ley medita de día y de noche”.

Ese es un hombre feliz. Un hombre feliz es aquel que estudia la Biblia. Ese es un hombre afortunado. He hablado con mucha gente que ha dicho: “Yo andaba a los tropiezos y de repente, comencé a estudiar la Biblia. Ahora, toda mi vida ha cambiado, etcétera, etcétera. Siento una gran felicidad en mi vida”. Y eso es exactamente correcto. Eso es exactamente lo que el Salmo 1 dice. Josué 1:8-9 dice lo mismo. Usted será feliz si medita en la Palabra de Dios de día y de noche.

Quinto, entonces, es también necesario estudiar las Escrituras para ayudar a otros. Usted realmente no puede ayudar a nadie a menos que sepa algo. Dios nunca pone el acento en la ignorancia. Su ignorancia no solo le hace incapaz de ayudarse a sí mismo, sino también le imposibilita para ayudar a alguien. Y el cristianismo se trata de ayudar a otras personas, ¿no es cierto? ¿Cuál es la mejor manera de ayudar a una persona en problemas? Mostrándole la solución de Dios a sus problemas, por supuesto.

La mejor manera en que puede resolver un problema de los demás es conociendo la Biblia, lo que dice acerca de él y cómo manejarlo. Ayude a los demás cuando conozca la Palabra de Dios. Por ejemplo, 2 Timoteo 2:2 dice: “Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga hombres a fieles que sean idóneos para enseñar también a otros”. La única manera en que podemos enseñar a otros los principios, la única manera en que podemos ayudar a otras personas es aprendiendo los principios nosotros mismos. En 1 Pedro 3:15: “Sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros, teniendo buena conciencia”.

Usted necesita conocer algunas respuestas. Usted no puede ayudar a nadie si no conoce ninguna respuesta. La otra noche, vino una persona a quien he estado discipulando. Él estuvo en una situación en la cual una persona le hacía preguntas, pero él no podía pensar en las respuestas. Y entonces, cuando supo las respuestas, no pudo pensar en los versículos para sustentarlas. Y la otra persona pensó que solo estaba dando su opinión. Eso lo condenó por su falta de estudio de la Biblia, más que cualquier otra cosa que le haya pasado. Así que tomó su Biblia y comenzó a estudiarla, ya que se dio cuenta de que no podía ayudar a esa persona.

Esos son algunos de los conceptos básicos. Pero, ¿cómo se hace? ¿Cómo estudiamos la Biblia? Bueno, en primer lugar, tiene que haber un poco de preparación. Si usted va a leer la Biblia, si va a estudiarla, hay algunas cosas básicas que usted debe hacer para prepararse. Una vez más, vemos 1 Pedro 2:1. El versículo 2 dice que debemos estudiar la Biblia para crecer. El versículo 1 dice: “Desechando pues, todamalicia, todo engaño, hipocresía, envidias y todas las detracciones, desead como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada”.

Ahora, ¿qué nos dice eso? Antes de que usted pueda estudiar la Biblia, tiene que deshacerse del pecado, tiene que tratarlo. Antes de acercarse a la Escritura, es bueno empezar con confesión, un tiempo de oración. Cuando usted pone esas cosas delante del Señor y confiesa su pecado al Señor, purifica su mente delante de Dios y se convierte en un estudiante de la Palabra de Dios dispuesto y capaz. Mientras su mente, corazón y vida estén cargados de pecado, usted nunca será capaz de crecer.

La preparación consiste en purificación, y ese es un buen lugar para comenzar. Santiago 1:21: “Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas”. Aquí hay un principio general. Para ser capaz de recibir la Palabra de Dios, el pecado debe ser hecho a un lado. Esto es importante. Así es la preparación. Antes de estudiar cada día, pase un poco de tiempo en oración y confesión y reconozca al Señor el pecado que sea. Arréglelo y luego, acuda la Palabra de Dios.

Siguiente. Pero, ¿cómo se estudia realmente? En primer lugar, es importante que usted lea. Si usted no sabe cómo leer, necesita el Nuevo Testamento en audio.

Pero si usted sabe cómo leer, lea y sepa que tan solo la lectura de la Biblia es algo muy conmovedor, ya que Dios promete bendecir a alguien que lea la Biblia. Hay gente que me dice que no entiende algunas partes de la Biblia. Un hombre me dijo que siempre evita el libro de Apocalipsis. Nunca lo lee porque es demasiado extraño. No lo entiende. Así que le cité Apocalipsis 1:3 “Bienaventurado el que lee y los que oyen las palabras de esta profecía”. ¿Quiere ser feliz? Lea Apocalipsis. Eso es algo alegre para leer. Apocalipsis. Usted preguntará, ¿feliz? ¿Quién podría ser feliz leyendo sobre todas esas cosas horribles? Bueno, tiene que leer todo hasta el final.

Entonces, será feliz. Estará feliz de no haber estado en otra parte. Apocalipsis puede ser una experiencia muy feliz. Juan dice que cuando probó todo eso era dulce en su boca, aunque amargo en su estómago. Y así, somos bendecidos. Somos felices si leemos, por lo que es importante leer. Cuando Pablo está dando instrucciones a Timoteo acerca de cómo predicar, dice en primer lugar que lea la Biblia. Tenemos que hacer eso, apartar un tiempo cada día para leer la Biblia.

Este es un plan que realmente me ayudó. Yo suelo luchar con la lectura de la Biblia. Siempre la leía y me olvidaba lo que había leído al día anterior. Y leía un libro y no sabía nada sobre el mismo. Y entonces, leía otro libro y tampoco sabía nada acerca de ese. Y yo estaba acumulando una ignorancia tremenda y me llevaba mucho tiempo hacerlo. No podía retener nada. Y luego, tomé un pequeño libro sobre cómo dominar la Biblia en inglés de James M. Grey y escuché un discurso sobre cómo estudiar la Biblia y deduje que mi forma de aprender es mediante la repetición. Y me di cuenta que eso es lo que expresó Isaías cuando dijo que aprendemos mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá.

Entonces, me di cuenta de que la única forma de aprender era por repetición. Cada vez que tenía un examen en el seminario, no leía tan solo una vez, lo veía una y otra vez. Es como estudiar para un examen. ¿Sabe cómo estudiar para un examen? Por repetición. Y usted busca pequeñas fórmulas para recordar las cosas y tiene todas estas pequeñas claves y señales en el cerebro, ya que hay que recordar las cosas; y la repetición le ayuda a recordar.

Bueno, me di cuenta de eso y me puse a pensar que probablemente la mejor manera de leer la Biblia es leerla repetidamente. Decidí comenzar con 1 Juan. Es un buen lugar para empezar. No es un libro fácil, es un libro sencillo en muchos sentidos, pero tiene algunas grandes complejidades. Y cuanto más lo lea, más carne usted será capaz de recibir. En unos 20, 25 minutos, porque son cinco capítulos, usted se sienta y lo lee. No es tan difícil, solo se sienta y lo lee todo. Tal vez, usted necesita la traducción que más le agrada. Léalo todo, cierre su Biblia, pase un poco de tiempo con el Señor y luego, váyase. Y es posible que más tarde en el día desee volver a hacerlo, pero solo una vez al día.

El segundo día haga lo mismo, así como el tercero, el cuarto, el quinto, el sexto, el séptimo. Haga lo mismo durante 30 días, cada día durante 30 días. Habrá leído de esta manera Primera de Juan una vez. Y al final de esos 30 días, usted conocerá 1ª de Juan a detalle. Alguien le preguntará dónde dice que si confesamos nuestros pecados, usted dirá: “Primera de Juan, columna derecha hacia abajo”, porque estará en su mente.

Si yo le dijera ahora que cite Romanos 12:1, ¿qué es lo primero que le viene a la mente? Usted ve una página, una columna y un capítulo, debido a que su mente creó una imagen. No se puede aprender sin una imagen mental, y lo difícil acerca de la memorización de la Biblia es que todas las páginas se parecen. Es por eso que dibujo mucho en mi Biblia, porque entonces cada página tiene sus particularidades y veo esa página en mi mente y la recuerdo. La gente me pregunta cómo me acuerdo de la Escritura y esta es una forma. Tengo pequeños garabatos en diferentes lugares de la Biblia, lo que me sea de utilidad. Y así, al cabo de 30 días, usted sabe qué hay en Primera de Juan.

Alguien pregunta: ¿Dónde dice que no améis al mundo ni las cosas que están en él? 1 Juan 2:15, a la derecha de la página, en la columna de la derecha. Usted comienza a saber lo que hay en 1 Juan. No ha definido todo, pero por lo menos sabe de qué trata el libro. Cerca del décimo día, sentirá como que ya lo ha hecho lo suficiente, que no es necesario seguir haciendo eso, pero continúe haciéndolo.

Y al llegar al día 30, se dará cuenta de que realmente no sabe mucho, porque cuanto más lo lee, más profundo se vuelve. Recuerdo que cuando hice esto lo hice por 90 días y me entusiasmé con 1 Juan. Luego, va al Evangelio de Juan, que tiene 21 capítulos. Simplemente, lo divide en tres secciones de siete capítulos y lee siete capítulos cada día durante 30 días. Después, la segunda parte de siete capítulos del capítulo 8 al 14 y después del capítulo 15 al 21. Los primeros 30 días estará leyendo del 1 al 7 una, y otra y otra vez. Los siguientes 30 días le dará del 8 al 14 y luego del 15 al 21. Al final de los 90 días, habrá agotado el Evangelio de Juan. Y si alguien le pregunta dónde está la mujer en el pozo, ya sabe dónde está la mujer en el pozo. Eso está en el capítulo 4. Si alguien le pregunta dónde está Nicodemo, sabe que es el capítulo 3. Alguien le pregunta sobre el pan de vida, es el capítulo 6. Alguien le pregunta sobre el pastor, capítulo 10. Si le preguntan acerca de Yo soyla vid15.

La oración de intercesión, 17. La captura en el jardín, 18. 21 es la restauración de Pedro. Capítulo 20 es la resurrección y así sucesivamente. No soy un erudito. Lo leí 90 veces. ¿Qué es lo que usted espera? Ese es el punto. Al final de dos años y medio, habrá terminado todo el Nuevo Testamento. En dos años y medio, será el único en su cuadra que lo haya hecho, créame. De cualquier manera, usted estudiará la Biblia por el resto de su vida. Así que es mejor que lo haga de manera que la aprenda.

Y entonces, lo que va a pasar es que será capaz de hacer referencias cruzadas; y muy pronto, podrá dejar de estar estancado al querer hacer una concordancia. Muy pronto, por medio de la repetición, usted comenzará a saber dónde están las cosas y entonces, cuando alguien quiera una respuesta a una pregunta, sabrá qué responder. Así que imagínense si hubiera comenzado dos años y medio atrás. Ahora, más allá de la lectura, es importante que usted estudie. Usted la ha leído durante dos años y medio. Y realmente, si no hace nada más que leerla, y venir a la iglesia, y escuchar e ir a los estudios bíblicos y escuchar, eso está bien, es una buena manera de empezar.

Pero una vez que ha leído todo, descubrirá que ya está bastante capacitado para interpretarla, debido a que la Biblia se interpreta mejor por sí misma. Algunos de ustedes que vienen aquí, saben que es así como interpreto la Escritura. Sí quiero explicar un pasaje, iré a otro pasaje u otros pasajes para explicar ese pasaje. Así que con solo leer el Nuevo Testamento una y otra vez, empezará a ser capaz de hacer eso. Cuando llegue al Antiguo Testamento, no lo haga de esa manera, léalo de una vez. No trate de leerlo de manera repetitiva. Es historia y narrativa; y le irá muy bien con solo leer directamente a lo largo de la misma.

Entonces, una vez que haya leído todo, empiece a estudiarla. Ahora, ¿cómo estudiar la Biblia? Le voy a dar una idea. ¿Qué pasa si decidió estudiar todas las oraciones de la Biblia? Eso sería un gran estudio. Le tomaría mucho tiempo hacerlo. Comienza en Génesis, encuentra cada vez que hay una oración allí, la estudia. ¿Qué es lo que dice quien oraba? ¿Por qué estaba orando? ¿Cuál fue la respuesta? Maravilloso. Será un estudio formidable. Usted puede elegir cualquier tema que desee. Me gustaría estudiar el tema del perdón.

Puede ir a la tienda de libros, comprar un librito que se llama Índice Temático y buscar la palabra perdón; y le dirá cada pasaje de la Biblia en donde se habla del perdón y hacer un estudio al respecto. Y eso sería emocionante. Yo voy a sugerir algunas cosas que realmente pueden ser una gran ayuda para usted. Usted podrá decir, por ejemplo, que le gustaría conocer acerca del juicio de Dios, vea el libro de Isaías y encontrará todo lo que pueda hallar allí sobre juicio.

Y entonces, habrá algo de por qué Dios juzga y cómo juzga y cuál es la respuesta. Otra gran manera de estudiar la Biblia es biográficamente. Tome a alguien como Elías y haga un estudio sobre Elías. O tome a alguien como David y estudie la vida de David, que es absolutamente fascinante. O José. O encuentre a alguien realmente fuera de lo común como a Ahitofel. Alguien que es un personaje extraño o alguien de quien no se habla mucho en el Nuevo Testamento. Y trate de profundizar un poco y averigüe todo lo que el Nuevo Testamento dice acerca de él. Tal vez alguien, por ejemplo, como Andrés, que no es tan predominante como los demás.

En su estudio, lea también buenos libros, encuentre buen material sobre eso. Una buena biblioteca cristiana donde pueda sacar libros o donde pueda ir y simplemente, siéntese y lea un poco los libros de referencia. No gaste mucho dinero en la compra de libros cristianos populares. El tipo de libro cristiano que es el testimonio de alguien, que lo lee y luego, lo guarda. Eso está bien si quiere echarle un vistazo en la biblioteca o tal vez, de vez en cuando si alguien le regala uno, usted realmente quiere comprar uno una vez. Pero construya su biblioteca con los libros que van a convertirse en los libros de referencia que va a utilizar una, y otra y otra vez.

Por ejemplo, es bueno tener una concordancia, no una en la parte posterior de la Biblia, sino una que tiene mucha más información que eso. Esa es muy limitada. Una de las más importantes es Strong. Consiga una buena concordancia en la que pueda buscar palabras. Eso es muy importante. Y es importante también contar con un índice temático. Hay muchos, hay de todo tipo, y significa que usted puede ir a ese libro y le dirá cada escritura sobre cualquier tema que usted quiera para poder estudiarlo.

Averiguará todo lo que hay sobre el mismo. Es muy útil tener eso.

Otra cosa que me gustaría sugerir es que usted tuviera un comentario. Un comentario es un libro que explica el significado de la Biblia. Hay muchos buenos. Probablemente, el más simple para un nuevo cristiano sería Wycliffe, un volumen en donde usted puede buscar cualquier pasaje de la Biblia y le da una explicación básica de lo que significa. Muy útil. Al estudiar la Biblia, usted puede estudiar temas y debe estudiar libros fuera de lo que usted está estudiando en la Biblia y está estudiando también a los que han hecho comentarios sobre las Escrituras.

Una cosa más que es muy importante en el estudio de la Biblia. Mientras que usted esté estudiando, encuentre a alguien más con quien poder compartir su información. Si usted es padre, puede ser uno de sus hijos, puede ser su cónyuge, puede ser otro cristiano, otra persona a la que haya llevado a Cristo, pero encuentre a alguien con quien compartir su información. De lo contrario, usted no estará tan motivado para aprender. La gente me pregunta cómo puedo estudiar tanto, y contesto: “Mira, yo vengo aquí todos los domingos y hay 3,000 personas sentadas esperando que MacArthur diga algo, tengo que decir algo”.

La gran motivación que tengo para estudiar la Escritura es la responsabilidad del ministerio. Tengo que ser fiel a Dios para enseñar a la gente que Él me ha dado. Si no se tiene a nadie a quien enseñar, entonces no se tiene ningún motivo más allá de uno mismo y a veces, es difícil de fomentar. Pero si tiene algún pajarito en el nido que sigue abriendo su boca y grita por comida, entonces va a tener que ser responsable de darle algo. Si usted es un nuevo cristiano, tal vez hay alguien que no lo es todavía y necesita enseñarle. Encuentre alguien con quien pueda compartir la información. Tal vez, sea alguien que sabe más que usted. Pero créanme, hay personas que saben menos que yo sobre la totalidad de la Escritura que me pueden ministrar a mí, puesto que tienen una visión fresca o ven cosas nuevas que nunca he visto o ven nuevas aplicaciones en su vida. Encuentre alguien con quien pueda compartir.

Otra cosa al estudiar. Encuentre un ejemplo que usted pueda seguir. Busque un ejemplo humano que pueda seguir, muy importante. Tal vez alguien como yo, si me conoce lo suficiente como para ser capaz de ver el ejemplo en mi vida, podría ser alguien como su maestro de estudio bíblico.

Puede ser una persona muy piadosa que usted conozca muy bien, otro hermano o hermana cristiana, uno de los otros pastores de la iglesia. Pero encuentre un ejemplo que pueda seguir y trate de establecer una relación con esa persona para poder hablar con ella y preocuparse por las cosas de su vida que le correspondan. Otra área en términos de cómo se va a hacer. Preparación, lectura, estudio.

Cuarto, la enseñanza. Queremos decir con esto que se someta a buena enseñanza bíblica. Esto no es un sustituto de su propio estudio. No piense que porque usted vino a la iglesia y escuchó el sermón de la mañana del domingo, y el domingo por la noche y fue al estudio bíblico el viernes, no es necesario estudiar por su cuenta. Si ese es el caso, usted se pierde todas esas cosas del punto número uno, en su máximo nivel posible. Usted se beneficia enseñando, pero se beneficia más cuando se le enseña y esté estudiando por su cuenta. Y si dice que no ha sido cristiano en el tiempo suficiente como para estudiar por su cuenta, si usted ha sido cristiano diez minutos, es suficiente. Comience. Asegúrese de someterse a un maestro, de estar en un estudio bíblico, de estar en un servicio religioso en el que alguien esté enseñando la Palabra de Dios.

Veo a muchos nuevos cristianos cuya única orientación al cristianismo es una especie de seguimiento en torno a las estrellas cristianas. Sométase a la enseñanza sistemática de la Palabra de Dios en algún lugar. Eso es muy, muy importante. Una de las cosas que vemos mucho en el cristianismo es cuando alguien es salvo. Si tiene algo que se pueda comercializar, la comunidad los absorbe y los convierte en un bien de consumo. Hablé con un hombre en su lecho de muerte que me contó cómo su vida como cristiano fue destruida porque era una celebridad. Fue salvo. La comunidad cristiana lo comercializó como una celebridad y pasó el resto de su vida cristiana por ahí, diciendo lo maravilloso que era ser una celebridad salva. Y nunca aprendió una sola cosa acerca de la vida cristiana. En consecuencia, su vida entera fue vencida y tuvo una culpa terrible a causa de todo el pecado en su vida. Él estaba en realidad tratando de levantarse y decirle a todo el mundo lo maravilloso que era ser una celebridad salva, y en realidad él se estaba consumiendo porque no estaba creciendo. Eso es un problema en el cristianismo. No importa si tiene fama, tiene que someterse a enseñanza y a alimentación sólida por parte de hombres que tienen el don de Dios y que son suministrados a la iglesia para enseñar. Muy importante.

Es lo que quería decir sobre cómo estudiar la Biblia. Y es un poco más largo, tal vez, que los otros, pero se debe a que es muy importante. Ahora, vamos a tomar un poco de tiempo para responder algunas preguntas que me han hecho. ¿En qué orden se supone que debo leer? Dijimos, 1 Juan y luego, el Evangelio de Juan. Yo diría que no hay ningún orden en particular que alterne un libro corto con un libro largo.

Por ejemplo, al finalizar Juan puede leer Filipenses. Cuando termine Filipenses, usted puede leer Romanos. Cuando termine Romanos, que tiene 16 capítulos, lea 1 Timoteo, que son seis capítulos. Después lea Marcos, que tiene 16. Después Colosenses, alterna entre un libro grande y un libro corto a su propia discreción. Y es posible que el Espíritu Santo lo dirija a diferentes libros, ya que hay necesidades diferentes en su vida en un momento dado.

Otra pregunta. Hablamos de la necesidad de estudiar como un niño que moriría si no recibe alimento. ¿A qué nos referimos al hablar de la muerte? Simplemente, estamos diciendo que un bebé que no come muere, y un cristiano que no se alimenta de la Palabra de Dios, encontrará en un sentido metafórico que va a morir en el sentido de utilidad. Morirá en el sentido de la alegría, morirá en el sentido de la bendición. Obviamente, no perderá su salvación. Ese es otro tema que podríamos cubrir, pero lo hemos cubierto en otras áreas.

Otra pregunta. Si una persona afirma haber aceptado a Cristo, pero no muestra hambre por la Palabra, ¿podemos concluir algo acerca de su salvación y podemos hacer algo para que esa persona tenga más hambre de la Palabra? Creo que esa es una pregunta muy importante y se refiere a dos pasajes de las Escrituras. La primera es Juan 8:31: “ Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos”. Una de las marcas de un verdadero cristiano es el deseo por la Palabra de Dios. El deseo puede variar. Es posible que haya algunos cristianos nuevos que tienen un deseo muy mínimo. Y creo que muy a menudo la culpa puede estar en la iglesia en la que se encuentran o en la comunidad cristiana que se encuentran, en donde no hay un énfasis en la Palabra y realmente no entienden lo que eso significa. Es cierto, creo, y Jesús lo señaló, que si alguien cree realmente y su fe es realmente la fe salvadora, y ha llegado realmente a Cristo, continuará en su Palabra.

En otras palabras, deseará conocer la Palabra, deseará obedecer la Palabra, pero en ciertos casos, eso puede variar. Obviamente, algunos tienen una tenacidad mayor para la Palabra que otros. Puede ser que para algunos ese compromiso venga después, que el compromiso total real llegue después. Puede ser que algunos se encuentren en un entorno en donde no existe la presión de llegar a la Palabra, y creo que lo único que podemos hacer para animarles es lo que estamos tratando de hacer aquí, señalar los beneficios y bendiciones. Perseverar en la Palabra de Dios es sin duda la marca de un cristiano. Y a mí me parece muy sospechoso alguien que no tiene absolutamente ningún interés en las Escrituras, porque Jesús dijo que si eres un verdadero discípulo, continuarás en la Palabra.

Otra pregunta. A pesar de que a veces el deseo para estudiar está ahí, hay falta en el área de la disciplina. Tal vez, usted ha sido educado de cierta manera y le es muy fácil disciplinarse para estudiar; y para otras personas, es difícil, a pesar de que quieren, pero es difícil ser constante. Voy a responder esa pregunta de dos maneras. Una es que sí, es cierto que algunas personas son más disciplinadas que otras.

Dos, eso no es excusa, porque el Señor dice que debemos estudiar la Palabra. Yo he conocido algunas personas muy indisciplinadas y dispersas que estudian mucho la Biblia y he encontrado algunos con otro tipo militar que no. Por lo que no estoy seguro de que siempre hay que equiparar el hambre espiritual de la Palabra con la autodisciplina humanista. Ahora bien, puede ser más fácil para una persona muy, muy disciplinada establecer un tiempo, pero tal vez no entiende tanto como alguien que lo hace un poco más disperso, pero con una mayor intensidad en el corazón. Así que realmente no creo que exista un absoluto en ese sentido. Creo que cuando la Palabra de Dios nos dice que debemos estudiar para mostrarnos aprobados ante Dios, eso es un orden general para todos nosotros y que no podemos decir, bueno, me han hecho un estudio psicológico y soy indisciplinado, no me corresponde hacerlo. Y la segunda cosa que yo diría es que, si Dios nos da una orden, si estamos caminando en el Espíritu, nos da la energía en el Espíritu Santo para cumplirla.

Pasemos a otra pregunta.

Hablamos de la búsqueda de una persona piadosa y alguien cuyo ejemplo pueda seguir. ¿Podemos explicar un poco más acerca de lo que queremos decir con un ejemplo a seguir? Expliquemos esto. El apóstol Pablo le dijo a Timoteo que fuera un ejemplo a los creyentes en palabra, conducta, pureza y todo. La característica más importante del liderazgo es el ejemplo y la verdad es que, y lo veo muy a menudo, las personas imitan a otras personas. Todos lo hacemos. Cuando voy a México y estoy allí por dos semanas, regreso a casa y a todo el mundo le digo: “Buenos días”. Uno es imitador.

Y el apóstol Pablo abordó esta cuestión y dijo que en donde estuvieran fueran imitadores suyos, como el de Cristo. Imitamos. Y no es suficiente tener a alguien como a Cristo como ejemplo, porque Él es Dios. Necesitamos a alguien que sea humano para imitarlo. Es por eso que Pablo siempre decía que lo siguieran, porque él seguía a Cristo. Se necesita ver el modelo de vida en un humano y es muy importante que usted lo encuentre. Es peligroso para los cristianos no tener personas piadosas a quienes someterse para que puedan ver el ejemplo de sus vidas. Acerca de eso, muy pronto la persona descubrirá que esa persona a la que está siguiendo es humana y tiene pecado en su vida.

Todos tenemos pecado en nuestras vidas. Lo más importante que el hombre debe hacer es admitirlo como Pablo, quien dijo que era el primero de los pecadores. Establezcamos eso desde el principio. No esperemos hasta que lo descubra. Y lo segundo es que no es tanto la ausencia de pecado que da el ejemplo, sino cómo se trata. Usted no está siguiendo al hombre porque él es perfecto, sino porque sabe cómo manejar sus imperfecciones. Seguimos a una persona siempre y cuando sea el equivalente a seguir a Cristo y tenemos que mantener esa perspectiva. Es como si estuviera siguiendo un hombre transparente a través del cual se puede ver a Cristo. Cuando deje de ver a Cristo y el hombre deje de ser transparente, entonces, deja de ser lo que debería ser para usted.

La responsabilidad del hombre consiste en asegurarse de ser transparente para que otros puedan ver a Cristo. En cuanto se vuelve como Diótrefes, a quien le encantaba tener la preeminencia, deja de ser un verdadero ejemplo. Es interesante que el concepto de preeminencia solo se utilice una vez más en la Escritura y es en relación a Cristo. Siempre y cuando la persona continuamente señale la preeminencia de Cristo y mantenga el enfoque, creo que es válido.

Otra pregunta. Estamos tratando de cultivar un hábito en nuestras vidas de leer la Palabra de Dios. ¿Podemos decir algo acerca de los hábitos y cómo cultivarlos? Los hábitos son hacer las cosas repetidamente. Tenemos que comenzar con una costumbre, especialmente siendo jóvenes. Somos criaturas de hábito. Usted puede incluso escudriñar los hábitos de la vida de Cristo. Él pasaba la mayor parte de la noche en comunión con el Padre. Era su momento. Se retiró al Monte de los Olivos, noche tras noche, tras noche en oración con el Padre. Y era su momento cuando estuvo aquí en la Tierra. Y creo que los hábitos son muy importantes. No creo que las costumbres realizadas de manera ritual o legalista sean un sustituto de lo que realmente debería suceder, pero creo que sí se puede encontrar un ejemplo y esto sería útil.

Otra pregunta. Alguien me preguntó, ¿estamos diciendo que esta lectura de la Escritura y luego el estudio de la misma por su cuenta es algo al margen de cualquier tipo de ministerio que esté haciendo? ¿Es algo que usted hace aparte de estudiar para los servicios dominicales? No necesariamente. Creo que si se ha estudiado la Palabra de Dios, ha estudiado la Palabra de Dios.

Si comienzo a estudiar a las 9:00 en punto de la mañana, y oro por un tiempo y luego estudio hasta las 5:00 de la tarde y regreso a casa, no digo: “Oh, estoy derrotado, no hice mi devocional. Me he pasado seis o siete horas estudiando la Biblia”. La gente habla de tener sus devocionales y no estoy seguro de lo que eso significa. Si significa la lectura sin comprensión, no estoy seguro de que sea válida. Si eso significa tener una fórmula o algo así como nuestro pan de cada día, está bien, pero como comienzo. Cuando usted ha pasado algún tiempo en la intensidad en el estudio de la Palabra de Dios, eso es lo que busca. No creo que tengamos que etiquetar los segmentos breves y decir que si usted no lo hizo en este contexto y no leyó este tipo de cosas con este sentir, no cuenta. Pero para el cristiano corriente, diríamos, suponiendo que participan en un estudio bíblico semanal y estudian durante la semana para eso, ¿es importante que lean la escritura? Sí, creo que se debe establecer el hábito de cualquier manera y luego, si ha hecho cosas adicionales, son extras. No rompe el patrón con regularidad. No creo que sea un problema crucial si tal vez hay un día en el que rompe el patrón porque tiene que trabajar en una lección. Eso está bien. No veo un problema con eso.

Otra pregunta que alguien me hizo. Me gustaría que explicara cómo usted estudió esta semana y qué recomienda para un nuevo cristiano. ¿Cómo debería estudiar la Biblia? ¿Cómo se distingue de la manera en que usted estudia para un pasaje en particular? Probablemente, sería diferente. Cuando yo estudio, en primer lugar, leo el texto en varias versiones junto con el texto griego hasta que lo entiendo. Como esta semana he estado trabajando en 1 Corintios 4:14-21, lo leí, leí repetidamente hasta que estuvo tan arraigado en mi mente que probablemente podría pararme y citar todo el pasaje y ni siquiera he intentado memorizarlo, pero saturé mi mente con él. Ahora, cuando hago eso, comienza a significar algo para mí.

Entonces, veo conceptos, veo que en este pasaje Pablo hace una declaración muy, muy clara que él es el Padre Espiritual de los corintios, y eso quiere decir que esto y aquello. Y desarrollo un esquema. Y una vez que lo desarrollo, lo paso a papel y luego, voy versículo por versículo a través del pasaje y pongo los comentarios alineados, unos 10 u 11 comentarios, y leo todo lo que se ha escrito sobre ese pasaje.

Quiero saber toda la amplitud de la información acerca de ese versículo y puedo leer 12 comentarios sobre cada versículo en toda esa sección. Tomo todo tipo de notas sobre eso y luego, pongo todo junto y así surge nuestro domingo por la mañana. Pero, como he dicho antes, la forma de estudiar es, en primer lugar, ir a través de las Escrituras y obtener todo lo que se pueda conseguir de la Escritura y suplementar la comprensión bíblica con los libros que tengamos disponibles.

Y como ya he dicho, se puede estudiar a través de un libro o se puede estudiar un tema como la oración o el juicio, o se puede estudiar un personaje o una biografía, lo que quiera. Y puede hacerlo con solo leer los versículos, ponerlos en un papel y profundizar. Es posible que desee estudiar un capítulo y es posible que desee decir cuál es el pensamiento clave del capítulo y lo escriba. Que escriba qué no puede entender, qué entiende, qué otros temas son presentados en el capítulo que también podría estudiar. Escriba todo y encontrará que fuera del capítulo vendrán tantas cosas que no lo podrá creer. Hay muchas maneras de abordarlo. Pasemos otra pregunta.

Alguien me preguntó, ¿hace sus estudios de palabras y su gramática de los comentarios o de alguna otra manera? Eso es realmente difícil de contestar, porque lo hago de tantas maneras diferentes, a veces como hoy. Tengo esta idea que encontré donde hay un hombre llamado Gayo. Estaba trabajando en 3 Juan, y Gayo es elogiado como un hombre que no solo conoce la verdad, sino camina en ella. Y pensé que ese es un elogio interesante para un hombre, y me puse a pensar en la idea de elogiar.

Así que tomé mi Biblia y comencé con las epístolas paulinas primero, Romanos, y encontré cada vez que Pablo elogió a alguien. Y fui a lo largo de cada uno de esos pasajes y empieza en el 16. Él reconoce a Febe por ser una sierva colaboradora, y luego a María y a Urbano. Y acabo de pasar por todos los libros y escribí a todos los que alguna vez fueron elogiados y por qué fueron elogiados. Así que esa fue una manera de hacer el estudio. A veces, quiero hacer un estudio sobre una palabra en particular, ὑπολαμβάνω (hupolambano). Saqué mi propio texto griego, el léxico y la concordancia griega, e hice mi propio estudio. Pero yo voy en diferentes direcciones y no tengo una sola manera de hacerlo.

Vamos a otra pregunta. ¿Qué hay que hacer cuando uno se levanta por la mañana y pasa todo el día y simplemente no tiene ganas de leer la Biblia? Bueno, por lo general uno no la lee. Pero una de las cosas que creo que es más importante es que si usted no tiene ganas de leer la Biblia, acaba de reconocer la realidad que ese es el momento cuando más la necesita. Y si usted puede ver eso, le ayudará. Tenga en cuenta que las veces que no quiere leer son los momentos en que más lo necesita y existen indicios de que tal vez su acercamiento a la Escritura no es el que debiera ser. Seamos realistas. Nosotros somos pecadores y una de las maneras en que pecamos es la desobediencia. Y la desobediencia tomará la forma de la falta de hacer un montón de cosas, y esa es una de ellas. Y todos caemos en eso. Incluso yo mismo.

En la práctica, desde mi punto de vista, el momento más difícil para mí son mis vacaciones, ya que tiendo a no tener ese patrón constante de estudio. Y tiendo a pasar dos o tres días seguidos sin estudiar las Escrituras. Y por supuesto, para mí eso es como dejar de comer porque estoy tan acostumbrado a hacerlo, que tiene un efecto devastador. Realmente, lucho con eso. Creo que todos los cristianos lo hacemos a causa de nuestra debilidad humana. Creo que si se reconoce que cuando se siente de esa manera es cuando más lo necesita, eso es una ayuda.

Alguien me preguntó, para hijos de 12, 13 años, ¿recomendaría el Nuevo Testamento u otros libros? Hay varias buenas traducciones para los niños. Creo que el Nuevo Testamento y también el Antiguo Testamento son ideales para los niños. Hoy, repasábamos el concepto de que Dios es bueno y es misericordioso. Y conté toda la historia de José, la forma en que a pesar de que sus hermanos eran malos y le arrojaron un pozo y lo vendieron a Egipto, Dios tuvo misericordia y puso a José en un cargo en Egipto para darles el grano que necesitaban para vivir cuando llegó la hambruna. Cómo Dios fue misericordioso a través de la misma persona a quien habían vendido y que resulta ser una imagen perfecta de Cristo, el mismo individuo que el mundo asesinó, lo redimió en el mismo momento que lo estaban matando. Así que un libro como ese es útil y hay muchos buenos recursos que se pueden utilizar con los niños y, de hecho, llegan a ser muy útiles.

Permítanme pasar a otra pregunta. Si usted conoce a alguien que es un cristiano nuevo, que está muy lejos y no puede asistir a una iglesia en su área, ¿qué consejo les da para elegir una iglesia y qué es lo que deben buscar? Bueno, hay varias cosas. Tenemos varios mensajes acerca de la iglesia y cuáles serían las características de una iglesia a la que le gustaría ir, a la que debería ir. Pero también se les puede enviar los principios para que sepan qué buscar. Tal vez enviarles algunos libros o algunos CDs para que sean edificados en la fe y puedan hacer un diagnóstico apropiado de una iglesia. Esto es un problema muy práctico. Alguien llega a Cristo en otro lugar, no saben a qué iglesia ir, por lo que van a alguna iglesia donde alguien los lleva y la iglesia está de cabeza. Y se dan cuenta de que no crecen, no maduran. Por lo tanto, es importante elegir una buena iglesia. Y creo que una manera de hacerlo es enviándoles libros o CDs que los fortalecerán y ayudarán a crecer hasta un punto en el que podrán hacer una evaluación adecuada.

Conozco a mucha gente en nuestra iglesia que hace eso. Todos los domingos me preguntan que recomiende a una iglesia en una ciudad. No siempre sé, por lo que les digo que le envíen a la persona algunos mensajes y algunos libros para que puedan comenzar a estudiar cosas básicas acerca de lo que la iglesia debe ser. De hecho, este libro es un buen libro para hacer eso, una simple imagen bíblica de la iglesia. Y una vez que han hecho esa evaluación, sabrán cómo juzgar a una iglesia. Entonces, lo único que pueden hacer es seguir la dirección del Espíritu Santo.

Aquí tenemos otra pregunta. ¿Cree usted que es peligroso poner mucho énfasis en depender de las concordancias, de modo que se reduce el tiempo después de que ha leído y permite que el Espíritu Santo le hable individualmente y le permite saber realmente lo que el versículo significa? Sé que en mi vida, la primera vez que tuve esos comentarios, leía el versículo y corría a los comentarios. Bueno, en respuesta a esto quiero decir lo siguiente. Usted realmente no puede saber lo que el Espíritu Santo le está diciendo a usted hasta que usted sepa lo que el Espíritu Santo está diciendo, porque Él no le está diciendo nada distinto a usted de lo que dice ahí. ¿Sabe lo que quiero decir con esto? No dice: “Lo que esto me dice es…”, no me interesa lo que le dice a usted, me interesa lo que dice. Tenemos un montón de gente que va por ahí diciendo que la Biblia para mí quiere decir esto. Bueno, si interpreta la Biblia de ese modo, todo el mundo tiene su propia interpretación. Yo quiero leerla y lo que Dios me diga estará bien. Al menos la mitad del tiempo, usted estará fuera de contexto o interpretará erróneamente la Escritura y no entenderá.

Por lo que le digo que estudie las Escrituras, lea la Biblia, estudie el Comentario y luego, siéntese y medite —luego de que sepa qué significa— y hágalo de esa manera, pero no se pierda la meditación, porque dice la Biblia —y lo leemos en los Salmos y Josué— que medite en estas cosas de día y de noche. Nosotros hoy en día no meditamos, y eso es una parte importante del estudio de la Biblia. Estuve leyendo algunas cosas interesantes recientemente sobre el hecho, creo que fue Marshall McLuhan quien decía que vivimos en un mundo que está orientado todo el tiempo en torno a las cosas que suceden y en torno a conversaciones y música, y nadie piensa. Él lo dijo en el artículo que la mejor manera de evitar a Dios es, número uno, nunca estar solo y, número dos, siempre tener la música encendida. Él llegó a decir que no hay nada más de qué hablar en nuestro mundo, que no hay nada más que decir. Los medios de comunicación lo han dicho todo. No hay opiniones que no se hayan expresado un millón de veces. No hay conversación que no se haya tenido. No hay nada de qué hablar.

Tenemos todo un mundo de medios de comunicación que Satanás ha utilizado para dominar nuestros pensamientos. Verá la gente que va por ahí con audífonos en los oídos, entran en el vehículo, encienden la música, llegan a casa, encienden la televisión, encienden la radio. Tiene que haber ruido, la meditación. Después que hay alguien que llega con las piernas cruzadas, un traje ridículo y el pelo largo hasta la espalda que dice que se siente en un rincón y medite. Y ese es el otro extremo. Se sienta y no piensa en nada. ¿Y sabe por qué eso es popular hoy en día? Es una reacción social a un mundo en el que su cerebro ha sido bombardeado y la gente está sentada en un rincón tratando de averiguar quién es.

Pero creo que el enfoque bíblico del cristiano es que debe meditar en la Palabra de Dios. Filipenses 4 dice: “Piensa en estas cosas, hay que meditar sobre ellas”, pero debe asegurarse de que su meditación sea la correcta, que usted esté pensando en lo correcto, y para hacer eso se debe interpretar correctamente. No estoy diciendo que solo la meditación en la Palabra está mal, pero para ser integral, debe ser de esta manera.

Yo creo que el Espíritu Santo nos guarda y que cualquier pecado, en cualquier momento de la vida cristiana, es una violación de lo que se sabe que es lo correcto. Creo, sin embargo, que puede haber algunas cosas que no son morales, las cuales no se conocen. Por ejemplo, puede ser en algún momento que haya una demanda legal y un cristiano demandará a otro cristiano, simplemente porque no sabía lo que la Biblia dice acerca de eso. Así que hay algunas áreas en donde hay más principios prácticos que éticos o morales, los cuales yo creo que conocemos. De hecho, creo que incluso los conocen los hombres no regenerados gracias a la conciencia. Pero puede haber algunos principios de conducta que Dios ha establecido para el cristiano que puede no saber a menos que alguien se los diga.

Por ejemplo, acerca de la comunión, no es algo moral y ético, es una práctica en la iglesia. Así que hay algunas cosas que sí, una persona tendrá que aprender, pero hay otras cosas en el ámbito moral que creo que Dios enseña por medio del Espíritu. Un buen ejemplo sería Romanos 14, en donde dice que hay algunos de ustedes que no entienden la libertad en Cristo, que esperen hasta que crezcan, crecerán hasta el lugar donde entiendan su libertad. Ahí están ambos lados. Si bien estamos creciendo a nivel personal por la lectura repetitiva, es posible que también enseñemos. Por ejemplo, una familia con niños pequeños mediante la lectura en voz alta. Creo que si quisiera hacer la lectura con su familia, sería una buena manera de hacerlo. Léanlo juntos y todos se beneficiarán. Hasta aquí terminamos la primera sesión. Hemos cubierto temas básicos que ayudarán a otros cristianos.

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Conocer a Dios y todo lo que Dios ha revelado acerca de sí mismo es la búsqueda más elevada de la vida. Proverbios 9:10 dice, “El temor de Jehová es el principio de la sabiduría y el conocimiento del santo es entendimiento.” Un hombre nunca ni siquiera comienza a ser sabio hasta que él conoce a Dios. Y un hombre nunca adquiere entendimiento alguno hasta que él tiene el conocimiento del santo. Conocer a Dios es la búsqueda más elevada de la vida de un hombre. En Juan capítulo 17 y en el versículo 3 nuestro Señor en Su oración sumo sacerdotal hizo la afirmación de que Él había venido a dar vida eterna y que la vida eterna era conocerte a Ti el único Dios verdadero. Conocer a Dios es la meta más elevada de la vida de un hombre. Para eso Jesús vino al mundo, para que pudiéramos conocer a Dios. Ese es un sinónimo para vida eterna.

La gente con frecuencia pregunta que es la vida eterna y es simplemente conocer a Dios, conocerlo de manera íntima, participar de Su naturaleza misma y vida. El hombre más sabio que jamás vivió recibió buenas instrucciones, y un hombre que dio evidencia algunas veces de no ser muy sabio, y ese fue David dándole instrucción a Salomón. Algunas veces lo que David dijo fue muy sabio.

En 1 Crónicas capítulo 28 versículo 9 David le dijo a su hijo, “Y tú Salomón hijo mío, conoce al Dios de tu Padre y sírvelo con un corazón perfecto y con una mente dispuesta.” Buen Consejo, “Salomón, conoce a Dios. Y cuando tú lo conozcas sírvelo con disposición, con un corazón perfecto porque Jehová escudriña el corazón y entiende todos los pensamientos. Si lo buscas Él será encontrado por ti, pero si lo dejas Él te desechará para siempre.” Pedro dijo, “Antes bien creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.” En 2 Tesalonicenses 1:8 dice que, “El Señor vendrá en llama de fuego tomando venganza en contra de aquellos que no conocen a Dios.”

Conocer a Dios, como puede ver, es la médula de la existencia, conocer a Dios es la búsqueda más elevada de la vida. Conocer a Dios es todo y después conocer todo lo que es revelado acerca de Él en las páginas de este libro. No solo conocer a Dios es la búsqueda más elevada del hombre sino que conocer a Dios es el propósito más elevado de Dios. No solo Él quiere que lo conozcamos a Él sino que Él coopera desde su lado, Dios desea que lo conozcamos. La Biblia es tan explícita acerca de esto. En Óseas capítulo 6 en otro contexto en donde Dios mediante el profeta está reprendiendo a Israel por su hipocresía. Siguieron con el sistema sacrificial con corazones que estaban totalmente alejados de Dios y él dice esto en óseas se 16, “Deseo misericordia y no sacrificio y el conocimiento de Dios más que holocaustos.” Más que cualquier otra cosa externa Dios desea que lo conozcamos. Los hombres deben conocer a Dios y Dios desea que los hombres lo conozcan a Él. Esto es el significado de la vida, en esto consiste la vida, esta es nuestra búsqueda más elevada y el propósito más elevado para nosotros.

Estaba tratando de pensar en una manera de ilustrarle de manera vivida a usted cuán importante es para Dios que lo conozcamos. Y me vino a la mente que el profeta Ezequiel busca revelar la gloria de Dios. En el primer capítulo de Ezequiel encontramos la visión de Dios. Y usted podría verlo por tan solo minuto, Ezequiel capítulo 1 comienza con Dios, dice, “Aconteció en el año 30 en el mes 4 a los 5 días del mes que estando yo en medio de los cautivos junto al Río Quevar, los cielos se abrieron y vi visiones de Dios.” Ezequiel comienza su profecía al hablar de esta visión de Dios que Él vio. Después cuando usted va al final del libro de Ezequiel, usted no necesita pasar ahí, simplemente dice en el 48:35 la última afirmación del libro, “Jehová está ahí.” Comienza con la visión de Dios de Ezequiel y termina con el Dios eterno reinando en su trono eterno en su reino eterno. Ezequiel presenta a Dios en el 1:1, y cierra con Dios en el 48:35.

¿Y sabe una cosa? Todo en medio de estos dos puntos es un énfasis en la persona de Dios. Bueno, conforme vi esos dos extremos del libro de Ezequiel pensé, me pregunto qué hay en medio que Ezequiel realmente sigue amartillando. Y entonces simplemente hice un estudio breve de Ezequiel y descubrí algo muy importante acerca de lo que Dios quiere que usted y yo sepamos. Veamos el capítulo 6 juntos. Ahora quiero que me siga. Ezequiel capítulo 6 versículo 7, y voy a leer un afirmación de estos versículos y usted lo hallará algunas veces al principio de un versículo, algunas veces a la mitad y algunas veces al final, y simplemente lo voy a leer, versículo 7, “Y sabréis que Yo soy Jehová.” Versículo 10, “Y sabrán que Yo soy Jehová.” Versículo 13, “Entonces sabrán que Yo soy Jehová.” Capítulo 7 versículo 4, al final del versículo, “Sabréis que Yo soy Jehová.” Versículo 9, “Sabréis que Yo soy Jehová.” Además, y podemos estar saltándonos algunos en medio de estos puntos. Vaya al capítulo 11 versículo 12, “Sabréis que Yo soy Jehová.” Capítulo 12 versículo 16, “Sabrán que Yo soy Jehová.” Versículo 20, “Sabrán que Yo soy Jehová.” Capítulo 13 versículo 9, “Sabréis que Yo soy Jehová.” 14, “Sabréis que Yo soy Jehová.” 21, “Sabréis que Yo soy Jehová.” 23, “Sabréis que Yo soy Jehová.” 14:8, “Sabréis que Yo soy Jehová.” Hay un mensaje aquí en algún punto. ¿Lo está entendiendo? Capítulo 15 versículo 7, “Sabréis que Yo soy Jehová.” Avanzando al capítulo 20 versículo 12, “Para que sepan que Yo soy Jehová.” Versículo 20, “Para que sepan que Yo soy Jehová vuestro Dios.” 26, “Para que sepan que Yo soy Jehová.” 38, “Sabréis que Yo soy Jehová.” 42, “Sabréis que Yo soy Jehová.” 44, “Sabréis que Yo soy Jehová.” Ahora, eso nos lleva a lo largo del 21 hasta el 22:16, “Sabréis que Yo soy Jehová.” 24:24, “Sabréis que Yo soy Jehová Dios.” 24:27, “Sabrán que Yo soy Jehová.”

Bueno, no voy a seguir, pero sigue y sigue y sigue y sigue hasta el fin del libro. Ni siquiera me moleste por contar cuántas veces, pero simplemente al ver el capítulo 39 lo veo dos veces, una vez en el capítulo 38 y simplemente sigue y sigue hasta que llega al capítulo 40 y después Dios aparece en su gran reino milenario glorioso simplemente es una profecía entera dirigida simplemente para que usted sepa que Yo soy Jehová.

Ahora, ¿qué es entonces lo que Dios está tratando de decirnos? Él quiere que lo conozcamos. Este es el deseo de Dios para el hombre. Dios no se está escondiendo, Dios no es una especie de conejo de pascua cósmico que está ahí escondido en un arbusto y está corriendo y Él está diciendo, “Está más calientes, se están acercando.” Dios no está tratando de cubrirse a Sí mismo, Él se ha descubierto a Sí mismo y Él quiere que lo conozcamos y ese es el propósito más elevado de la vida de un hombre.

¿Cómo es que lo podemos conocer? ¿Cómo podemos conocer a Dios? Bueno, como usted sabe, el profeta dijo, “Si me buscáis con todo mi corazón ciertamente me hallaréis.” ¿No es cierto? Salomón dio alguna información sabia en Proverbios 2:3, él dijo, “Si clamares tras la sabiduría o el conocimiento y levantaras tu voz por el entendimiento. Si como la plata la buscaréis y la escudriñareis como a tesoros entonces entenderéis el temor de Jehová y hallaréis el conocimiento de Dios.” Salomón dijo realmente solo hay una manera de conocer a Dios y conocer todo lo que se ha revelado acerca de Dios y eso consiste en hacer de eso la búsqueda de tu vida. Si usted está buscando dinero, si está buscando éxito, si está buscando algo más, usted realmente no va a descubrir todo lo que hay por conocer acerca de Dios. Pero él dice, “Hijo mío, si buscas a Dios como la plata y escudriñas y buscas a Dios como si buscaras un tesoro escondido hallarás el conocimiento de Él.” Dios quiere que lo conozcamos. Dios quiere que lo busquemos. Y esa es la razón por la que estamos haciendo este estudio pequeño, para que lo conozcamos mejor, para que yo le ayude a usted a conocerlo a Él mejor.

Ahora entremos a nuestro bosquejo, ya respondimos a las primeras dos preguntas. ¿Es Él? ¿Y quién es? Y estamos trabajando en la pregunta número tres. ¿Cómo es Él? ¿Cómo es Dios?

Ahora, dijimos que Dios es definido para nosotros en la Biblia en términos de ciertos atributos o características. Y la definición de un atributo es esta, un atributo es algo que es verdad de Dios, cualquier cosa que es verdad de Dios. Los únicos que podemos explicar son los que son revelados en las Escrituras.

¿Cuántos atributos le dije yo a usted que Dios tiene? ¿Se acuerda? ¿Cuántos? Un número infinito, usted no puede contarlos. Solo hay algunos que han sido revelados aquí. Y de todos los que han sido revelados aquí únicamente estamos seleccionando unos cuantos para entender mejor a Dios.

Ahora, ¿qué es lo que ya habíamos estudiado? Número uno, estudiamos que Dios era inmutable, esto significa que Él no cambia y Él no puede cambiar, Dios nunca cambia. El segundo que estudiamos, Dios es omnipresente, eso significa que Él está en todo lugar al mismo tiempo con conciencia total. El tercero que estudiamos el último día del Señor, Dios es omnipotente, eso significa que Él es todopoderoso, Él puede hacer lo que quiera con la misma facilidad con la que puede hacer cualquier otra cosa y Él puede hacer lo que Él quiere hacer, Dios es incambiable, está en todo lugar en todo momento y es todopoderoso.

Ahora, hoy quiero compartir con usted otros dos atributos acerca de la persona de Dios. El cuarto, Él es omnisciente, eso simplemente significa que Él conoce todo, Dios conoce todo, todo. En el Salmo 147:5 la Biblia dice, “Su entendimiento es infinito.” Eso significa sin límites. Su entendimiento es infinito. Él no solo conoce lo que se puede conocer, Él conoce lo que no se puede conocer. 1 Timoteo 1:17 lo llama el único y sabio Dios. Judas 25 lo llama el único y sabio Dios. Romanos 16:27, Pablo lo llamó Dios el único sabio. Él no solo es sabio, Él no solo conoce todo sino que Él es el único que conoce todo lo que Él conoce.

Ahora, los ángeles conocen mucho pero no conocen lo que Dios conoce. Y usted y yo conocemos algunas cosas pero nadie conoce tanto como Dios, sabiduría sin paralelos, infinita y entendimiento y conocimiento.

¿Sabía usted que Dios nunca aprendió nada? Cuando usted ahora usted no dice, “Ahora Dios quiero informarte acerca de mi suegra que está enferma.” “Oh, voy a escribir eso.” No. No. Usted no le dio a Él alguna información que Él necesitará, Él necesitaba saber que a usted le preocupaba y Él escogió operar a través de sus oraciones, pero no hay sorpresas para Dios. Él nunca aprendió nada. ¿Quién le enseñaría? Isaías 40 13, “¿Quién ha enseñado al Espíritu de Jehová o le ha aconsejado y le ha enseñado?” ¿Quién le enseñó a Dios? Claro que nadie. Romanos 11:34 Pablo dice, “Porque quién ha conocido la mente del Señor o quién ha sido su consejero.” Nadie. ¿Quién le enseñó a Dios? Nadie. Dios conoce todo.

Ahora, cuando usted se detiene a pensar en esto, aquí estamos sentados y la mayoría de nosotros conocemos y amamos al Señor Jesucristo, la mayoría de nosotros conocemos a Dios. ¿Alguna vez se ha detenido a darse cuenta de que el hecho más sorprendente de la omnisciencia de Dios es que Él nos conoce y todavía estamos aquí? Sí, eso sorprendente, Dios conoce todo y aún así nos ama, increíble. Cuando usted considere el tributo que voy a mencionar en un minuto, su santidad, Dios desprecia el pecado, Dios conoce todo. Y después traté de entender cómo es que usted entró a su presencia, después va a terminar con otro atributo, amor. Dios conoce todo y aún así nos redime. Dice usted por qué. Isaías 48 nos explica todo a nosotros. Isaías 48:8, Él dice, “Sí, no oísteis, no me escucharon, no supieron. Desde ese tiempo vuestro oído no fue abierto. Nunca me escucharon. Desde el principio mismo cuando yo hice al hombre ellos nunca escucharon. Porque yo sabía que tú te conducirías de manera muy impía y fuiste llamado transgresor desde el vientre.” Dios dice, “Yo supe que fuiste un pecador desde el vientre mismo.” Usted habla de cuándo es que una persona se convierte en una persona los ojos de Dios. Es bastante clara la Biblia, allá en el vientre. Por causa de mi nombre contendré mi enojo y para mi alabanza me refrenaré por ti, no te cortare, aquí te he refinado pero no con plata. Te he escogido en el horno de la aflicción por mi causa, e inclusive por mi causa lo hare. Dios ve hacia abajo y conoce todo. “Sabía que estabas putrefacto, echado a perder desde el principio. Sabía que eres un transgresor desde el vientre y odio el pecado. Pero te salvé de cualquier manera.” ¿Por qué? “No tanto por causa de ti sino porque quise desplegarle al mundo otro de mis atributos. Y ese es el atributo del amor. Y a los ángeles otro, el atributo de la sabiduría por mi causa.”

La mayor maravilla de maravillas para mí es que Dios conoce todo y aún así me ama. Nada está escondido de Dios. ¿Sabe usted que todo acerca de su cuerpo lo conoce Dios? Y los cabellos de su cabeza están contados. Para algunos de ustedes eso no es difícil. Todo acerca de usted Dios lo conoce. Dice usted, “¿Por qué es que Dios se molestaría por contar su cabello?” Él no tendrá que contarlo, Él lo conoce de manera intrínseca, Dios no está haciendo eso simplemente para probar un punto, ahí llevando un libro de registro de cabello. Todo lo que es Él lo conoce y no tiene que aprenderlo o descubrirlo. Él lo conoce, Él conoce su cuerpo. ¿Pero quieres saber algo? Él conoce más allá de su cuerpo, su cuerpo es transparente para Dios. En Apocalipsis 2:23 Él dice, “Yo soy el que escudriña la mente y el corazón.” Su cuerpo no cubre nada. Él ve su corazón y su mente y también como ve lo de afuera de usted, las nubes, la oscuridad, la noche no son diferentes para Él. La noche no es cortina alguna para Dios. En el Salmo 139:12 dice, “La oscuridad no esconde de ti.” Supongo que el hombre amó más las tinieblas que a la luz porque sus obras fueron malas. Tiene que ver algo con el hecho de que la mayor parte del pecado, la mayoría del pecado se conduce en lugares que están apenas con luz, pero ciertamente eso está en la luz brillante de la omnisciencia de Dios. La noche no esconde nada de Dios. El hablar en voz baja no hace que Dios no oiga nada. Salmo 139:4 dice, “Porque no está la palabra en mi boca y he aquí oh Jehová Tú la sabes toda.”

Dios oye sus murmullos como si estuvieran a todo volumen. Dice usted, “¿Qué hay acerca de mis pensamientos?” Escuche, su mente no podría concebir el pensamiento más sutil afuera del conocimiento de Dios. Isaías 66:18, “Yo conozco sus pensamientos.” Jesús en Juan capítulo 2 dio evidencia de que Él era Dios cuando Él dijo que nadie necesitaba decirle nada, de lo que estaba en el corazón del hombre, Él sabía lo que estaba en el hombre. Cuando Jesús confrontó a Nicodemo, Nicodemo hizo una pregunta con su boca, otra en su mente y Jesús respondió la que estaba su mente que él nunca preguntó con sus labios. No hay un lugar secreto en su casa, un lugar secreto en el mundo al que usted puede acudir que lo esconda a usted de Dios. Mismo capítulo Isaías 66, mismo versículo, “Conozco sus obras.” Él sabe. Y escúcheme, todo lo que Él conoce es correcto porque según Deuteronomio 32:4 Él es llamado un Dios de verdad, es imposible que Él mienta, Él nunca ha cometido un error, Él no puede errar, Él conoce todo y Él conoce todo de manera correcta y veraz, todo.

Dice usted, “Bueno, ¿pero qué tal si estoy dependiendo de Óseas 13:12?” Hombre, he hecho este versículo mi vida, dice, “La iniquidad de Efraín está ligada. Su pecado está escondido.” Estoy dependiendo de ese, estoy esperando que haya unas cuantas cosas que Él no conoce. Lo siento. Dice usted, “Bueno, ¿qué significa ese versículo?” Yo sé que la gente dice esto significa que Dios no conoce todo el pecado. Dios conoce todo. La Biblia presenta eso de manera clara. En todo lugar que usted lea acerca de la persona de Dios es obvio que Él conoce todo. Dice usted, “Bueno, ¿qué significa ese versículo?” Bueno, ciertamente no es una contradicción, significa esto: la iniquidad de Efraín está ligada a su pecado, está escondido, esto es por el momento su pecado está colocado a un lado para un día futuro de juicio. Es un plan en el que Dios aparta algo. Peca ahora, para después. Es correcto.

¿Sabe una cosa? Usted lo ve, algunas veces las personas piadosas parecen estar más bajo estrés que los impíos, ¿verdad? ¿Por qué es que algunas veces los impíos prosperan? No siempre prosperarán. Quizás como Efraín, su pecado por el momento está escondido, está apartado para el día del juicio que vendrá en el futuro. Ese es el significado de Romanos capítulo 2 versículos 5:6 donde Pablo dice, “Pero por tu corazón endurecido, impenitente, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira.” En otras palabras, estas pecando y estás amontonando un montón de pecado para un día futuro para la revelación del justo juicio de Dios quien dará a todo hombre según sus obras. Viene un día cuando ese juicio vendrá y ese pecado que ahora está siendo escondido o apartado para un día futuro será desenmascarado, castigado. Dios conoce todo, todo.

Y eso nos lleva un comentario al margen. Otro atributo de Dios que solo vamos a poder meter porque no tenemos tiempo para cubrirlos todos, es el atributo de sabiduría. Ahora escúcheme, ¿qué es sabiduría? Le voy a dar una definición simple. Sabiduría es omnisciencia actuando con una voluntad santa. Es omnisciencia actuando con una voluntad santa. Si Dios conoce todo entonces todo lo que Él hace es absolutamente sabio. Si Él conoce el fin desde el principio entonces Él conoce todo paso en medio de estos dos puntos. Si Dios sabe que esto es lo que usted es y esto es lo que usted será. Usted quizás no entiende lo que está pasando en medio de estos dos puntos, pero Él sí. Y todo es correcto. Si Él tiene conocimiento perfecto, Él tiene sabiduría perfecta. Omnisciencia práctica. Él conoce todo, todo.

¿Sabe una cosa? Usted puede conseguir muchas ilustraciones de la sabiduría de Dios y usted puede ver la creación, todos ustedes desde el macrocosmos del universo hasta el microcosmos de los detalles de la vida y usted puede ver sabiduría. Es absolutamente increíble cuán sabio Dios es, sorprendente su sabiduría.

¿Puede usted imaginar cómo Dios coloca y constituye un universo entero? Las partes componentes del cual van más allá de la capacidad de los números y que todo opera en armonía con los demás para producir exactamente lo que Dios quiere, increíble. Y todo resultado a lo largo del proceso está cumpliendo perfectamente su sabiduría. La creación de Dios es un monumento a su sabiduría. Salmo 104:24 dice, “Oh Jehová, cuán innumerables son tus obras, en sabiduría las has hecho todas.” La sabiduría de Dios vemos como todo opera junto según Efesios 1:11, según el consejo su voluntad. Y después usted tiene que estar de acuerdo con que la redención es un acto de sabiduría. Dios tomó a los que no eran poderosos y no eran nobles y no eran inteligentes y los hizo su pueblo y confundió a los poderosos y confundió a los sabios y confundió a los nobles del mundo. Estudiamos eso en 1 Corintios 1. Y después Dios toma la iglesia, según Efesios 3:10, la despliega delante de los ángeles para que los ángeles puedan ver cuán sabio es Él. La sabiduría de Dios, amigos míos, es vista en la redención de aquellos de nosotros que somos su iglesia. Dios es sabio, Dios conoce todo.

¿Cuáles son las lecciones prácticas de esto? Permítame dárselas. ¿Qué es lo práctico para un cristiano en primer lugar? ¿Qué hace esto para mí saber que Dios es sabio y conoce todo? Número uno, es un gran consuelo para mí saber que Él conoce todo. Dice usted, “¿Por qué?” Bueno, en primer lugar es bueno saber que Él me conoce, Él tendría que conocer todo para conocerme a mí. No soy tan importante en el universo. ¿Alguna vez se ha preguntado? Bueno, me pregunto si Él sabe que estoy aquí. Me imagino que hay algunas personas que simplemente están ahí en el mundo y no son muy famosos ni nada y de vez en cuando dicen, “¿Me pregunto si realmente sabe que existo? No hago mucho ruido ni nada.”

¿Sabe una cosa? Hubieron algunas personas así en el tiempo de Malaquías, Dios realmente estaba exhalando juicio en contra del pueblo y Malaquías era el profeta que estaba predicando contra ellos y hubo un grupo de personas insignificantes que se reunieron y estaban tambaleando y están diciendo, “¿Sabes una cosa? Podríamos terminar ahogados en este juicio. Dios podría olvidarse y podría comenzar a destrozar a todo mundo. Me pregunto si nos recuerda.” Y en Malaquías 3:16 dice, “Entonces los que temieron a Jehová hablaron con frecuencia uno a otro.” Estaban hablando mucho, “Hombre, ¿sabes una cosa? Esto está empeorando. Me pregunto si Dios sabe que estamos aquí. Y Jehová oyó y el libro de la memoria fue escrito delante de Él para aquellos que temieron a Jehová y pensaron en su nombre. Y serán míos dijo Jehová en el día cuando yo haga mis joyas y los libraré como un hombre libra a su propio hijo que lo sirve.” Dios tiene un libro, amigos míos, y a Él no se le olvida quién pertenece ese libro. ¿No es bueno saber eso?

Me da gusto que Él conoce todo. Él conoce a John MacArthur y Él sabe que yo conozco a Jesucristo y entonces Él sabe que yo pertenezco al libro. De hecho Él lo supo hace tiempo atrás que me escribió antes de que el mundo comenzara. Es un consuelo para mí saber que Dios conoce todo, saber que no hay nada absolutamente fuera del conocimiento de Dios. Él me conoce a mí y Él sabe que yo le pertenezco a Él, eso es un consuelo. En el Salmo 56 versículo 8, me encanta esto, “Tu contaste mis salidas. Tú colocaste mis lágrimas en Tu botella.” O en tu redoma, podría ser una afirmación en lugar de una pregunta. Tú colocas mis lágrimas en Tu botella.

¿Sabe una cosa? En el oriente cuando los que lloraban venían, eso era algo que se hacía por costumbre, todo mundo llora. Algunos de los que lloraban metían sus lágrimas en una botella. Usted le pagaba a los que lloraban, supongo que era una manera en la que usted probaba que había cumplido con su trabajo y entregaba una botella de lágrimas y recibía su dinero. Pero tenían gente que venía y lloraba, y se aseguraban de que sus lágrimas cayeran en una botella y las dejaban ahí como una pequeña muestra. David dice que Dios hace que las lágrimas de David caigan en la botella de Dios. Dios se acuerdo de mis lágrimas, Dios no solo me conoce a mí sino que Él conoce mis lágrimas. ¿Es bueno saber eso?

¿Es algo confortante para usted que Dios conoce toda prueba que usted jamás enfrenta? Que Dios mete sus lágrimas en su botella. Él debe tener una botella muy grande, quizás Él simplemente llena el océano con ellas y esa la razón por la que está salado, no lo sé. Dios mete las lágrimas de usted en Su botella, eso significa para mí que Dios se preocupa por mí, me da gusto saber eso. En Mateo capítulo 6 Dios no solo conoce mis ansiedades y mi dolor, no solo conoce quién soy yo sino que Él conoce todas mis necesidades. En Mateo 6:25, “No os afanéis por vuestra vida, qué comeréis o qué beberéis o que vestiréis. ¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo, no siembran ni cosechan ni recogen, pero vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellas? Son mejores ustedes que las aves. ¿Y quién de vosotros por mucho que se afane podrá añadir a su estatura un cubo?” No tiene sentido preocuparse. Usted no puede ayudarse con eso de cualquier manera. “¿Y por qué afanáis por el vestido? Mirad los lirios del campo como crecen, no trabajan ni hilan. Pero yo digo que ni Salomón en toda su gloria se vistió como uno de ellos.”

Y si Dios viste la hierba del campo que es hoy y mañana es arrojada al horno, ¿no os vestirá mucho más a vosotros hombres de poca fe? No os afanéis diciendo qué comeremos o qué beberemos o qué vestiremos. Porque los gentiles buscan todas estas cosas, pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de estas cosas, “Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia y – qué – todas estas cosas os serán añadidas.” Mi Padre me conoce y mi nombres está en Su libro. Mi Padre conoce mis lágrimas. Y mi Padre conoce mis necesidades y Él las cubre todas. Yo soy mejor que un ave. Yo soy más importante que un lirio. Los lirios son bonitos, las aves están bien. Y yo soy mejor que la hierba que está aquí hoy y ya no está mañana porque Dios cuida de mí. Es un consuelo saber que Dios conoce todo. Él me conoce mis ansiedades, mis pruebas, mis lágrimas, mis necesidades. Y escuche, en medio de todo eso Él nunca jamás, jamás comete un error, jamás. Escúcheme, si Dios tiene una cantidad infinita de atributos y un conocimiento infinito y usted no entiende algo no diga que Dios cometió un error, simplemente reconozca que usted no conoce mucho, no lo atribuye a la torpeza de Dios, atribúyala a la suya. Dios no comete errores.

Además, para el cristiano la omnisciencia significa consuelo. En segundo lugar, creo que significa confianza. Hombre, solía pensar en la doctrina de la omnisciencia como todo menos confianza, cuando yo era un niño pequeño mis padres solían decir, “Quizás no sepamos lo que haces pero Dios sí. El ve todo.” ¿Se acuerda de esa belleza? ¿Solía escuchar eso? Él sabe.

¿Y sabe una cosa? Yo solía pensar que la doctrina de la omnisciencia realmente era un problema. Hombre, que problema. Después estudié Juan 21 y crecí un poco y me acordé de Pedro ahí. Y Pedro estuvo tratando de convencer al Señor de que lo amaba, ¿se acuerda de eso? “Señor, te digo, te amo.” Y el Señor le siguió preguntando y preguntando. Finalmente él dice, “Señor, mira, Tú todo lo sabes, Tú sabes que te amo.” ¿A qué apeló? ¿A qué doctrina de Dios? ¿A qué atributo? Omnisciencia. La omnisciencia es algo maravilloso. No es tanto que Dios lo ve a usted y lo espía, eso es solo la mitad.

¿Sabe usted que si no fuera por la omnisciencia hay algunos días en los que Dios ni siquiera sabría que usted lo ama porque no es tan obvio? Y si Él no conociera todo Él ni siquiera sabría que usted se preocupa por Él. Supongo que en mi vida hay muchos días cuando yo no me distingo de alguien del mundo. ¿Estaría usted de acuerdo con eso para su vida? ¿Cómo es que Él sabe que yo me preocupo? Él tiene que conocer mucho, Él tiene que conocerlo todo y Él tiene que conocer mi corazón. Eso me da confianza de que aún cuando fallo mi amor todavía está seguro porque Él conoce mi corazón.

Un tercer pensamiento, y ya hice referencia a este, es corrección. Escuche esto, si usted supiera que Dios no conociera todo, ¿qué haría usted que no hace ahora? Piense en esa, ese es un verdadero ganador. Si usted supiera que Dios no conoce todo y que Él nunca se enteraría, ¿qué haría usted? Mi papel no es lo suficientemente largo para escribirlo todo.

Y entonces digo que el tercer resultado bueno, práctico de la doctrina de la omnisciencia es corrección. Dios es un maestro quien nunca deja el salón. Sin embargo siempre es con amor, ¿no es cierto? Él conoce todo. Si usted supiera, y piensen esto, si usted quiere saber realmente en dónde tiene dolor, si usted quiere conocer sus pecados, si usted quiere saber en dónde está el nivel más bajo, más putrefacto, simplemente imagínese qué haría usted si usted supiera que Él nunca sabría y usted se va a encontrar ahí. Pero Él sabe.

Y como le dije la última vez, debido a que Él está en todo lugar, todo pecado que usted comete es como si usted entrara a gatas a la sala del trono de Dios, se acercara hasta los pies del trono y lo hiciera ahí en su cara, en la cara de Dios. Pero el Nuevo Testamento nos dice que en algún punto vamos a dar cuentas por todas las cosas que hemos hecho en el cuerpo, 2 Corintios 5, y también nos dice en 1 Corintios 4:5 que ese día va a traer a la luz las cosas escondidas de la oscuridad. Dios conoce todo, todos nuestros caminos, pensamientos y actitudes, todo. Para el cristiano eso es corrección hombre, si Él lo sabe no lo quiero hacer, no quiero afrentarlo, no quiero deshonrarlo. Eso es corrección. Y después la confianza que tengo de saber que Él conoce mi corazón. Y el consuelo que tengo en saber que Él sabe que soy de Él. Él conoce mis lágrimas, Él conoce mis necesidades, Él nunca comete un error.

¿Qué hay acerca del no cristiano? ¿Qué significa la doctrina de la omnisciencia para usted? Usted está aquí y usted no conoce a Dios, usted no conoce a Cristo, usted en cierta manera está viendo desde afuera, usted en cierta manera nos está evaluando. ¿Qué significa esto para usted? Número uno, permítame decir esto, debería revelarle a usted la torpeza de la hipocresía. Si usted piensa que usted puede jugar un juego y salirse con la suya usted está equivocado. Dios conoce todo. No piense ni por un minuto que Dios es engañado por usted, no es así, Él no es engañado, su hipocresía es desenmascarada de manera total cuando Jesús en el Sermón del Monte confrontó a Israel, Él simplemente los desnudó, ¿no es cierto? Él simplemente les arrancó las marcas, hipócritas. Y estaban buscando un lugar en donde esconderse, créame, para cuando terminó con ellos.

Escuche Eclesiastés, una palabra de sabiduría de Eclesiastés 12:14 dice esto, “Porque Dios traerá toda obra a juicio con toda cosa secreta sea buena o mala.” Escuche, Dios no es engañado por la rutina de usted, Dios no ve su máscara y dice, oh, Dios no es como el hombre, el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Dios ve – qué – el corazón. Él lo ve a usted de manera clara. Escuche amigo mío, si usted no conoce a Cristo más vale que usted reconozca desde el principio que usted no conoce a Dios. Y sea cual sea el juego que esté jugando para tratar de aparecer como alguien bueno delante de Dios no sirve, la torpeza de la hipocresía. Si Dios conoce todo, Él conoce mucho más de lo que usted cree que Él conoce.

Lo segundo que yo le diría a un incrédulo o alguien que no conoce a Dios, es que hay una promesa de juicio preciso. En Romanos 2:2 Pablo dice, “Dios juzgará según la verdad.” Cuando hablamos del juicio final y el lago de fuego y quién es enviado al infierno, créame, ese juicio será un juicio justo. Dios juzgará en base a la verdad porque Él tiene conocimiento absoluto de la verdad. Y nadie, nadie engaña a Dios. En Jeremías 16:17 el profeta dijo, “Sus iniquidades no están escondidas de Mis ojos.” No, no se esconde. En 1 Samuel 16:7, “El hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Dios ve el corazón.”

El juicio será conforme a la verdad y no hay manera de esconderla de Dios. Él sabe si usted es un pecador, Él sabe si usted no es perdonado, Él sabe si su iglesianismo fue lo único que tuvo, Él sabe si sus buenas obras fueron lo único en lo que usted dependió, Él sabe si su nombre está en el libro, Él sabe si usted se ha arrepentido y ha venido a Cristo, Él lo sabe, Él lo sabe todo. Y sus juegos no lo engañan a Él, ni los míos.

Otra cosa que yo le diría a un incrédulo es esta, saber que Dios sabe todo debería señalarle a usted la insensatez de la sabiduría humana. Dios lo sabe todo. Entonces si realmente quiere ser sabio debería usted conocer el conocimiento de Él, como Salomón le dijo a su hijo, “Busca el conocimiento.” Busca el conocimiento. Él lo dice una y otra vez particularmente el capítulo 8, simplemente lo repite desde el versículo 1 hasta el versículo 36, “Adquiere conocimiento. Adquiere conocimiento.” Y el conocimiento es el conocimiento de Dios. Un hombre necio busca el conocimiento del mundo. 1 Corintios 1:19, “Destruiré el conocimiento del mundo. Destruiré a los sabios.” Dice Él. “La sabiduría de los sabios llegará a nada.”

Entonces al incrédulo yo le diría hay necedad en la hipocresía, Dios lo va a juzgar a usted según la verdad, no confíe en la sabiduría humana, Dios lo sabe todo. Eso es un consuelo para nosotros, y debería ser una advertencia fuerte para otros. Dios es incambiable, Dios está en todo lugar, Dios es todopoderoso, Dios lo conoce todo.

Finalmente quiero hablarle en quinto lugar acerca de la santidad de Dios. La santidad de Dios. Dios es santo. Yo creo que este es el atributo más significativo de todos sus atributos. Esto para mí es la joya resplandeciente que está en la corona real de Su cabeza. Este es el definitivo, Dios es santo. Cuando los ángeles cantaron no dijeron, “Eterno, eterno, eterno.” No dijeron, “Fiel, fiel, fiel.” No dijeron, “Sabio, sabio, sabio. Poderoso, poderoso, poderoso.” ¿Qué dijeron? “Santo, Santo, Santo. Señor Dios todopoderoso.” Esta es la corona de todo lo que Él es, Él es santo. Éxodo 15:11, “¿Quién es como Tú – dice – glorioso en santidad, temeroso en alabanza haciendo maravillas? ¿Quién es como Tú glorioso en santidad?” Nadie. ¿Sabe usted que ese es un hombre? Salmos 11:9 dice, “Santo y reverenciado es Su nombre. Santo es Su nombre.” Job 6:10 lo llama el Santo. Isaías los oyó decir, “Santo, Santo, Santo es Jehová de los ejércitos. La tierra está llena de Su gloria.” Apocalipsis 4:8, “Las criaturas vivientes. Santo, Santo, Santo.” 1 Samuel capítulo 2 versículo 2 habla de su santidad y dice que no hay santo como Él. Dios es santo.

Y no conozco otra manera de llegar a la santidad de Dios más que compararla con el pecado. Yo diría que en la Biblia, por lo menos en mi mente, probablemente el pasaje más revelador acerca de la santidad de Dios es el sexto capítulo de Isaías. Y no necesita pasar ahí. Permítame tan solo mencionárselo. Isaías dice, “En el año que murió el Rey Usías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime y sus faldas llenaban el templo.” Él tuvo una visión de Dios. Y Él dijo, “Por encima de Él había serafines, cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies y con dos volaban.” Y uno de esos ángeles, recuerda usted, tomó un carbón del altar y tocó la lengua de Isaías. Pero antes de todo eso, ¿cuál realmente es el punto en ese pasaje? Isaías dice, “Vi a Jehová y clamé ay de mí que soy muerto porque siendo hombre inmundo de labios mis ojos han visto al Rey.” Él fue absolutamente despedazado hasta lo más profundo de su ser. Él se sacudió de manera violenta. Él se estaba despedazando de manera violenta porque él había visto la santidad de Dios, y al ver la santidad de Dios él fue sacudido hasta lo más profundo de su ser por su propia pecaminosidad. ¿Lo ve?

Y quiero decirle algo, no es sino hasta que un hombre entiende la santidad de Dios que eso nunca sucederá sin una comparación con su propio pecado. No es sino hasta que usted entiende su propio pecado que usted llegará a conocer la santidad de Dios, los dos van de la mano. Usted no puede conocer su pecado hasta que usted conoce su santidad. Y usted no puede conocer su santidad hasta que usted ve su pecado. Isaías vio a Dios levantado y después se vio a sí mismo y él simplemente derramó su corazón diciendo, “Ay de mí, estoy destruido.” Estoy acabado.

Entre usted y Dios hay un espacio absoluto de santidad e impiedad. Usted es impío, Él es santo. Usted debería estar – yo debería estar simplemente absolutamente sacudido hasta lo más profundo de nuestro ser cuando nos vemos en comparación con Él, Dios es santo.

Ahora escúcheme, Dios no se conforma con un estándar santo, Él es el estándar, Él es absolutamente santo. Él nunca hace algo malo, Él nunca de erra, Él nunca emite un juicio equivocado, Él nunca comete un error, Él nunca hace algo en su vida que no sea lo que debe suceder de manera correcta en su vida, ni tiene Él tampoco un fin correcto en mente. Siempre Él hace lo que es correcto y no hay grados en su santidad, Él es absoluta infinitamente santo.

Y debido a que como puede ver, Dios es santo, esa es su condición para cualquier persona que quiera existir en su presencia. Cuando los ángeles pecaron, ¿qué les hizo Él a ellos? ¿Inmediatamente qué? Los expulsó y preparó un lugar para ellos separado de su presencia. Cuando los hombres escogen no venir a Dios, cuando escogen rechazar a Jesucristo, ¿qué les sucede a ellos en últimas? Son enviados al mismo lugar preparado para el diablo y sus ángeles fuera de la presencia de Dios, ¿por qué? Porque para estar en la presencia de Dios en su universo usted debe ser, ¿qué? Santo. Dice usted, “Pero John, ¿cómo es que yo puedo ser santo?” Usted puede ser por la fe en el Señor Jesucristo. Como puede ver, es mediante Cristo que Dios nos da la santidad de Cristo y nos ve santos, posicionalmente Dios nos hizo santos en Cristo. A los corintios el Apóstol Pablo dijo, “Ahora ustedes son santos. Ahora han sido santificados en Cristo.”

Además pensando en esto, la única manera de entender la santidad de Dios es en contraste, tenemos que ver su odio hacia el pecado. No nada más podemos entender Su santidad independientemente de Su odio hacia el pecado porque tenemos que tomar lo del lado del pecado porque eso es lo que entendemos también. Dios desprecia el pecado, simplemente lo odia. En Habacuc 1:13 dice, “Tú eres muy limpio de ojos para ver la iniquidad y no puedes ver la maldad.” Dios no puede tolerar el pecado, Él no puede tolerar la maldad, Él está totalmente distante de él, no puede entrar a su presencia, no puede morar con Él. Cuando la pecaminosidad de Senaquerib, fue exagerado, usted se acuerda, dijo el Espíritu Santo, “Has levantado tus ojos a lo alto inclusive contra el Señor, el Santo de Israel.” Como puede ver, el pecado de Senaquerib fue evidente debido a la santidad de Dios.

Cuando los egipcios malos fueron ahogados en Éxodo 15, ¿sabe usted lo que los ahogó? Algunos dicen el poder de Dios, no, realmente no. Escuché Éxodo 15, “El mar los cubrió, se hundieron como plomo en las aguas.” Después de esto, “¿Quién es como Tú oh Señor glorioso en santidad?” ¿Sabe usted por qué se ahogaron? No por el poder de Dios sino por la santidad de Dios, Él no podía tolerar su maldad. La santidad de Dios es mejor vista en Su odio hacia el pecado. En Amós capítulo 5 algunas palabras fuertes, “Odio, desprecio tus días festivos. No me deleitare en tus asambleas solemnes. Aunque me ofrezcas holocaustos y ofrendas de alimento no las aceptaré. Ni consideraré las ofrendas de paz de tus animales engordados. Quita de mí el ruido de tus canciones. No oiré la melodía de tus arpas.” Dios ama todas esas cosas porque Él instituyo todas ellas. Pero cuando ese tipo de obras, aunque esas obras estuvieron bien, salen de corazones impuros, Dios las odia. Dios no quiere que la gente haga cosas correctas con actitudes incorrectas. Dios dice, “Lo odio.” Deténganse.

El pecado es el objeto de su desagrado. Dios ama la santidad. En el Salmo 11 versículo 7 dice esto, “Porque el Señor justo amó la justicia.” Qué hermosa afirmación. Dios ama la santidad. Ahora, la santidad de Dios le hemos visto desde un punto de vista negativo, Su odio hacia el pecado. Lo que es sorprendente aquí no obstante, y usted tiene que meterlo aquí, es el amor de Dios. Aunque Él es santo y odia el pecado de manera absoluta y aunque como le acabo de mencionar hace un momento, Él es omnisciente y conoce todo, ¿no es sorprendente que Él lo redimió a usted? Es sorprendente que Él me conoce y Él desprecia mi pecado, sin embargo me amó. Ahí es en donde el amor entra como puede ver, la santidad de Dios, la omnisciencia de Dios y el amor de Dios, todos actúan por igual. Que reconocimiento tan fantástico. Dios supo todo de mí y Dios odió todo pecado en mí y aún así me amó.

Traté de pensar una ilustración para eso y supongo que sería como el cáncer. Como usted sabe, usted amaría su cuerpo, pero odiaría el cáncer. Y usted haría todo lo que pudiera por preservar su cuerpo y mantenerlo saludable y fuerte y ministrar a sus necesidades y todo lo que pudiera hacer al mismo tiempo para destruir el cáncer. Usted odiaría lo que está ahí pero no todo de manera total y de alguna manera de Dios ve al hombre y Él ama al cuerpo y desprecia el pecado.

¿En dónde ve usted la santidad de Dios revelada? Bueno, usted la ve en muchas maneras. Dios nunca quiere el pecado, no, no. Nunca. Él decide permitirle a usted pecar si usted escoge hacerlo, pero Él nunca quiere el pecado. Dios nunca tienta a alguien a pecar. Dios no quiere que usted peque. Algunas personas deben pensar que Dios quiere que ellos pequen. Algunas personas me han dicho, “¿Sabes una cosa? Lo que realmente debes hacer es tener una vida realmente pecaminosa y decirle a todo mundo cómo vives y después cuando cuentas tu conversión a muchas personas la van a creer y van a decir que transformación. ¿No es eso maravilloso?” Entonces Dios realmente debe querer que estés en el lodo para que tengas algo que decir. Muy convincente. Oh no. Dios nos celebra el pecado de nadie nunca. Y Dios nunca tienta a un hombre a pecar. Santiago 1:13-14, “Dios no tienta a nadie.”

Pero la santidad de Dios es vista en cosas muy positivas. Por ejemplo, su santidad es vista en la creación para comenzar. En Eclesiastés 7:29, y vamos a cerrar con estos pensamientos, en Eclesiastés 7:29 Él dijo, “Dios hizo al hombre recto pero han buscado muchas cosas.” Dios hizo al hombre recto. Cuando Dios hizo al hombre, Él era santo, la santidad de Dios es vista en la creación. En segundo lugar, la santidad de Dios es vista en la ley moral. La ley moral todavía permanece aunque el hombre ha tratado de destruirla y hacerla a un lado. La ley moral todavía permanece en el mundo y esto muestra que Dios es santo. Romanos 7:12 Pablo dijo, “La ley es santa, el mandamiento es santo, justo y bueno.” La ley moral de Dios muestra que Dios es un Dios Santo. Cuando Dios estableció una ley moral justa Él mostró que Él es un ser moral santo y justo. Y creo que también la santidad de Dios no solo es vista en su creación y no solo en su ley moral sino veo la santidad de Dios en su ley sacrificial. Cuando veo a Dios estableciendo a todos esos animales como un sacrificio veo a Dios diciendo que la muerte es el resultado del pecado. Y quiero que vean eso, y quiero que lo vea bien. Y cada vez que esas personas hacían un sacrificio veían la mortandad del pecado y eso probaba la santidad y la moralidad de Dios. La santidad de Dios es vista en la creación, en la ley moral, la ley sacrificial. La santidad de Dios también es vista en el juicio contra el pecado, en el juicio contra el pecado.

Cuando usted estudia la Biblia y usted ve por ejemplo en 2 Tesalonicenses capítulo 1 a Jesús viniendo en llama de fuego y vengándose de aquellos que no conocen a Dios ni obedecen el Evangelio. Cuando usted vea en Judas 4 esos impíos que están condenados por sus obras impías que han hecho de manera impía en contra de Dios, usted ve cómo Dios odia el pecado, y su juicio contra el pecado es un reflejo de Su santidad, Él debe castigarlo. Y quizás de manera suprema la santidad de Dios es vista en la cruz. Sí. La santidad de Dios es vista en la cruz. Usted dice, “Pero ahí es donde todo el pecado estuvo sobre Él.” Sí, y esa es la ilustración más grande de Su santidad. Escúcheme, Dios fue tan santo que Él pagó el precio absolutamente supremo que era necesario para satisfacer Su santidad. En Hebreos capítulo 9 y versículo 26, lo pasamos por alto pero es una afirmación sorprendente, escuche lo que dice, “Porque a Él entonces de otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo.” En otras palabras, si fue un sistema sacrificial Cristo tendría que haber muerto una y otra vez.

Pero escuche, “Pero ahora en la consumación de los siglos se presentó una vez para siempre por el sacrificio – de quién – de Sí mismo.” La santidad de Dios fue tan infinita de que Él tuvo que pagar el precio supremo de que Él mismo muriera llevando el pecado porque el precio tenía que ser pagado aún si le costaba Su propia vida. Eso es santidad. Su santidad es vista en la muerte de Cristo. La santidad de Dios demandó pago, aún si Él mismo tenía que pagar la, aún si Él mismo tenía que pagarlo. Él es santo, santo.

¿Cuáles son las lecciones prácticas de la santidad? Para Él no cristianos simplemente esto, la santidad de Dios demanda santidad en tu vida y es solo mediante Jesucristo. En Efesios 4 habla de vestirse del nuevo hombre renovado en santidad. Dios quiere que usted sea santo y la única manera en la que usted jamás llegará a ser santo es estar en Cristo y tener su justicia dada a usted. Por otro lado, si usted no es cristiano y usted rechaza la santidad de Dios ofrecida a usted en Jesucristo entonces otro atributo de Dios entra en operación. Y ese atributo es llamado justicia.

Si usted rechaza a Dios entonces recibirá lo que usted merece, eso es justicia y Dios es justo, y para el impenitente su santidad demanda justicia. ¿Qué hay acerca del cristiano? ¿Qué significa la santidad para un cristiano? ¿Cuál es la idea práctica de la santidad de Dios en mi vida? Simplemente es afirmada en 1 Pedro, y quiero que escuchen, capítulo 1 versículo 15, “Como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir, porque escrito está sed santos porque yo soy santo.” Si Dios es santo, ¿qué quiere de nosotros? Santidad.

Ahora escúcheme, Él nos hizo santos posicionalmente, posicionalmente en Cristo somos santos. Pero Él quiere que nuestras vidas prácticas encajen con nuestra posición. Él quiere que vivamos de manera santa, no solo que seamos santos posicionalmente sino que vivamos vidas santas porque cuando somos santos eso nos distingue del mundo, eso le hace saber al mundo que hay una diferencia. Esa es la razón por la que en 2 Timoteo 2:19 dice, “Apártese de iniquidad todo aquel que invoque el nombre del Señor.” Si usted va a nombrar el nombre, entonces viva la vida, deje que el mundo sepa que hay una diferencia.

Le voy a decir algo más, la santidad en su vida le da a usted confianza delante de Dios. Si usted es un cristiano y está viviendo una vida santa usted está enfrentando el pecado, usted está haciendo cosas piadosas y cosas santas, usted está viviendo una vida recta, entonces usted va a tener una confianza delante de Dios.

Escuche usted esta ilustración hermosa de Job 22, y simplemente se la voy a leer. Escuche, “Si os volvéis al todopoderoso seréis edificado, quitarás la iniquidad muy lejos de tus tiendas.” Escuche, usted va a regresar a Dios y va a enderezar las cosas. Lo primero que tiene que hacer antes de que regrese ahí es quitar el pecado. Versículo 26, escuche, “Entonces te deleitarás en el todopoderoso y levantarás tu rostro a Dios.” Usted no puede ir a Dios y levantar su rostro y deleitarse en Él cuando hay pecado en su vida.

¿Alguna vez ha experimentado eso? ¿Descubrió en su vida lo que yo he descubierto que cuando hay pecado en mi vida yo tengo dificultad orando? Job 22 dice, “Encárgate de tu pecado y podrás levantar tu rostro hacia el rostro de Dios sin culpabilidad.

Escuche, la santidad nos distingue del mundo. La santidad nos da confianza. La santidad nos da paz. No hay paz para el impío, Isaías 57:21 dice, “Santidad, Dios quiere que seamos santos aún si Él tiene que disciplinarnos.” Según Hebreos 12:10 Él nos va disciplinar para hacernos santos.

¿Qué debe hacer un cristiano? Bueno, quizás lo que David hizo en el Salmo 51, asegúrese de orar por un corazón limpio, y después según Proverbios 13:20 camine con gente limpia. “Sed santos como yo soy santo.” Oremos.

Padre, gracias en esta mañana por Tu revelación de Ti mismo a nosotros. Encomendamos estas palabras y pensamientos a Tu cuidado, que den fruto a nuestras vidas. Confirma en nuestro corazón estas verdades Padre. Despídenos con tu bendición para traernos de regreso en esta noche esperando que aprenderemos más acerca del adversario y seremos victoriosos en Tu poder. Alabamos en el nombre de Cristo. Amén.

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Veremos otra vez Colosenses capítulo 1. Un fragmento muy importante de la Escritura, que habla de la personalidad más importante en el universo, que es el Dios de los cielos revelado como el Hijo. Este es la fuerza impulsora misma del cristianismo. Es la esencia misma de todo lo que creemos y el fundamento de nuestra fe. Es el campo de batalla con todas las religiones y demás; que quieren sacar al cristianismo su elemento vital; y ​​ese es el tema de la deidad del Señor Jesucristo. Y es el tema de Pablo en Colosenses 1:15-19. Este es un pasaje muy importante para el argumento del libro; y mucho más vital aún para la evidencia a favor de toda la cristiandad.

Alguien llamó una vez a la Biblia -y se ha repetido diversas veces- el "Libro de Jesús"; y, en cierto sentido, es verdad. Si usted entiende la Biblia, entiende que es el libro sobre Cristo, el libro sobre el Señor Jesús. En el Antiguo Testamento está la preparación para la venida de Jesús. En los Evangelios se encuentra la presentación de Cristo, Él ha venido. En los Hechos está el anuncio, es proclamado el mensaje de la salvación en Cristo. En las Epístolas, estudiamos la personificación, es decir, para mí la vida es Cristo o cómo Cristo -que ha muerto y resucitado de entre los muertos- vuelve a vivir en Su pueblo; y en Apocalipsis está el predominio -o Cristo en el Trono, el reinado del Rey, el Cordero en el trono.

En todo sentido, la Biblia es la historia de Cristo. Es el libro que nos dice todo acerca de Él. En Hechos capítulo 8, se nos indica eso en el versículo 35, cuando Felipe, hablando con el eunuco etíope en el camino a Gaza, el Espíritu Santo dice: "Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús." Por supuesto, él estaba empezando en el Antiguo Testamento, con el profeta Isaías.

Usted puede comenzar en cualquier punto de la Escritura y enseñar a Jesús. En Lucas, un conocido pasaje, capítulo 24, versículo 27, Cristo, después de Su resurrección, reunido con los discípulos en el camino a Emaús: "Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de Él decían." El Antiguo Testamento, para los judíos, está dividido en tres partes: el Pentateuco, los Profetas o los libros proféticos y la Hagiografía o las sagradas escrituras que constituyen los libros de poesía e historia. En todos ellos, Jesús les mostró lo que decían de Él.

La Biblia es entonces, el libro sobre Cristo, el Libro de la Revelación de Dios y la venida de Cristo al mundo y es acerca de Dios convertido en Hombre. En todos los aspectos de la Biblia, estas facetas son claras.

Pero de todas las declaraciones de la Biblia y la Palabra de Dios acerca de Dios hecho hombre, ninguna es más importante que la de Colosenses capítulo 1, versículo 15, porque aquí tenemos la identificación del Hijo como Dios de manera muy, muy clara. Permítanme leer: "El Hijo", en el versículo 13, es el antecedente de la palabra "Él" en el versículo 15. "Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación: Porque en Él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de Él y para Él. Y Él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en Él subsisten; y Él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, Él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia. Por cuanto agradó al Padre que en Él habitase toda plenitud." Una tremenda declaración, una afirmación trascendental para la comprensión de la fe cristiana y para eliminar cualquier confusión sobre quién es realmente nuestro Señor Jesucristo.

Describiré el contexto del libro de Colosenses. Pablo entiende que hay un cierto sistema de doctrina falso que se está propagando en Colosas; y lo entiende debido a Epafras le ha visitado. Epafras, sin duda uno de los pastores de la iglesia de Colosas -y tal vez su fundador- ha venido a visitar al apóstol Pablo. Y el apóstol Pablo escucha de Epafras que hay algunas cosas pavorosas que están sucediendo en términos de propagación de herejía en Colosas.

Una de ellas se refiere a la herejía de la deidad de Jesucristo. Los herejes dicen que Cristo no es Dios, que Él no es suficiente para la salvación, que, además de Cristo, se debe adorar a otros espíritus -tal vez otros ángeles. Debe haber visiones especiales, debe haber cierto conocimiento -una especie de súper conocimiento- más allá de lo que se puede alcanzar en Cristo. De hecho, los herejes habían dicho que Jesucristo es tan sólo uno en una larga lista de emanaciones espirituales procedentes de Dios. Y Jesús era una de esas emanaciones buenas, no Dios; ni siquiera un Salvador adecuado. El conocimiento más allá de Él era la única forma de salvación.

Así que el ataque de esta particular herejía, que al parecer más tarde se convirtió en lo que conocemos como gnosticismo, fue la deidad de Cristo y Su suficiencia total como Salvador.

En los primeros tres capítulos de Colosenses, Pablo se encarga de este problema. Por ejemplo, en Colosenses1:27: "A quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria, a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre". Y lo que Pablo está diciendo es que solo se necesita a Cristo para llevar a un hombre a la perfección. Y él está argumentando en contra de la teología de estos herejes que dicen que es Cristo más conocimiento, más visiones especiales, más adorar a ángeles, etc. Un hombre puede ser perfecto en Cristo Jesús.

El capítulo 2, versículo 2, desarrolla aún más el argumento de Pablo: "Para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo, en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento"; no algunos, no muchos, sino "todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento".

Una vez más, la suficiencia de Cristo; no existe conocimiento añadido a Cristo que sea necesario para la salvación. Mire el versículo 9: "Porque en Él" -y "Él" es Cristo en el versículo 8- "habita corporalmente toda" -no alguna, no mucha sino- "toda la plenitud de la Deidad". Versículo 19: "La Cabeza" -que es Cristo- "en virtud de quien todo el cuerpo, nutriéndose y uniéndose por las coyunturas y ligamentos, crece con el crecimiento que da Dios." En otras palabras, la cabeza de todo es Cristo; y todo el crecimiento y todo el alimento están relacionados con Cristo. No se necesita nada más.

Capítulo 3, versículo 1: "Si, pues, habéis resucitado con Cristo" -es decir, si eres cristiano- "buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las cosas de la tierra, porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste…" Todo es Cristo. Nuestra vida es Cristo, nuestra esperanza es Cristo, toda la sabiduría está en Cristo, todo el conocimiento está en Cristo, todo el crecimiento está en Cristo, toda la perfección está en Cristo. Esa es toda su argumentación en los primeros tres capítulos de Colosenses. Él les está diciendo a los colosenses: "por favor, no dejen que nadie les haga pensar que necesitamos a Cristo más algún otro ángel, más algún otro súper conocimiento, además de otras visiones. Todo lo que necesitan es Cristo. Eso es todo lo que necesitan." El versículo 19, creo que lo expresa muy bien. "Por cuanto agradó al Padre que en Él habitase toda plenitud." Implica que en Él, que es en Cristo, ¿cuánta plenitud habita? "Toda la plenitud." Todo está en Él.

Y el apóstol Pablo está contrarrestando la herejía que había llegado a Colosas. Y la herejía estaba basada en un dualismo filosófico, como vimos en la introducción. El dualismo filosófico que dice que la materia es mala y el espíritu es bueno; y ya que Dios es Espíritu, Él es bueno. Pero puesto que toda la creación es materia, es mala. Así que un buen Dios no puede hacer una creación malvada.

Y lo que pasó fue que Dios empezó a enviar emanaciones o espíritus que empezaron a salir de Dios como ondas en un estanque; y continuaban viniendo y viniendo, y viniendo. Y las primeras eran buenas, y luego eran neutrales y luego malas. Y un trillón de emanaciones después, hay algunas emanaciones malas, una de las cuales fue lo suficientemente mala como para crear al mundo.

Jesús fue sólo uno de estos procesos de emanaciones -una buena por cierto- pero no obstante, una de ellas. Él es igual a un ángel; y es por eso que ellos adoraban estas emanaciones, espíritus o ángeles. Y el punto de Pablo aquí es decirle a los colosenses que Jesús no es una emanación de Dios, Él es Dios encarnado.

Pablo finaliza los pensamientos iniciales, primero los ha saludado, ha dado gracias a Dios por ellos en los versículos 3 y a continuación, él ha orado por ellos para que sean llenos del conocimiento de Su voluntad, con toda sabiduría y comprensión espiritual y que anden como es digno, agradándole en todo, etc., etc. Y ahora se dirige al problema principal. Da gracias a Dios por la salvación que pueden gozar en los versículos 12 a 14; la redención, el perdón y de ahí va al grano: quién nos ha redimido, quién nos ha perdonado, quién nos ha librado de la potestad de las tinieblas, éste que es el Hijo amado, el cual posee el Reino, la imagen del Dios invisible, esto es vital para su mensaje.

Si nos fijamos en los versículos 15 al 19, vemos a Jesús Cristo en relación con estas cinco cosas: lo vemos en relación con Dios, en relación con el universo, en relación con el mundo invisible, en relación con la iglesia y en relación con cualquier otra cosa que pueda no haber quedado incluida. En primer lugar, Jesús en su relación con Dios, en el versículo 15; y he aquí una gran definición de Jesús en términos de su relación con Dios "Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda la creación."

Los herejes habían tratado de mostrar que Jesús era simplemente una emanación; no era más que una onda del carácter de Dios, uno de una serie infinita de seres, que finalmente llegaron a ser malos y fueron capaces de crear el mundo. Pero Pablo dice que Cristo es Dios; y, de hecho, en el versículo 16, dice: "Todo fue creado por medio de Él." Él es el que lo hizo. Los herejes llegaron incluso a enseñar que Dios nunca podría entrar en un cuerpo. Porque si Dios hubiera entrado en un cuerpo, entonces el buen Dios sería una materia malvada. Una buena emanación nunca podría tener un cuerpo, porque una buena emanación no podría asumir un cuerpo material malo.

Así que enseñaban que Jesús no tenía un cuerpo, pero era una emanación buena, que era un fantasma. Y donde quiera que esta emanación de Jesús fuera, no dejaba huellas, porque era sólo un fantasma etéreo.

Y así Pablo quiere dejar claro que Jesús es Dios, que Él es Dios encarnado y que Él es el Creador del universo; y así acabar con su posición en general.

Él dice en el versículo 15 que "Él es la imagen del Dios invisible". En primer lugar, Dios es invisible. En I Timoteo nos dice que Dios es invisible, en el Antiguo Testamento nos dice que Dios es invisible, Dios no puede ser visto. No es visible para el ojo humano. Dios es Espíritu y un Espíritu, dijo Jesús, no tiene carne y huesos. Dios es invisible, pero se hizo visible. Dios se hizo hombre y Cristo era Dios hecho visible, Él es la imagen del Dios invisible.

En Génesis 1:27 tenemos el uso del término "imagen". Dice: "Y creó Dios al hombre a Su imagen, a imagen de Dios lo creó." Pero eso no es realmente lo que Pablo quiere decir aquí. Es un concepto diferente. Primera Corintios capítulo 11, dice en el versículo 7: "El hombre es imagen y gloria de Dios."

Ahora bien, Dios creó al hombre a Su imagen, pero el hombre no es una imagen perfecta de Dios. Usted dice: ¿De qué manera es el hombre la imagen de Dios? ¿En qué sentido somos los seres humanos hechos a imagen de Dios; y cuál es la importancia de esto? Bueno, creo que estamos hechos a la imagen de Dios en términos de la capacidad de pensar, sentir y decidir. Ciertamente no estamos hechos a la imagen moral de Dios. Él es santo, nosotros no lo somos. Aun Adán no fue creado santo, fue creado inocente; no pasó la primera prueba. No estamos creados a imagen de Dios moralmente, no estamos creados a imagen de Dios en esencia, porque no somos espíritus, no somos capaces de movernos libremente a través del universo, no somos omnipotentes, omnipresentes, omniscientes o inmutables.

No estamos creados esencialmente a imagen de Dios, no estamos creados moralmente a imagen de Dios, sino que hemos sido creados a la imagen de Dios en el sentido de la personalidad. Y podemos pensar, podemos sentir, podemos tomar decisiones y, en ese sentido, somos a imagen de Dios.

Para estar seguros de que es una imagen muy defectuosa - se arruinó en la caída- la imagen de Dios en Adán era mucho más clara. En cierto sentido, Adán estaba lo suficientemente cerca de Dios para representarlo en un sentido moral, estaba lo suficientemente cerca de Dios en un sentido para representarlo en esencia, porque él no podía morir, por lo tanto, tenía una cualidad eterna en él, había una cierta inmutabilidad en Adán.

Todo se perdió en la caída; y la única manera que se puede restaurar es cuando una persona llega al conocimiento de Jesucristo.

Cuando usted es salvado, la imagen de Dios en usted se restaura. Hay un sentido en el que usted entra en la imagen moral de Dios cuando es salvo, debido a que Dios le hace ser moralmente como Cristo. Y en cierto sentido, llega a tener la calidad del carácter de Dios en esencia, porque Dios le hace poseedor de una vida eterna; y esa es la calidad de la existencia de Dios. Y algún día, perderá todas las limitaciones espaciales, por lo que en un sentido se le restaura en la imagen de Dios. Tal vez Efesios 4 nos ayudará.

Les daré algunas cosas generales, porque en realidad no puedo ser más específico. En Efesios 4:24 dice: "y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios". ¿Lo entiende? La restauración de un hombre a la imagen de Dios es cuando se viste del hombre nuevo. Y entonces Dios, en cierto sentido, se restaura en él, en justicia y santidad de la verdad. "A imagen de Dios", entonces, es cuando se pone el hombre nuevo.

Usted preguntará: "¿Eso significa la salvación?" Bueno, en parte, pero también significa que cuando se comporta como un hombre nuevo, se hace visible, se manifiesta. Colosenses 3:10: "Y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó."

La misma verdad una vez más, que la imagen de Dios es restaurada en el hombre cuando se convierte y permite que Dios se manifieste a través de él, cuando se pone ese hombre nuevo. Al no sólo ser ese hombre nuevo, sino cuando se pone ese hombre nuevo, cuando manifiesta esa nueva vida; entonces Dios se hace visible.

Así que hay un sentido en el cual el hombre refleja la imagen de Dios. Todos los hombres, creo, reflejan la imagen de Dios en términos de ser capaces de pensar, sentir y tomar decisiones. Decisiones basadas en los hechos y la lógica, no las que podríamos llamar de instinto animal. También, cuando se convierte en cristiano, hay un sentido en el que la imagen moral y la imagen esencial de la Dios es restaurada a usted, pero todo eso sumado es imperfecto. Lo mejor que podamos hacer es no alcanza.

Y por eso es Cristo -y aquí volvemos a Colosenses 1- quien es la única verdadera, gráfica, perfecta, imagen cabal, absolutamente exacta del Dios invisible. Y si no fuera porque Él es la imagen de Dios, ninguno de nosotros sería capaz de aproximarse a ella.

Hebreos, capítulo 1, versículo 3. Y aquí de nuevo, una afirmación acerca de Cristo, "El cual, siendo el resplandor de Su gloria, y la imagen misma de Su sustancia".

Y aquí encontramos en primer lugar, que el Hijo, Cristo, es el resplandor de Su gloria. Él es el que viene de Dios para revelar la esencia de Dios.

En segundo lugar, note que en Hebreos 1:3, "Él es la imagen misma de Su sustancia", la imagen exacta, la imagen perfecta, la sustancia es la misma. Allí, la palabra "imagen" en el griego clásico se usa para un sello o una herramienta de grabado exacto, una reproducción exacta. Jesús es la reproducción exacta de Dios, no falta nada, nada está alterado, nada cambió. En Juan 1:18 dice: " A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, Él le ha dado a conocer." "Y vimos Su gloria, gloria como del unigénito del Padre", dice Juan. Era obvio que Él estaba manifestando a Dios. En Filipenses capítulo 2, versículo 6: "El cual, siendo en forma de Dios, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres'', etc.

Los hebreos pensaban siempre en la revelación de la personalidad de Dios en términos de lo que Dios dijo. Ellos no podían ver a Dios, pero invariablemente, podían oír a Dios, ¿no es así? ¿Cuántas veces en el Antiguo Testamento usted escucha decir : "La Palabra del Señor vino a tal y cual"; "y dijo la Palabra del Señor..." Siempre pensaron que Dios se expresaba con claridad al hablar. La manifestación de Dios era verbal.

No es de extrañar que cuando Jesucristo vino al mundo, Juan escribió: "En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios." "Dios". Debido a que los judíos siempre pensaron que Dios se revelaba en Su Palabra.

Dios se revela verbalmente. Y no es de extrañar que dice en Hebreos, capítulo 1 que "Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo". La revelación de Dios fue siempre Su Palabra, y la Palabra es Cristo, y Cristo es el mismo pensamiento y expresión de Dios. Es por eso que Jesús dijo en Juan 14:9: "El que me ha visto, ha visto al Padre." En Mateo 17, Jesús incluso deja entrever el hecho de que Él era Dios.

Esto debería terminar para siempre cualquier especulación o argumento al respecto: cuando encontramos que el Señor Jesucristo se revela, en Mateo 17, en la transfiguración. Versículo 2: "Se transfiguró delante de ellos, y resplandeció Su rostro como el sol, y Sus vestidos se hicieron blancos como la luz"… "y he aquí una voz desde la nube, que decía: Este es Mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a Él oíd." Dijo Dios: "Escúchenlo." Él se reveló y dijo: "Ahora ven a Dios en Su gloria, Su Shekhiná".

El Hijo es, pues, la única representación perfecta de Dios. Los hombres no lo son, son una imagen deteriorada. Incluso después de restaurados en Cristo son menos que apropiados. Sólo en Cristo se ve a Dios en la perfección absoluta.

Segunda Corintios 4:6 -esto es hermoso: "Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de..." ¿Cómo lo hizo? ¿Qué le dio Dios al hombre para la iluminación, el conocimiento de la gloria de Dios? ¿En la faz de quién? "Jesucristo." Dios ha declarado Su gloria en el rostro de Jesucristo. Ahí es donde Dios se manifiesta.

Volvamos a Colosenses 1. La palabra "imagen" significa una copia exacta; una réplica. Cristo es la réplica perfecta, inmaculada, de Dios. Y no es solo un bosquejo, está completo. Colosenses 2:9: "En Él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad." Colosenses 1:19: "Por cuanto agradó al Padre que en Él habitase toda plenitud". Jesús es, entonces, la revelación final, completa, única de Dios a la cual nada le falta; y pensar cualquier cosa menos de Jesucristo es una blasfemia contra Dios; idolatría, como hemos visto.

Génesis 32:30: " Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar, Peniel; porque dijo: Vi a Dios cara a cara." Peniel significa el rostro de Dios: "He visto a Dios cara a cara." ¿A quién vio? Creo que él vio a la manifestación pre-encarnada del Hijo. Nosotros somos una imagen deteriorada, inadecuada; Cristo es el único apropiado. Pero hay algo que es conmovedor de pensar. Primera Juan 3:2, algún día seremos como Cristo. Esa es una realidad extraordinaria. Y pensar que Dios se hizo hombre, pensar que Dios irrumpió en el mundo en forma humana, es asombroso.

Efesios 4:13 dice que nuestro objetivo como cristianos, aquí y ahora, es que "lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo". Vamos a ser como Él. Ahora somos defectuosos. Seremos como Él. Debemos esforzarnos por ser como Él, incluso ahora.

Y así, Cristo es Dios revelado en el mundo. Si usted quiere saber cómo es Dios, mire a Cristo. Él le dirá cómo es Dios. Si Dios fuera hombre, sería de esperar que Él no tuviera pecado; así fue Jesús. Si Dios fuera hombre, sería de esperar que hablara las palabras más grandiosas jamás dichas; Él lo hizo. Si Dios fuera hombre, sería de esperar que ejerciera una profunda influencia en la personalidad humana como ningún otro ser que haya vivido, y Él lo hizo. Si Dios fuera hombre, sería de esperar que hiciera milagros con facilidad; y lo hizo. Si Dios fuera hombre, sería de esperar que amara; y ​​así lo hizo, porque Él era Dios, y Dios no puede ser conocido, a no ser que sea a través de Jesucristo. Y Pablo dice, "ni siquiera se puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo." Por lo que es una cuestión de la revelación divina.

Más aún, Colosenses 1. No queremos quedarnos estancados en esos términos. "Él es la imagen del Dios invisible"; en segundo lugar, versículo 15, "el primogénito de toda creación." Esa frase particular ha causado muchos problemas a la gente, porque no entienden lo que está diciendo. "El primogénito" o el "primogénito de toda la creación" es una referencia a una posición, no al tiempo. Él no es el primer ser creado en términos temporales.

Hay dos buenas razones para ello: la primera es que Él nunca fue creado. Él dijo en Juan 8:58: "Antes que Abraham fuese, Yo soy". Apocalipsis lo llama el que era, el que es y que ha de venir. La gente dice que Él fue creado. No, no fue creado. Preguntan ¿el primogénito de toda la creación? ¿Por qué no fue el primero creado? Mucho fueron creados antes de Él si quiere verlo de esa manera.

¿Qué significa "primogénito"? Prototokos, el término griego se refiere a la posición. Se refiere a rango, al derecho de autoridad, de primacía, no a cronología. El primogénito es el que tiene los derechos de herencia. En el contexto judío, todos lo sabían. E incluso en el contexto gentil todos lo entendían. No tenían ninguna duda a qué se refería en Colosas, que Cristo era el Honrado, el privilegiado, el prestigioso, el heredero del Padre.

Jacob y Esaú, ¿recuerda? Esaú nació primero, Jacob fue el prototokos. Él obtuvo la bendición. Salmo 89:27: "Yo también le pondré por primogénito"; y entonces Dios lo define: "el más excelso de los reyes de la tierra". ¿Qué es un primogénito? El más excelso. Salmo 89:27, una definición del mismo. Alguien que es el más enaltecido, el supremo.

Regresamos a Hebreos 1, dice que Dios "en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo." El heredero fue nombrado por el Padre. Normalmente era el primogénito, pero si el primogénito era descalificado por algún motivo, y el padre quería dárselo a otro, tenía el derecho de hacerlo. Pero tenía que ser designado por el padre.

¿Recuerda en el caso de los judíos, el padre tenía que otorgar una bendición al primogénito? Y el problema no era necesariamente quién nacía primero, sino quién iba a ser el hijo distinguido, prestigioso, para heredar todo lo que el padre poseía.

La herencia es para Cristo. En Apocalipsis, capítulo 5, Dios está en el trono y el rollo está en Su mano. El título de propiedad de la tierra, sellado con siete sellos -costumbre en el derecho romano para el sellado de un testamento. "Y vi a un ángel fuerte que pregonaba a gran voz: ¿Quién es digno de abrir el libro y desatar sus sellos?" ¿Quién es el amo de la tierra? ¿Quién es el heredero para dominar al mundo? ¿Quién tiene el derecho de controlar la tierra? "Y ninguno, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra, podía abrir el libro, ni aun mirarlo". Y Juan dice: "Y lloraba yo mucho, porque no se había hallado a ninguno digno." ¿Dónde está el primogénito? ¿Dónde está el prototokos? ¿Dónde está el principal? ¿Dónde está el heredero? "Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos. Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra. Y vino, y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono."

Y aquí está Cristo tomando el título de propiedad de la tierra como el prototokos. Y reina como Rey de Reyes y Señor de Señores. Desde el capítulo 6 al capítulo 19 toma posesión de la tierra, hasta que por fin reina en el capítulo 20.

Y el versículo 13 se hace eco de los sentimientos de los cielos. "Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos."

Y todo el universo repite que Él es digno. Y la triste realidad es que Satanás quiere asegurarse de que nadie entienda eso; asegurarse de que nadie realmente crea que Jesús es Dios; y asegurarse de que nadie realmente crea que Él no es una criatura, sino que es el primero de todos.

Y así, en II Corintios 4:4: "en los cuales el dios de este siglo", ¿quién es ese? Satanás "cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios".

Satanás no quiere que la gente sepa Él es la imagen de Dios. Satanás no quiere que la gente sepa Él es el único que tiene el derecho de gobernar en el mundo. Satanás no quiere que ellos lo sepan, por lo que sus mentes están cegadas por la incredulidad. Este es un buen versículo para mostrar a alguien cuando dicen que Cristo no es Dios; y usted podría explicarles por qué creen eso.

En Juan 10:33, los judíos respondieron a Jesús -quien se había atribuido muchas cosas. Ellos entendieron el mensaje. La gente dice que Jesús nunca se atribuyó ser Dios. ¡Tonterías! Dicen que Jesús nunca dijo ser Dios. Los judíos respondieron en Juan 10:33, "Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia; porque Tú, siendo hombre, te haces Dios." Ellos entendieron el mensaje. Sabían exactamente lo que Él se estaba atribuyendo; había reclamado autoridad divina sobre los ángeles, había reclamado autoridad divina sobre los hombres… Él reclama, en efecto, autoridad divina sobre todo cuando dice: "Toda potestad me es dada en el cielo y la tierra" en Mateo 28:18. Aseveró autoridad divina sobre la Ley, el día de reposo, sobre la tradición de los ancianos, sobre todo. Afirmó tener poder de perdonar los pecados, poder para levantarse de entre los muertos; y lo demostró.

No, Jesús no es un sub-Dios emanado. Es Dios. Vemos a Jesús en Su relación con Dios con tanto poderío en el versículo 15. Ahora mire el versículo 16. Jesús, en su relación con el mundo. "Porque en Él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de Él y para Él."

Acabamos de aprender que Él tiene la primacía sobre toda la creación, ¿y sabe por qué? Debido a que Él lo creó todo. Juan 1 dice: "Todas las cosas por Él fueron hechas, y sin Él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho."

Mire de nuevo en el versículo 16: "Porque en Él fueron creadas todas las cosas." ¿Quién creó todo? Cristo, no un sub-Dios, una emanación menor, no un ser maligno; Cristo, Él es el Dios Creador.

Y Él creó para Sí mismo y para Su gloria, así como por Sí mismo. Hebreos 1:2: "Por quien asimismo hizo el universo". En griego significa "a través de". A través de Cristo fue hecho el universo. Y cuando se piensa en ello, es absolutamente increíble.

Al Oliver tiene un bebé, no muy pequeño; un lindo niño llamado Mateo. Y él estaba sentado allí sosteniendo a Mateo y dijo: "El otro día estaba mirando a este pequeño individuo y pensaba ¿puede creer que el Dios del universo se convirtió en uno de ellos y se puso a merced del hombre? ¡Increíble!" Y yo dije: "Eso es un pensamiento realmente fuerte." ¿Cree usted que ese pequeño fue el Creador del universo? ¿Podría usted creer eso? ¡Increíble! Dios se hizo hombre. Dios asumió un cuerpo.

No soy un científico. Pero le diré una cosa: sé lo suficiente y he leído lo suficiente para saber que este mundo es una cosa muy compleja y el que lo armó es alguien importante.

Piense que podría haber un agujero en el sol, donde se pueden colocar 1.200.000 tierras y aún así tener espacio para 4.300.000 lunas. ¡Eso es grande! La estrella más cercana se encuentra a 300 billones de kilómetros. La Estrella del Norte está a 600 billones de kilómetros. Una estrella en particular -el nombre siempre me sorprende- "Betelgeuse", tiene 900 millones de kilómetros de diámetro. Y la ciencia dice que es tan grande que su diámetro es más grande que la órbita de la tierra. Eso es un montón de material.

Jesucristo lo hizo todo; y la gente dice: "Yo no creo en el milagro de convertir el agua en vino. ¡Oh, vamos! No creo que Él realmente haya curado a ese hombre cojo." Si quiere discutir conmigo sobre Su poder creador no será capaz de hacerme cambiar de opinión, porque soy una nueva creación y sé lo que Él puede hacer. Es por eso que rechazo la evolución. La evolución para mí es absolutamente vacua. Sólo hay dos razones por las que una persona puede creer en la evolución. Una, la ignorancia; no sabía. Nunca ha oído la verdad. Y la otra, incredulidad deliberada. Tal como he leído en un artículo de un científico que dijo: "Rechazo la idea de un Dios trascendente, ¿y qué otra opción tengo?" Él creó todo. Eso es lo único que puede creer, si lo medita un poco.

Pablo está estableciendo una base estupenda de quién Él es. Sólo otro pensamiento importante en el versículo 17: "Y Él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en Él subsisten."

Me encanta la declaración en Juan 8:58: "Antes que Abraham fuese, Yo soy." Me hubiera gustado haber estado allí. Me hubiera gustado ver la reacción. Eso es sorprendente. Él es antes de todas las cosas. Antes de que hubiera algo, estaba Él. Eso es necesario si usted va a hacer todo. Él dijo en Apocalipsis 1:11: "Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último." "Yo soy el primero y el último; y el que vivo, y estuve muerto." Gran declaración. La primera fuente de inicio. Apocalipsis 22:13: "Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último." El versículo 16, me encanta esto "Yo soy la raíz y el linaje de David." Piense en ello. ¿Cómo podría ser la raíz y el linaje de la misma persona? ¿Cómo podría ser el padre de David y el Hijo de David? Él lo es. Él es antes de todas las cosas.

Y dice: "y todas las cosas en Él subsisten." Hebreos 1:3 dice: "Él sustenta todas las cosas con la palabra de Su poder", tiempo presente.

Estaba leyendo este pequeño libro que Bob Heinmiller me dio y voy a compartir algunas cosas con ustedes. Cuando usted piensa en cómo la tierra se mantiene unida es realmente increíble. Si la rotación de la Tierra se enlenteciera, nos congelaríamos y nos quemaríamos alternativamente. Por lo que tiene que girar a la misma velocidad de manera constante. Si la temperatura del sol cambiara, sucedería lo mismo. Nuestra tierra está inclinada. Nos permite tener cuatro estaciones al año; y si no fuera así, los vapores del océano se moverían sobre el Norte y el Sur acumulando los continentes con hielo. Si la luna no se quedara a la distancia exacta que está, las mareas del océano nos ahogarían. Quiero decir, ¿quién sostiene todo junto? Pablo dice: "El Hijo de Dios, Jesucristo."

Este artículo que Bob me dio fue escrito por un hombre llamado Chestnut, un médico, un físico nuclear. Dice algunas cosas fascinantes. Permítanme compartir con ustedes algunas de ellas. Son realmente impresionantes.

La ciencia nuclear nos dice que toda sustancia en el universo está construida a partir de tres pequeñas partículas fundamentales llamadas protones, electrones y neutrones. Y todos hemos estudiado esto en la escuela, usted tiene un núcleo en el que tiene protones y neutrones y en el exterior están los electrones. Y usted no puede verlos, el tamaño es minúsculo, pero esos son los bloques de construcción básicos de toda materia.

Dice aquí que, dado que estas piezas subatómicas son los fragmentos más pequeños del universo, deben contener los hechos secretos de diseño y comportamiento, y si Dios es Dios, entonces estas cosas apuntarán a Él. Los protones y los neutrones forman el núcleo, mientras que los electrones están alejados, en términos relativos, alrededor. Así que haremos caso omiso de los electrones para nuestro pensamiento y nos concentraremos en el núcleo de un átomo que es una combinación de protones y neutrones.

El Dr. Chestnut dice que cada protón lleva una carga de electricidad positiva. El neutrón no lleva ninguna carga eléctrica; y los científicos no discuten por qué, ya que francamente, no saben por qué. Pero lo extraño de esto es que los científicos han tenido durante décadas una ley inviolable que dice que las cargas de electricidad y magnetismo se repelen entre sí. Y el punto es, si usted tiene un montón de pequeños protones emitiendo una carga eléctrica, ¿cómo pueden los pequeños neutrones permanecer ahí? ¿Qué es lo que mantiene a ese núcleo unido? La ley dice que los protones y los neutrones no deberían ser capaces de vivir juntos en el núcleo de un átomo, ya que las cargas se repelen entre sí.

Los científicos nucleares en los años 30 llegaron a la conclusión de que la ley de Coulomb de repulsión mutua entre los objetos está activa en el núcleo de cada átomo, tratando con fuerza de destruirlo desde dentro. ​​Dijeron que la ley de Coulomb está intentando hacer lo posible para destrozar ese átomo.

En los tiempos modernos, hemos descubierto la manera de negar la fuerza que lo mantiene unido y no lo despedaza. No es fácil. Pero, aunque parezca extraño, dijeron que esto es algo que no pueden entender, que hay una segunda fuerza en el núcleo que lucha contra la fuerza que divide y que lo mantiene unido; lo llaman "pegamento nuclear". No tienen la menor idea de lo que es. Sabemos que está el átomo. Un átomo que existe con dos leyes en conflicto presentes. Quiero decir que cuando el hombre con todo su conocimiento científico se aproxima a lo más básico, obtiene un problema sin respuesta. Sus leyes de la ciencia le dicen que eso va a estallar, pero algo lo mantiene unido. Algo resiste el factor de división. Hay una ley, llamada la Ley de Coulomb, tratando de destruir al átomo y algo más importante lo mantiene unido.

Dr. Karl Darrow, el físico de los laboratorios Bell, en Nueva York, dijo que "estos núcleos no tienen derecho a estar vivos en absoluto. De hecho, nunca deberían haber sido creados, y si se han creado, deberían haber explotado al instante. Sin embargo, ahí están." Y ahí están, componen todo.

Algo está manteniéndolo unido de manera implacable. ¡Una inhibición inflexible! George Gamow, profesor de física en la Universidad George Washington, dijo: "Cada objeto es un potencial explosivo nuclear, sin ser volado en pedazos." Es increíble, ¿no es así? ¿Quién lo mantiene unido? Sabemos quién es. La ciencia puede llamarlo "pegamento nuclear”. Yo digo que es Colosenses 1:17.

Para tener una idea, mire 2 Pedro 3:10. Ahora estaremos más felices que Dios sustenta todo, ya que si no lo hace…adiós: "El día del Señor vendrá como ladrón en la noche". Eso significa que de forma inesperada "los cielos pasarán con grande estruendo y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay, serán quemadas. Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas." ¿Cuál es la palabra? "Deshechas". Literalmente significa soltar algo que ha sido atado. ¿Sabe lo que eso describe? Describe el fin del pegamento nuclear.

Algún día, cuando sea el tiempo de Dios, Él va a despegar los átomos, el universo va a explotar y ocurrirá la fusión nuclear, los cielos pasarán con una explosión que se llama un gran estruendo y me imagino que será algo increíble. Y los elementos se derretirán con calor abrasador, otro resultado de esta terrible carga eléctrica que atraviesa el universo, cada cosa se fundirá, será literalmente disuelta, lo que está unido será soltado. El pegamento nuclear se acaba y todo se disuelve y se derrite; al dejar ir la fuerza vinculante, se destruyen los núcleos de todos los átomos, la ley de repulsión se hace cargo -la ley de Coulomb va a destruir el universo. Y cuando Pablo dice: "Él sostiene todas las cosas" o "Todas las cosas en Él subsisten", nos dice quién es el que mantiene todo unido.

Colosenses 1 nuevamente. Quiero mostrar a Cristo en su relación con el mundo invisible. Está en el versículo 16 otra vez. "Porque en Él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles " ¿y qué? "invisibles". Y aquí viene el nombre de los diferentes tipos de ángeles, rangos diferentes: "Tronos, dominios, principados, potestades". Todos fueron creados por Él.

Allí tiene las clases de ángeles. No sabemos la diferencia en sus rangos, no sabemos cuál es su organización, sí sabemos que tienen diferentes rangos, algunos son llamados principados, potestades, dominios y tronos. Así que cualquier rango que los ángeles tengan, Él los creó a todos ellos. Él los hizo. No es una de las emanaciones, hizo todas las emanaciones, Pablo dice. Hebreos 1:7 nos ayuda: "Ciertamente de los ángeles dice: El que hace a sus ángeles espíritus, Y a sus ministros llama de fuego."

Ahí se tiene la idea de que los ángeles son creados "Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; Cetro de equidad es el cetro de Tu reino." Y dicho sea de paso, aquí hay, en Hebreos 1, siete citas del Antiguo Testamento para demostrar que Cristo es superior a los ángeles. Los ángeles son creados, Cristo es superior, Él es el Hijo. De hecho, se nos dice en Filipenses 2, que " se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra. " Sean quien fuere, se inclinarán. En Efesios capítulo 1, versículo 21, dice que: "Cristo está sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero." Y que todas las cosas han sido puestas debajo de Sus pies. Eso es un símbolo de reinar. Un rey sentado en un trono elevado y todo el mundo bajo Sus pies. Todos los ángeles, todos los principados, todos los poderes, todos los dominios, todos los que estaban reinando en el reino angélico y que operan en ese ámbito, están sujetos a Jesucristo. Él no es uno de ellos.

En 1 Pedro 3, dice en el versículo 22: "Él es Jesucristo, quien habiendo subido al cielo está a la diestra de Dios; y a Él están sujetos ángeles, autoridades y potestades." Así que Él no es un ángel, Él está sobre los ángeles. Vemos a Jesús entonces, en relación con Dios, en relación con el mundo, en relación con el mundo invisible.

En cuarto lugar, el versículo 18, vemos a Jesús en relación con la Iglesia; y ya hemos hablado de esto muchas veces; sólo quiero señalar el versículo 18. "Y Él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, -el prototokos nuevamente- el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia."

Aquí se presentan cuatro grandes verdades de Cristo. Número 1, Él es la Cabeza del Cuerpo, la iglesia. La iglesia es llamada el Cuerpo de Cristo. Hay muchas metáforas utilizadas para la iglesia. Somos llamados una familia, un reino, un viñedo, un rebaño, un edificio, una novia.

Pero creo que la más singular y que no tiene equivalente en el Antiguo Testamento para Israel es que la iglesia es un cuerpo. Que es una cosa orgánica. Cristo es como la Cabeza y nosotros somos los miembros y los órganos y las partes que funcionan en respuesta a la dominación del cerebro. Creo que es la metáfora de Pablo más dominante para la iglesia.

La iglesia es un organismo. Estamos inseparablemente unidos por el Cristo viviente, tal como Él vive dentro de todos nosotros la misma vida, estamos unidos indisolublemente a Él e inseparablemente el uno al otro y todos nosotros ministramos como un cuerpo. Tenemos que ministrar en conjunción unos con otros. Todos nosotros tenemos la responsabilidad de cumplir el uno con el otro.

Primera de Corintios 12 despliega esto con hermoso detalle. El Cuerpo se debe caracterizar por la unidad, es decir, todos somos un cuerpo yendo a un solo lugar, no somos un cuerpo espástico. Estamos unidos y somos obedientes al control de la mente.

En el cuerpo hay, en segundo lugar, diversidad, a pesar de que hay una sola mente; y unidad en respuesta a la Cabeza, que es Cristo; al mismo tiempo, está la diversidad de los dones diferentes y ministerios diferentes y operaciones diferentes.

Y en tercer lugar, hay mutualidad en el cuerpo, es decir, el ministerio común de un miembro del cuerpo al otro miembro. Esto es vital. Por lo tanto, somos el Cuerpo y Cristo es la Cabeza. Él es el Divino, guiando, dirigiendo, la fuerza dominante. No somos dependientes de los ángeles, dice Pablo a los colosenses, no somos dependientes de supervisiones, no dependemos de un conocimiento que no sea Cristo. Cristo es la Cabeza y Él gobernará la iglesia.

Usted sabe que en la base del cráneo se encuentra la glándula pituitaria que, entre otras cosas, controla la hormona del crecimiento. Uno crece en respuesta a su cabeza. El cerebelo del cerebro se llama el armonizador de la acción muscular. Usted se mueve, funciona y es guiado por el cerebro; y del mismo modo, Cristo causa crecimiento y guía para que acontezcan en el cuerpo. Él es la Cabeza, Él gobierna la iglesia. Estamos en respuesta a Él. Él domina. Él no es sólo uno de muchos, porque Dios no es sólo un ángel que elegimos para adorar y tenemos que agregar suplementos, Él es la Cabeza de la Iglesia, el Cuerpo.

Luego dice, en segundo lugar, que "Él es el principio de la iglesia." El principio, en sentido de la fuente y el rango. En el sentido de la primacía Él es el principio. Puede ser traducido como "jefe" o como "pionero". El delantero, el número 1 y también significa "fuente". Él es ambos, la fuente de la Iglesia que es su origen del poder y el jefe o primero en la iglesia.

Y Pablo dice: "Él es el primogénito, prototokos, de entre los muertos. De toda la gente que ha sido resucitada de entre los muertos, Él es el jefe. Él es el Único que es principal. Él es el líder. El más grande de todos.

Y en cuarto lugar, para que en todo tenga la preeminencia. Y lo que le dio la preeminencia es el hecho de que Él fue resucitado de entre los muertos. Debido a que Él murió en la cruz y resucitó de entre los muertos, el Padre le exalta. Él tiene la preeminencia.

Es lógico, creo yo, que Aquel que es el primero en rango en el universo, Aquel que es el punto de referencia para la historia, Aquel que es el agente, la Meta, el Precursor, el Sostenedor, el Gobernador en el ámbito de la creación, Aquel que es la cabeza de la iglesia, que es el Principio, la Fuente y el Jefe, Aquel que es el primero de todos los resucitados, el que es el primer fruto, tenga el derecho al título Preeminente. Por lo que en relación con Dios, el universo, el mundo invisible, la iglesia, vemos a Cristo.

Por último, Cristo en relación con todo lo demás, versículo 19. "Por cuanto agradó al Padre que en Él habitase toda plenitud". Sólo en caso de quedara algo fuera, no hay nada en ningún otro que Dios. Todo está en Él. Los poderes de la deidad, los atributos de la soberanía no se distribuyeron entre una multitud de seres. Todos los posee Uno, se manifiestan en Uno, Cristo.

Usted no necesita a otros ángeles para ayudarle a ser salvo -que es lo que estaban enseñando. Usted no necesita otros espíritus, no necesita a otros seres. En Él habita toda la plenitud. No tiene agregados, capítulo 2 versículo 3: "En Él están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento." Él no tiene rivales, capítulo 2, versículo 9: "En Él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completos en Él." No hay otro que sea necesario.

Y lo que es increíble, cuando usted se convierte en cristiano, Juan 1:16 dice: "Porque de Su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia". Cuando usted se convierte en cristiano, todo lo que Él es, es también suyo. Gran verdad. John Owen dijo: "La revelación de Cristo en el santo evangelio es mucho más virtuosa, más gloriosa y está más llena con los rayos de la sabiduría y la bondad divina que toda la creación y la sola comprensión de esto, si fuera posible, puede contener o proporcionar. Sin el conocimiento de esto, la mente humana, sin importar cuánto se enorgullezca de sí misma por otras invenciones y descubrimientos, está envuelta en tinieblas y confusión. Esta revelación exige, por lo tanto, la más grande exigencia de nuestros pensamientos, la más excelente de nuestras meditaciones y la suma diligencia de nuestra parte. Porque si nuestra felicidad futura radica en vivir donde Él vive y contemplar Su gloria, ¿qué mejor preparación para esto, sino la previa y constante contemplación de esa gloria tal como ha sido revelada en el evangelio y luego ser transformados en Su misma gloria?"

Mi respuesta está en las palabras de Pedro: "Santificad a Dios el Señor en vuestros corazones" y "Creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo."

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En nuestro estudio de hoy, llegamos a 1 Pedro capítulo 2. Y como creyentes, hemos visto que Dios nos ha llamado a un papel de sumisión en la sociedad. Y la Biblia nos dice debemos vivir un tipo de vida que manifieste a Jesucristo en medio de una cultura impía.

Al final del capítulo 2, Pedro ha hablado de Cristo al desarrollar estos elementos de nuestra conducta cristiana, puesto que Él es el modelo que debemos seguir. Consideramos el padecimiento de Jesús como nuestro modelo o estándar. En nuestro mensaje de hoy, consideraremos al Señor Jesús tal como lo hace Pedro -no sólo como nuestro estándar sino también como nuestro sustituto y finalmente, como nuestro pastor en el versículo 25.

En el seno de la adoración de la iglesia está la hermosa ordenanza de la cena del Señor, la cual conocemos muy bien. Allí, en la cena del Señor, tomamos el pan y la copa en memoria y comunión con Cristo. En ella hay un elemento clave, una doctrina que es la esencia misma del evangelio cristiano. Se resume en las palabras de nuestro Señor, que dijo: "Esto es mi cuerpo que por vosotros es dado." La esencia del Evangelio cristiano es que Jesucristo ha hecho algo por nosotros. Más específicamente, Él murió por nosotros. Ése es el punto. Murió por nosotros. Y eso es precisamente lo que Pedro está diciendo aquí. Versículo 21: "Porque también Cristo padeció por nosotros." Él sufrió por usted. Fue por nosotros que Cristo padeció, eso es lo que dice.

Vemos el sufrimiento de Cristo de tres maneras. En primer lugar, ya hemos dicho que Pedro miró al sufrimiento de Cristo como el estándar de cómo nosotros mismos sufrimos al ser tratados de modo injusto. Cristo padeció por nosotros, dice en el versículo 21, dejándonos un ejemplo, patrón, norma o modelo para que sigamos Sus pisadas... "El cual no hizo pecado, ni se halló engaño en Su boca, quien cuando Le maldecían, no respondía con maldición, cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente."

Cristo sufrió por nosotros en la cruz para darnos un ejemplo de la forma en que también debemos sufrir con paciencia en medio de un trato injusto. Cristo fue tratado injustamente, más que cualquier otra criatura será tratada porque Él era la única persona perfecta. Todo lo que Le hicieron era totalmente inmerecido; y el infierno, así como la humanidad, concentró sus energías contra Él. Y así, Él sufrió de una manera que ninguno de nosotros conocerá verdaderamente. Y al sufrir de ese modo, Él fue el ejemplo perfecto de paciencia. Aunque el dolor era más injusto que cualquier otro, Él nos da el modelo perfecto de la paciencia duradera. Se convierte en nuestro estándar, nuestro modelo. Él sufrió para dar el ejemplo. Nosotros vamos a sufrir injustamente como creyentes en una sociedad impía. Hemos de seguir el modelo de Jesucristo.

Pero Él sufrió por nosotros de un modo mayor. No sólo como nuestro estándar, sino también como nuestro sustituto... Él padeció como nuestro sustituto. Note el versículo 24. Este es un gran texto, que debe ser subrayado en cada Biblia. "Él mismo llevó nuestros pecados en Su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia y por cuya herida fuisteis sanados."

Ese gran verso habla de Cristo como nuestro sustituto. Se habla de Cristo como el que tomó nuestro lugar. Por cierto, hemos observado que Pedro desarrolla esta sección final del capítulo 2 pensando en Isaías 53. Y aquí, él alude a Isaías 53 versículo 4, 5 y 11 porque en esos versículos, Isaías escribe sobre la muerte sustituta de Cristo. Y aquí, repito, está la esencia del Evangelio cristiano. La gran doctrina de la expiación, que Cristo es nuestro sustituto en la muerte, es fundamental para nuestra fe. De hecho, se podría decir con seguridad que todos los demás elementos de la salvación simplemente acompañan a esta gran verdad central.

Uno de mis escritores favoritos está ahora con el Señor, un hombre llamado León Morris; usted haría bien en leer algo que él haya escrito. León Morris escribe: "La redención es sustitutiva porque significa que Cristo pagó ese precio que nosotros no podíamos pagar, lo pagó en nuestro lugar y somos libres. La justificación interpreta nuestra salvación judicialmente y como el Nuevo Testamento la ve, Cristo asumió nuestra responsabilidad legal, ocupó nuestro lugar. La reconciliación significa lograr que las personas se unan removiendo el origen de la hostilidad. En este caso, la causa es el pecado; y Cristo lo quitó por nosotros. Nosotros no podíamos lidiar con el pecado," dice Morris, "Él podía y lo hizo; y lo hizo de tal manera que se computa a favor nuestro. La propiciación nos indica la eliminación de la ira divina y que Cristo ha hecho esto soportando la ira por nosotros. Nuestro pecado hizo que descendiera, Él lo sufrió."

"¿Había un precio a pagar? Él lo pagó. ¿Había una victoria a ganar? Él la ganó. ¿Había un castigo que soportar? Él lo soportó. ¿Había una sentencia que enfrentar? Él la enfrentó." Fin de la cita.

Y lo que León Morris dice -ya sea si estamos hablando de la redención, justificación, reconciliación, la eliminación del pecado, la transgresión, la propiciación- es que todos esos son corolarios, en un sentido, de la gran verdad de la sustitución, que Cristo tomó nuestro lugar en la cruz. Así que el apóstol Pablo ve a Cristo como sustituto.

En 2 Corintios dice lo que Pedro dice aquí. "Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en Él."; y allí se hace eco de las palabras de Pedro. Pedro dice que es la sustitución. Pablo dice que la sustitución es la esencia del Evangelio cristiano. Pablo también dice en Gálatas 3:13 que Jesús fue hecho maldición... y estas dos palabras... por nosotros.

Para decirlo de la manera más simple posible, si Cristo no es mi sustituto, entonces sigo ocupando el lugar de un pecador condenado. Si mis pecados y mi culpabilidad no son transferidos a Él, y Él no los recibe, entonces se quedan conmigo. Si Él no se ocupó de mis pecados, entonces tengo que hacerlo yo. Si Él no cargó mi condena, entonces debo soportarla yo. No hay ninguna otra posibilidad. Es Él o yo. Algunos han sugerido, por cierto, que es inmoral enseñar la doctrina de la expiación. Algunos teólogos han sugerido que es inmoral enseñar que Dios encarnado tomó el pecado –el mío y el de usted- y lo cargó. Pero no es inmoral porque usted no está imponiendo a Dios algo que Él no quiera. Usted no está manchando Su santidad... para nada. La verdad es que en el proceso de la salvación, Dios no está transfiriendo el pecado de un hombre culpable a otro hombre inocente. No, Él está cargando el pecado en Él mismo ya que Jesús era Dios encarnado.

El punto es este, nadie está empujando a Dios a la muerte sustitutiva, Dios lo asume Él mismo. No es inmoral. No es una afrenta a un Dios santo decir que Él cargó el pecado. Lo hizo por Su propia voluntad. Él quiere que el pecado sea castigado y quiere ser la víctima que lleva su castigo. La conclusión es que: o Cristo tomó mis pecados y los cargó o lo haré yo. O Él pagó el castigo por mi pecado o yo lo voy a pagar en el infierno para siempre.

Ahora, ¿qué dice el texto? Comienza con estas palabras: "Quien llevó Él mismo nuestros pecados..." "Él mismo" es enfático y hace hincapié en que éste es Dios encarnado llevando Él mismo nuestros pecados, no porque alguien fuera de la Trinidad lo presionó, sino porque Él mismo lo eligió. Él mismo llevó nuestros pecados. Lo hizo solo, el pronombre personal enfático indica que lo hizo solo y también indica que lo hizo voluntariamente. Voluntariamente y solo Dios tomó nuestros pecados. Él vino al mundo para quitar el pecado de Su pueblo, como dijo Juan del Cordero de Dios en Juan 1:29. Pedro simplemente afirma que Jesús voluntariamente tomó sobre sí el pecado; Él mismo, sin influencias externas, acarreó nuestros pecados. Esa es la clave.

Algunas personas piensan que Jesús murió como un mártir. Ellos piensan que Jesús es un gran ejemplo de alguien que murió por una causa. La mentalidad de "Jesucristo Superstar", que Jesús fue un mártir que vivió por una buena causa y es un gran ejemplo de cómo entregarse a una causa por la que usted está dispuesto a morir como un mártir. Y sin duda, un mártir puede ser un ejemplo de sufrimiento, pero no puede ser un sustituto. Una víctima no puede quitar mi pecado por el sacrificio de sí mismo.

Veamos 1 Pedro 3:18 por un momento, en donde Pedro reitera esta misma gran verdad de la sustitución: "Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos." Él murió como nuestro sustituto, los injustos. Él tomó nuestro lugar. El verbo "padecer" ahí significa llevar una pesada gran carga. Y es exactamente lo que el pecado era... un gran peso que Jesús cargó por nosotros. De hecho, si usted quiere saber cuán pesada la carga es, lea Romanos 8; dice que toda la creación gime bajo el peso del pecado. Jesús tomó la pesada carga de nuestros pecados.

Usted preguntará quiénes son a los que dice"nuestros". Yo creo que significa todos los hombres que son pecadores. Él tomó nuestros pecados, los pecados de los pecadores y los cargó.

¿Qué significa concretamente que Él llevó nuestros pecados? Viene del Antiguo Testamento y quiero que lo entiendan. No es común en el Nuevo Testamento usar la frase "Jesús llevó nuestros pecados". Sólo aparece aquí y en Hebreos 9 versículo 28. Sin embargo, aparece con frecuencia en el Antiguo Testamento. Y si usted entiende cómo el Antiguo Testamento lo usa, usted entenderá cómo Pedro antes de que fuera un santo del Nuevo Testamento, lo habría entendido.

Cuando vamos al Antiguo Testamento, se ve claramente qué significa llevar los pecados. Permítame que le diga lo que significa. Israel, por ejemplo, dice que llevó sus pecados deambulando por el desierto durante 40 años. ¿Se acuerda de cuando Dios sacó a Israel de Egipto y los llevó a la tierra de Canaán, hasta Cades-Barnea, y los espías entraron en la tierra durante 40 días, regresaron y dijeron al pueblo: "No se acerquen a la tierra, hay gigantes allí, no podemos con ellos. Nos destruirán." Y Dios dice: Está bien, por vuestra incredulidad y falta de confianza en Mí, os castigaré. Y anduvieron errantes cuarenta años por el desierto. Dios los castigó haciéndolos vagar por el desierto durante 40 años, en lugar de ir directamente a la tierra prometida.

¿Cuál es el significado de eso? Escuchen Números 14:33: "Y vuestros hijos andarán pastoreando en el desierto cuarenta años, y ellos llevarán vuestras rebeldías, hasta que vuestros cuerpos sean consumidos en el desierto. Conforme al número de los días, de los cuarenta días en que reconocisteis la tierra, llevaréis vuestras iniquidades cuarenta años." ¿Qué significa entonces llevar la iniquidad? Significa ser castigado. Eso es lo que significa. Por cada día en la tierra, llevarán un año de iniquidades en el desierto. En otras palabras, sufrirán el castigo de su pecado. Llevar la iniquidad significa sufrir castigo. En Ezequiel hay otro ejemplo -hay muchos más- sólo estoy seleccionando un par. Ezequiel capítulo 18 versículo 20 dice: "El alma que pecare, esa morirá." Y escuche esto: "El hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre llevará el pecado del hijo". ¿Qué significa eso? Ningún hijo será castigado por el pecado de su padre, y el padre no será castigado por el pecado de su hijo. Soportar iniquidad significa ser castigado, en ese caso, el alma que pecare, esa morirá. Él dice: "Hijos, no morirán por los pecados de sus padres, padres no morirán por los pecados de sus hijos".

Así que llevar el pecado significaba soportar el castigo del mismo. Y esa es una distinción bíblica muy importante de hacer a fin de comprender claramente lo que Jesús hizo en la cruz. Él llevó el castigo... la ira de Dios contra el pecado fue puesta sobre Él en vez de nosotros, eso es precisamente lo que significa. En Números capítulo 18 versículo 1: "Jehová dijo a Aarón: Tú y tus hijos, y la casa de tu padre contigo, llevaréis el pecado del santuario; y tú y tus hijos contigo llevaréis el pecado de vuestro sacerdocio." ¿Qué está diciendo? Cuando se viola el santuario y cuando se viola el sacerdocio, llevarás la culpa. ¿Qué significa eso? Ustedes van a sufrir el castigo.

En el versículo 23 de Números 18 dice: "Mas los levitas harán el servicio del tabernáculo de reunión, y ellos llevarán su iniquidad." En otras palabras, si ellos violan la ley de Dios -los levitas en el ejercicio de sus funciones- sufrirán el castigo. Y esto se encuentra en varias ocasiones en los escritos de Ezequiel. Capítulo 4 versículo 4: "Tú te acostarás sobre tu lado izquierdo y pondrás sobre él la maldad de la casa de Israel. El número de los días que duermas sobre él, llevarás sobre ti la maldad de ellos." Pasó por un castigo simbólico, demostrando al pueblo de Israel lo que sucede cuando uno es castigado por su maldad. Se encuentra de nuevo en el capítulo 44 de Ezequiel y otros lugares en el Antiguo Testamento.

Regresemos a 1 Pedro, ¿qué quiere decir? Dice que Él llevó nuestros pecados en Su cuerpo. ¿Qué significa eso? ¿Eso quiere decir que Él se convirtió en un pecador? Pablo dice que Él se hizo pecado por nosotros, pero eso es un tema diferente. Cuando él dice que Él llevó nuestros pecados, significa que Él cargó el castigo. Él soportó la condena. Y no era sólo la muerte física, fue la muerte espiritual... "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?" El grito de la muerte espiritual. La muerte espiritual es la separación de Dios. Él lo cargó por nosotros. Sí, nuestro pecado fue puesto sobre Él. Sí, llevó nuestros pecados en Su cuerpo. Pero eso no es de lo que Pedro está hablando. Pedro está hablando de que Él tomó el castigo para satisfacer a un Dios santo; Él llevó nuestros pecados. ¡Qué verdad absolutamente conmovedora!

Spurgeon amaba la doctrina de la sustitución. Si usted ha leído a Spurgeon, la encuentra una y otra y otra vez. Y él sabía que es la esencia del cristianismo. Permítanme leer algunas de las cosas que dijo, tomadas de diferentes áreas de sus escritos.

Él dijo: "En una palabra: el gran pilar de la esperanza cristiana es la substitución. El sacrificio vicario de Cristo por el pecado; Cristo hecho pecado por nosotros para que pudiésemos ser hechos justicia de Dios en Él; Cristo ofreciendo un sacrificio verdadero, expiatorio y vicario en lugar de todos aquellos que le fueron dados por el Padre, a quienes Dios reconoce por nombre y quienes son reconocidos porque confían de corazón en Jesús. Este es el hecho esencial del Evangelio." Lo que él está diciendo es que la expiación está en el centro, la sustitución está en el eje. Él dice: "No hay doctrina que encienda mi alma de gozo como la de la expiación. La sustitución es el núcleo de toda la Biblia, es el alma de la salvación, la esencia del Evangelio. Debemos saturar nuestros sermones con ella que es la sangre de vida del ministerio del Evangelio." Él dice: "Yo soy incapaz de alejarme un centímetro de la vieja fe, el evangelio de la sustitución y lo que hago es predicarla. Si usted deja de lado la doctrina del sacrificio sustitutivo de Cristo, ha aplastado al Evangelio y arrancado de él su corazón."

Anoté dos citas más de Spurgeon. "Yo ruego, Dios, que cada piedra de este tabernáculo caiga en ruinas y que cada madera se despedace en átomos antes de que en esta plataforma se pare un hombre a predicar que niegue al sacrificio sustitutivo de Jesucristo o que incluso la mantenga en un segundo plano, ya que esta es nuestro lema." Usted lo sabe. Jesús fue nuestro sustituto. Él no sólo se hizo pecado por nosotros, sino que Él cargó el castigo por nosotros.

¿Cómo? Versículo 24: "En su propio cuerpo en la cruz." Por medio de la crucifixión. Él tenía que morir en la cruz, Él tenía que ser levantado. Tenía que ser crucificado. Era el plan. Ser colgado, como dice Pablo, para cumplir con la maldición de aquel que es colgado en un madero, crucificado en un madero. Sintió en Su cuerpo el potente castigo de Dios cuando estaba colgado en la cruz. Por cierto, ahí la palabra "cruz" es literalmente la palabra madero. Él mismo llevó nuestros pecados en Su cuerpo sobre el madero.

¿Por qué hizo eso? El versículo 24 dice: "Para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia". ¡Qué gran manifestación! Lo hizo para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia. No dijo que lo hizo para que pudiéramos ir al cielo. Para que pudiéramos tener paz. Con el fin de que podamos experimentar el amor. No lo hizo principalmente por eso. Él lo hizo para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia. Lo hizo para transformarnos de pecadores en santos. Lo hizo para cambiarnos. Lo hizo para regenerarnos.

Así que el propósito de la muerte sustitutiva de Cristo no es sólo el perdón de los pecados, no sólo la eliminación de la culpa, no sólo un cambio en nuestra posición o nuestra situación. No es sólo un cambio declarado. Es uno de verdad. Él tomó nuestro lugar para transformarnos para que muramos al pecado. Por cierto, la palabra "morir" aquí es única en el Nuevo Testamento, no es la palabra normal para morir; de hecho, es la única vez se ha utilizado. Significa estar lejos de, ausente, salir o de dejar de existir. De hecho, la partícula se usa en el griego clásico para referirse a los muertos como a los queridos difuntos. Lo que está diciendo es que el propósito de esta obra sustitutiva de Cristo es que podamos salir del pecado. Lo que está diciendo es que es para que nos apartemos del pecado y vivamos a la justicia, para que tengamos un modelo de vida nuevo.

Pedro aquí está en la misma senda que Pablo en Romanos 6. Después de haber sido crucificados con Cristo, morimos al pecado y resucitamos para caminar una nueva vida, es un cambio real. Ese gran pasaje en Romanos 6 se encuentra en el núcleo de toda la vida del cristiano. Si no ha estudiado eso cuidadosamente, debería hacerlo. He escrito un pequeño libro sobre Romanos 6 y 7; y todo cristiano debería dominar ese material. Hemos sido crucificados con Cristo y hemos muerto al pecado. ¿Cómo? Hemos pagado el castigo, eso es una parte. Pero no sólo eso; nos hemos apartado del pecado. Y Pedro va más allá de lo que Pablo quiere decir en Romanos 6. Pablo está diciendo que hemos pagado la pena del pecado por la muerte de Cristo, hemos muerto al pecado, en términos que hemos pagado la pena en Cristo y por lo tanto, el pecado no tiene derecho sobre nosotros. Pedro dice: "Además, somos salvos para apartarnos del pecado." Pablo menciona eso cuando habla de vivir de acuerdo con esa nueva vida. Pero Pedro usa explícitamente la palabra que significa apartarse de.

Así que, Cristo murió por usted para que usted pueda desviarse del pecado y vivir para la justicia, para cambiar su patrón de vida, para regenerarlo, para convertirlo en una nueva persona, de pecador a santo. Y luego alude a Isaías 53:5 cuando dice: " y por cuya herida fuisteis sanados." ¿Sabe lo que significa la palabra "heridas" -molops? Cicatrices de los azotes, magulladuras, hematomas, laceraciones. Por Sus cicatrices, por medio de Su dolor, de Su castigo, nosotros fuimos sanados. Inclusive la flagelación de Jesús, el azotamiento que desgarró Su espalda, fue parte del castigo de Dios cuando Él soportó el pecado. Y fue el medio para nuestra sanidad espiritual. Aquí, él no está hablando de la sanación física, habla principalmente de la curación spiritual, habla de la transformación de la muerte a la vida, del pecado a la justicia. Él tomó nuestro lugar para hacer de esto una realidad.

Alguien siempre comenta que cuando dice por cuya herida fuisteis sanados, significa que se puede reclamar sanidad en la expiación. Eso está bien. Creo que hay sanidad en la expiación. Pero todavía no. La sanidad en la expiación vendrá en nuestra glorificación. Hay sanidad en la expiación, no voy a discutir eso. Y por Su llaga fuimos curados espiritualmente; y por Su llaga seremos curados físicamente -porque llegará el día en el que no tendremos más dolor físico, no más problemas físicos.

En Mateo 8:16 Jesús estaba echando fuera demonios y sanando a todos los que estaban enfermos para que lo dicho por el profeta Isaías se cumpliese, diciendo que Él mismo tomó nuestras enfermedades y llevó nuestras dolencias. Y la gente dice: "¿Ves, ves, Él tomó nuestras enfermedades, Él llevó nuestras enfermedades cuando sanó a esas personas". Eso es correcto. Y Él estaba mostrando como ejemplo a esas personas, lo que todos nosotros experimentaremos en la gloria futura, la curación de la enfermedad física. Pero la enfermedad física no es el tema en este texto. Hay sanidad física prometida en la expiación; todavía no se ha realizado. Si ahora hubiera curación física en la expiación, ningún cristiano nunca estaría enfermo o moriría. Eso es obvio. Pero sí prometió sanación en la expiación... en el futuro.

Nuestro Señor sufrió. Sufrió como nuestro modelo para mostrarnos un patrón de sufrimiento virtuoso en medio de un trato injusto y sufrió como nuestro sustituto... y esto es tan esencial... Él tomó nuestro lugar. Es realmente incomprensible que el precioso Hijo de Dios, puro y virgen de todo pecado, sin mancha alguna, tomara sobre sí no sólo nuestro pecado, sino también nuestro castigo; y que lo hiciera por voluntad propia.

Por último, Pedro dice que es no sólo nuestro estándar y sustituto, Él es nuestro Pastor. Me encanta esto. Versículo 25, vemos que el Señor tenía que hacerlo "porque vosotros erais como ovejas descarriadas". Si el Señor no hubiera provisto un sacrificio, nunca podría habernos traído a Su redil. Si el Señor no hubiera proporcionado un sustituto, nunca podría habernos salvado. Pedro sigue pensando en Isaías 53:6, debe haberlo leído antes de que el Espíritu le inspirara en este texto. Isaías 53:6 dice: "Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino, mas Jehová cargó en Él el pecado de todos nosotros." ¿Qué significa eso? Él llevó el castigo por todo. Y debido a eso, usted ha vuelto al Pastor y Guardián de su alma. Él tuvo que soportar el pecado para ser su Pastor. Usted y yo somos como ovejas que se han extraviado y dice, al igual que Isaías, que somos como ovejas descarriadas, pero un Pastor nos trajo de regreso porque dio Su vida por nosotros.

Cuando dice que erais como ovejas descarriadas, está hablando acerca de su estado no salvo en el pasado. Pero ahora, debido a la provisión de Dios en Cristo, habéis vuelto; eso es lo que el verbo significa. Se refiere a la fe arrepentida. Ese fue el hijo pródigo que regresó al padre. Usted no se ha vuelto hacia un sistema, una teología, una religión, sino una Persona. Usted se ha vuelto hacia el Pastor y Guardián de su alma. ¿Quién es? ¿Quién es el buen pastor? El Señor Jesucristo.

Usted dice: "Bueno, eso está en el evangelio de Juan." Eso está también en la epístola de Pedro. Mire el versículo 4 del capítulo 5. Llama a Cristo el Príncipe de los pastores. Es tan maravilloso. Él lo llama aquí el Pastor y Guardián. Por cierto, eso es algo muy importante porque en el Antiguo Testamento, ¿quién era el verdadero Pastor? El Señor es mi pastor. Así que lo que Pedro está diciendo es que Jesús es el Señor... Jesús es Dios. Esta es una afirmación de Su deidad.

El término Pastor es Su título. El término Guardián es Su función. ¿Cuál es la función de un pastor? La tutela. Es interesante que la palabra "pastor" es poimen. Y la palabra "tutor" es la palabra epitropos, que es la palabra "obispo o supervisor." Ambos se aplican a los ancianos. Somos los pastores guardianes del rebaño bajo el Príncipe de los pastores. Por cierto, en Ezequiel 34:23 y 24 y en Ezequiel 37:24, el título de pastor de Dios llega a ser mesiánico. Así que incluso en Ezequiel, el Mesías será pastor. Cada judío debería haber entendido que se trataba de una promesa que el Mesías sería Dios. Él es el Pastor que cuida, supervisa, dirige, examina y además da Su vida por las ovejas. En Juan 10 Jesús dijo: "Yo soy el buen Pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas." Jesús puso en riesgo Su vida por nosotros, para llevarnos a Sí mismo.

El Jesús que sufre; Él sufrió para ser nuestro estándar. Él sufrió para ser nuestro sustituto. Él sufrió para ser nuestro Pastor, para juntarnos con Él. Spurgeon dijo: "Cuando los dolores disparan a través de nuestro cuerpo y la muerte espantosa aparece a la vista, la gente ve la paciencia del cristiano moribundo. Nuestras debilidades se convierten en el terciopelo negro sobre el cual el diamante del amor de Dios brilla más que todo. ¡Gracias a Dios que puedo sufrir! ¡Gracias a Dios que puedo ser objeto de vergüenza y contentarme ya que de este modo, Dios será glorificado."

¿Qué quiso expresar? Bueno, él realmente está resumiendo el punto de Pedro. Todo esto comenzó cuando Pedro nos quiso decir que como cristianos, deberíamos esperar sufrir. En el versículo 11 dice: "Miren, son extranjeros y peregrinos en un mundo hostil; y no sólo eso, tienen deseos carnales que batallan contra el alma. Hay paganos que los difaman, autoridades humanas que abusan de ustedes. Amos crueles que se aprovechan de ustedes. Van a sufrir y va a ser injusto. Así que miren a Cristo. Y miren a Aquel que es el modelo".

Usted preguntará por qué no se detuvo ahí. No podía. Una vez que uno ha reconocido el sufrimiento de Jesús, usted no puede decir que sufrió solo como un ejemplo. Hay que decir, entonces, que Él sufrió como portador del pecado y que sufrió como un pastor que junta a Sus ovejas. Pero el punto principal aquí es que Satanás quiere colmarnos de sufrimientos injustos. Y en medio de ellos, perdemos nuestra victoria, perdemos nuestro testimonio. Pecamos con nuestra boca. Pecamos con nuestros actos. Pecamos con nuestra actitud. Tomamos represalias. Somos vengativos. Y Pedro quiere que sepamos que eso no es coherente con lo que Dios nos ha llamado a hacer. A pesar de que suframos injustamente, podemos vencer.

Hay una buena pista de cómo hacerlo. Con esto finalizamos. Apocalipsis 12, versículo 11. Esta es una descripción de algunos santos piadosos que han sido objeto de ataques de Satanás, el acusador de los hermanos que implacablemente agrede su carácter. Pero dice en el versículo 11 que ellos le han vencido. ¿A quién? A Satanás. Ellos le han vencido. Superaron todas sus embestidas, todos sus insultos, toda su persecución, todos sus esfuerzos para destruir a ellos y a su testimonio. Ellos le han vencido. ¿Cómo lo hicieron? Por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos; y porque menospreciaron sus vidas hasta la muerte.

¿Cómo se supera? En primer lugar, por la sangre del Cordero, que es la salvación, que es el poder de Dios. Porque a través de la sangre del Cordero, se tiene el poder de Dios para vencer. En segundo lugar, por medio de la palabra del testimonio de ellos; y esto quiere decir que porque no quisieron renunciar a su testimonio. Y cuando ellos fueron perseguidos y tratados con hostilidad, no tomaron represalias, no perdieron su testimonio. Tuvieron valentía audaz y un espíritu sin concesiones.

Hay tantas concesiones hoy en día. Estas personas no transigirían. ¿Cómo vencieron? Debido a que en la salvación, ellos tenían el poder de Cristo, no quisieron comprometer su testimonio y, por último, sus vidas realmente no les importaban. No era gran cosa para ellos si sufrían o no en esta vida, no les afectaba mucho. Y si usted tiene el poder de Dios a través de la salvación, si usted tiene la convicción audaz de no transigir para hablar de manera ambigua de su testimonio, sino que a toda costa lo mantiene puro, y si realmente no le importa mucho su vida aquí, lo superará. Sin duda, debería ser nuestra oración que se pueda decir esto de nosotros. Ellos vivían en un mundo hostil, Satanás los arruinó todo lo que pudo, pero ellos le vencieron. Ellos nunca perdieron su testimonio, nunca se preocuparon por sus vidas.

Padre, te damos gracias por el gran recordatorio de quién es nuestro Cristo. Te bendecimos, te alabamos porque Él es nuestro modelo por el cual aceptamos con paciencia el sufrimiento injusto y es el modelo de nuestra respuesta; y confiamos la equidad y la justicia en Tus manos. Gracias porque Lo hemos visto como nuestro sustituto cargando nuestro pecado, Aquel que pagó el castigo por nuestros pecados, que murió en nuestro lugar. Gracias porque Lo hemos visto como el Pastor que sufrió, que da Su vida por sus ovejas, a fin de poder rescatarlas y recogerlas en el redil. Todo es acerca de Cristo, Padre, queremos que amarle y exaltarle. Como hemos visto en Filipenses 3: "Todo lo demás es pérdida, todo en Él es ganancia." Que Él sea alabado en nuestras vidas. Amén.

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El hecho de que Jesús resucitó de entre los muertos es más que una primicia histórica. No sólo es un evento que eclipsa a todos los que han afirmado haber tenido experiencias cercanas a la muerte. La Resurrección de Jesús tampoco es tan solo un testimonio de que el Espíritu de Jesús está vivo de alguna manera mística, tal como en el dolor de los pobres y la sonrisa de un niño.

La Resurrección de Jesucristo tampoco pretende ser una ilustración, un medio para enseñar una lección, para que las personas puedan superar sus dificultades y triunfar sobre sus tragedias. No es sólo un ejemplo de que a veces en los caminos de desilusión, que no tienen salida, se puede tener esperanza. Todos estos son sentimientos agradables, pero no tienen nada que ver con el significado de la Resurrección de Jesucristo.

De hecho, para entender la Resurrección de Jesucristo, usted tiene que entender que se trata de un medio... y el único medio... por el que las personas pueden entrar en el Cielo eterno y escapar del infierno perpetuo. En conclusión, eso es lo que significa la Resurrección.

Es el medio por el cual la gente entra en el Cielo y escapa del infierno. Y cualquier definición o discusión de la Resurrección de Jesucristo que no se ocupe de esta cuestión, no tiene sentido.

La Resurrección de Cristo es, pues, el acontecimiento más determinante de todos los tiempos; ya que por ella, el destino de cada persona está, en última instancia, determinado. Es la cosa más impactante que haya sucedido en la historia de este mundo. Cómo usted responde a la Resurrección determinará si usted pasa la eternidad en el Cielo o en el infierno.

Hablando de la Resurrección, quiero enfocarla desde el punto de vista de las paradojas del cristianismo. Hay una serie de contrasentidos en el cristianismo... cosas que parecen discordantes, pero que no lo son.

Por ejemplo, cuando se habla del cristianismo o el Reino de Dios, o de la soberanía de Dios en los corazones de aquellos que creen en Él y le conocen. Cuando se habla del cristianismo, está lleno de paradojas. Por ejemplo, es un Reino en la tierra, con una ciudad capital en el Cielo. Es un reino en la tierra sin país terrenal. Es un reino en la tierra despreciado por los hombres, pero amado por Dios.

Este Reino, paradójicamente, está compuesto por personas exaltadas que una vez fueron esclavos, justos que una vez fueron malvados, gente honrada que una vez fue criminal, conservadores que alguna vez fueron provocadores rebeldes, amigos que alguna vez fueron enemigos. Está compuesto por gobernantes que al mismo tiempo son siervos, vencidos que son al mismo tiempo súper-conquistadores, héroes cuya gloria es su debilidad, vencedores cuyo más alto objetivo es la humildad.

Y todas estas personas en el Reino se rigen por una Ley que produce libertad absoluta; y una libertad que está íntimamente ligada a la Ley de Dios. Todos en este Reino están gobernados por un Rey que murió por sus súbditos, un Juez que fue castigado por los culpables en Su corte, un Gobernador de la Gloria Celestial coronado con espinas terrenales, el Señor de la Vida, que fue asesinado, el Creador de los hombres, que fue ejecutado por ellos. Y las paradojas culminan en un rey muerto que resucita a la vida.

Debido a esta realidad, podemos intercambiar la muerte en vida por la vida que muere. Es de esa última paradoja que quiero hablar, el intercambio de la muerte en vida por la vida que muere. Esas son dos afirmaciones paradójicas, pero tienen sentido si entendemos las Escrituras.

La Biblia indica que todo el mundo fuera del Reino de Dios, fuera de la fe cristiana sin Cristo, todo el mundo exterior está muerto en vida y los que están dentro, son los vivos que están muriendo. Fuera, todos están muertos en vida; dentro, todos tienen una vida que se apaga. ¿Qué queremos decir con eso? Hay un pasaje de la Escritura que nos lo despliega bajo la inspiración del Espíritu Santo de Dios: Efesios, Capítulo 2. El tema de la Resurrección es el centro de esta cuestión; si usted está o no entre los muertos en vida o los vivos que perecen. La Resurrección de Jesucristo fue concebida por Dios para llevar a la gente de la muerte en vida a la vida que se extingue... y lo vamos a explicar en un momento. Permítanme leer este texto. Efesios 2:1: "Y Él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. Pero Dios, que es rico en misericordia, por Su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con Él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de Su gracia en Su bondad para con nosotros en Cristo Jesús."

Ahora vamos a ver el texto más detenidamente. Pero por el momento quiero que vean el versículo 5: "Aun estando nosotros muertos, Él nos dio vida". Este es el significado de la Resurrección de Jesucristo. La esencia de la fe cristiana. El Evangelio de Jesucristo. La distinción del cristianismo. La Verdad de Dios.

Apartados de Dios, todos los hombres están muertos. Vamos a hablar de los muertos vivientes. Versículo 1: "...cuando estabais muertos". Está escribiendo a los que ahora creen y recordándoles que ellos solían estar entre los que estaban muertos. Físicamente vivos, sí. Espiritualmente... muertos. Espiritual y eternamente muertos. Y no sólo es cierto de aquellos a los que él escribió, pero notará al final del versículo 3, esa pequeña frase "...lo mismo que los demás" e incluye a toda la humanidad. Esta es una condición universal. "No sólo tú, sino todos los demás".

Nadie puede negar que nuestro mundo está en problemas, nadie puede negar que tenemos problemas; tenemos personas que resuelven problemas por todas partes. Gente que nos dice que la respuesta es cambiar esto o aquello, una mejor educación, una mejor comprensión de los demás, la disminución de las tensiones raciales, la elevación de la autoestima, etc.,etc. La gente nos dice que los verdaderos problemas que el hombre enfrenta son los problemas sociales, la incapacidad de vivir en armonía con su entorno social, que no puede llevarse bien con la gente a su alrededor, tiene que ser socialmente consciente, socialmente sensible, socialmente educado.

Otras personas dicen que el verdadero problema del hombre no es psicológico. No es social, no se trata de sus relaciones con los demás, se trata de su relación consigo mismo; no puede ponerse en contacto con su propio sentir interno, no puede calmar sus propias ansiedades internas, de alguna manera necesita estar en paz consigo mismo, cultivar la autoestima, poder resolver sus problemas psicológicos y recomponerse a sí mismo, para poder fácilmente unirse con alguien más.

Hay otros que dicen que el problema del hombre no es realmente social o psicológico, sino que es el medio ambiente, la forma en que ha sido tratado. La gente lo ha traumatizado, abusado, golpeado y muchas cosas más; y él no se adapta a la complejidad del mundo, no la entiende y no puede cumplir sus sueños. Y realmente es su entorno el que lo arruina.

Por lo tanto, el hombre no está en armonía con la gente a su alrededor, no está en armonía consigo mismo, está fuera de armonía con su entorno y ése es su problema.

Pero ese no es su problema en absoluto. Esos son los síntomas de su problema. El problema del hombre es que está muerto -por completo. Está alejado de la vida de Dios. Efesios 4:18 lo dice: "ajenos de la vida de Dios". Está muerto espiritualmente. Su cuerpo vive, pero el hombre está muerto. Él está carente de la vida que reconoce a Dios. Él no puede conocer a Dios, no puede entender a Dios, es insensible a Dios, no puede comprender a Dios, no puede tener una relación con Dios, no puede hacer la voluntad de Dios, no puede cumplir con la Palabra de Dios y es por eso que no puede disfrutar de la bendición de Dios. El hombre incrédulo no está simplemente enfermo, está muerto. ¿Y qué es la muerte? La incapacidad para responder a estímulos. No puede responder a Dios. No puede responder a la realidad divina. Está muerto a ella.

Un día estaba en mi oficina cuando recibimos una llamada telefónica de una madre que lloraba desesperada porque había encontrado a su bebé muerto en su cuna. Y preguntaba si alguien podía ir. Y corrí por la calle tan rápido como pude, llamé a la puerta y me hicieron pasar. Ella estaba sola con este pequeño bebé acostado en su cama, azul, muerto y frío.

Tenía al bebé como lo haría una madre; lo besaba, lo abrazaba y lo frotaba, haciendo todo lo posible; pero no había ninguna respuesta. Y si hay algo que es cierto de la vida humana, es que un bebé responde al amor y al cariño de su madre. Pero este pequeño bebé, de tan solo meses, no respondió en absoluto. Y esa es la naturaleza de la muerte... una incapacidad absoluta y total para responder a cualquier estímulo. Y es precisamente la definición que la Escritura da a la gente que está fuera del Reino de Dios. Están totalmente aislados de Dios. Viven como si Él no existiera. No son capaces de responderle.

A través de los años, he tenido una serie de funerales de pequeños bebés. Y mientras que ellos yacían en el ataúd en la mortuoria; algunas madres han subido y levantado la cabecita, besando a ese pequeño bebé en un último esfuerzo, por así decirlo, de dar vida a ese niño. Y no hubo absolutamente ninguna respuesta. Así es la muerte. La incapacidad de responder.

Y la Biblia dice que la gente fuera de Jesucristo está alienada de la vida de Dios... muertos a todos los estímulos divinos. Todos los pecadores están en la misma condición, absolutamente muertos. Por lo tanto, no pueden hacer lo que agrada a Dios, no pueden disfrutar de Su bendición y Su favor. Todos los pecadores están muertos. La única diferencia entre los pecadores es el estado de su decadencia. Están todos muertos. El mundo, entonces, es el cementerio de los muertos vivos. Se mueven como si estuvieran vivos, pero no lo están. La Escritura dice que están muertos mientras viven.

John Eadie, el predicador escocés del siglo 19, dijo: "Los hombres sin Cristo son muertos que caminan. Las bellezas de la santidad no atraen al hombre en su insensibilidad moral, ni las miserias del infierno lo disuaden". Usted puede hablarle acerca del Cielo, no le interesa. Usted puede hablarle acerca del infierno, no tiene miedo. Ahora bien, este tipo de hombre no necesita transformación, expiación, restauración, resucitación; necesita resurrección. Necesita vida, porque está muerto.

Ese es el problema de la humanidad. Ese es el problema del mundo... está lleno de muertos en vida, que están, literalmente, aislados por completo de la vida de Dios. Ellos no lo pueden conocer, por lo que no pueden oír Su voz, no pueden entender Su verdad, para ellos es una locura, una necedad, es incomprensible; no responden a ella y, por lo tanto, no pueden disfrutar de Sus bendiciones.

Ahora bien, este estado de muerte en vida puede entenderse fácilmente con seis palabras en este texto que lo describen. La primera palabra: pecado. La primera palabra que nos da la naturaleza de esta muerte espiritual es la palabra pecado. Note en versículo 1 que estabais muertos en vuestros delitos y pecados; ambas se refieren simplemente a la categoría de pecado. El mal moral. Hacer lo que está en contra de Dios. Hacer lo que viola la Ley de Dios. Y por supuesto, si el hombre está muerto para Dios, alejado de la vida de Dios, si es un cadáver y no puede responder a ningún tipo de estímulo divino, entonces por supuesto que no puede hacer lo que agrada a Dios, lo que Le honra; sino que está muerto en el ámbito del pecado. "En" se refiere al ámbito, el terreno, la posición. No nos convertimos en pecadores porque pecamos y no estamos muertos porque pecamos; somos pecadores y pecamos porque nacemos muertos. Nacemos espiritualmente muertos. Nosotros pecamos porque hemos nacido muertos, en una condición de falta de vida. En delitos y pecados. Pecados es la palabra hamartia. Literalmente, significa error fatal, errar al objetivo. ¿Y cuál es el objetivo de Dios? "Sed santos como Yo soy santo", Él dijo. Jesús dijo: "Sed perfectos como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto". El modelo de Dios es la perfección; y nadie lo alcanza. Es por eso que Romanos 3:23 dice: "Por cuanto todos están destituidos de la gloria de Dios”... todos nos quedamos cortos.

La mayoría de la gente piensa en pecadores, ladrones, asesinos, pedófilos, violadores y delincuentes. Pero el pecado tiene más que ver con lo que el hombre no puede hacer que con lo que hace. Aunque lo que hace es sin duda pecaminoso, la naturaleza del pecado del hombre se manifiesta en su incapacidad para cumplir con el estándar de Dios. Es lo que él no puede hacer que muestra su pecado; y lo que no puede hacer es ser perfecto y santo. Inclusive un hombre moral, que alcanza el nivel de bondad humana, fracasa en el modelo perfecto de Dios de santidad absoluta.

La segunda palabra es la palabra delitos, que significa deslizarse o salirse del camino. Significa perder el camino. Se utilizaba si alguien se desviaba del camino y se perdía. El hombre tiene un problema serio. Está muerto y es totalmente incapaz de alcanzar el objetivo de Dios -y por lo tanto satisfacerle- y está perdido. Deambula en un estado de muerte, completamente insensible a Dios, incapaz de responder a un estímulo divino, muy por debajo de lo que Dios requiere y tan perdido como sea posible. Es por eso que hablamos de pecadores perdidos... ellos se han desviado del camino. Se han ido por el camino equivocado en términos de verdad y virtud, lejos de Dios. Y hay un camino que les parece correcto, pero el fin de ese camino es la muerte, como dijo Thomas.

Así pues, estas dos palabras describen de un modo simple al hombre en su estado de muerte. Él está rodeado en patrones constantes de pecado implacable, donde no alcanza el modelo de Dios y se aleja más y más de Él. Esas dos palabras incluyen todo pecado, toda manifestación del pecado en pensamiento, palabra y acción. Es la iniquidad detallada. Un fracaso total y colosal. El hombre deambula perdido en su pecado insensible por completo a Dios, cayendo por debajo de Su modelo porque es totalmente insensible a Él.

La segundo palabra, mundano. El versículo 2 dice en el que todos -por supuesto antes de su conversión- anduvieron siguiendo la corriente de este mundo. ¿Qué es lo mundano? ¿Cuál es la corriente de este mundo? ¿Cuál es el camino de este mundo? Bueno, realmente está hablando del sistema del mundo. La palabra mundo es cosmos. En el Nuevo Testamento, esa palabra significa el sistema de vida en la tierra alejado de Dios. Es una palabra que significa orden, lo contrario del caos. Caos significa desorden, cosmos significa orden. Es este sistema mundial ordenado. Y si miramos al mundo, está muy organizado. El mundo está muy, muy bien organizado. Es increíble la capacidad organizativa de un hombre: en sus redes sociales -donde crea vínculos y conexiones, cómo se organiza para estructurar su vida social, su vida económica, su vida política, su vida recreativa, su vida de entretenimiento y todo demás que hace. Una criatura muy organizadora.

Y mientras que se organiza, desarrolla este cosmos, este orden de vida. Pero es el orden de la vida que está de acuerdo con el mundo, no con Dios. Es el espíritu de la época. Es el sistema del mundo. Y mientras que el hombre está muerto para Dios, está vivo para el sistema del mundo. Él siente todos sus impulsos. Está muerto en el mundo de Dios, pero está vivo en este. ¿Qué significa eso de ir de acuerdo con el curso del mundo? Significa una forma de conducir su vida de acuerdo a los tiempos. Cualesquiera sean los temas del momento, en esos está involucrado. Cree todo por lo que abogan, lo que permiten, piden, los valores que expresen, lo que digan que es importante, sus tolerancias, cualesquiera sean sus prioridades o lo que promuevan. Porque esos son los estímulos que a lo movilizan. La gente recibe consejos de las encuestas, de los periódicos, revistas y libros. Y de sus compañeros, la televisión, las películas, la música y los políticos. Y de los educadores. Los valores que el sistema mundial sustente, son los valores que ellos respaldan. Hoy en día, está dominado por el humanismo, el materialismo y el sexo; y la gente cree en las peculiaridades de la época.

Pero hay algunos, por supuesto, que son religiosos; y eso es parte del espíritu de la época... el espíritu de la época que también inventa sistemas religiosos falsos, altamente sofisticados y altamente organizados. Y hombres y mujeres están sumidos en los pensamientos, palabras y actividades del sistema del mundo. Y no hay escapatoria, porque están muertos para cualquier otro entorno; pero ellos están realmente vivos para ese, susceptibles a todas sus influencias.

La descripción continúa descendiendo; hay más desolación a medida que llegamos a la tercera palabra. Y es la palabra Satanás. Utilizo esa palabra porque en el versículo 2 describe al príncipe de la potestad del aire, también llamado el espíritu que ahora opera. El hombre, estando muerto para Dios, sólo puede responder a su entorno terrenal. Y su entorno terrenal es un sistema de maldad que domina su era. Y detrás de ese sistema del mal hay un poder sobrenatural orquestando todo. Aquí, se llama el príncipe de la potestad del aire. El aire es el reino, el entorno en el que viven los muertos que caminan. Es la atmósfera de los muertos en vida; y él es el príncipe que gobierna. Satanás también es llamado el dios de este mundo. A la gente le gusta pensar que son libres; eso es algo importante hoy en día. Todo el mundo es libre de hacer lo que quiera, hacer lo que se sienta bien... eso no es ser libre. Usted no hace su propia voluntad. Está encerrado en una muerte espiritual, completamente insensible a las realidades de Dios, a la esfera divina; es hipersensible a las influencias del sistema malvado a su alrededor, está sumido en su propio pecado; y el sistema perverso va en contra de su carácter pecaminoso por medios muy sofisticados que están siendo orquestado por un ser sobrenatural que la Biblia llama Satanás, quien alguna vez fue el ángel más poderoso en el cielo de Dios.

Esto no quiere decir que Satanás está en realidad trabajando personalmente en cada individuo que no es creyente; pero junto con sus demonios, él está detrás del sistema mundial. El sistema mundial anti-Dios, malas influencias que dominan a los pecadores; y Satanás es el que ha diseñado el sistema mundial. No son libres. Y puedo añadir que la religión es la herramienta de engaño más sofisticada de Satanás. Él quiere deshacer la obra de Dios, intenta oponerse a todo lo que Dios desea; y sabe que para hacer eso, tiene que inventar falsos sistemas religiosos para los que sean religiosos, quienes de otra manera podría volverse a la Verdad. Y es por eso que aparece como si él fuera el ángel de la luz en sus sistemas mundiales malditos que son religiosos.

Esta es la condición de muerte espiritual... aislados de la vida de Dios, envueltos en pecado implacable, bajo la influencia del sistema del mundo que nos rodea y todos sus valores, que están siendo controlados totalmente por el principal ser anti-Dios sobrenatural en el universo, llamado Satanás; y es llevado a cabo a través de todos sus millones de demonios que hacen su voluntad.

El panorama es aún más sombrío a medida que llegamos a la cuarta palabra, desobediencia, en el versículo 2. El "príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia". Satanás está obrando en las vidas de estos muertos vivientes. Por cierto, los "hijos de desobediencia" es una forma semítica de referencia para describir una vida caracterizada por la desobediencia. Cuando una persona se caracterizaba por ser desobediente, dirían que es un "hijo de desobediencia". En el Antiguo Testamento, si era particularmente malo, ellos dirían que era un "hijo de la maldad" o un "hijo de Belial", que es el antiguo nombre de Satanás.

Naturalmente, la gente separada de Dios, cubierta en pecado, susceptible a todas las influencias de un sistema orquestado y energizado por Satanás, va a desobedecer a Dios... eso es obvio. No pueden obedecer a Dios. Satanás odia todo lo que Dios desea; y Satanás nutre al sistema del mundo y a todo este odio de Dios. Y puesto que la gente cree todo lo que el mundo está vendiendo, se involucran en actividades que Dios odia, anti-Dios, anti-Cristo.

Cuando la Biblia dice que ellos son hijos de desobediencia, no es un problema menor. Simplemente dice que se caracterizan por ser contra Dios. Desobedientes. Satanás se opone a todo lo que Dios desea que los hombres hagan. Su objetivo es conducir a los pecadores a desafiar a Dios en cada momento posible; de manera frontal, con desmedida perversidad o con su religión hipócrita que es falsa. Satanás trabaja para lograr que los hombres desafíen a Dios. Este es el estado de los muertos vivos.

Hundiéndonos aún más en su descripción de la depravación humana llegamos a una quinta palabra, lujuria, versículo 3. Solíamos vivir en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de la mente. Si usted está muerto a Dios, no puede responderle, tal como un cadáver no puede responder a un estímulo físico; usted está literalmente enterrado en la injusticia, está bajo la influencia continua del sistema perverso del mundo que le rodea, hábilmente energizado y orquestado por Satanás, de modo que usted vive en un patrón constante de desobediencia a lo que le agrada a Dios. Y detrás de todo esto, está la motivación personal que lo dirige que es la lujuria. Usted hace lo que su cuerpo o mente deseen, eso es lo que está diciendo.

Puede ser que algunas personas mantengan las dos en una especie de equilibrio; algunas personas realizan algunas de sus pasiones carnales y cumplen algunas de sus pasiones intelectuales al mismo tiempo. Algunas caen en el lado de la mente y se pierden en lo académico o se pierden en los vericuetos de la religión falsa; y algunas caen por completo en el lado de las pasiones corporales y se pierden en la perversión sexual. En cualquier caso, sea cual fuere el alcance, esas son las áreas en las que opera la lujuria.

Sin la Ley de Dios que conmueva su corazón, sin la voluntad de Dios que lo estremezca, sin ser capaz de entender a Dios, usted se convierte entonces en el Dios de su universo, el centro de su mundo y lo que le importa es lo que usted quiere. Lo que su cuerpo pida, lo que su mente exija. Esta es la naturaleza humana corrupta, controlada e impulsada por sus pasiones internas, que trata de existir y sentirse realizada totalmente separada de Dios. La vida está controlada por los anhelos personales. Y es así que Satanás confabula en el sistema mundial, el cumplimiento de esos peores y más espantosos anhelos personales en contra de Dios que son una tentación en nosotros. Y como he dicho, para algunos la religión es pasión, hipocresía, para otros la perversión sexual es pasión; y en el medio de eso, hay de todo.

La naturaleza, pues, de las personas no regeneradas sin Cristo es estar muertas. Esto significa ser pecaminoso, mundano, satánico, rebelde y estar motivado por la lujuria personal.

La última y sexta palabra nos dice dónde termina esto. Es la palabra ira. Versículo 3: "Éramos por naturaleza hijos de ira". Ahí es donde todo concluye. Están tan asociados con la ira que puede decirse que son hijos de la ira tal como fueron llamados hijos de desobediencia. Es su naturaleza ser destruidos. Nacen para ser condenados. Es por eso que los llamamos los muertos vivientes... ahora están muertos y entrarán en la muerte eterna, que es otra palabra para infierno, que es sufrimiento consciente; una especie de muerte aterradora que es una separación permanente de la vida de Dios. Nacido para ser condenado. De hecho, en Juan 3:18, Jesús dijo que ya han sido condenados.

Así, describe a los muertos en vida. De ese modo son todas las personas. Todos llegamos al mundo de esa manera. Y lo que los muertos necesitan es resurrección.

Y eso nos lleva a la siguiente sección –magníficamente- a partir del versículo 4. Brevemente, quiero lo vean. El versículo cuatro. Aquí está la vida que muere. Primero fue la muerte en vida, aquí la vida está muriendo. "Pero Dios". Tenía que ser iniciada por Dios, porque los muertos no pueden resucitarse. Ni siquiera podemos responder. Tenía que ser algo fuera de nosotros, y así fue. "Pero Dios, que es rico en misericordia, por Su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida". Versículo 6: "Y nos resucitó". Eso es exactamente lo que necesitábamos. Y he aquí la gran, maravillosa verdad de la Pascua, la gran verdad de la Resurrección. Las personas muertas pueden tener vida. Los muertos espiritualmente, eternamente muertos, pueden venir a la vida. Podemos cobrar vida. Dice en el versículo 5: "Él nos dio vida". Versículo 6: "Nos resucitó".

Seis palabras clave definen esta vida así como seis palabras clave definen la muerte.

La palabra número uno es misericordia. Versículo 4: "Pero Dios, que es rico en misericordia..." ¿Qué es la misericordia? Definida simplemente, la misericordia no es dar a los pecadores lo que se merecen, aplacando lo que debería venir. De hecho, en el Salmo 103:10 hay una excelente definición. Dice: "No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, ni nos ha pagado conforme a nuestras pecados". La misericordia habla de lo que Dios no nos hace, aunque lo merezcamos. Merecemos ser castigados, ser juzgados, merecemos ser condenados, ser enviados al infierno. Pero Dios, rico en misericordia, detiene Su juicio. Se compadece. Y, por cierto, dice en el verso 4 que Dios es rico en misericordia, no tiene tan solo un poco de misericordia. Plucias en griego, ilimitada. Inagotable. Desmedida.

La segunda palabra es gracia. Note de nuevo al final del versículo 5: "por gracia sois salvos". Por gracia. Por misericordia se compadece y contiene, y la gracia perdona y libera. La misericordia suspende el juicio de Dios, el perdón libera gracia de Dios. La misericordia no nos da lo que merecemos, la gracia nos da lo que no merecemos. A pesar de nuestros pecados, a pesar de nuestros delitos, a pesar de nuestra mundanalidad, a pesar de estar dominados por Satanás, a pesar de vivir en desobediencia y estar impulsados por nuestras pasiones y deseos, a pesar de merecer la ira divina, Dios interviene y muestra misericordia y gracia a los pecadores. ¿Por qué hace eso? Esa es la tercera palabra. ¿Por qué hace eso? Bueno, no es por nada en nosotros, somos lo contrario de todo lo atractivo para Él. Dios tiene ojos puros y no puede ver el mal, no puede ver el agravio. Dios odia el pecado, odia al pecador, está airado contra el pecador cada día. Dios no tiene pecado en Su presencia, aborrece la iniquidad. La Escritura nos dice todo esto.

Y, sin embargo, Dios acude a los pecadores con misericordia, que detiene el juicio; y gracia, que liberta el perdón... ¿por qué? ... Versículo 4: por Su gran amor con que nos amó. Se trata de un amor que está más allá de nuestra comprensión. Sabemos sobre el amor en nuestra vida... sabemos lo que es amar. Amamos lo que es digno de ser amado. Amamos lo que nos atrae. Lo que nos conviene. Lo que nos gusta. Lo que se ajusta en nuestras fórmulas para la vida. Ciertas cosas son de interés para nosotros, otras no. Ciertas personas son de interés para nosotros, algunas personas no. Básicamente, amamos sobre la base de una atracción de algún tipo. Eso es muy diferente del amor de Dios... Dios amó a los que eran todo lo contrario de lo que era atractivo para Él. Él ama a los pecadores que eran la antítesis de todo lo que amaba. Este es el tipo de amor que nos es extraño.

Pablo lo llama un Gran Amor, y estoy seguro de que podría haber utilizado una docena de adjetivos, pero él sólo lo resumió como un gran amor. Es inexplicable, está más allá de la comprensión; Dios nos amó cuando aún éramos enemigos, Dios demostró Su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores -Romanos 5:8- Cristo murió por nosotros. Él demostró Su amor para con nosotros cuando todavía éramos pecadores. Dio a su Hijo a morir por nosotros. El inmenso amor de Dios se puede ver en dar a Su hijo a morir en la cruz por los que eran la antítesis de todo atractivo para Él. Y nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos, el amor más grande de todos los amores es el sacrificio de la vida, y Dios nos amó lo suficiente como para dar Su vida por nosotros.

La cuarta palabra, y aquí llegamos a la palabra principal, es resurrección. La misericordia, la gracia y el amor de Dios conducen a la resurrección, versículo 5. Aun estando nosotros muertos en pecados, Aquel que nos ha amado -Dios- quien es rico en misericordia y gracia, nos dio vida. Versículo 6, Él nos resucitó. Eso es lo que necesitábamos.

Ahora bien, ¿de qué está hablando? Bueno, él está hablando de la resurrección. ¿Qué clase de resurrección? ¿Qué clase de muerte? Muerte espiritual. Así que nos dio la resurrección espiritual... ¿qué significa? Pues, una muerte espiritual significa que éramos insensibles a Dios, la resurrección espiritual significa que nos volvimos sensibles a Él. Nos despertó, en términos de nuestra capacidad de comprender a Dios, de conocerlo, de estar en comunión con Él, de escucharlo, servirlo y ser bendecidos por Él. Sólo hay una cosa que un hombre muerto necesita: vida. Y eso requiere resurrección.

Eso es lo que los hombres necesitan, eso es lo que necesita nuestra sociedad, eso es lo que nuestro mundo necesita... no necesita una mejor educación. No necesitamos mejor psicoanálisis, ni una mejor capacidad para manejar nuestras emociones. No necesitamos una mejor relación con los demás o nuestros grupos familiares; necesitamos vida. Eso es lo que necesitamos. Necesitamos la vida de Dios en el alma de los hombres; y eso es exactamente lo que se nos ha dado aquí. Dios mira a los que están muertos en espíritu y, porque los ama, quiere mostrarles misericordia y gracia. Él les da vida. Les infunde vida. ¿Qué tipo de vida? Vida espiritual y vida eterna.

¿Cómo se hace eso? Bueno, nos lo dice la siguiente palabra. La siguiente palabra es Cristo. ¿Cómo lo hizo? Versículo 5: "Él nos dio vida juntamente con Cristo". Versículo 6: "Juntamente con Él nos resucitó". Usted ahora está vislumbrando lo que la resurrección significa. Jesús dijo: "Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá", Juan 11:25. ¿Qué está diciendo? Bueno, lo que la Escritura dice es que Jesús no sólo murió por nuestros pecados, sino que resucitó para darnos vida. La asombrosa verdad del Evangelio es que los pecadores estaban muertos en vuestros delitos y pecados. Y como tal, éramos objeto de la ira de Dios que aquí se llama "hijos de la ira". Pero Dios tomó Su ira, la desvió lejos de los pecadores y la derramó sobre Cristo en la cruz, que murió bajo la ira de Dios; sufrió la ira por nosotros.

Luego, fue a la tumba y resucitó del sepulcro por nosotros. Su muerte fue aplicada a nosotros, Su resurrección se aplica a nosotros. Junto a Cristo -eso es lo que significa. Junto con Él. Romanos 6:4-5, probablemente mejor que en cualquier otro pasaje: "Porque somos sepultados juntamente con Él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva". Cuando entró en la tumba, era espiritualmente por nosotros. Y cuando salió, fue por nosotros. Dios lo aplica a nosotros. Versículo 5: "Porque si fuimos plantados juntamente con Él en la semejanza de Su muerte, así también lo seremos en la de Su resurrección."

Este es el gran milagro del Evangelio. Este es el corazón de la fe cristiana. Esto es lo que usted debe entender. Esto es el cristianismo. Es lo siguiente: los pecadores se dirigen a la condenación eterna porque están en un estado de muerte espiritual. Dios les ofrece la vida. ¿Cómo? Al encargarse de su pecado, tal como la justicia requiere, derramando toda Su ira sobre Cristo, mediante la resurrección de Cristo de entre los muertos, después de haber vencido a la muerte, por nosotros. Su resurrección puede ser nuestra resurrección. Ese es el significado de la resurrección de Cristo... no sólo una manera de ilustrar el hecho de que usted puede triunfar sobre sus problemas, no sólo una resurrección espiritual, mística, enigmática del Espíritu de Jesús, que era bueno con los pobres y los niños y debería estar vivo en nosotros hoy; la resurrección fue un hecho histórico... Jesús murió y resucitó. Pero cuando murió, cargó nuestros pecados; y cuando salió de la tumba, Él estaba dándonos vida. Y Dios aplicó Su sacrificio y Su resurrección a nosotros. Esa es la gloria de la Resurrección.

Hay una sexta palabra, celestiales. Versículo 6: "Juntamente con Él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús". ¿Qué sucedió después de nuestra resurrección? Escuchen cuidadosamente; está muy claro. Cuando fuimos levantados de entre los muertos por el poder de la resurrección de Cristo, fuimos sentados en los lugares celestiales... fuimos literalmente levantados. ¿Qué significa eso? Bueno, simplemente significa que de repente, estuvimos vivos para Dios. Los cielos es la esfera en la que vive Dios. Es el reino de la presencia de Dios. Cobramos vida para Dios; hasta ahora habíamos estado muertos para Él. De repente, conocimos a Dios. De repente, comprendimos quién era. De repente, le amamos. De repente, deseamos servirle y conocerle, tener comunión con Él y adorarle y alabarle. Y de repente, Su palabra tuvo sentido para nosotros y anhelamos hacer Su voluntad y seguir Su camino; cumplir Su propósito y traer honor a Su nombre. De repente, nos sobrevino todo el mundo de la realidad espiritual; y por primera vez, empezamos a amar lo que era puro y único, justo y bueno. Y por primera vez, pusimos nuestro afecto en las cosas que estaban arriba y no en las de la tierra. Y por primera vez, empezamos a luchar contra la carne y a batallar contra los deseos de la mente; y empezamos a luchar contra influencias impuestas por el mundo alrededor nuestro porque tenemos una agenda nueva Celestial. Y tuvimos un nuevo poder, una nueva voluntad, una nueva vida, una nueva disposición y una nueva dirección. Esos son los lugares celestiales.

Él nos llevó y nos sentó en medio de ese contexto, en el que ahora tenemos vida celestial y la tendremos para siempre. Dios no sólo nos resucitó dejándonos para que anduviéramos por el cementerio. Él nos levantó a un mundo completamente distinto. Somos ciudadanos del Cielo. Es por eso que la canción dice: "Este mundo no es mi hogar, solo estoy de paso, mis tesoros pondré en algún lugar más allá de aquí". Toda nuestra vida está allá arriba. Vemos las cosas completamente diferentes. Todo se ve a la luz de la eternidad. Todo se ve a través de los ojos de Dios, por así decirlo. Todo el mundo es diferente para nosotros, porque vivimos en los lugares celestiales.

Por supuesto, la carne está ahí, los deseos están ahí, el mundo está ahí, Satanás está ahí, la batalla está ahí... pero entendemos la batalla. Y entendemos la alternativa y también entendemos la voluntad de Dios y la gloria de Dios y el propósito de Dios; y todo es fresco, vívido, hermoso y claro para nosotros.

Esa es la diferencia entre los muertos en vida y los vivos que están muriendo. Esa es la diferencia entre existir muertos en vida y una vida que agoniza... estamos muriendo físicamente, pero estamos vivos espiritualmente; y eso será para siempre.

La última cuestión es responder a la pregunta crucial, ¿cómo pasar de una a la otra? ¿Cómo puedo dejar de estar entre los muertos vivientes y llegar a estar entre los vivos que están muriendo? La respuesta, versículos 8 y 9. El resumen de todo... ésta es la respuesta. ¿Cómo es posible? Porque por gracia hemos pasado por eso, sí; pero ¿cómo ocurre? Por medio de la fe. Y esto no de vosotros. No es un trabajo que usted hace, pues es don de Dios; no es por obras para que nadie se gloríe. No hay lugar para el esfuerzo propio, para jactarse, para la autocomplacencia, el logro humano; no es por obras, dice que es por medio de la fe. Entonces, ¿qué es eso? ¿Qué quiere decir por medio de la fe?

Le daré una definición sencilla de la fe. La fe es una convicción dada por Dios de que la promesa de la vida de resurrección, el perdón de los pecados y el cielo eterno, por medio de Jesucristo, es cierta. ¿Lo ha entendido? La fe es la convicción provista por Dios de que la promesa de la vida de resurrección, el perdón de los pecados y el cielo eterno, por medio de Jesucristo, es cierta. Y esa convicción impulsa la voluntad de pedir a Dios por ese regalo. Esa es la fe salvadora. La convicción de que es verdad, que infunde la voluntad de pedir a Dios por ese regalo.

El hecho de la Resurrección es indiscutible, Jesús resucitó de entre los muertos. La evidencia establece creer en ese evento y en Esa persona.

Asimismo, los hechos del Evangelio son verdaderos, en Cristo hay resurrección de la muerte espiritual, el perdón total de los pecados y la promesa del Cielo eterno. Ore a Dios, para que Él le otorgue esa convicción, para que actúe en su voluntad de simplemente pedirle ese don. Si usted tiene esa convicción, ¿ha pedido: "¡Oh Dios, dame el don de la vida en Cristo, el perdón de los pecados y el Cielo eterno"? ¿Le ha pedido eso?

El Titanic -un barco famoso. Una noche, en el frío Atlántico, murieron más de 2.000 personas. El Titanic, el barco que no se podía hundir, se hundió. Lo asombroso de la historia -y creo que es lo que fascina a la gente sobre esto- es que muchos llegaron a ese punto voluntariamente. Incluso, tengo entendido que la banda seguía tocando. ¿Cómo llegaron a ese punto de muerte voluntariamente? Rehusaron con desprecio un bote salvavidas. El bote se alejó medio vacío, ellos estaban convencidos de que el barco no podía hundirse. Así fueron a su muerte.

Considero que el Titanic es una metáfora para el mundo; que el mundo no es más que un enorme Titanic. Este mundo se está hundiendo rápidamente. Y todos los ambientalistas, todos los políticos, todos los educadores, todos los psicólogos, todos los religiosos, no pueden detener las filtraciones. El mundo entero está zozobrando rápidamente. Y la banda está tocando. Y para algunas personas, la vida sigue como de costumbre. Pero nos estamos hundiendo. Y Jesús es el único bote salvavidas... el único bote salvavidas... que salva de una muerte inevitable y nos lleva a la orilla del cielo inmortal de Dios. ¿Qué necio muere voluntariamente? Jesús se ofrece a sí mismo como su bote salvavidas.

Vamos a orar juntos. Dios, rogamos que hoy tengas misericordia de todos nosotros. Que nos concedas amor, gracia, misericordia y resurrección a través de Cristo, y nos libres de este mundo que se hunde, que está a punto de sumergirse en el abismo. Guarda Señor a los que de otra manera morirían en un navío de necios, rechazando el bote salvavidas. Oh Padre, ten piedad de todos nosotros, danos la convicción de que la Resurrección de Jesucristo, el perdón de los pecados y la promesa de la vida eterna son reales. Y teniendo esa convicción, que podamos pedir recibir el don de la vida en Él.

Para aquellos de nosotros que ya te conocemos y amamos, te alabamos y te agradecemos por la vida que ya gozamos gracias a Jesucristo. Te lo pedimos en Su gran nombre, Amén.

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Veamos juntos Efesios 5:18-21, siga su Biblia conforme leo. “No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución, antes bien sed llenos del Espíritu, hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Someteos unos a otros en el temor de Dios.”

Oremos juntos. Padre gracias por esta gran palabra y Señor, me siento algo inepto, inclusive tratar con un concepto tan grandioso como la llenura del Espíritu. Sin embargo, se Señor cuan práctico y esencial es que de hecho es un mandato, y entonces da Tu sabiduría, conforme hablo, y sabiduría a aquellos que oyen, para que podamos ser obedientes y comprender la plenitud de esto que nos dices en el nombre de Cristo. Amén.

Ahora, recordará si ha estado con nosotros, discutiendo el libro de Efesios versículo a versículo por mucho tiempo, ahora. Pero hemos descubierto que debemos andar de una manera digna, debemos vivir cierto estilo de vida que Dios ha definido para nosotros, los parámetros de nuestra vida de manera muy, muy clara. Y hemos cubierto 4, 5 y 6 o el 4 y 5 de Efesios, y vamos a entrar al capítulo 6 en el futuro, y descubrimos que, en todos estos capítulos, realmente se describe cómo es que el cristiano debe vivir. Y la clave para como el cristiano vive está aquí en el capítulo 5, versículo 18. Se da cuenta que si el 5:18 no estuviera en el libro de Efesios, el libro de Efesios no podría jamás ser cumplido.

Si este versículo fuera quitado de este libro, todo sería legalista. Si este libro fuera quitado, usted tendría el gran motor, el gran vehículo descrito en los capítulos 1 al 3, todavía tendría su mapa de camino en los capítulos 4, 5, y 6 pero no tendría ningún combustible para que usted llegara a algún lugar. Usted estaría operando de manera completa en la carne, independiente de esa afirmación hermosa, en el capítulo 5, versículo 18: “Sed llenos del Espíritu.” Ese es el corazón de todo el asunto. Esa es la energía del andar digno. Esa es la clave de vivir la vida cristiana. Esa es la médula de todo.

Usted nunca andará en humildad, usted nunca podrá andar en unidad, usted nunca andará de manera diferente de la que el mundo anda, usted nunca podrá caminar en la luz, usted nunca podrá caminar en amor, y nunca podrá caminar en sabiduría al menos que sea capacitado por el Espíritu de Dios. La vida de Dios en el alma es la única cosa que puede producir ese tipo de vida, como puede ver. Si eso no fuera verdad, entonces la gente no regenerada podría vivir así.

Y entonces, este es el corazón del asunto en el versículo 18, nos abre horizontes de entendimiento tremendo. Y, por cierto, me imagino que tendríamos que decir que, si usted no obedece el capítulo 5, versículo 18, usted es el necio más grande de todos. En el versículo 15, dice: “Mirad que andéis de manera sobria, no como necios, sino como sabios.” Y el necio más grande de todos sería el que tratara de vivir en una unidad humilde, un tipo de vida excepcional, andar en amor, andar en la luz, andar en sabiduría, cumplir toda la voluntad de Dios y hacerlo en la carne, ese es el necio más grande de todos. Un cristiano debe hacerlo en el poder del Espíritu Santo.

Ahora, ¿qué significa andar en el Espíritu? Bueno, muchas personas están confundidas con esto. Algunas personas creen que usted es sacudido de alguna manera divina. Algunas personas creen que esto es lo que pasa cuando usted habla en lenguas. Y, usted sabe, hay personas que dicen: “Bueno, ¿has sido lleno del Espíritu?” En cierta manera lo aíslan a usted, han sido sacudidos, y han dejado de ser sacudidos, han atravesado por alguna experiencia, usted sabe. Si usted ha tenido algún tipo de experiencia estática, usted lo tiene. Si no, no lo tiene. Y hay mucha, usted sabe, mucha variación y discusión acerca de este concepto.

Y hay personas que por un lado dice que es cuando usted enfrenta algún tipo de experiencia estática, y hay personas que dicen por un lado que lo abordan de manera muy estoica, y simplemente lo reconocen como la idea de que el Espíritu Santo está presente y demás, tiene muy poco impacto en algo práctico, pero ambas posturas están equivocadas. No es un tipo de situación estoica, y no es una experiencia estática. No es ninguna de las dos. La llenura del Espíritu es una realidad muy profunda, y queremos entenderla lo mejor que podamos, conforme lo compartimos esta mañana.

Ahora, veamos tres puntos, simplemente para darle un marco para lo que vamos a decir. Vamos a ver el contraste, el mandato y las consecuencias. Ahora, ya vimos el contraste, la próxima vez vamos a ver las consecuencias, y entonces hoy nos vamos a concentrar en el mandato en sí. Y el mandato es: sed llenos del Espíritu. Ese es el mandato. Ahora, permítame tan solo mencionar el contraste para usted que lo pudo haber olvidado, quizás no haya estado aquí. Primero el contraste en el versículo 18: “No os embriaguéis con vino en lo cual hay asotia o disolución,” o falta de esperanza, una enfermedad incurable, es eso a lo que lleva, antes bien, sed llenos del Espíritu.” Ahí está el contraste entre la embriaguez y ser llenos del Espíritu. Y tratamos de apuntarle en las últimas dos semanas que la embriaguez era un método usado en las religiones paganas para inducir una supuesta comunión con las deidades.

En otras palabras, no es un asunto social de lo que él está hablando aquí, primordialmente, aunque eso ciertamente es verdad. Antes de que usted era cristiano, pudo haberse embriagado cuando usted se convirtió en cristiano, no debe hacerlo, es verdad en un elemento social, pero es un asunto teológico en lo que realmente se concentra. Los paganos se embriagaban y de esta manera sentían que inducían a un nivel alto de conciencia religiosa, y tenían comunión con los dioses.

Y digo, cuando se embriagaban, realmente se embriagaban. Inclusive, vomitaban para que pudieran embriagarse más, e inclusive hemos descubierto en términos arqueológicos, que habían lugares en donde tenían fosos simplemente para ese propósito. Inducían una torpeza de embriaguez que creían que los elevaba para tener comunión con los dioses, y el apóstol Pablo está haciendo un contraste de manera fuerte al decir: “Ustedes tienen comunión con Dios, ustedes pasan por su adoración de salmos, himnos y cánticos espirituales, viven sus vidas de esposas sometiéndose a maridos, y maridos amando a esposas, etc. Hacen todo esto, no como si fuera inducido por la embriaguez, sino como es inducido por la llenura del Espíritu de Dios.” ¿Lo ve? Completamente diferente.

Pablo apunta que encontramos nuestro gozo y encontramos nuestra emoción, y encontramos nuestra comunión con Dios, encontramos la base de nuestra adoración, la motivación para nuestra liturgia, si usted quiere llamarlo así, de ser lleno del Espíritu Santo. Su liturgia mala, vil, llena de orgías, de pecado, de música mala conectada con la danza mala, conectada con la inmoralidad sexual, era inducida por la embriaguez. Nuestra adoración verdadera, nuestra música hermosa, nuestra comunión con Dios, es producida por el poder del Espíritu Santo.

Y, entonces, el contraste fuerte entre la adoración de orgías, de embriaguez, de los sistemas paganos, y la belleza llena del Espíritu de la adoración del Dios verdadero, está en la mente de Pablo, y él está diciendo: “Como cristiano, tienes que dejar esas cosas, y tienes que llegar a este punto en el que estás lleno del Espíritu. Ahora, este es un contraste común en la Escritura, observe Lucas 1:15 por ejemplo, dice en Lucas 1:15 con respecto a Juan el Bautista, y explicamos esto a fondo en un mensaje anterior, “Porque él será grande a los ojos del Señor.”

Y, aquí está una de las cosas que lo va a caracterizar. “Y no beberá vino, ni bebida fuerte, sino que será lleno del Espíritu Santo desde el vientre de su madre.” Ahí está ese mismo contraste. Él no va a ser un bebedor, él será lleno del Espíritu. Él no tendrá sus actitudes religiosas, inducidas por el vino y la bebida fuerte, sino por el Espíritu de Dios. Él no será influenciado en el interior al beber, sino por el Espíritu de Dios. Él no será motivado por lo que el alcohol hace a su cerebro, sino por lo que el Espíritu de Dios hace a su mente.

En otras palabras, él será guiado por el Espíritu de Dios en contraste a aquello que guía a tantas personas en la embriaguez. Observe Hechos, capítulo 2, y encontramos el mismo contraste de nuevo. En el día de Pentecostés, recordará dice en el capítulo 2, versículo 4, que todos fueron llenos del Espíritu Santo. “Todos estaban llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otros idiomas, conforme el Espíritu les daba que hablara.” Y aquí estaban los discípulos y comenzaron a hablar todos estos idiomas, inclusive él nombra los idiomas ahí en el versículo 9, y enlista los diferentes idiomas de nuevo en el versículo 10 y versículo 11, y todos estaban hablando de estas maravillosas obras de Dios, en idiomas que nunca aprendieron. El Señor, de manera milagrosa les dio la capacidad de hacer eso, y el punto era que, de que cuando fueran llenos del Espíritu, en el día de Pentecostés, esto es lo que pasó.

Y entonces, estando llenos del Espíritu, hicieron esto. Pero la gente dijo, en el versículo 12: “Y estaban todos sorprendidos, perplejos y dijeron: ¿Qué significa esto? Y otros burlándose dijeron: Estos hombres están llenos de gleukos, vino nuevo.” Esto es simplemente otra orgía pagana, esto es simplemente un tipo de actividad religiosa, pagana, típica, gentil. ¿Lo ve? Lo estaban viendo, y para un judío habría sido algo muy desagradable. Los gentiles que inducían su adoración mediante la embriaguez, esto es simplemente eso. Se han inclinado a un tipo de adoración gentil, se han rebajado a un paganismo, han expresado su adoración a Dios de esta manera inaceptable. Y esto es algo de burla.

En otras palabras, debieron haber buscado embriagarse. Gleukos, era vino fresco, dijeron: “Aquí está, es temprano por la mañana, y ya están borrachos debido al tipo de vino fresco.” Se están burlando de ellos, hombre, han inducido esta embriaguez, estas actividades paganas típicas. Y entonces se burlan de ellos, y después dicen: ¿Quién quiere escuchar lo que tienen que decir? Pedro se pone de pie y dice en el versículo 15: “Estos no están borrachos como suponen. Esto no es embriaguez, esto es la llenura del Espíritu.” Pero el mundo en su torpeza, algunas veces no conoce la diferencia entre la expresión de una adoración pagana y aquella que es real. Entonces, la comparación es usada varias veces.

Ahora, regresemos a Efesios 5:18, y encontremos la misma comparación de nuevo. “No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución, antes bien sed llenos del Espíritu. Y estoy seguro que Pablo tiene en su mente el relato de Pentecostés. Estoy seguro que está mirando atrás y pensando de eso el día en el que los apóstoles y discípulos fueron llenos del Espíritu de Dios por primera vez, hicieron cosas que se veían a los ojos de otros como si estuvieran borrachos y ejerciendo un estilo de adoración pagano. Y entonces, ahí está el contraste.

Ahora, veamos el mandato. Y simplemente vamos a pasar nuestro tiempo en esto, y es simplemente una verdad tremenda. Y muchos de ustedes saben esto, y lo han estudiado antes, pero muchos de ustedes no lo han estudiado, y muchos de ustedes son nuevos, entonces queremos tomar nuestro tiempo y compartir estos pensamientos con ustedes. Simplemente un mandato tremendamente rico, véalo en el versículo 18: “No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución, antes bien sed llenos del Espíritu.”

Ahora, lo que él está diciendo es que esto es algo que demando de ustedes. Este es un mandato. En el idioma griego hay un modo indicativo, lo cual es una afirmación de un hecho, hay un modo imperativo lo cual es un mandato, este es un imperativo. Estén siendo mantenidos, llenos del Espíritu. Este es un mandato para el creyente, esta no es una opción. Esta no es una sugerencia. Dios rara vez, si alguna vez lo ha hecho, ha hecho una sugerencia. Él presenta mandatos, y Él afirma hechos, Él no trata en sugerencias. De hecho, hay muy pocas cosas opcionales con Dios. Esta no es una, es un mandato. Y como usted sabe, me preocupa profundamente que muchos que se dicen cristianos, nunca saben lo que es ser llenos del Espíritu.

¿Sabe usted que hay algunos cristianos que realmente nunca están comprometidos con este principio? Y todos nosotros, en algunas ocasiones en nuestras vidas, no lo cumplimos. No obstante, no es menos un mandato. Y realmente me preocupa esto, porque en la actualidad, como usted sabe, hay mucho material que está produciéndose, y hay mucha literatura, y hay mucha discusión acerca del hecho de que usted puede ser un cristiano, y nunca ni siquiera molestarse con ninguna de estas cosas. Hay una especie, en cierta manera, de categoría nueva en la mitad.

Por aquí usted tiene al hombre natural, no salvo, no regenerado, camino al infierno. Por aquí, tenemos al cristiano espiritual que ama a la Palabra, ama al Señor, obedece al Señor, camina en la verdad, camina en los mandamientos, camina en la luz, y a la mitad usted tiene esta nueva caja en la que usted puede meter a la gente; son los salvos e indiferentes. ¿Sabía usted? Los sacaron del infierno, pero nunca los van a meter mucho en el cristianismo. Digo, en cierta manera son los no comprometidos.

Leí ayer un artículo escrito por un teólogo prominente que dice que estas son las personas que son salvas, pero nunca andan en la luz. Yo no entiendo eso. No puedo llegar a entender eso. Si usted fue salvado de las tinieblas, al reino de su amado Hijo, y si andamos en la luz como Él está en la luz, no sé lo que eso significa. Pero de cualquier manera lo que Él estaba diciendo es que vienen, son salvos, pero nunca salen de las tinieblas. Son salvos, pero nunca jamás sucede, y hemos hecho una pequeña caja conveniente, tenemos al natural y al espiritual y al carnal, simplemente metemos a todo el mundo ahí, podemos decir: “Bueno, estás bien, eres salvo, vas al cielo. Está bien si no escoges realmente seguir con la vida cristiana, tú sabes, todavía vas a estar bien, no vas a perder tu salvación, vas a entrar bailando un vals al cielo y simplemente no vas a tener un lugar tan grande como el resto de nosotros. Pero, eso va a estar bien, es el cielo después de todo. Y usted tiene esa categoría muy cómoda, pero no es así con Dios.

El Señor nos dice ahora: “Si quieres ser uno de los comprometidos, entonces haz esto. Si simplemente quieres estar en la caja carnal, es una opción. Él no trata así. Este es un estándar que Dios estableció, y no creo que el señorío de Cristo es opcional, creo que es esencial para la fe salvadora. Y no quiero apilar a la gente en la pequeña caja cómoda que dice: “Puedes ser cristiano y no hacer nada.” Escuche, el Señor nos ha mandado ser llenos del Espíritu, cualquier cosa menos que eso es desobediencia abierta. Y si su vida se caracteriza por ese tipo de desobediencia, 1 Juan dice que no es usted cristiano. No importa lo que usted piense.

Entonces, esto es crítico. Los cristianos verdaderos cuya fe es real, no van a estar contentos con negar el señorío de Cristo. Los cristianos verdaderos cuya fe es real no van a estar contentos con negar la llenura del Espíritu de Dios, no van a estar contentos con vivir de manera cómoda en una caja carnal en dónde en cierta manera pueden decir: “Bueno, soy uno de esos que no entra al paso 2, no.” Creo que este es un mandato, y creo que es un mandato porque Dios dice, y obliga a todo creyente y lo único que se puede hacer con un mandato de Dios es obedecerlo.

Ahora hablemos específicamente acerca del significado de “llenos”, que significa, ¿muy bien? ¿Qué significa? Le voy a dar varios pensamientos aquí, y creo que le va a parecer que esto es fascinante. Quiero que entienda lo elemental, ¿muy bien? Entonces comencemos a nivel elemental. Muy bien, primer punto. Todo cristiano posee al Espíritu Santo en toda Su plenitud. Muy bien. Todo cristiano posee al Espíritu Santo. Recientemente oí a un cristiano decir: “Oh, tú sabes, he sido un cristiano por mucho tiempo, y acabo de descubrir que no tengo al Espíritu Santo. Y desde que le pedí a Dios, Él me dio al Espíritu Santo y todo ha cambiado.”

Si, bueno. Usted ha sido cristiano por mucho tiempo, pero no tenía el Espíritu Santo, bueno, ¿sabe una cosa? Que Dios bendiga a esa persona, oí lo que estaban diciendo, y entiendo que fue, usted sabe, que ellos y lo que ellos descubrieron en su vida fue lo que la obediencia hará por usted, no conseguir al Espíritu Santo. El punto es este: Todo cristiano, desde el momento en el que cree, posee al Espíritu Santo. No existe un cristiano sin el Espíritu Santo. Como puede ver, es la vida de Dios en usted, que es la realidad redentora. Cuando usted se convierte en hijo de Dios, Dios establece Su residencia por Su Espíritu dentro de usted. No existe algo como un cristiano sin el Espíritu de Dios.

Permítame mostrarle eso. Observe Romanos 8:9. Romanos 8:9. Queremos tratar de abordarlo quizás de un ángulo un poco diferente, pero Romanos 8:9 es una escritura fascinante. Por cierto, la mayoría de las veces en la que la palabra “carnal” es usada en la Biblia, se usa para hablar de personas no salvas, no cristianos. Y aquí hay una buena ilustración, “la mente carnal,” él dice en el versículo 7, “está en enemistad contra Dios y no se sujeta a la ley de Dios, ni tampoco puede. De tal manera que los que están en la carne o carnalidad, no pueden agradar a Dios.” Aquí “carnales” significa no salvo. Aquí él está diciendo: “Si eres carnal no eres salvo.” La gente dice: “Bueno, soy simplemente un cristiano carnal.” La realidad podría ser que usted podría ser un cristiano carnal, a la 1 Corintios 1 Corintios 3, o podría ser carnal, punto, a la Romanos 8, y ni siquiera ser salvo.

Entonces, si usted está cómodo con su carnalidad, más vale que se examine a sí mismo para ver si realmente es salvo, porque es simplemente igual de posible que usted es carnal, Romanos 8, en lugar de que sea carnal, 1 Corintios 3. Puede haber cristianos que actúan carnalmente, pero la carnalidad es primordialmente característica de la gente incrédula. Están en enemistad contra Dios, no se sujetan a la ley de Dios, no pueden sujetarse a la ley de Dios, no pueden agradar a Dios. “Más vosotros no estáis en la carne, sino en el Espíritu.” Si usted es un cristiano, usted está en el Espíritu, si es un cristiano no está en la carne.

Ahora, observe el fin, después él dice: “Si es que el Espíritu de Dios mora en ustedes.” En otras palabras, cuando eres un cristiano estás en el espíritu porque el Espíritu de Dios mora en ti. Y después al final del versículo: “Ahora, si alguno no tiene al Espíritu de Cristo, no es de Él.” ¿Lo ve? Si usted no tiene al Espíritu Santo no es que usted es carnal, no es que todavía no lo ha recibido aún, ¡usted no es salvo! Si alguien no tiene al Espíritu de Cristo no le pertenece a Cristo. Y, lo inverso, si alguien le pertenece a Cristo tiene al Espíritu de Cristo, ¿lo ve? Es una afirmación simple. Al final del versículo 9: “Ahora, si alguno no tiene el Espíritu de Cristo no es de él.” “Más si Cristo está en vosotros” versículo 10, ¿lo ve?

En otras palabras, si eres un cristiano con Cristo en ti, posees el Espíritu Santo. Solo quiero que entienda usted eso desde el principio. Algunos de ustedes son cristianos nuevos y quizás no entienden eso. Usted como cristiano posee al Espíritu y Él está ahí en Su plenitud, Él está ahí de manera total. No hay dosis, usted no lo recibe en pedazos. Usted no tiene que decir: “Oh, Dios,” he oído a gente decir, “dame más de tu Espíritu.” No hay nada más que recibir, Él no viene en unidades, Él está ahí de manera total. Todo creyente posee al Espíritu.

Ahora, observe 1 Corintios 12:13, otro versículo importante que trata con la misma realidad. 1 Corintios capítulo 12, versículo 13, ahora aquí de nuevo tenemos el mismo énfasis, y es bastante interesante para mí saber que los cristianos eran cristianos carnales. Su carnalidad era la carnalidad del cristiano. Eran cristianos viviendo como si no fueran cristianos, en muchos casos, y estoy seguro que algunos de ellos no eran cristianos en absoluto, simplemente estaban fingiendo. Pero él les dice a ellos, aunque eran personas pecaminosas, aunque eran cristianos pecaminosos él les dice: “Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, seamos judíos o griegos, seamos esclavos o libres, y a todos se nos ha dado a beber de un espíritu.”

La palabra “en” es mejor dejada afuera. A todos se nos dio a beber de un Espíritu. Todos los creyentes han recibido el Espíritu, todos los creyentes han sido bautizados en el cuerpo de Cristo. Y amados, permítame apresurarme a decirles que el bautizo del Espíritu no es una experiencia. El bautizo del Espíritu es algo que no es una experiencia, usted no lo siente, no sabe que sucede, usted no lo puede experimentar. Nada le sucede a usted, físicamente hablando, cuando eso ocurre. Porque aquí nos dice, que por un Espíritu fuimos bautizados en el cuerpo de Cristo. El bautizo del Espíritu de Dios, es el acto mediante el cual el Espíritu Santo lo coloca a usted dentro del cuerpo de Cristo cuando usted cree. Es una realidad teológica, no es una experiencia. Es un acto, mediante el cual Cristo, el que bautiza, mediante la agencia del Espíritu lo coloca en el cuerpo.

Entonces, cuando usted es salvo, usted fue colocado en el cuerpo de Cristo. Y después al final del versículo dice: “Y bebe del Espíritu”, esto es usted recibe el Espíritu Santo. Todo creyente, dice aquí, fue bautizado, y a todos se nos dio a beber de un Espíritu. No hay cristiano que no ha recibido el Espíritu, ninguno. Todos poseemos al Espíritu Santo. Ahora, regrese al capítulo 6, versículo 19, 1 Corintios 6:19, ahora aquí le está diciendo a los corintios de su inmoralidad, estaban cometiendo fornicación, se estaban acostando con rameras, estaban haciendo cosas simplemente putrefactas, malas, viles, y él les dice: “¿Qué?” Y usted espera que él les diga: “¿Por qué no reciben al Espíritu Santo para que limpien su vida?”

Pero él no dice eso. Él no dice: “Lo que ustedes necesitan cristianos, es al Espíritu Santo.” Bueno, si tan solo consiguieran al Espíritu Santo no tendrían este problema.” No, él no dice eso. Por el contrario, él dice: “¿Qué? ¿No sabéis que vuestro cuerpo es el templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros?” Él dice: “Miren.” Él no dice: “Si tan solo reciben al Espíritu Santo no actuarían así.” Él dice: “Más vale que dejen de actuar así, porque están contaminando al Espíritu Santo quien ya está ahí.” ¿Lo ve?

¿No sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo? ¿No saben que están contaminando al Espíritu de Dios que está en ustedes? Cómo puede ver, inclusive cuando un cristiano vive en pecado, el Espíritu Santo todavía está ahí. ¿Ve usted el punto? Él todavía está ahí. Él simplemente es contaminado ahí. O quiere en Efesios 4:30 que dice: “No contristéis al Espíritu de Dios.” O 1 Tesalonicenses 5:19, “No apaguéis al Espíritu.” Usted puede apagar al Espíritu, usted puede derramar el agua de su pecado en el fuego de Su Santidad. Usted puede entristecer al Espíritu, por cierto, el Espíritu es “Él”, y no “eso”. Él es una personalidad. Y Él se entristece, y Él se contrista, y Él es angustiado por nuestro pecado, y Él es contaminado cuando el templo, el cual es nuestro cuerpo, es contaminado.

Entonces, como puede ver, todo creyente posee al Espíritu. Si alguno no tiene al Espíritu no es de Él. Todo creyente es bautizado en el cuerpo y bebe del Espíritu. Todo creyente es el templo del Espíritu de Dios. Gálatas 2:20 lo dice de otra manera, él dice: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, más vivo, más no yo sino Cristo vive - ¿en dónde? – en mí.” ¿Lo ve? El Espíritu de Cristo vive en mí. Observe Juan capítulo 7. ¿Sabe una cosa? Cuándo entendí por primera vez esta doctrina, fue la verdad más impresionante para mí que el Dios del universo, el Dios mismo, Dios mismo Soberano, Todopoderoso, Majestuoso, pudiera establecer Su residencia en mi cuerpo. Fue una realidad inconcebible para mí. ¡Qué pensamiento! Y esa es exactamente la verdad del Nuevo Testamento.

En Juan 7:37, “En el día postrero, el gran día de la fiesta, Jesús se puso de pie y clamó diciendo: “Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que en mí cree, como dice la Escritura, de su corazón fluirán ríos de agua viva.” Ahora, ¿quién recibe los ríos de agua viva? El que cree, cualquier persona que cree. Cualquiera que viene y dice: “Tengo sed y quiero beber, y recibe a Cristo y tiene los ríos.” ¿Y cuáles son los ríos de agua? versículo 39, “Esto habló él del Espíritu, a quien recibirían aquellos que creen en él.” Deténgase ahí, ¿quién recibe el Espíritu? Los que - ¿qué? – los que creen. ¿Lo ve?

Es el acto simple de fe salvadora que le da a usted el Espíritu Santo, Él se vuelve el río de agua viva. Y Él establece Su residencia permanente en nuestras vidas. Y usted nunca puede perder eso. El Espíritu es un residente permanente en la vida del creyente. Y esa es la razón por la que ahora – escuche – esa es la razón por la que, de todos los mandatos en el Nuevo Testamento, y hay muchos de ellos, de todos los mandatos en el Nuevo Testamento – escuche esto – nunca hay un mandato a ser bautizado con el Espíritu. Jamás, jamás.

Hay siete referencias al bautizo del Espíritu en el Nuevo Testamento, ninguna de ellas está en el modo imperativo, ninguna de ellas es un mandato. A usted nunca se le manda a ser bautizado por el Espíritu, porque el bautizo con el Espíritu es cuando usted es colocado en el cuerpo de Cristo, y eso sucede en el momento en el que usted es salvo. En segundo lugar, a usted nunca se le manda en ningún lugar en el Nuevo Testamento a que sea morado por el Espíritu. Nunca. Esa también es una promesa que ya se garantiza, a usted nunca se le manda hacerse guiado por el Espíritu, o mantenido seguro. Ese también es un regalo de Dios, Efesios 1, “ya ha sido sellado, ya ha sido bautizado, ya ha sido morado.” Esos nunca son dados como mandato.

El mandato es este, Efesios 5:18, “Sed” - ¿qué? - “llenos del Espíritu.” Eso es diferente. No morado, bautizado o sellado, sino lleno. Dice usted: “Bueno, ¿qué significa?” Bueno, en primer lugar, es exactamente lo opuesto del tipo pagano de actividad y el éxtasis pagano. Pero el verbo significa esto, permítame darle como se expresa el verbo en su sentido literal, y después le voy a mostrar cómo se manifiesta. Significa ser, es un pasivo, sean mantenidos llenos del Espíritu, y la idea de ser mantenidos es constante, es una constante. Estén siendo mantenidos. Usted no dice: “Oh, soy lleno del Espíritu, ya se acabó por el resto de mi vida.” Sean continuamente llenos, momento por momento, por momento, por momento, ¿lo ve?

Día tras día, tras día, tras día, tras día. No es de una vez por todas, no es algo aquí, una vez allá, otra vez acá el año que entra. Es momento, a momento, a momento, a momento. ¿Lo ve? Sean mantenidos continuamente llenos, es pasivo, es… algo lo llena a usted. Usted no se llena a sí mismo, usted recibe la acción. Y es el Espíritu de Dios, el Espíritu de Dios quien lo llena a usted. Tiempo presente. Sean constantemente, en el tiempo presente, sean mantenidos continuamente, llenos por el Espíritu de Dios. Usted puede ser bautizado en el cuerpo, usted puede ser morado por el Espíritu, usted puede ser sellado por el Espíritu hasta el día de la redención.

¿Pero, sabe una cosa? Usted puede vivir su vida cristiana en derrota, si usted no sabe lo que es experimentar momento a momento el ser mantenido continuamente, llenado por el Espíritu de Dios en esa experiencia. Expresa la idea de una obra momento a momento, continua. No es una segunda cosa que es buena para el resto de su vida. Y el hecho de que yo, yo pude haber sido lleno del Espíritu hace cinco minutos atrás, y ya no sirve en este momento. No. El hecho de que sea lleno del Espíritu mañana, no sirve para hoy. Es momento a momento a momento.

Ahora, cuando usted piensa en ser lleno, usted piensa en un vaso, usted sabe, y lo llena, o una caja y mete algo ahí, o un contenedor y mete algo ahí, pero esa no es la idea. Permítame darle tres conceptos para que lo entienda. La palabra pleroo es usada de viento llenando las velas, y haciendo que se mueva el barco. Usted sabe, cuando decimos que están llenas las velas de viento, y eso es lo que Pablo tiene en mente como un pensamiento inicial, ser llevado, ser impulsado. Un pensamiento hermoso, ser impulsado, tener el impulso en su vida y la energía de su vida, y la presión de su vida, y esto que sea el poder del Espíritu de Dios.

En otras palabras, usted no se mueve en su propia energía, usted no se mueve en su propia carne, usted no se mueve con sus propias ideas, usted no se mueve con sus propios ideales, usted no genera su propia voluntad, usted es llevado bajo el viento del Espíritu de Dios, usted es llevado por el camino por el que Él va a ir. Es en un sentido muy real, casi como aquellos que escribieron la Escritura, que fueron llevados por el Espíritu de Dios. Es como si usted no es nada más que una pequeña varita en un arroyo. ¿Alguna vez ha observado una varita?

Cuándo usted era un pequeño niño usted aventaba una varita en un arroyo, y después iba corriendo y veía como la llevaba la corriente. Usted es llevado por el Espíritu de Dios, usted es impulsado como un barco por el viento. Ese es un pensamiento, ser lleno con el Espíritu es ser llevado de día tras día, de momento a momento, de situación a situación, de pensamiento a pensamiento, de palabra a palabra, de acto a acto, por el poder de la energía del Espíritu de Dios. Entonces, tiene la idea de presión, de presión, de llevarlo a lo largo en la voluntad de Dios.

Hay un segundo, y esa es la idea de permear, pleroo algunas veces se usa de algo que permea, y creo que una buena ilustración de eso es la sal. La sal permea, de hecho, permea tan bien que, si usted le pone suficiente sal a algo, lo va a preservar, ¿verdad? Pero cuando usted quiere comer algo y usted coloca esa sal, le da sabor. Permea todo de tal manera que todo tiene sabor. Solía usar la ilustración de una pastilla efervescente, y si usted ha leído mi pequeño libro La Voluntad de Dios,usted ha leído del principio de efervescencia.

Las pastillas efervescentes eran una especie de Alka Seltzer con sabor, una pequeña pastilla como del tamaño de un Alka Seltzer, nada más que lo hacían en uva y en naranja, y en cerveza de raíz, y cereza y todo eso, usted sabe. Usted conseguía una de esas pequeñas cosas y las metía en un vaso de agua, y pshuuu, usted sabe, como el Alka Seltzer, y lo llenan y permeaba. Usted sabe, usted coloca una pastilla de esas de uva ahí y el vaso entero de agua sabe a jugo de uva. Y lo que hacía era darle sabor al agua. Y pleroo es usado en ese sentido. Existe el sentido en el que el Espíritu de Dios quiere darle sabor a su vida, de tal manera que usted sabe cómo el Espíritu de Dios.

Y entonces, cuando alguien se acerca a usted, el sabor de su vida es la de Dios, de tal manera que estar con usted es como estar con Dios. ¿Lo ve? Entonces, es la idea de presión para moverlo, y es la idea de permear, de tal manera que usted sabe cuándo alguien se acerca a usted, piensan que quizás han estado con Jesús, porque Él le da sabor a su vida. Pero el pensamiento dominante aquí en mi mente, conforme se compara con el registro de los evangelios en particular, el uso dominante de pleroo es hablar de control, hablar de control total. Es ese tipo de idea. Usted tiene la idea de impulsar, tiene la idea de permear, pero la idea de control es la clave.

Permítame ver si se lo puedo ilustrar. Cuando en el registro de los evangelios el escritor quiere hablar de alguien que simplemente es dominado por una emoción, él va a usar la palabra pleroo, la cual es usada aquí. En otras palabras, en Juan 16:6 dice: “Fueron llenos de tristeza.” En otras palabras, tristeza a tal grado que no puede ser equilibrado con la felicidad, de tal manera que estaban totalmente tristes. Ahora, permítame darle una ilustración para ayudarle a entender esto. La mayor parte del tiempo, podemos en cierta manera equilibrar las cosas en nuestra vida, ¿verdad? Tome el concepto de la tristeza. ¿Muy bien?

Tenemos tristeza por aquí, en la báscula, y la felicidad por aquí, ¿muy bien? Y vivimos la vida, y un poco de tristeza y después pensamos en algo feliz. ¿Lo ve? O, “Bueno, no están las cosas muy bien en casa, creo que voy a ir a la oficina. Y, cómo puedes ver esta mejor.” “No. No, no, no las cosas no están muy bien en la oficina, creo que me voy a ir a la casa.” ¿Lo ve? Equilibramos esto. Usted sabe, hablamos de cosas tristes, no queremos hablar ya de eso más, hablemos de algo feliz. ¿Lo ve? Pero de vez en cuando, no podemos mantener ese equilibrio. Usted entiende. La persona que más amamos muere…fuum, ¿se da cuenta? De pronto la báscula bajó del lado de la tristeza y nada de lo que alguien dice, y nada de lo que alguien hace puede quitar la tristeza. Llenos, y ahí es cuando la palabra sería usada. Es totalmente dominante.

Por otro lado, usted va viviendo felicidad por aquí, tristeza por allá, la tía Marta muere, y le deja a usted cincuenta – está feliz, usted sabe, no importa. El mundo puede hacer lo que quiere y yo tengo cincuenta, se da cuenta. Nunca lo esperó, ahora de pronto está lleno de felicidad y ese es el concepto de la palabra. Usted está totalmente dominado por ello, y no necesita equilibrio alguno. Lo más triste que le está pasando a su alrededor es totalmente algo que no le interesa. Usted está feliz. Y así es la vida, usted entiende. Pueden haber cosas que nos mantienen seguros, y cosas que nos asustan y nos dan temor y seguimos un poco, usted sabe. El marido recibe un incremento y tenemos una nueva casa y las cosas, los niños van muy bien. Estamos llenos de seguridad.

Por otro lado, algún desastre sucede, algo terrible, estamos aterrados, usted sabe. Es a la mitad de la noche y alguien está haciendo ruido en las ventanas. Whoa, ¿se da cuenta? Usted sabe, eso es pleroo, es controlado por esa emoción de tal manera que usted ya no puede mantener su equilibrio. Usted está fuera de control, usted es controlado por aquello que influencia su pensamiento y su emoción. Ahora, lo mismo es verdad con la manera en la que vivimos la vida cristiana. Usted sabe, así es como la mayoría de nosotros vivimos.

Aquí estoy yo por acá y acá está el Espíritu Santo, decimos, un poco de mí, y un poco para el Espíritu Santo. Un poquito para mí, como puede ver, y en cierta manera, de pronto en algún punto en el tiempo cedemos al Espíritu de Dios, y totalmente yo desaparezco y somos llenos del Espíritu. Todo es controlado por Él, todas nuestras emociones, todos nuestros actos de la voluntad, todos nuestros pensamientos, eso es lo que significa ser llenos del Espíritu. ¿Lo ve? Esa es la médula del asunto. Es la idea de ser llevado, es la idea de ser permeado de tal manera que tiene el sabor de Jesucristo, pero también es la idea de ser controlado por, y una mano firme de control.

Permítame darle una ilustración. Observe Mateo 4:1, Mateo 4:1 dice esto: “Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser probado por el diablo. Ahora, aquí está el Espíritu Santo operando en la vida de Jesús, y el Espíritu Santo dice: “Llevó a Jesús,” Él llevó a Jesús. Muy bien, ahora vayamos a Lucas 4:1, “Él llevó a Jesús.” En Mateo 4:1 la tentación, en Lucas 4:1 tenemos el mismo incidente, la tentación, misma situación. Pero aquí dice, observe: “Y Jesús, siendo lleno del Espíritu Santo, regresó del Jordán y fue llevado por el Espíritu al desierto.”

Ahora, ¿cuál fue la condición en la que el Espíritu lo llevó? Él estaba - ¿qué? lleno del Espíritu. ¿Ve usted lo que ser lleno del Espíritu significa? Significa ser guiado por el Espíritu, ser controlado por el Espíritu. Ahora, si usted fuera ir a Marcos capítulo 1, Marcos capítulo 1, lo mismo se vuelve a ver, la tentación de Jesús, y en Marcos 1:12 dice: “Inmediatamente el Espíritu,” y usa la palabra ekbalo, lo lleva al desierto. Y esa es una palabra realmente fuerte, Él lo llevó al desierto, Él lo empujó al desierto. En otras palabras, Jesús mismo estaba bajo el poder del Espíritu de Dios, de tal manera que el Espíritu de Dios literalmente lo empujó a dónde quería que fuera. Él fue controlado por el Espíritu de Dios.

Y esa es la razón por la que más adelante cuando vienen a Jesús y dicen: “¿Qué haces? lo que haces lo haces por el poder de Satanás.” Él dijo: “No me han blasfemado a mí, sino a quién, al Espíritu Santo.” ¿Por qué? porque Él había cedido el control de Su vida al poder del Espíritu de Dios. Él estaba lleno del Espíritu, y esa es la razón por la que Él fue impulsado por el Espíritu. Escuche, ser llenos del Espíritu, amados es lo mismo, Él debía de ser empujado por el Espíritu de Dios, de ser movido por el Espíritu de Dios, de ser permeado por el Espíritu de Dios, de ser controlado por el Espíritu de Dios. Ese es el punto. Y de eso estamos hablando.

Estamos hablando de vivir su vida bajo el control del Espíritu de Dios. Él está ahí, y si usted no vive así, usted lo entristece por un lado, y lo contrista por otro lado. Usted lo contrista por un lado y lo apaga por otro lado. Lo entristece, así se siente de manera personal, triste, usted lo apaga, así es como usted lo refrena para lo que Él le gustaría hacer. Entonces, usted realmente está tratando con su persona de manera negativa, y sus propósitos de manera negativa. Y, por cierto, a menos de que sea lleno del Espíritu de Dios, usted no sirve.

Solía usa la ilustración de un guante. Si tengo un guante aquí y digo: “Guante, toca el piano.” ¿Qué va a hacer el guante? El guante no toca el piano, simplemente se queda ahí. Si meto mi mano en ese guante y después toco el piano, ¿qué sucede? Caos. “La marcha de los…usted sabe.” Así era. Renuncié después de mi primer recital. Me metí al béisbol. Pero usted sabe, el guante, usted mete la mano en el guante, y un guante simplemente se mueve. El guante no se vuelve piadoso y dice: “Oh, dedos, muéstrenme el camino por dónde ir.” No hace eso. Y un guante no pelea conforme usted le dice: “Guante, por favor responde.” No, el guante simplemente lo hace.

Bueno, como cristiano, usted es un guante y usted puede quedarse en la mesa y quejarse hasta que muera, pero usted nunca va a afectar nada para Dios hasta que sea lleno con Su Espíritu, porque un guante no puede hacer nada sin una mano y usted no puede hacer nada sin la energía de la llenura del Espíritu. Todo lo que usted trata de producir por usted mismo es hecho en la carne, y es inútil; en el mejor de los casos, es hojarasca, no oro, plata, piedras preciosas.

Entonces, lo que la Escritura está diciendo aquí, es que necesita ser lleno del Espíritu de Dios para ser eficaz, para cumplir con el andar digno, para cumplir con el andar con amor, el andar en la luz, el andar con sabiduría, hacer cualquier cosa para Dios. Para andar en sabiduría usted debe ser lleno del Espíritu de Dios, debe ser permeado por Su persona, debe ser impulsado por Su poder, y debe ser controlado por Su presencia.

Ahora, permítame mostrarle algo. Sabe una cosa, al menos de que sea así, usted es inútil para el Señor. Digo, Él no puede hacer algo con usted, es un desperdicio de tiempo. Operar en la carne, cosecha absolutamente cero. Cuando el Señor quiere que se haga algo, Él siempre consigue alguien lleno del Espíritu. En Hechos capítulo 6, y versículo 5, necesitaban algunos hombres para un trabajo especial, entonces, ¿cuáles fueron los requisitos? Hechos 6:5, “Y el dicho agradó a la multitud y escogieron a Esteban, hombre lleno de fe y del Espíritu Santo.” Lo escogieron porque estaba lleno de fe, y lleno del Espíritu Santo. Y dice en el 7:55, “Pero él, siendo lleno del Espíritu Santo, miró hacia el cielo y vio la gloria de Dios, y a Jesús estando de pie a la diestra de Dios.”

Hombre, le voy a decir algo, ser lleno del Espíritu simplemente lo saca de este mundo, ¿no es cierto? Ser lleno del Espíritu le da a usted una perspectiva de Dios. Ser lleno del Espíritu lo separa del sistema, ser lleno del Espíritu significa, me podría importar menos lo que me pase a mí, mientras que Él sea glorificado. Él simplemente vio hacia arriba y vio la gloria de Dios, es algo trascendente. Es una realidad trascendente. Usted sale de este mundo, sale de sus circunstancias, sale de sus vicisitudes, sale de sus pruebas para ver a Dios, ¿lo ve? Cuándo Dios quiere a un hombre para una misión, para un trabajo, Él quiere un hombre lleno del Espíritu porque podría terminar con el hombre siendo apedreado y si él no está lleno del Espíritu él nunca va a poder enfrentar eso.

Más adelante en el capítulo 9, él necesitaba un hombre. Él necesitaba un hombre llamado Saulo, quien era un hombre duro, francamente. Él era un perseguidor de la iglesia, pero el Señor lo salvó, y el Señor tuvo una condición básica para él, en el capítulo 9, versículo 17, Ananías siguió, y entró a la casa y colocando sus manos sobre él dijo: “Hermano, Saulo - esto es después de su experiencia en el camino a Damasco - Jesús el Señor, que apareció en el camino por el que venías, y Él me envió para que recibas la vista, y que seas lleno del Espíritu Santo.” Saulo, antes de que comiences tu trabajo tienes que ser lleno del Espíritu, o será lleno en la carne. Sed llenos del Espíritu, amados, es simplemente vivir un momento a la vez, bajo el control del Espíritu Santo, eso es todo. Es ceder, es ceder. Es vaciarme de mí para que Él pueda llenarme. ¿Lo ve?

Usted encuentra, más adelante, conforme entra al capítulo 11, versículo 22, el Señor necesitaba un hombre llamado Bernabé, que le ayudara a un hombre llamado Pablo. Y cuando el Señor quiso escoger un hombre llamado Bernabé, tuvo algunas condiciones. Versículo 22, “Enviaron por Bernabé,” porque Bernabé, versículo 24, “porque era un hombre justo y” - ¿qué? – “lleno del Espíritu Santo.” Digo, tenía que ser así, ¿Qué más demandaría Dios? Y, más adelante encuentra en el capítulo 13, versículo 9: “Y Saulo, lleno del Espíritu Santo, puso sus ojos en él.” Aquí él está en algún punto más adelante, todavía lleno del Espíritu Santo. Capítulo 13, versículo 52, me encanta esto: “Y los discípulos fueron llenos de gozo, y del Espíritu Santo”

Y, ¿qué pasó? “sucedió en Iconio, que estaban juntos en la sinagoga de los judíos, y entonces hablaron de tal manera que una gran multitud, tanto de judíos como de griegos…” ¿qué? “…creyeron.” ¿No es eso maravilloso? Cuándo Dios quiere que alguien ministre a Su iglesia, cuándo Dios quiere que alguien esté a cargo de una obra misionera pionera, cuándo Dios quiere que alguien gane personas para Cristo, Él encuentra alguien - ¿qué? – lleno del Espíritu, alguien que es impulsado a la voluntad de Dios por la presión del Espíritu de Dios, permeado por el sabor de Jesús mismo, y alguien que está de manera absoluta por ese poder. Ese es el estándar que Dios ha establecido.

Dice usted: “Bueno, ese es el significado de la llenura, pero ¿cuál es el medio? ¿cómo soy llenado? Permítame darle esto rápidamente y vamos a terminar. ¿Cómo consigo la llenura del Espíritu? ¿Cómo puedo conocer esto si es mandado? Bueno, sabe una cosa, sorprendente, oigo a personas orando por la llenura del Espíritu. Usted no tiene que orar por ello, no es una petición de oración, es un mandato. Usted no dice: “Señor, oh, quiero ser lleno.” Él está ahí arriba diciendo: “Quiero que seas lleno, quiero que seas lleno.” Y usted está diciendo: “Quiero ser lleno, quiero ser lleno.” ¿Lo ve? En cierta manera ese es un estorbo aquí. Si Él le dio a usted un mandato, entonces usted tiene los recursos, ¿verdad? Y el recurso es vaciarse de sí mismo, es cuestión de la confesión de pecado.

Pero, permítame darle una manera simple de verlo, involucra rendir su voluntad, su intelecto, su cuerpo, su tiempo, su talento, su dinero, todo a Su control. Es la muerte de usted, es la crucifixión de uno mismo, es el matar su propia voluntad. Es la mortificación de los miembros de su cuerpo, es la muerte de usted. Cuándo usted muere, Él llena. Cuándo usted se vacía de sí mismo, Él va a llenarlo, Él va a llenarlo. Permítame darle una ilustración de esto. Ahora, observe Efesios capítulo 5, rápidamente, usted tiene en Efesios capítulo 5, versículo 18 esta afirmación: “No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución, antes bien sed llenos del Espíritu.”

Ahora, ¿qué sucede cuando usted es lleno del Espíritu? Aquí está lo que pasa, usted va a hablar entre vosotros en salmos, himnos y cánticos espirituales, versículo 19. Versículo 20, va a estar agradecido, va a dar gracias a Dios por todo. Versículo 21, se van a someter unos a otros. Versículo 22, las esposas llenas del Espíritu se van a someter a sus maridos. Versículo 25, los maridos llenos del Espíritu van a amar a sus esposas. Capítulo 6, versículo 1, hijos llenos del Espíritu van a obedecer a sus padres. Capítulo 6, versículo 4, padres llenos del Espíritu no van a provocar a ira a sus hijos. 6:5, siervos llenos del Espíritu van a ser obedientes y 6:9, amos llenos del Espíritu van a tratar a sus siervos, bien.

Ahora, ¿se da cuenta de eso? No es eso sorprendente. Toda esta llenura del Espíritu nunca produce nada estático en absoluto, produce canciones, decir gracias, someterse, y muchas relaciones humanas correctas. Nadie entra y sale de una experiencia. ¡Sorprendente! Nadie se cae boca abajo, nadie entra en algún tipo de experiencia de éxtasis, ¿qué sucede? Simple. Todas las relaciones se corrigen. Su relación con Dios está bien porque usted canta y da gracias. Su relación con otras personas está bien porque usted se somete. Sea en un matrimonio o familia o en una situación de empleo. Todo es muy práctico, todo es muy claro. La llenura del Espíritu afecta todas estas relaciones con Dios, con nuestras familias, con otros.

Ahora, permítame mostrarle algo. Observe Colosenses capítulo 3, este es un paralelo. Este es un paralelo fabuloso. Colosenses 3, ahora observe, versículo 16, dice a la mitad del versículo: “Enseñando y amonestando unos a otros,” aquí vamos de nuevo, exactamente como Efesios 5, “salmos, himnos y cánticos espirituales,” ¿verdad? Versículo 17, “Y todo lo que hagáis sea de palabra o, de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias.”

Ahora, pasamos por la misma rutina de nuevo, está condensado, pero todo está aquí: las esposas se someten a sus maridos, maridos aman a sus esposas, hijos obedecen a sus padres, padres no provocan a sus hijos, siervos obedecen a sus amos. Y después en el capítulo 4, versículo 1, “Amos, traten a sus siervos de manera equitativa y justa.” Ahora, ¿ve usted eso? La misma secuencia. Usted lo tiene todo ahí. Tiene las canciones, el dar gracias, la sumisión, las esposas, el marido, los hijos, el padre, el siervo, el amo. Idéntico. Ahora, sabemos lo que produce esto en Efesios 5, la llenura del Espíritu. ¿Qué lo produce aquí? Oh, es diferente aquí. Observe el versículo 16: “La palabra de Cristo more - ¿qué? – en abundancia en vosotros, en toda sabiduría.”

Ahora, agárrense a su asiento. Permítame decirles algo, ser llenos del Espíritu es lo mismo como dejar que la Palabra de Cristo more en abundancia en usted. ¿Lo ve? Tiene que ser lo mismo porque produce los mismos resultados. La gente dice: “Oh, la llenura del Espíritu es mística, muy mística.” No. La llenura del Espíritu es tomar la Palabra que Cristo nos ha dado y dejar que more, ¿en dónde?, en su corazón. ¿Quiere usted ser lleno del Espíritu? No se siente en un rincón, en algún lugar y le ruegue a Dios. Si quiere ser lleno del Espíritu, aliméntese de la Palabra de Cristo.

Y conforme usted es alimentado y lleno de la Palabra, y resulta en morar en usted en plusis, “abundantemente, ricamente, en plenitud”, usted se va a encontrar colocándose bajo su control. ¿Quién es el autor de la Palabra de Cristo? El Espíritu. Y cuando usted mete la Palabra a su vida, se vuelve lo que lo controla. Como Spurgeon dijo: “Su sangre se convertirá en biblina.” Él tiene razón. Es algo simple y no hay razón para hacerlo confuso. Ser lleno del Espíritu es simplemente dejar que la Palabra domine mi vida. Si usted quiere conocer lo que es ser lleno del Espíritu, entonces aliméntese de la Palabra de Dios, porque cuando la Palabra entra, el Espíritu tiene la verdad con la cual le va a dar a usted la dirección y la guía, como puede ver.

Ilustración para cerrar. Yo he usado esto muchas, muchas veces. Pedro, Pedro quería estar dónde Jesús estaba. Cuento esta historia en mi pequeño libro de La Voluntad de Dios, él quería estar en dónde Jesús estaba, siempre. Digo, estoy seguro de que Jesús caminó por el camino y se detuvo y Pedro corrió atrás de él. Pedro lo seguía a todos lados. El Señor dijo: “¿Te vas a ir?” Él dijo: “¿Adónde voy a ir?” Pedro siempre estaba ahí. Y entonces, como usted sabe, se porque estaba cerca de Él, porque cuando él estaba cerca de Jesús, tres cosas sobresalen en la Biblia: Él hizo lo milagroso, dijo lo milagroso, y tuvo valentía milagrosa.

La primera cosa, usted sabe, él…la primera vez que usted ve a Pedro, él está en una barca en el mar, y hombre, es un tiempo de nervios, ¿verdad? La tormenta, y están todos solos, y están sacudiéndose, y están a la mitad del Mar de Galilea y de pronto ven a la distancia y aquí viene Jesús caminando sobre el agua, y después Pedro piensa: “Estoy aquí, Él está ahí, eso no es bueno, tengo que cerrar aquí el espacio.” ¿Lo ve? Y él va a ir con Jesús. Ahora, él ha sido un pescador toda su vida, ha vivido en la costa del Mar de Galilea, nunca ha caminado sobre él aun, cada vez que él se ha metido ahí él se iba al fondo, él sabe eso.

Nunca ha sido diferente, sin embargo, él sale de la barca, y empieza a caminar por el agua, y él dice: “Ja, ja, ja,” usted sabe. Bueno, como puede ver, él está inconsciente de lo que estaba haciendo, porque su motivación por estar con Jesús superó absolutamente todo. Él simplemente iba a dónde Jesús estaba. Y claro, él se encontró con Jesús por un tiempo, y comenzó a hundirse y el Señor lo sacó, lo levantó y salieron caminando hacia la barca, usted sabe. Apenas me puedo imaginarlo caminando con Jesús de regreso a la barca, sintiéndose bastante bien, mmm, usted sabe: “Véanos,” usted sabe.

Y siempre me río porque un escritor escribió que había una parte de arena ahí, y estaban caminando sobre una parte de arena. Pero ese mismo escritor que dijo que no hubo un gran pez que tragó a Jonás, tampoco. Ese fue el pequeño salvavidas que estaba amarrado a la parte de atrás del barco. Claro, mi pregunta fue: ¿quién oyó de un salvavidas que vomitó? Pero bueno, eso es un comentario al margen. Pero bueno, Pedro y Jesús van caminando a la barca, y ¿sabe una cosa? Usted tiene que admitir que cuando Pedro estaba cerca de Jesús él podía hacer lo milagroso. Digo, él no podía caminar sobre el agua, pero él pudo cuando él estuvo cerca de Jesús, ¿verdad?

La próxima vez que lo vemos en nuestra pequeña analogía, él está con los discípulos y Jesús dijo: “¿Quién dice los hombres que soy yo?” Mateo 16. Y ellos dijeron: “Oh, algunos dicen que tú eres Elías, o Jeremías, o algunos de los profetas.” Y Él dice: “Bueno, ¿quién dicen que soy yo?” Y Pedro dice: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios Viviente.” Y estoy seguro de que él pensó: ¿de dónde salió eso? Como puede ver, la boca de Pedro estaba disponible. Poco después en ese capítulo, Satanás lo usó, ¿se acuerda? Y Jesús tuvo que decir: “Quítate de delante de mí, Satanás.” Su boca estuvo disponible, y después Dios lo usó: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios Viviente.” ¡Qué shock! Jesús lo vio y dijo: “Carne y sangre no te revelaron eso a ti, Pedro. Mi Padre en el cielo te lo reveló. Mi Padre acaba de usar tu boca por un momento ahí.” Bueno, no es sorprendente que él quería estar dónde Jesús estaba, él podía hacer lo milagroso y decir lo milagroso.

La tercera cosa, él podía tener valentía milagrosa. En el huerto, usted sabe, todos los soldados vinieron para capturar a Jesús, capturarlo y llevárselo al juicio, y Jesús dijo: “¿A quién buscáis?” Y el ejército romano entero se cayó, se cayeron como piezas de domino, cayeron sobre el suelo. Pedro pensó: “Esto va a ser fácil. Digo, uno, y ya se cayeron.” Y entonces, él está al lado de Jesús, y se está molestando más y más, y poco después él decide simplemente sacar su enojo. Entonces, él saca su espada, y comienza con el primer hombre que está enfrente de él. Él iba a acabar con todos, quizás habían quinientos de ellos, de la Fortaleza Antonina, y él simplemente le corta la oreja a Malco, y él iba por la cabeza, pero Malco se agachó. No hay duda en mi mente, él no estaba nada más diciendo: “Ya te quité la oreja.” Usted sabe, esa no era la idea, él iba por todo, él comenzó con el primer hombre que estaba en frente de él, e iba a seguir a lo largo de toda la tropa.

Decimos, ¿de dónde sacaste la valentía, hombre? ¿de dónde sacaste la valentía? Bueno, él sabía que lo único que tenía que hacer era simplemente ver a Jesús. Y Jesús podía hacer eso otra vez y todos se caerían. Entonces, no tenía nada porque preocuparse, como puede ver. Como puede ver él tuvo la capacidad de hacer lo milagroso, decir lo milagroso, tener valentía milagrosa cuando él estaba cerca de Jesús. No es sorprendente que ahí era dónde quería estar. No es sorprendente que cuando Jesús dijo: “¿También se van a ir?” él dijo: “¿Adónde me iría, Señor? Sin embargo, usted sabe lo que pasó la siguiente ocasión cuando lo vemos, él está separado de Jesús, Jesús está adentro siendo juzgado, él está afuera lavando sus manos, o calentando sus manos más bien. Y la Biblia dice que tres veces hizo, ¿qué? lo negó. ¿No es eso terrible? Sabe una cosa, lo único que se necesitó fue que Pedro fuera separado de Jesús y fue un fracaso. Gran principio ahí, ¿no es cierto?

Dice usted: “Él fue un cobarde, cuando Jesús estaba a unos metros de él.” Sí. Y lo que pasó después, Jesús se fue al cielo. Dice usted: “Oh, ahí se acabó Pedro. Él es un cobarde a unos metros, ¿ahora que va a hacer?” El Señor regresa al cielo, más vale que sepultemos al hombre, ¿no? ¿Sabe usted lo que hace? Él se pone de pie el día de Pentecostés, y él dice: “Vosotros hombres de Judea, y todos vosotros los que estáis en Jerusalén, sabed esto y oíd mis palabras.” Y él procede a predicar de Jesús, “a quien vosotros crucificasteis es el Señor y Cristo.” Y él predica una obra maestra, fantástica, y Dios está usando su boca una vez más, y va con inspiración divina. Y él termina, y fueron compungidos en su corazón y todos claman, ¿qué vamos a hacer? Y él dijo: “Arrepentíos, y bautícense para la remisión de pecados, y recibiréis al Espíritu Santo.” Y tres mil de ellos se arrepintieron. ¿Sabe usted lo que lo vemos hacer? Está diciendo lo milagroso de nuevo. Él está abriendo su boca y Dios está hablando.

La próxima vez que usted lo ve, él y a Juan van al templo a adorar y hay un hombre que está ahí, y él es un mendigo. Y él lo ve y le dice: “Plata y oro no tengo, pero te doy lo que tengo, en el nombre de Jesús de Nazaret, levántate y anda.” Y el hombre salta y salta, y baila, y va por el templo haciendo todo eso. Él no solo podía decir lo milagroso, él podía hacer lo milagroso, y entonces no le gustó lo que él estaba haciendo, y entonces lo llevaron ante el Sanedrín y le dijeron: “Deja de predicar.” Y él les dijo: “Díganme si debo obedecerlos a ustedes o a Dios.” Y lo soltaron. Y él salió y comenzó una reunión de oración, y oraron porque Dios les diera más valentía y salieron y predicaron más.

Escuche, me es sorprendente, cuando Pedro estuvo con Jesús, él podía hacer lo milagroso, decir lo milagroso, y tener valentía milagrosa. Más adelante, cuando Jesús estaba de regreso en el cielo, él podía hacer lo milagroso, decir lo milagroso y tener valentía milagrosa. Y dice usted: “¿Cuál es la conexión?” Antes de que él se pusiera de pie en Pentecostés, la Biblia dice en Hechos 2:4, que fueron todos llenos de ¿qué? del Espíritu Santo.

Ahora escuche, aquí está la conclusión. Ser lleno del Espíritu es lo mismo como vivir como si estuviera ¿junto a quién? a Jesucristo. Ser lleno del Espíritu es lo mismo, como dejar que la presencia de Cristo domine su vida. No es algo místico, es llenarme a mí mismo con la Palabra de Dios, para que la verdad de Cristo domine mi pensamiento. Y después el Espíritu de Dios, conforme cedo a la verdad de Cristo en mí, me llevará a hacer y decir, y ser lo que Dios quiere que sea. Más de eso la próxima semana.

Oremos. Padre, oro porque Tú traigas al cuarto de oración, y al cuarto de consejería a aquellos a quienes tú quieres que venga. Tráenos de regreso esta noche, Padre, para reunirnos contigo de una manera especial. Gracias por el Espíritu Santo quien vive en nosotros y quiere llenarnos momento a momento conforme cedemos a la presencia de Jesucristo. Ayúdanos a practicar Su presencia, a pensar en Jesús desde la mañana hasta la noche, conforme nos alimentamos de Su Palabra; para que el Espíritu pueda guiar, para que podamos ser útiles para Ti, en tus propósitos para Tú gloria. En el nombre de Jesús. Amén.

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Nuestro texto esta mañana, es un versículo. Capítulo 5, versículo 17. 1 Tesalonicense 5:17 dice: “Orar sin cesar.” El apóstol Pablo en este mandato simple y específico llama a los cristianos a orar, básicamente, como un estilo de vida. Yo solía decir que: “el orar es como respirar”. Simplemente es normal, simplemente es natural, simplemente es la vida para nosotros. Inhalamos, exhalamos la atmósfera de la presencia y el poder de Dios. Y, mientras que eso es verdad, también es verdad que nosotros, quienes dependemos de Dios y quienes si -somos cristianos genuinamente-, tenemos comunión con Dios no oramos de manera tan incesante como deberíamos orar.

Somos culpables, creo yo, de contener nuestra respiración espiritualmente mientras que suponemos que la presión del ambiente mismo de la presencia de Dios nos forzaría a orar así como la presencia del aire nos fuerza a respirar. Eso no es necesariamente el caso. Y nosotros, como cristianos, restringimos nuestra inhalación, la presencia misma de Dios debido a nuestra propia pecaminosidad. Entonces, viene el mandato del apóstol Pablo a orar sin cesar, orar en todo tiempo, a oración continua, persistente, incesante. Es una parte esencial de la vida cristiana y fluye de la dependencia de Dios.

Quiero que entendamos este principio de orar sin cesar y mientras que, tan solo leerlo, le da cierto entendimiento claro, hay mucho más para entender la importancia de esa afirmación encontrada en las Escrituras y quiero ver si puedo darle algo de la riqueza de lo que la Palabra tiene que decir. Un buen punto inicial es ver dos parábolas que Nuestro Señor dio. De hecho, entre las muchas parábolas de Nuestro Señor, estas dos, sobresalen como algo único. Son únicas por una razón muy simple e interesante. Todas las otras parábolas se relacionan a Dios, a manera de comparación. En cierta manera, son como Dios. Son como el Reino de Dios. Son como la manera en la que Dios opera.

Estas dos parábolas se relacionan con Dios a manera de contraste. No son como Dios. Únicamente, son la únicas dos parábolas que Jesús jamás dio que se relacionen a Dios a manera de contraste. Estas dos parábolas nos dan ilustraciones de alguien quien es totalmente diferente de Dios y, al hacer eso, presentan un punto muy, muy fuerte acerca de este asunto de orar persistentemente sin cesar. Vayamos a estas dos parábolas.

La primera la encontramos en Lucas, capítulo 11. Es llamada La Parábola del amigo que se rehusaba, Lucas, capítulo 11. Nuestro Señor la dio en un contexto de oración. De hecho, los discípulos se habían acercado a Él y le habían dicho, en Lucas 11:1: “Enséñanos a orar, así como Juan le enseñó a sus discípulos.” Y Jesús les respondió con las palabras conocidas: “Cuando oréis, decid: Padre, santificado sea Tu Nombre. Venga Tu Reino. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestros pecados, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. Y no nos metas en tentación.” La conocida oración del Señor o la oración de los discípulos. Entonces, en los versículos 2-4 Jesús les enseñó que decir. Él les enseñó, básicamente, el contenido de la oración. Cuando usted ora debe honrar a Dios y santificar Su Nombre. Debe orar por esas cosas que se relacionan con Su Reino. Debe buscar la provisión diaria que solo Él da. Debe confesar sus pecados y buscar Su Perdón. Debe pedir Su Sabiduría para no ser guiado a la tentación. Esos son los componentes de la oración. Así es como debemos orar, lo que debe decir cuando usted ora.

Pero, más allá de eso, ÉL les dijo: “Supongamos que uno de vosotros tiene un amigo y va a él a medianoche y le dice: Amigo, préstame tres panes, porque un amigo mío ha venido de un viaje y no tengo nada que darle; y desde adentro, él le responderá y le dirá: no me molestes; la puerta ya ha sido cerrada, y mis niños y yo ya estamos en cama; no puedo levantarme y darte nada.” Usted tiene que acordarse que en esos días cuando hacía frío, la familia entera se metía en la misma cama para poder calentarse y todos ya estaban metidos y calientes a medianoche y este no era el momento para salirse de la cama y darle algo de pan a su amigo. Versículo 8: “Os digo” Jesús dijo “que aunque él no se levante y le dé a su amigo nada porque él es su amigo, sin embargo, debido a su persistencia él se levantará y le dará todo lo que él necesita. En otras palabras, lo que él no haría por amistad él lo hará por dormir, porque el hombre no se va a ir hasta que reciba su pan.

Entonces, Jesús te está diciendo: “Aquí hay un hombre cuya amistad no le permite darle este gesto de sacrificio y, entonces, el hombre, simplemente, lo irrita hasta que, finalmente, no tiene alternativa. Esto –Nuestro Señor está diciendo-, debe instruirnos acerca de los beneficios de la persistencia. Pero, el punto que Él, realmente, está presentando aquí, es que cuando usted considera lo diferente que es de Dios el amigo que se rehusó a ayudar al otro amigo, la parábola se vuelve aún más asombrosa. La parábola tiene aún más impacto. Si un amigo que se rehúsa a ayudar a otro amigo va a hacer algo por usted –porque usted es persistente-, imagínese lo que un Dios que no se rehúsa a ayudarlo va a hacer por usted, si usted es persistente. Ahí está el contraste.

Y Jesús procede a hablar acerca de un Padre a quien le pide su hijo, versículo 11, un pescado, no le dan una serpiente, o ¿sí?, en lugar de un pescado. O si le pide un huevo no le dan un escorpión, o ¿sí? En otras palabras, un padre terrenal no va a darle algo que dañe a su hijo. Un padre terrenal va a oír el clamor de su hijo. Entonces, en el versículo 13: “Si vosotros siendo malos” -ese es el punto-, “sabéis cómo dar buenas dádivas a vuestros hijos, cuanto más vuestro Padre Celestial” –implícito que no es malo-, “dará el Espíritu Santo a los que le pidan.” Dios es tan diferente. Pero Dios responde a la persistencia. Si un amigo infiel, un amigo que se rehúsa a ayudar a otro amigo, un amigo no compasivo, un amigo que carece de compasión, un amigo que no tiene misericordia y no expresa gracia va a ayudar debido a que otro amigo le pide de manera persistente algo. Si va a responder debido a peticiones persistentes, ¿qué cree usted que un Dios, quien es amoroso, lleno de gracia, misericordioso, compasivo y tierno de corazón hará si usted es persistente?

El orar sin cesar mueve la Mano de Dios. Entonces, primero Él les dijo qué decir y después, Jesús les dijo: “Ahora quiero recordarles que lo sigan diciendo.” Decirlo con persistencia porque Dios -quien es bueno-, oirá y responderá. En Lucas 18 hay otra parábola que sigue el mismo estilo de contraste. En el versículo 1 de Lucas 18 Jesús, de nuevo, ha estado enseñando acerca de la oración y Él les estaba dando una parábola para mostrarles que debían orar en todo tiempo y no desmayar. Si no recibes una respuesta inmediata, si las cosas no son exactamente cómo quieres que sean, si las cosas no cambian tan rápidamente como tú podrías haber planeado, no desmayes, no te desanimes, necesitas continuar orando. Necesitas orar en todo tiempo, incesantemente, continuamente, sin cesar.

Y después, para ilustrar esto Él dice: “Había, en cierta ciudad, un juez que no temía ni a Dios ni respetaba a los hombres.” Ahora, usted tiene que entender cómo es que llegó a ser juez, pero llegó a ser juez. “Y había una viuda en esa ciudad” -por lo menos en esta historia-, y ella continuaba acudiendo a él, a este juez, repetidamente diciéndole: “dame protección legal de mi adversario.” Aparentemente, alguien estaba haciendo todo lo posible por quitarle el sustento mínimo en la vida y estaba rogando por justicia en la corte de este juez. Y, por un tiempo, versículo 4, él no quería pero después, él se dijo a sí mismo: “Aunque no temo a Dios ni respeto al hombre, sin embargo, debido a que esta viuda me molesta le daré protección legal no sea que por venir a mí continuamente me agote la paciencia. Esta mujer es un dolor. Lo que no hago por amor a Dios, lo que no hago por amor a la humanidad lo voy a hacer por estar en paz.” Él está diciendo: “Ya no puedo soportar esta molestia continua.” Y después, versículo 6, el Señor dijo: “Oíd lo que el juez injusto dijo: ¿Acaso Dios no traerá justicia para sus elegidos que claman a Él día y noche? ¿Se tardará en responderles? Os digo que Él traerá justicia para ellos rápidamente”.

Como puede ver Dios es muy diferente de un juez injusto. Dios es diferente de un amigo que se rehúsa a ayudar a otro amigo. Pero, si un amigo que se rehúsa a ayudar a otro amigo y un juez injusto van a hacer lo que se les pide debido al ruego continuo, entonces, ciertamente, un Dios compasivo, amoroso, lleno de Gracia, amable, tierno de corazón hará más. Ese es su punto. Entonces, Jesús está diciendo de hecho: “Oren. Oren así. Oren persistentemente, oren constantemente, oren en todo tiempo. No se rindan, no se desanimen. Sigan tocando, sigan pidiendo, sigan buscando, y Jehová, su Dios, bueno, compasivo, fiel, amoroso, lleno de Gracia, misericordioso, oirá y responderá.

Ahora, algunos han imaginado que parábolas como estas contradicen otras cosas que Jesús enseño. Por ejemplo, allá atrás en Mateo, capítulo 6, Él dijo algo: “A primera vista, en la superficie, podría parecer contradictorio y necesita ser entendido”. En Mateo 6, versículo 7, Jesús dijo: “Y cuando oréis no hagáis repeticiones vanas, como los gentiles, porque creen que por sus muchas palabras serán oídos. Por lo tanto, no seáis como ellos porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad antes de que le pidáis. Dice usted: “Acaso, ¿esto no es contradictorio? ¿Acaso no está diciendo que no repitamos nuestras oraciones?” No. Él está diciendo: “No repitan de manera vana”. Esa es la clave.

¿Qué quieres decir con “repeticiones vanas”? Bueno, el tipo de oraciones que los paganos oran. Suponen que serán oídos por sus muchas palabras. En otras palabras, no es que la Deidad se preocupa por Su Corazón. No es que el Dios entiende la compasión, la pasión, el dolor, el anhelo, el deseo del corazón, es que haya alguna fórmula, algún ritual religioso, alguna ceremonia, algún mantra, algún canto, algo u otro, alguna secuencia de cuentas, alguna fórmula repetitiva que de alguna manera va a hacer que ese Dios haga algo que de otra manera no haría. Jesús simplemente estaba diciéndoles: “No oren de esa manera”. Él no está prohibiendo la repetición significativa. Él no está prohibiendo el ruego del corazón, lo que Él está prohibiendo es el ritual vacío, el balbuceo sin pensar que fluye solo de la boca y supone que Dios responderá debido a las palabras en lugar del corazón. Entonces, cuando Pablo dice: “Orad sin cesar”, él no está en desacuerdo con Jesús, él, simplemente está apoyando el principio enseñado en Lucas 11 y Lucas 18 de que la oración debe ser incesante. No somos oídos, simplemente, por nuestras muchas palabras sino que somos oídos por el clamor de nuestro corazón.

El hombre que vino a la casa de su amigo y necesitaba pan no oró una fórmula de oración de ritual, él rogó por algo que necesitaba. La viuda que vino al juez no ofreció al juez algún mantra o algún canto o alguna recitación de oración ritual. La mujer le presentó el clamor de su corazón por protección de alguien que tenía el poder para hacer eso. Y una oración así, que clama desde el corazón, que repite, es aquello que mueve el corazón de un Dios amoroso y compasivo. De hecho, inclusive podemos comenzar a entender el orar sin cesar al ver la vida de Nuestro Señor mismo debido a que Él hizo eso. Él, obviamente, estuvo en comunión constante con el Padre y lo vemos en las Escrituras levantándose temprano a orar. Lo vemos paseando toda la noche en oración. Debe haber sido una comunión interminable e incesante entre Él mismo y el Padre.

Hebrón nos dice que él ofreció oraciones y súplicas con clamor fuerte y lágrimas. Ese es un principio fascinante. Hubo una intensidad en las oraciones de Jesús que es absolutamente única. Eso es absolutamente sorprendente. Cuando Él oró, en varias ocasiones, hubo una gran agonía. Y podemos suponer que, aunque las Escrituras no nos relatan todos los detalles de todas sus oraciones, tuvo mucho del mismo tipo de intensidad como esas oraciones que vemos y nos son reveladas en el texto. Cuando la Biblia nos dice que Él fue al monte de los Olivos y oró toda la noche, sin duda alguna, hubo una intensidad en ese tipo de oración que conocemos muy poco -si es que llegamos a conocer-.

La gran ilustración clásica que tenemos de la intensidad de Su oración viene en el huerto previo a Su Muerte en donde lo vemos orando ahí, en sudor y en una agonía de sangre. Él está postrado orando y Lucas escribe en el capítulo 22 diciendo: “Padre, si Tú quieres, pase de Mí esta copa más no será Mi Voluntad sino la Tuya.” Lucas escribe: “Y, estando en agonía, Él oró con mayor fervor y Su sudor se volvió como gotas de sangre que cayeron al suelo.” Hay un tipo de experiencia agonizante intensa aquí que hace que el Señor Jesucristo sude y después comienza a sangrar en ese mismo ambiente de oración. Eso me impacta. También me impacta que en Mateo capítulo 26, versículos 38-46 nos dice que Jesús repitió el proceso de su ruego en el huerto durante tres veces consecutivas. Esta fue una experiencia de oración prolongada. De hecho, sabemos que fue prolongada por tanto tiempo que los discípulos se quedaron dormidos en varias ocasiones y, entonces, en esta agonía prolongada de oración podemos tener una idea de la vida de Nuestro Señor Jesucristo, que es excepcional.

Permítame decirle lo que quiero decir con eso. El Señor Jesucristo llevó a cabo muchas obras poderosas cuando estuvo en la Tierra. En ninguna de ellas hay un esfuerzo aparente de energía, aunque las Escrituras dicen que Virtud salió de Él, no hay nada que Él hace en todas las Sagradas Escrituras, en términos de registro del Nuevo Testamento que indicaría que hubo algún tipo de agonía, esfuerzo en el proceso de llevar a cabo ese milagro. Fuera que Él estuviera dando vista a los ciegos, o dando sentido de oído a los sordos, o haciendo que pudieran hablar los mudos, o dando salud al cuerpo enfermo, o dando la capacidad de caminar a una persona que no podía caminar. O fuera que Él estuviera resucitando a alguien de los muertos, o fuera que Él estuviera alimentando a cinco mil hombres más mujeres, niños, veinte mil personas ahí en la costa, o fuera que Él estuviera calmando una tormenta, o fuera que Él estuviera caminando en agua. No importaba lo que fuera. No hay registro de que hubo algún esfuerzo aparente de energía, algún tipo de esfuerzo, algún sudor, alguna gota de sangre en algún tipo de esfuerzo agonizante para hacer que eso sucediera.

Parece que no se involucró cansancio alguno, no hubo esfuerzo alguno. No le costó trabajo alguno hasta que llegamos a la oración. Y cuando Él oró hubo una agonía, hubo una carga en Su Corazón, en Su Ser mismo, que se manifestó en Su Cuerpo físico. Él oró en una agonía hasta la sangre, un nivel de intensidad que, ciertamente, habla de la persistencia que Jesús indicó en Lucas 11:18 y que Pablo tenía en mente cuando dijo: “Orad sin cesar.” La Primera Iglesia se caracterizó por este tipo de oración continua, apasionada, incesante, desde el comienzo, inclusive antes del día de Pentecostés, en Hechos 1:14: “Todos los creyentes eran uno.” Dice: “Eran de una mente y estaban entregándose continuamente a la oración”. Oración incesante. Oración constante. Oración persistente. Es lo que marcó a la Primera Iglesia. Cuando los apóstoles estaban estructurando la iglesia para que todo el Ministerio pudiera llevarse a cabo, ellos mismos dijeron: “No podemos hacer todas estas cosas rutinarias pero nos entregaremos a la oración. Nos entregaremos a la oración y al Ministerio de la Palabra.

En Hechos, capítulo 12, de nuevo, vemos a la Primera Iglesia. Pedro estaba siendo mantenido en la prisión pero se estaba elevando oración por él de manera apasionada por la Iglesia de Dios. La oración apasionada, incesante, la oración persistente, marcó a la Primera Iglesia. Cuando usted llega a las Epístolas, sea que usted esté leyendo Romanos, Efesios, Filipenses, Colosenses o sea que esté leyendo Primera de Tesalonicenses, usted oye a Pablo exhortando a los creyentes a orar. De hecho, quizás, la más significativa de todas esas epístolas es Efesios al señalar la importancia de la oración. Él dice en Efesios 6:18: “Con toda oración y ruego, orad en todo tiempo.” Es la misma idea, orando en todo tiempo.

En la misma epístola que estamos estudiando en este momento 1 Tesalonicenses 3 versículo 10, él da su propio ejemplo: “Nosotros noche y día oramos.” Es, simplemente, un estilo de vida. Oración incesante, interminable. Colosenses -me encanta el testimonio de Epafras-, siervo de Jesucristo, siempre rogando encarecidamente por vosotros en sus oraciones. Un hombre de oración. En el capítulo 4, versículo 2 de Colosenses él dice: “Orad, manteniéndose alerta con una actitud de gratitud.” La oración incesante, prevaleciente, persistente, insistente, es tan esencial que Isaac Colrich tuvo razón cuando dijo: “La oración es la energía más elevada de la cual el corazón humano es capaz de presentar y el mérito más grande del cristiano sobre la tierra.”

Pero me temo que si concebimos a la oración como algún tipo de mérito que demanda mucha energía, que es noble y glorioso, la aislamos a algunos cuantos momentos grandiosos en la vida. Es eso. Pero también es un tipo de comunión incesante que debe constituir la médula misma de nuestra existencia diaria. Involucra intensidad -esa es la esencia de la oración-, Dios es hallado -usted recordará-, por aquellos que le buscan con todo su corazón. Luchar en oración, prevalece con Dios. “La oración eficaz del hombre justo puede mucho”, dijo Santiago.

Entonces, mientras existen todos esos momentos grandes, nobles, de oración agonizante que demanda mucha energía. La oración, también, para nosotros, es un estilo de vida diario muy, muy evidente. Algunas veces, simplemente, se vuelve más intenso que otras ocasiones. Orar sin cesar, entonces, es el mandato de Dios para nosotros. La palabra orada aquí es, simplemente, la palabra general, proseuchomai, la palabra más común del Nuevo Testamento para orar. Podría ser alabanza, podría ser gratitud, podría ser confesión, podría ser petición, podría ser intercesión, podría ser sumisión. Es, simplemente, orar, en general. Sin cesar es una palabra que, básicamente, significa recurrente, no significa hablar continuamente, significa oración recurrente. Como dije, simplemente, un estilo de vida.

Debemos estar continuamente en oración, continuamente en una actitud de oración. Probablemente ustedes, como yo -yo rara vez me quedo dormido en la noche fuera de estar en medio de una oración-, rara vez me despierto en la oración sin orar. Es a tal grado parte de mi vida el estar en un estado de comunión abierta con Dios. Algunas veces es más intensa que otras veces pero siempre consciente de su presencia me encuentro que me quedo dormido a la mitad de mis oraciones y vuelvo a despertar a la mitad de mis oraciones. Las Escrituras nos dan ejemplos de personas que oraron en la mañana, personas que oraron en la tarde, personas que oraron en la noche, personas que oran siete horas al día, personas que oran a medianoche, personas que oran toda la noche, personas que oran antes del atardecer, personas que oran por días, personas que oran por semanas, algunas que oraron por mucho tiempo, algunas oraron por poco tiempo, algunas oraron de rodillas, algunas oraron de pie, algunas oraron acostadas sobre una cama, algunas oraron postrados en el suelo, algunas oraron con sus manos arriba, algunas oraron con sus manos abajo, algunas oraron con sus manos hacia fuera, algunas oraron con el rostro hacia abajo, algunas oraron con el rostro hacia arriba, etc., etc. En toda manera, en todo lugar, la oración, orar sin cesar.

Ahora, si usted ve nuestro texto, una vez más, usted va a ver que es un tipo de compañero del versículo 16. El versículo 16 dice: “Orad, estad siempre gozosos.” El versículo 17 dice: “Orad sin cesar.” Realmente, son compañeros en la vida espiritual y tienen un equilibrio hermoso. El creyente, a lo largo de su vida cristiana siente su insuficiencia y por ello vive en dependencia total de Dios. Mientras que usted siente su insuficiencia y usted siente su dependencia, usted va a orar sin cesar. Al mismo tiempo, mientras se siente insuficiente y dependiente usted también sabe que es beneficiario de bendición estupenda por parte de Dios. Entonces, por un lado, usted está orando en dependencia. Por otro lado, usted está regocijándose en la recepción de la bendición multiforme de Dios. Entonces, estamos siempre gozosos porque Dios está derramando bendición en respuesta a nuestra oración sin cesar.

Si yo como cristiano vivo en un estado perpetúo de insuficiencia personal, un estado perpetuo de reconocer mi dependencia de Dios. Si vivo continuamente agradecido por todo lo que Él hace por mí, continuamente arrepentido por mi pecado, continuamente expresando mi amor hacia otros, eso va a fluir en oración no expresada en voz alta a Dios y eso también va a causar que Dios abra las puertas de bendición, las cuales van a resultar en mi respuesta gozosa. Y, entonces, no solo debemos estar siempre gozosos sino que debemos tomar el camino a ese gozo el cual es el camino de la oración incesante que resulta en bendición, lo cual resulta en gozo.

Ahora, ¿Cómo es que este versículo 17 encaja en el contexto entero aquí? Pablo según cierra esta carta a la Iglesia Tesalonicense quiere ayudarles a dirigir a la iglesia en el camino correcto para el futuro. Es una buena iglesia, una gran iglesia, una iglesia noble, una iglesia espiritual, pero quiere recordarles como crecer y ser un rebaño saludable, maduro. Es una iglesia joven, una iglesia bebé, solo tiene unos cuantos meses de haber nacido y él tiene un plan de crecimiento para ellos. En los versículos 12 y 13: “Cultivar un rebaño saludable involucró la relación correcta entre pastores y ovejas y las ovejas y los pastores.” En los versículos 14 y 15: “Cultivar a un rebaño saludable demandó la relación correcta entre las ovejas y las ovejas.” Y aquí del versículo 16 al versículo 22: “Un rebaño saludable demanda una relación correcta entre las ovejas y el Gran Pastor.”

Entonces, la iglesia está constituida por esas relaciones. Liderazgo a la congregación, congregación al liderazgo. Congregación a congregación, congregación a Dios. Y ninguna iglesia puede elevarse por encima dela vida espiritual de su propia congregación. Entonces, su relación con el Gran Pastor es crucial. Y lo primero que usted necesita hacer es ser gozoso y, lo segundo, estar orando a Él siempre. Así es como usted mantiene esa relación –como debe ser-, y eso es esencial para una iglesia que crece, para una iglesia saludable. Si vamos a ser una iglesia saludable debemos estar orando sin cesar. Debemos estar buscando el recurso divino, debemos estar tocando la puerta buscando los panes. Debemos estar doblando la rodilla ante el pie de la justicia divina, rogando por nuestro caso para que sea resuelto con equidad y justicia. Debemos estar acudiendo a Dios a favor de nosotros mismos y otros orando sin cesar porque ahí es donde liberamos la grandeza del poder y de la bendición de Dios.

Ahora, realmente no hay nada más que decir acerca del versículo. Usted entiende lo que significa. Pero quiero ir detrás del versículo un poco. Y quiero darle una pequeña lista de cosas que voy a llamar “motivos para orar” porque sé que algo es realidad en su vida, porque es verdad en mi vida. No importa cuánto oro, siempre me siento como que no oro lo suficiente. ¿Se siente usted de esa manera? En cierta manera tengo un estado continuo de culpabilidad por falta de oración. No importa cuánto oro siempre me siento como que no he orado lo suficiente. Y esto es, en parte, debido al hecho de que no he orado lo suficiente y parte, debido al hecho de que estoy en una posición con la que soy inundado con tantas peticiones de oración que es imposible para mí, como ser humano, inclusive intentar mantenerme al día con todas ellas. Lo cual hace que mi carga sea más pesada. Tengo que regresar, entonces, y preguntarme si, realmente, estoy motivado para orar cuando no oro como debiera.

Y quiero ayudarle a entender algunos motivos para orar. Quiero darle diez de ellos, simplemente una pequeña lista a manera de despensa. Diez motivos para orar que creo que producen una vida de oración incesante. Número 1 es un deseo para la Gloria del Señor. Un deseo para la Gloria del Señor. La oración, Jesús dijo, debe comenzar de esta manera: “Padre Nuestro que estás en los Cielos, santificado sea Tu Nombre, venga Tu Reino, hágase Tu Voluntad […]” Ahora, lo que usted está orando cuando usted ora ahí es que Dios sea glorificado, que los propósitos de Dios sean cumplido, que el nombre de Dios sea exaltado, que la voluntad de Dios sea hecha. Eso es lo que usted está orando. Usted no está orando por usted mismo, usted está orando por Él.

Cuando Daniel preparó su corazón para orar, en el capítulo 9 de Daniel, en ese gran modelo de oración en el Antiguo Testamento, fue el anhelo por la Gloria de Dios que lo hizo orar. Él oró porque Dios perdonara al pueblo, que Dios perdonara su pecado. Y él oró porque Dios cumpliera Su Promesa. Dios había dicho: “Voy a mantenerlos en la cautividad por tantos años y después los voy a liberar.” Y él estaba leyendo Jeremías –Daniel estaba leyéndolo-, y él encontró eso y él dijo: “Dios, quiero que hagas esto, quiero que Tu Reino venga, que Tu Voluntad se haga, que Tu Promesa sea cumplida y quiero que Tú perdones a Tu Pueblo. Quiero que lo hagas.” Dice él en el versículo 19: “Por causa de Ti, oh Dios mío, por Tu Ciudad y Tu pueblo, que son llamados por Tu Nombre.” Y lo que él está diciendo es: “Dios, si Tú haces esto va a contribuir a Tu Reputación, va a exaltar Tu Nombre, te va a glorificar. Hazlo por causa de Ti.” Y yo creo que ese podría ser el motivo supremo de todos los motivos en la oración, el cual es un deseo por la Gloria del Señor. Y cuando usted ora porque Jesús sea levantado y que Dios sea exaltado y glorificado usted lo está haciendo porque eso es una carga en su corazón, porque a usted le preocupa. Usted es como David quien dijo: “El celo por Tu Casa me consume. Los de nuestros- que están cayendo sobre Ti me están lastimando. Y él clamó porque el Señor fuera levantado, sí. El primer motivo para la oración es un deseo por la Gloria de Dios, la Gloria del Señor. Cuando su corazón anhela porque Dios sea glorificado, usted se va a encontrar orando con ese fin en mente. Usted se va a encontrar a sí mismo en un clamor incesante a Dios. Se ha exaltado, se ha glorificado, se ha levantado. Cumple Tu Propósito, edifica Tú Reino, haz Tu Voluntad.

En segundo lugar, un segundo motivo para orar es un deseo por tener comunión con Dios. Un deseo por tener comunión con Dios. El salmista dio palabras tan hermosas a esta verdad en el salmo 42, versículo 1: “Como el siervo brama por las corrientes de las aguas, así te anhelo, Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, por el Dios vivo. ¿Cuándo vendrá y me presentaré delante de Dios? Mis lágrimas han sido mi comida día y noche.” Ahora, ahí hay un anhelo por Dios. Ahí hay un corazón clamando por comunión. El sentimiento de estar alejado de Dios. El sentimiento de estar aislado, el sentimiento de soledad que alcanza y dice: “Dios, quiero Tu Comunión, quiero Tu Compañía, quiero Tu Presencia. El Salmo 63, palabras más magníficas: “Oh Dios, Tú eres mi Dios, te buscaré apasionadamente y mi alma tiene sed de Ti. Mi carne te anhela en una tierra seca y árida donde no hay agua. Porque te he visto en el santuario, para ver Tu Poder y Tu Gloria. Solo quiero verte, solo quiero estar contigo, solo quiero experimentar Tu Asombro. En el Salmo 84, los primeros dos versículos, ahí, de nuevo: “Cuán hermosas son Tus Moradas, oh Jehová, de los Ejércitos. Mi alma anheló, inclusive, tuvo deseo por los patios de Jehová. Mi corazón y mi carne cantan por gozo al Dios vivo. Cuan bienaventurados son los que moran en Tu Casa.” El anhelo por estar ante la presencia de Dios y quizás, el más magnífico de todos, Salmo 27, simplemente escuche estas palabras maravillosas: “Jehová es mi luz y mi salvación a quién temeré. Jehová es la fortaleza de mi vida de quién tendré miedo. Una cosa he pedido de Jehová y esta buscaré. Que more en la casa de Jehová todos los días de mi vida para contemplar la belleza de Jehová y meditar en Su Templo. Solo quiero estar donde Él está.” ¿Tiene usted eso? ¿Tiene usted ese anhelo por comunión? ¿Por comunión dulce?

Hay un tercer motivador a la oración, a la oración incesante y ese es un deseo por que se satisfagan necesidades. Un deseo por que se satisfagan necesidades, no solo las nuestras sino las de aquellos que nos rodean. “El pan nuestro de cada día dánoslo hoy.” Jesús nos enseñó a decir en Mateo 6:11. ¿Es correcto orar porque nuestras necesidades sean satisfechas? ¿Es correcto pedirle a Dios por las cosas básicas de la vida? Esa es una motivación para orar. No obstante, pocos de nosotros somos motivados en esa manera porque tenemos tanto, tanto. Pero por todo este mundo hay muchas personas que oran porque Dios de manera regular, simplemente, les de sus necesidades diarias. No entendemos eso en esta cultura con tanta riqueza pero es el estilo de vida para muchos de nuestros hermanos y hermanas en Cristo. De hecho, tenemos a un querido hermano quien ha venido de África, Sam y su esposa Nora, estuvieron en nuestra iglesia durante seis años quizás, antes de que regresaran a administrar en África. Él ha venido de África porque él no puede alimentar a su familia. El resto del mundo no es como aquí, porque él no puede encontrar medicina para su diabetes. Vivimos en un ambiente donde pedirle a Dios por nuestras necesidades diarias es bastante raro. Pero no debemos ser tan necios para asumir que Dios en Su Gracia ha provisto nuestras necesidades diarias sin pedirle. ¿Debemos volvernos indiferentes a Él para que nos sean quitadas a nosotros?

Un cuarto motivo para la oración persistente es un deseo por tener sabiduría. Un deseo por sabiduría. Santiago lo dijo de esta manera, dice: “Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría pídala a Dios el cual da a todos abundantemente y sin reproche.” Si usted vive engañándose pensando que no necesita la sabiduría de Dios, realmente, está engañado, ¿no es cierto? Cuando Jesús nos enseñó a orar, Él dijo esto: Vosotros, pues, oraréis así: Y no nos metas en tentación más líbranos del mal.” Realmente creo que esa es una oración para el discernimiento espiritual. Que esa es una oración para la sabiduría espiritual: “Señor, por favor, por Tu Espíritu, dame la capacidad de discernir cuando estoy enfrentando una tentación. Dame la sabiduría para discernir cuando estoy siendo llevado a algo que es malo.” Necesitamos estar orando de manera incesante eso. Necesitamos estar orando todos los días de nuestras vidas. “Señor, por favor, líbrame de la tentación y no me lleves en un camino malo. Dame la sabiduría, y el discernimiento, y el entendimiento, y la sensibilidad espiritual, y la guía del Espíritu de Dios para que no caiga en las trampas de Satanás y las trampas de la carne y del mundo.

¿Qué motiva a la oración? ¿La oración incesante? Un deseo por la Gloria de Dios, un deseo por tener comunión con Él, un deseo porque las necesidades sean satisfechas y un deseo por sabiduría al caminar en medio de este campo minado que es este mundo.

Número 5, la oración es motivada por un deseo de ser liberado de los problemas. Un deseo de ser liberado de los problemas. Hay tantos textos en los Salmos que hablan de esto. Permítanme resumirlo en uno que lo dice todo. Salmo 20, versículo 1: “Que Jehová te responda en el día de la aflicción.” Y, ciertamente, Él responderá. Ciertamente, Él responderá. Cuando llegamos a esos momentos de gran aflicción, tienden a motivar nuestra oración incesante, ¿no es cierto? Mientras más grande sea el problema y más grande es la aflicción en la que nos encontramos con mucha frecuencia es porque no hemos pedido sabiduría y, entonces, caemos en la trampa de nuestra ignorancia y, ahora, necesitamos ser librados de ella y no hay salida humana, clamamos porque Dios nos libre. Nos recuerda Jonás –quien, por cierto, tuvo una vida de oración muy específica-, él se encontró en el estómago de un gran pez y dice en Jonás 2:1: “Jonás oró a Jehová, su Dios, desde el estómago del pez.” Y les voy a decir una cosa, el no oró por todos los misioneros primero. Él dijo: “Sácame” en breve. Y el Señor lo sacó, el Señor lo libró y él dijo: “Clamé a Jehová en mi aflicción, al Señor, y Tú me has sacado del foso, Jehová, mi Dios.” Él dijo: “Estuve allá abajo y me acordé del Señor y clamé y Él me libró.” Acudimos a Dios en esos momentos de problemas tremendos, de presión, de estrés, de dolor, de aflicción y necesitamos su liberación. Eso motiva nuestra oración incesante.

Número 6. Un deseo de alivio del temor y la preocupación. Un deseo de alivio del temor y la preocupación. Eso nos va a hacer orar si somos sabios y tenemos una perspectiva espiritual. En Filipenses, capítulo 4 -necesitamos recordar esto con tanta frecuencia-, dice: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones en toda oración y ruego con acción de gracias, y la Paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.” Cuando usted esté en temor y ansiedad y preocupación, esté en depresión, esté en aflicción, ¿qué debe hacer? Simplemente dicho, deje de afanarse, deje de estar ansioso y vaya a orar y ore con un corazón agradecido y la Paz de Dios, que sobrepasa toda la comprensión humana protegerá su corazón y mente. ¿Qué significa eso? La guardará de ansiedad, la guardará de depresión, aflicción, temor, preocupación. Si usted quiere una solución humanamente comprensible acuda a una persona. Si usted quiere una solución humanamente incomprensible acuda a Dios. En el momento de temor, en el temor de la preocupación, en el temor de ansiedad, en el tiempo de aflicción emocional y dolor la fórmula es simple. Simplemente vaya al Señor en oración persistente, continua, incesante, con gratitud y la Paz de Dios prometida guardará su corazón y mente.

¿Por qué es que la gente acude a otras fuentes diferentes de esa? Cuando usted quiere ese alivio del temor y la preocupación Nuestro Dios ha prometido que es Suyo mediante la oración. El salmista escribió en el Salmo 4: “Cuando clamo, Dios de mi justicia, me has aliviado en mi aflicción. Ten misericordia de mí y oye mi oración. Lo hiciste en el pasado, ¿podrías volver a aliviarme?”

Número 7. Otro motivo para orar es el deseo de ofrecer gratitud por bendición pasada. Un deseo de ofrecer gratitud por bendición pasada. Si usted tiene un corazón agradecido, si usted es una persona agradecida y si usted se acuerda de todo lo que Dios ha hecho en toda Su Bondad, lo va a hacer orar a usted. Si no es por ninguna otra razón y, simplemente, decir “gracias”. En el Salmo 44 leemos, el salmista dice: “Oh Dios, con nuestros oídos hemos oído, nuestros padres nos han contado la obra que Tú hiciste en sus días, en los días de la Antigüedad. Tú con Tu propia Mano sacaste a las naciones, después los plantaste, después Tú afligiste a los pueblos, después Tú los esparciste porque por su propia espada no poseyeron la tierra y su propio brazo no los salvó sino Tu Diestra y Tu Brazo y la Luz de Tu Presencia. Porque Tú los favoreciste, Tú eres mi Rey, oh Dios.” Esto es, simplemente, alabanza y eso no es alabanza por algo que Dios no había hecho por él. Eso es alabanza por lo que Dios había hecho por otros, el pasado. Aprender a estar agradecido con Dios por todo lo que Él ha hecho a lo largo de la Historia Redentora. Tener un corazón agradecido por todas las cosas buenas que Dios ha hecho no solo por usted. El apóstol Pablo escribe en Filipenses y Él dice: “Agradezco a mi Dios acordándome de vosotros. La oración es siempre ofrecida con gozo por su participación en el Evangelio desde el Primer Día hasta ahora.” Simplemente no puedo evitar más que orar todo el tiempo agradeciéndole a Dios por lo que Él está haciendo en su vida y lo que Él ha hecho y está haciendo si usted, realmente, está agradecido con Dios por todo lo que Él ha hecho, va a motivarlo a orar una oración de gratitud.

Número 8. Aquí hay un motivo muy importante para orar y ese es un deseo por ser liberado de la culpabilidad del pecado. Un deseo por ser liberado de la culpabilidad del pecado. Es el salmo clásico penitencial, el Salmo 32 habla de esto y solo le estoy dando Escrituras seleccionadas de muchas que podrían ser usadas en estos puntos. Pero escuche el Salmo 32 y escuche esto. Comenzando en el versículo 3 simplemente para darle el flujo: “Cuando estuve en silencio” David dice “mi cuerpo se desgastó. Tuve enfermedad psicosomática como resultado de la culpabilidad. En mi gemir todo el día, día y noche Tu Mano estuvo sobre mí. Mi vitalidad, mis jugos, la vida, se secaron como el calor del verano. Yo era un desastre. Un desastre.” Los jugos de la vida tienen que ver con el sistema del flujo sanguíneo, el sistema de la saliva, el sistema nervioso -el cual es conducido por fluido-. “Todos los jugos de mi vida se secaron. La saliva se secó, el flujo de sangre no estaba bien, por lo tanto, tuve problemas fisiológicos. Mi sistema nervioso era un desastre, era un desastre. Tuve una fiebre, estaba gimiendo.” En el versículo 5 él dice: “Después reconocí mi pecado a Ti. Mi iniquidad no te escondí, dije, confesaré mis transgresiones a Jehová y Tú perdonaste la maldad de mi pecado. Confesé y perdonaste.” Después, de regreso al principio del salmo él dice esto: “Bienaventurado el varón cuya transgresión ha sido perdonada y cubierto su pecado.” Bienaventurado el varón a quien Jehová no imputa iniquidad y en cuyo espíritu no hay engaño. El engaño se acabó. Usted no está cubriendo el pecado, usted lo ha abierto, usted lo ha confesado y ahora es perdonado y ahora es bendecido. Sí, la oración incesante, la confesión penitencial es motivada por un deseo de ser liberado de la culpabilidad del pecado.

Número 9. Otro motivo para orar es el deseo por la salvación de los perdidos. Un deseo por la salvación de los perdidos. Usted se verá motivado a la oración persistente cuando usted está motivado de manera compasiva por la gente perdida. Están por todos lados y si usted se preocupa por su salvación va a haber un compromiso casi incesante con orar conforme se cruzan por su camino y su mente. Escuche Hermanos 10:1: “Hermanos” dice Pablo “el deseo de mi corazón y mi oración a Dios por ellos es por su salvación.” Pablo dice: “Estoy orando por su salvación.” No puedo ver a personas no salvas y no orar por su salvación. Timoteo en 1 Timoteo, capítulo 2 es mandado por Pablo. Ahí Pablo le dice que Dios quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad y después él dice: “Ahora quiero que los hombres levanten manos santas, orando siempre.” Y, ¿por qué están orando? Por la salvación de la gente perdida por quienes Dios ha provisto una salvación. Un deseo por la salvación de los perdidos motiva a la oración. Si usted no ora incesantemente, entonces, algo está mal con su compasión por los perdidos.

Y, número 10. La oración incesante es motivada por un deseo por el crecimiento espiritual de los creyentes. Un deseo por el crecimiento espiritual de los creyentes. En Efesios, por ejemplo, capítulo 1, versículo 15, Pablo les dice a los efesios, versículo 15: “Por esta razón, yo también, habiendo ido a la razón en la Fe de Jesucristo que existe entre vosotros y vuestro amor por todos los santos, no dejo de dar gracias por vosotros haciendo mención de vosotros en mis oraciones.” Ahora, ¿por qué estás orando, Pablo?: “Para que el Dios de Nuestro Señor Jesucristo, el Padre de Gloria, os de espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de Él. Oro porque los ojos de vuestro corazón sean alumbrados para que sepáis cuál es la esperanza de Su Llamado y cuáles son las riquezas de la Gloria de Su Herencia en los santos y cuál es la súper eminente grandeza de Su Poder hacia aquellos de nosotros que creemos. Estoy orando por ustedes.” “Bueno, ¿por qué estás orando?” “Por su sabiduría, su conocimiento, su alumbramiento, su iluminación, su esperanza. Estoy orando porque el Poder de Dios sea liberado en sus vidas. Estoy orando por su crecimiento espiritual. En el capítulo 3, versículo 14, él dice: “Por esta causa doble mis rodillas ante el Padre y estoy orando por ustedes.” “¿Por qué estás orando?” Versículo 16: “Para que los conceda, según las riquezas de Su Gloria, el ser fortalecidos con poder en el espíritu del hombre interior. Estoy orando por poder espiritual.” Versículo 17: “Estoy orando porque Cristo se establezca en sus corazones y que sean arraigados y cimentados en amor.” Y, para que entendáis el amor que sobrepasa todo conocimiento, versículo 19: “Y para que seáis llenos de la Plenitud de Dios.” Y, versículo 20: “Para que hagáis mucho más abundantemente de lo que podáis pedir o entender. Estoy orando por su crecimiento espiritual.”

Tenemos mucho por qué orar, ¿no es cierto? ¿Qué lo motiva a orar? Cuando usted desea la Gloria de Dios, cuando usted desea la comunión con Él, cuando usted desea que necesidades sean satisfechas por el Único que tiene los recursos, cuando usted desea sabiduría y discernimiento, cuando usted desea liberación de los problemas de la vida, cuando usted desea estar libre del temor y la ansiedad y la preocupación, cuando usted desea ofrecer gratitud por todas sus bendiciones pasadas y presentes, cuando usted desea ser liberado de la culpabilidad y del pecado, cuando usted desea la salvación de otros y cuando usted desea el desarrollo y crecimiento de los creyentes.

En su vida debe haber suficientes recordatorios de estas cosas para mantenerlo orando todo el tiempo, ¿verdad? Entonces, realice un pequeño inventario espiritual. Si usted no está orando sin cesar es porque algo está mal a nivel de deseo. Algo está mal en el nivel subyacente de la motivación. ¿Cómo motivarse usted para mi propia vida en los años de experiencia que tengo? Solo le puedo decir que mi vida de oración es motivada por la Palabra de Dios. Es mi tiempo en la disciplina de la Palabra de Dios y el estudio de la Palabra de Dios que motiva mi vida de oración. O, hay otras ocasiones, cuando el Espíritu de Dios se mueve en mí –conforme estoy viviendo en obediencia al Señor-, que me motiva a orar, claro. Pero si quiero desarrollar un anhelo real porque Dios sea glorificado, después encuentro que ese anhelo es desarrollado a partir de un estudio de Su Palabra. Y, conforme veo Su Palabra ser abierta y Su Plan, maravilloso -como Daniel-, una vez leo lo que Dios ha planeado para mi propia gloria futura, después el anhelo comienza a incrementarse, a subir en mi corazón porque Él se ha glorificado. Es como Juan, quien al final del Libro del Apocalipsis acaba de contar todas las glorias que van a venir con Cristo y él no puede evitar más que clamar: “Oh, Señor, ven rápido y no es por causa mía, sino por Tu Causa.” Entonces, conforme veo el Plan Glorioso de Dios bosquejado en la Palabra de Dios, me consume Su Reino y su Gloria, me motivan a orar. Con ese fin en mente, conforme estudio la Palabra de Dios y es en esa comunión con Dios, conforme Él se revela a Sí Mismo en la Palabra, conforme aprendo más de Su Persona y Su Naturaleza y la Majestad de quién es Él, tengo un mayor deseo de tener comunión con Él. Conforme estudio mi Biblia y encuentro todo en Sus Promesas y todas las cosas que Él anhela hacer por Sus Hijos y cómo Él va a satisfacer todas nuestras necesidades, y cómo Él va a proveer todo. Por lo tanto, me veo motivado a orar con ese fin en mente. Y conforme leo las Escrituras y las estudio y encuentro Su Majestad revelada en Su Sabiduría, Su Discernimiento sorprendente, Su Entendimiento perfecto de todo, hace que yo anhele el tener esa misma sabiduría para que sea mi sabiduría, para que pueda, entonces, vivir en medio de este mundo difícil.

Conforme leo las Escrituras y veo la Crónica de los Tiempos en los que Él ha liberado a Su Pueblo una y otra y otra vez, y las promesas que Él les ha dado y qué Él siempre hará lo mismo por Su Pueblo me motiva a orar por liberación de los problemas de mi propia vida y de las vidas de aquellos que me rodean. Y cuando veo las Escrituras y encuentro cuántos de Sus siervos amados especiales fueron liberados de temor y preocupación y ansiedad, cuántos de ellos cantaron himnos en la cárcel y cuántos de ellos podían soportar un horno ardiente, y alabo al Dios que les permitió llegar ahí porque ellos confiaron de manera total en Él. Me permite ser aliviado de mi propio temor, de mi propia preocupación. Conforme reconozco que puedo echar toda mi ansiedad en Él, sabiendo que Él cuida de mí de manera perfecta y soy liberado de la ansiedad.

Y, también, en cuanto estudio mi Biblia y encuentro el registro de todas Sus Bendiciones pasadas y sus obras pasadas y la gloria de toda la Historia Redentora. Todo lo que Él ha hecho para llevar la Historia Redentora donde está ahora, para que pueda experimentar las Glorias de Cristo, y las Bendiciones de Su Espíritu que mora en mí, y el Tesoro de Su Palabra y me motiva darle gracias por Sus Bendiciones. Y, conforme veo las Escrituras y veo el perdón perfecto provisto en Jesucristo, la Majestad del Plan de la Expiación y cómo fue cumplido por gracia, por medio de la fe en mi propia vida, y cómo tengo acceso al perdón completo y limpieza en todo momento de mi vida me lleva a confesar mis pecados. Y, conforme veo la lágrimas de Dios, en Jeremías 13, y las lágrimas de Jesús, en el Evangelio de Mateo, en el capítulo 23, lágrimas que son derramadas por aquellos que rechazan la Salvación y rechazan la Bondad de Dios, me hace desear la Salvación de los perdidos, así, como Dios la desea. Y, conforme veo el anhelo, revelado en las Escrituras, del Corazón de Dios porque Su Pueblo crezca porque los Suyos crezcan espiritualmente, ese llamado continuo de principio a fin de las Escrituras, para que los que son Suyos vivan en obediencia y santidad, me recuerdo orar por el crecimiento espiritual de los creyentes.

Entonces, si quiero tener una vida de oración persistente, constante, voy a tener que tener ciertos deseos en mi corazón que van a generar eso, que van a motivar eso. Esos deseos se vuelven en mi vida el fruto de mi estudio fiel e intenso de la Palabra de Dios, el cual me revela estas cosas de maneras frescas y nuevas cada vez que le estudio y, por lo tanto, motiva mi propia vida de oración. Rara vez yo salgo de un tiempo de estudio en la Palabra de Dios sin tener un nuevo tipo de compromiso con la oración. En una u otra dimensión, con mayor fidelidad de lo que tengo. “Orad sin cesar.” Dijo Pablo, y al decirlo, él dijo mucho. Debe ser nuestro estilo de vida.

Inclinémonos juntos en oración. Te damos gracias, Padre, por la promesa primera en Juan 22, que todo lo que pidiéramos de Ti lo recibiremos. Porque guardamos Tus Mandamientos y hacemos las cosas que son agradables a Ti. Entonces, sabemos que nuestras oraciones son eficaces y poderosas y que si oramos a partir del contexto de guardar Tus Mandamientos y hacer lo que es agradable a Ti, Tú vas a oír y a responder nuestras oraciones, y conforme Tú haces eso vamos a ser bendecidos, y después Tú vas a recibir toda la Gloria. Sabemos que ese es el Plan. Con ese fin en mente, oramos, por causa de Jesús. Amén.

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Por favor, abra su Biblia en 1 Corintios 12. El título de nuestro mensaje de esta noche es el Cuerpo de Cristo. En los últimos años, mucho se ha hablado sobre este tema en particular. Y en el marco del cristianismo hoy en día, existe una rebelión contra las denominaciones y contra la iglesia organizada. Y también un énfasis extremo en el cuerpo de Cristo con un formato no estructural. Ninguna organización de ningún tipo, para nada.

Y, por supuesto, creo que eso ha ido demasiado lejos, ya que en el Nuevo Testamento las estructuras organizativas estaban muy claramente determinadas. Obviamente, había ancianos, presbíteros y obispos. Por supuesto, todos eran lo mismo; significa pastores. No es una jerarquía. También había diáconos que ministraban. Había ancianos ordenados en cada ciudad. Había quienes tenían a su cargo el cuidado del rebaño. Había un grado de organización determinado, que era necesario para asegurar que cada rebaño en particular tuviera un pastor y tuviera a quien le ministrara. Existía un mínimo de organización.

Y últimamente, se ha contendido mucho la idea del cuerpo de Cristo. Y decididamente, lo más triste de toda la discusión, es la ignorancia del tema por parte de la mayoría de la gente. Cuando es, de hecho, tal vez el tema más importante para comprender las relaciones cristianas. No sabemos realmente dónde pertenecemos o quiénes somos sin entender el concepto del cuerpo de Cristo.

Y cuando lo entendemos, no sólo comprendemos nuestra obligación para con Dios y la relación con Él a través de Cristo, sino también nuestra obligación y relación con todos los demás creyentes en el mundo. Y que nuestros ministerios deben estar juntos; por lo cual es muy, muy estratégico que adquiramos el concepto del cuerpo de Cristo.

En la actualidad, existen tantas organizaciones y estructuras, que es cierto que la verdadera iglesia a menudo se pierde en la nebulosa. Y muchas de las principales denominaciones no son más que grandes grupos de personas que quieren reunirse alrededor de un algo distinto que Jesucristo. Lamentablemente, ese es el caso. Y simplemente existen como una estructura organizativa sin vida. Sin ningún tipo de función apropiada en relación a Jesucristo.

Y en muchos casos, están aisladas. ¿Qué es la iglesia? ¿Qué somos nosotros, el cuerpo de Cristo? ¿Qué significa eso? Bueno, antes de mirar específicamente al cuerpo de Cristo, quiero que veamos exactamente qué somos como iglesia, mirando varias metáforas dadas en el Nuevo Testamento.

Algunas de estas metáforas provienen del Antiguo Testamento. Tres son muy dominantes; si están tomando notas, querrán anotarlas. Tres metáforas muy dominantes que el Nuevo Testamento usa para describir a la iglesia, que también son metáforas del Antiguo Testamento para describir a Israel son: la novia, la viña y el rebaño.

Cada una de estas metáforas era una designación del Antiguo Testamento de Israel. Israel era la novia de Dios, la viña de Dios y el rebaño de Dios. Todas ellas se repiten en el Nuevo Testamento. Nosotros somos la novia de Cristo, somos las ramas de la cual Él es la vid; y también somos Su rebaño, del cual Él, es el Pastor.

En el Antiguo Testamento, Oseas nos dice que Dios contempló a Israel en su juventud. Dios tomó a Israel para Sí mismo. Dios hizo un pacto matrimonial con Israel. Espiritualmente, Israel se convirtió en el pueblo que era la novia de Dios. Y desde ese momento, Dios tuvo que lidiar con la infidelidad continua de Israel, los continuos actos de adulterio espiritual de Israel que incesantemente fue tras otros dioses.

E Israel, dice Oseas, era verdaderamente una mujer infiel. También en el Nuevo Testamento, la iglesia es vista como una vid; tal como se nos ve como una novia. Y en el Antiguo Testamento, la vid o la viña, representaba a Israel. Dios dijo que fue y plantó un viñedo. Él dijo que lo plantó en una colina fértil. Y ésta era una imagen de Dios sacando a Israel de Egipto y situándolos en Canaán. Dios dijo: "los removí y planté esta viña en esta ladera muy fértil." Allí echó raíces y llenó la tierra.

Y entonces, Dios construyó una torre de vigilancia; y desde allí custodiaba la viña. Y también erigió un lagar para preparar la vendimia. Y Él miró Su viña, nos dice Isaías; y quería que Su viña produjera juicio. Pero la viña dio uvas silvestres de iniquidad, vileza, clamor y pecado.

Entonces, Isaías 51 nos dice que Dios devastó Su viña. Y lo hizo. La tercera metáfora del Antiguo Testamento que Dios usó comparó a Israel con un rebaño; y Él era el pastor de Israel. Él llevó a José como a un rebaño, dice la Biblia. Tal como Él los había redimido de Egipto, dice Isaías, los llevó y los cargó, como si llevara un cordero.

Así que después de la cautividad de Babilonia, Isaías dice otra vez, Él reunió a los corderos en sus brazos y llevó suavemente a las recién paridas. Y Dios tiene una relación con Israel que es la de un pastor con su rebaño. Vemos las tres imágenes que Dios usó para determinar Su relación con Israel en el Antiguo Testamento.

Cada una de estas imágenes muestra la relación de Dios con Israel. Y enfatiza, noten esto, que el trato de Dios con Su pueblo era directo. Era directo y era un ministerio de salvación soberano, así como también un ministerio de protección. Por lo tanto, en el Antiguo Testamento, Dios escogió a Israel como Su novia. Él plantó a Israel como Su viña. Él guió a Israel como Su rebaño.

Cuando llegamos al Nuevo Testamento, Jesús audazmente aplica estas mismas metáforas a la iglesia. Él enfatiza aún más la relación personal. Permítanme ilustrarlo. En primer lugar, la metáfora del Antiguo Testamento del matrimonio. Jesús la aplica a nosotros diciendo que Él es el novio y nosotros somos ¿qué? La novia. Él dice: "Yo soy el novio"; y recuerden que en los Evangelios, cuando el esposo se presentaba, el ayuno era innecesario. Continuemos con los festejos, el esposo está aquí.

Pablo describe esta metáfora con más detalle con referencia al amoroso sacrificio de Cristo por la iglesia. Habla también sobre el liderazgo de Cristo en la iglesia; Su propósito final para la iglesia. Cristo ha tomado a la iglesia como una novia -y este es el libro de Efesios- "a fin de presentársela a Sí mismo una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha." En otras palabras, nos junta como a una virgen casta y pura.

Y así nosotros, como iglesia, nos relacionamos con Cristo como una novia con el novio. De hecho, al final de Apocalipsis cuando vayamos a estar con Jesucristo en la gloria, la Biblia dice que tendremos una cena. ¿Qué tipo de cena es? Es una cena de bodas.

No sólo eso, en 2 Corintios capítulo 5, dice que: "Dios nos ha dado las arras del Espíritu." Y la palabra griega arras significa literalmente anillo de compromiso. Y la razón por la que sabemos que vamos a estar casados con Jesucristo es porque tenemos un anillo de compromiso que es el Espíritu Santo. La metáfora del matrimonio está a lo largo de toda la escritura de Pablo en particular; y culmina con la visión de Juan de la gran cena de bodas del cordero en la nueva Jerusalén al final del libro de Apocalipsis.

Por lo tanto, Jesús utiliza la metáfora del matrimonio para describir a la iglesia. Jesús también tomó la imagen de la viña en la parábola del esposo malvado en Marcos 12. Y allí se refiere a Israel, y también la extendió, porque en Juan capítulo 15 dice: "Yo soy la vid, vosotros los pámpanos". Allí se utiliza la misma metáfora. La iglesia son los pámpanos que dependen de la vid. Debemos permanecer en Él y tenemos que estar sujetos a la purificación del viñador. Nosotros somos las ramas y Él es la vid.

Y así, Jesús usó la metáfora de la vid. Pero no se detuvo ahí, también utilizó la metáfora del pastor. Juan 10, somos un rebaño. "Mis ovejas oyen mi voz y yo las conozco y ellas me siguen." Y Jesús es el buen pastor. Él va al desierto para salvar a tan solo una de Sus ovejas perdidas. Él da Su vida por las ovejas. Él conduce a las ovejas a buenos pastos. Las protege de los lobos. Esta metáfora se expande a lo largo de todo el Nuevo Testamento.

Estas son las tres metáforas básicas del Antiguo Testamento que Jesús aplicó para la iglesia. Estas son las principales. Hay otras cuatro. Estas son las principales que se encuentran en el Antiguo Testamento. Hay otras cuatro a las que se alude en el Antiguo Testamento que Cristo también utiliza o que el Nuevo Testamento aplica a la iglesia.

Son las siguientes: el pueblo de Dios también es un reino. Y un reino es un dominio donde alguien es soberano. Y nosotros, amados hijos, hermanos, hijos de Dios, hermanos de Cristo, estamos bajo el dominio del gobierno de Dios y de Cristo. En estos momentos, estamos literalmente en Su reino espiritual en el sentido que Él nos rige. Somos un reino.

Por ejemplo, Pablo dice en Colosenses 1:13: "El cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo". Así es, Su querido hijo. Y Cristo ejerce Su dominio sobre nosotros por medio del Espíritu Santo. Si usted lee cuidadosamente, entre líneas, eso es lo que se está diciendo. Esto es lo que dice Romanos 14:17: "Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo."

Somos literalmente un reino. Hay otra metáfora con la que se nos designa en el Nuevo Testamento: también somos un hogar o una familia. Somos hijos de Dios y hermanos de Cristo. Somos coherederos de acuerdo a Romanos capítulo 8. Hermanos, de acuerdo a Hebreos capítulo 2.

Dios nos ha hecho nacer de nuevo en Su familia. Él nos ha adoptado. Él ha enviado Su Espíritu Santo a nuestros corazones por el cual le llamamos Abba, Padre... que en griego significa papá, una expresión de cariño o cercanía. Y no debemos tener ningún pensamiento ansioso acerca del mañana, porque sabemos que nuestro Padre conoce nuestras necesidades antes de que siquiera pensemos en ellas. Hemos de ocuparnos del reino de Dios y todas las demás cosas nos serán añadidas.

En tercer lugar, no sólo somos un reino y un hogar o una familia, somos también un edificio. La iglesia es un edificio. Un edificio no hecho con manos, por cierto, pero sin embargo una construcción. ¿Quién es nuestro sostén? Pablo dijo: "Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo."

Y somos construidos sobre esa base. Los Apóstoles fueron los primeros en la base; y de allí en adelante seguimos nosotros. Somos un edificio de Dios. A continuación, en cuarto lugar, somos un cuerpo, el cuerpo de Cristo. Y esta metáfora en particular, no tiene ningún equivalente en el Antiguo Testamento. Ninguno. Las tres primeras tienen una importante equivalencia en el Antiguo Testamento. A las tres siguientes, se las alude de un modo no tan significativo en el Antiguo Testamento. De ésta, no se hace alusión en el Antiguo Testamento en absoluto. El concepto ni siquiera existe en el Antiguo Testamento.

Usted preguntará eso qué importa. Ésta es nuestra posición única en Cristo. Somos el cuerpo de Cristo. Esto es único. No tiene ningún equivalente en el Antiguo Testamento. Es nuestra única identidad. Somos el cuerpo de Cristo. No somos un edificio. Estos edificios donde estamos ahora son totalmente irrelevantes. Contamos con ellos porque tenemos que venir y sentarnos en algún lugar para escuchar la Palabra de Dios. La iglesia no es un edificio físico. Somos un edificio espiritual, como hemos dicho, no físico. Esta no es la iglesia, usted es la iglesia. Yo soy la iglesia. No somos una organización. Somos una koinonia. Somos una comunión. Somos una comunión de un cuerpo, el cuerpo de Cristo.

Ahora bien, esta metáfora única va a formar la base para nuestro estudio esta noche. Y por cierto, por muchas semanas por venir, a medida que estudiemos el libro de Efesios versículo a versículo - el cual nos cuenta la doctrina del Cuerpo de Cristo.

Antes de que vayamos a Efesios, notemos 1 Corintios 12. Quiero que vean tres cosas sobre el cuerpo; y le explicaremos lo que el cuerpo de Cristo significa. Esto es estratégico y quiero ponga mucha atención.

Tres cosas que quiero que observen. Tres cosas que caracterizan al cuerpo y que están completamente detalladas en el capítulo 12. Número uno, la unidad; número dos, la diversidad; número tres, la armonía. Unidad, diversidad, armonía.

Son cosas claves para que usted entienda. Parte del motivo por el que iglesia está tan deteriorada es porque las personas no están funcionando como el cuerpo. Palabras estratégicas. En primer lugar, miremos a la unidad. La primera característica dominante de un cuerpo es su unidad.

1 Corintios 12:12: "Porque así como el cuerpo es uno," -y aquí se está hablando de un cuerpo físico- "y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo." Aquí Pablo menciona al cuerpo físico; y dice a la gente que ellos deben saber que un cuerpo físico debe ser uno. No se puede tomar un cuerpo físico y poner un brazo aquí y una pierna allá, un par de metros más allá una cabeza y un corazón; y luego decirle al cuerpo que haga algo.

No se le puede decir a los miembros desconectados: únanse y funcionen. Un cuerpo es una unidad; o no existe. Debe ser uno. Pablo dice: "El cuerpo es uno y tiene muchos miembros". El cuerpo físico. No se puede cortar. Si lo hace, morirá. La esencia de un cuerpo es la unidad. Somos uno. "Así también Cristo." Somos un cuerpo. Cristo es la cabeza. Nosotros somos el cuerpo, todos los miembros. Somos uno.

Si nos separamos, estamos muertos. No podemos separarnos. Funcionamos como una unidad o no funcionamos. Somos uno; y Cristo es la cabeza del cuerpo de la cual proviene toda la instrucción, todo el poder cerebral, toda la energía y todos los recursos para hacer que cada parte del cuerpo funcione. La cabeza es la vida. Usted puede cortar la mano y el brazo; y la cabeza mantendrá la vida. Y usted puede cortar partes del cuerpo y la vida continúa ahí.

Pero si le corta la cabeza, la vida se acaba. Y lo mismo es cierto en el cuerpo de Cristo. Una analogía perfecta. Cristo, nuestra cabeza, es la fuente de nuestra vida. Efesios 5:23, Pablo dice: "Cristo es cabeza de la iglesia". En Colosenses 1:18 dijo: "Y Él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia". Cristo es la cabeza.

Algunas personas piensan que son la cabeza. Piensan que son la cabeza de la iglesia. Conozco a un hombre que tiene ese título. Él no es el cabeza de la iglesia. Jesucristo es cabeza de la iglesia. Todos los creyentes son uno en Él, un solo cuerpo, una unidad. Recibimos todos los recursos, todas nuestras fuerzas, toda nuestra sabiduría y nuestras instrucciones de la misma cabeza.

Noten el versículo 13. Así es como uno pasa a formar parte del cuerpo. Cómo comienza el cuerpo, la unidad del cuerpo, versículo 13: "Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo". Noten cuántas veces se usa la palabra uno. Versículo 12, dos veces. Verso 13, tres veces.

¿No cree que él quería enfatizar la unidad en esta lista? "Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu." Somos uno. Y la salvación es el punto inicial de nuestra unidad. Todos llegamos al cuerpo por el mismo Espíritu.

Todos llegamos de la misma manera. ¿Cuál? Jesucristo, una puerta, Jesucristo. Estamos en un solo cuerpo, porque todos fuimos bautizados por un solo Espíritu en un mismo cuerpo... y ahora tenemos a ese mismo Espíritu morando en nosotros. Versículo 13: "Por un solo Espíritu, fuimos todos bautizados en un cuerpo."

¿Qué dice la gente que es el bautismo del Espíritu Santo? En este versículo, está claramente definido. Es el Espíritu Santo de Dios colocando al creyente en el cuerpo de Cristo. Eso es exactamente lo que dice ahí. "Por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo". Usted entró en el cuerpo de Cristo en el momento de la salvación al ser colocado allí por la energía del Espíritu. Desde el momento en que usted recibió a Jesucristo, usted formó parte de ese único cuerpo; y fue puesto allí por ese mismo Espíritu.

No sólo se le colocó en ese lugar; el versículo 13 dice que también tiene el mismo Espíritu que mora en nosotros. A todos se nos dado a beber de un mismo Espíritu. ¿Se da cuenta que está haciendo hincapié en nuestra unidad? Es el punto. Está haciendo hincapié en nuestra unidad. Hemos nacido del Espíritu, ¿no es cierto? Nosotros ponemos la fe en Jesucristo. Hemos nacido del Espíritu. Por el mismo Espíritu colocados en el cuerpo de Cristo.

Al ser colocados en el cuerpo de Cristo, se nos dio el mismo Espíritu. El Espíritu nos ha redimido por la fe en Cristo; el Espíritu hace realmente el trabajo de regeneración. El Espíritu nos regenera, nos coloca en el cuerpo de Cristo, viene a morar en nosotros. Usted se pregunta si en todos los cristianos vive el Espíritu Santo. Delo por seguro. Romanos 8:9 dice: "Si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Él." No existe el creyente que no tenga el Espíritu Santo. No existe tal cosa.

"Si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Él." Inviértalo. Si usted le pertenece a Él, usted tiene el Espíritu Santo. Recibe el Espíritu Santo... primero que nada, Él lo ha regenerado, colocado en el cuerpo; entonces usted Le recibió, bebió de Él, Él vino dentro suyo. Ahora, ¿ve que nuestra unidad está sujeta en el Espíritu? Por eso Pablo dice en Efesios 4:3 que tenemos "la unidad del Espíritu." Debido a que es el mismo Espíritu que nos regenera, nos bautiza en el cuerpo y mora en nosotros. Nuestra unidad entonces no se basa en una base de denominación artificial. No se basa en el hecho de que sólo somos todos creyentes en Cristo, se basa en el hecho de que hemos sido identificados por el trabajo de un solo Espíritu.

Ese es el punto de nuestra unidad. Tenemos un solo Espíritu. Él es el mismo tanto en mí como en usted. Mismo espíritu. Llegué a Jesucristo, creí en Él, fui regenerado por el mismo Espíritu y de la misma manera, colocado en el mismo cuerpo por el mismo Espíritu de la misma manera, habitado por el mismo Espíritu de la misma manera, que usted. Y por lo tanto, nuestra unidad está en el Espíritu. Es por eso que cuando un creyente opera en la carne, opera de manera contraria al buen funcionamiento del cuerpo, porque el cuerpo debe funcionar en la unidad del Espíritu.

No hay otra manera de entrar en el cuerpo de Cristo, sino siendo bautizado en el cuerpo por el Espíritu. Y sólo hay una manera de ser bautizado en el cuerpo por el Espíritu; y es siendo redimido por Jesucristo. Todos venimos de una manera por medio de un Salvador, por medio de un solo Espíritu, por solo una salvación; y así comienza nuestra unidad. En el cuerpo de Cristo, todos llegamos a través de la sangre de Jesucristo por el Espíritu de Dios.

Así comenzamos con la unidad esencial. ¿No es interesante cómo una vez que todos hemos conseguido esa unidad y estamos en el cuerpo, nos dispersamos? Todos vinimos de la misma manera, experimentamos el mismo Espíritu, tenemos el mismo Espíritu que reside en nosotros y nos diseminamos. Y entonces pasamos todo nuestro ministerio tratando de poner el cuerpo junto nuevamente para darnos cuenta de nuestra unidad. Somos uno solo. No existen cosas tales como los súper santos. No los hay.

Un pastor dijo: "La iglesia es tan fría y el cuerpo está tan muerto que cuando alguien llega con una temperatura de 37 grados centígrados... creemos que está enfermo. Creemos que tiene fiebre; pero es normal." Tranquilícenlo, está frenético.

Estar totalmente comprometidos con Jesucristo y totalmente absortos en el ministerio del Espíritu no es ser maravilloso, es ser normal.

Usted vino por un Espíritu a un cuerpo, al igual que el resto del mundo. Ese es el punto de nuestra unidad. No hay nadie que se pueda poner de pie en el cuerpo de Cristo y decir: "Yo llegué aquí de este modo. Tu, quédate ahí abajo". No, vinimos de la misma manera. Y fue por gracia. No fue por obras. Si fuera por obras, todos nos estaríamos jactando, ¿no es así? Todos somos trofeos de la gracia, traídos al cuerpo de la misma manera. No tenemos nada en que gloriarnos, nada de qué presumir, nada para ponernos de pie y decir: "Yo voy a enseñorearme de ti"; y la dicotomía entre los laicos y el clero no es bíblica. Yo no estoy por encima de usted, excepto que esta plataforma tiene, quizás, 1 metro de altura.

Es la única prominencia que tengo sobre usted. Y si le molesta, predicaré desde ahí abajo. Yo no soy alguien que está por encima de usted; y usted no es alguien por encima de otra persona; y que está por debajo de otra persona. Somos uno. Entiéndalo. No hay jerarquía en el Nuevo Testamento. Hay diferentes dones, pero no jerarquía. Si quiere un organigrama del cristianismo, tiene a Cristo en la cabeza y luego, desde ahí, es un gran círculo. Eso es todo.

Todos llegamos al cuerpo de la misma manera. Todos somos trofeos de la gracia de Dios. No hay jerarquía. Todos somos uno. Recuérdelo. Hace unos minutos, presentamos metáforas. Metáforas de la iglesia. ¿Ha notado cómo cada uno de ellas, sin excepción, enfatiza la unidad?

Mire esto. Somos una esposa con un marido. Somos un solo rebaño con un Pastor. Somos un grupo de ramas de una vid. Somos un reino con un rey. Somos una familia con un solo Padre. Somos un edificio con un cimiento. Somos un solo cuerpo con una sola cabeza, Jesucristo. Somos uno. La Biblia no distingue ramas gruesas y ramas flacas; u ovejas cojas y ovejas extraordinarias.

El mensaje del cuerpo de Cristo es el mensaje de unidad. Somos uno. Somos uno en Cristo. No hay lugar para la jerarquía. No hay lugar para la clase alta, la clase baja. Y le diré algo más, no existe tal cosa como un creyente aislado. No hay ningún creyente que sea parte del cuerpo que esté sentado aquí solo. Usted está en el cuerpo. Es parte de él tanto como yo o cualquier otra persona.

No hay cosas tales como la clase superior y la clase inferior de cristianos. Y no hay ninguno que esté fuera del cuerpo. Ustedes están todos en el cuerpo. Sólo para enfatizar su unidad, permítame leer el catálogo de la misma. Lo estudiaremos en las próximas semanas. Efesios 4:4: "un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos." Un, un, una, un, una, un, un ¿lo ve?

Y me gusta esto; 1 Corintios, capítulo 1, sólo para ilustrar esto. Saben lo que pasó en el cuerpo de Cristo en Corinto; se dividieron y preguntaban: "¿Con quién estás?" Algunos decían que estaban con Apolos; otros con Pablo; otros con Cefas…

Bueno, escuchen, yo sigo a Cristo. Siempre hay alguien así en la multitud. Así estaban en 1 Corintios 1:12: "Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo."

Luego, versículo 13: "¿Acaso está dividido Cristo?" ¿No ven qué tipo de sandez es ésa? ¿Por qué están dividiendo al cuerpo? Ustedes no son seguidores de éste o aquel. ¿Está dividido Cristo? Capítulo 3, versículo 21. "Así que, ninguno se gloríe en los hombres." Uno no va por ahí diciendo le sigo a él o a este otro. No se gloría en eso. "Porque todo es vuestro: sea Pablo, sea Apolos, sea Cefas, sea el mundo, sea la vida, sea la muerte, sea lo presente, sea lo por venir, todo es vuestro, y vosotros de Cristo, y Cristo de Dios."

Acaben con esta división y regresen a la unidad. Una poderosa sección en el capítulo 3. Él dice que todo lo que uno se pueda imaginar, las cosas por venir, la muerte, la vida, todo... es todo tuyo, eres uno. Usted es uno con Cristo y Cristo con Dios.

Pablo hace hincapié en nuestra unidad. La iglesia es un pueblo, una asamblea de redimidos que debe su existencia incomparable, su vida en común, al hecho de que fueron colocados por un Espíritu en un solo cuerpo en donde mora el mismo Espíritu. No somos creyentes aislados. Somos uno. ¿Sabía usted que su vida nunca termina? Simplemente empieza donde empieza la mía, y todo el cuerpo de Cristo sigue delante de esa manera. No hay separación. Es una cadena sin fin.

Hemos sido llamados a la comunión con su Hijo, Jesucristo nuestro Señor. Todos formamos parte de Su cuerpo. Usted se preguntará qué nos trajo aquí. Somos los escogidos por Dios. Somos la ekklesia de Dios. Aquellos a quien Dios elige. Llamados a apartarnos del mundo para existir como una entidad separada. Su cuerpo, con Él a la cabeza; y debemos llevar una vida digna de Su llamado.

Para que podamos llegar a ser en carácter y conducta lo que somos en estatus, escogidos, santos. Separarnos para Él, Su cuerpo. Entonces, la iglesia es, pues, el pueblo de Dios. Escogidos y separados para existir para Él. Uno en santidad, uno en misión. Todos tenemos la misma misión. Uno en sufrimiento y uno en gloria; somos uno.

Efesios 2:12, escuchen esto: "En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. Porque Él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno" - que es judío y gentil- "derribando la pared intermedia de separación, aboliendo en Su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en Sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo."

Y luego continúa diciendo: "Porque por medio de Él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre." Somos uno. Gálatas 3:28: "Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús". Ninguna de esas distinciones existe en la iglesia en términos de nuestra posición en la bendición de Cristo. Somos este hombre nuevo. Un hombre nuevo, un cuerpo nuevo, el cuerpo de Cristo, algo nuevo. Antes no existía.

Y Cristo ha abolido todas las barreras que nos hacen uno. Ha suprimido las barreras de nacionalidad, las barreras de raza, las barreras de clase, las barreras de sexo; cada barrera ha sido abolida para formar a un hombre nuevo. Eso es algo glorioso, somos uno. No importa quién eres, si amamos a Jesucristo, somos uno. Algunas personas no pueden entender esto. Piensan que existen cristianos aquí arriba y luego aquellos de clase baja. Eso no es así.

Así que los días de la discriminación se han acabado. La iglesia que Cristo ha creado encabezada por Cristo no tolera las diferencias, en absoluto. Ninguna. Hay algunos lugares en los que no se puede predicar este mensaje sin ser enviado a la cárcel.

El apóstol Pablo nos repite el mensaje nuevamente en Romanos 10:12-13. "Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan; porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo." Todas las barreras desaparecen. No hay barreras en Jesucristo. Somos un nuevo hombre.

Y como resultado, todos los cristianos, ya sean judíos o gentiles, hombres o mujeres, esclavos u hombres libres, analfabetos, salvajes o griegos educados, sea cual fuere el caso, somos todos conciudadanos. Pablo nos llama cuatro cosas usando palabras griegas. Nos llama conciudadanos, coherederos, miembros, copartícipes. Uno, una unidad.

En todas las metáforas, se hace hincapié en la unidad. Es mi oración por esta iglesia que por lo menos esta parte del cuerpo de Cristo pueda sentir nuestra unidad. Necesito sufrir cuando usted sufre. Y usted tiene que estar dolido cuando yo estoy dolido. Y tengo que ser sensible a sus necesidades; y usted tiene que ser sensible a las mías. Y yo tengo que darle amor cuando necesita amor; y necesito que usted me lo de cuando yo lo necesite. Y exhortarlo cuando usted necesita que lo exhorten; y que me exhorten cuando yo lo necesito. Y cuando necesite reprimenda, reprenderlo; y cuando necesito reprensión, que me reprenda a mí. Eso va para todos, excepto mi esposa.

No quiero que se entusiasme. Ella ya lo hace. Usted y yo tenemos que funcionar en conjunto, ser sensibles el uno por el otro. Usted no quiere aislarse como cristiano; quiere entrar en la corriente de la vida del cuerpo. Muchos cristianos hoy, vienen a la iglesia el domingo por la mañana, se sientan y piensan que Dios se siente bendecido por su presencia aquí.

Y no tienen el concepto de operar en la corriente de la vida del cuerpo; por lo que funcionan como miembros incapacitados y mutilan al cuerpo de Cristo. Y el resto de nosotros andamos cojeando, tratando de compensar sus incapacidades. Se debe estar en la corriente principal de la vida del cuerpo. Usted debe ser sensible a mí y yo tengo que ser sensible a usted. Somos uno.

Esto es lo que quería Jesús. Desesperadamente. Juan capítulo 17 -un capítulo precioso, una mirada al corazón de Jesucristo. Escúchenlo a Él, orando a su Padre. Atiendan por lo que Él ora. Podría haber orado por muchas cosas, pero oigan por lo que ora.

Juan 17: 20: "Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en Mí por la palabra de ellos." En otras palabras, no sólo estoy orando por Mis discípulos, estoy orando por los que han de creer en Mí por la palabra de ellos en el futuro. Ahora, ¿por qué voy a orar? Versículo 21: "para que todos sean uno, como Tú, oh Padre, en Mí y yo en Ti". Extra sensibles el uno por el otro.

¡Es tan hermoso! "Que ellos también sean uno en nosotros. Para que el mundo crea que Tú me has enviado." ¿Saben lo que convencerá al mundo acerca de quién es Jesús? Cuando seamos uno. "La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno." Él nos otorgó Su gloria.

Para que pudiéramos ser uno; y Su gloria es el Espíritu Santo. La presencia del Espíritu Santo es nuestro punto de unión. Todos con el mismo Espíritu, que es nuestro enlace para la unidad. "Yo en ellos, y Tú en Mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que Tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a Mí me has amado." Cuando seamos uno, realmente eliminaremos la complacencia de este mundo.

Si esta iglesia llegara a ser una, en términos de la vida del cuerpo, y comenzara a ministrar a las necesidades espirituales de los demás y sintiera una unidad extra sensible, el mundo nunca podría contra eso. Debido a que liberaríamos la unidad del Espíritu y toda la energía que eso incluye.

Usted se preguntará cómo trabaja esta unidad. La clave está basada en la humildad. Vayamos a Filipenses 2:2. Jesús oró para que fuéramos uno. Pablo también deseaba lo mismo y los filipenses, evidentemente, no habían cumplido con esto. Quizás nos pueden dar un buen ejemplo de lo que necesitamos oír.

Versículo 2. Pablo dice a los filipenses: "completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa." ¿Ve lo que Pablo quiere que sean? Uno, sólo sean uno. Tengan el mismo tipo de amor. El mismo amor; sean uno, sean de un mismo sentir. ¿Qué sentir? Versículo 5.

"Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús". ¿Cuál es? Versículo 6: "El cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse sino que se despojó a Sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a Sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz ."

Ese es el espíritu de humildad condescendiente. Aquí está la mente de Cristo. Él estaba allí, vino y fue obediente hasta la muerte. Esa es la humildad. Ya sabe cómo llegamos a ser uno, versículo 4: "no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros." ¿Ya sabe cómo llegamos a ser uno? Siendo como Jesús y diciendo mira, no importa mi persona. Sólo quiero venir aquí; y si eso significa sufrir para mostrar mi amor, voy sufrir. La humildad sólo dice que yo no me preocupo por mi persona. Solo me importas tú. ¿Se imagina lo que pasaría si todos nosotros no nos preocupáramos para nada por nosotros mismos y por todo para los demás? Usted estaría muy bien cuidado; todo este cuerpo cuidaría de usted.

Pero la mayoría de los cristianos pasa mucho tiempo cuidando de sí mismos. Si alguna vez aprendiéramos -y por el Espíritu de Dios podemos- simplemente empezar a preocuparnos por los demás, nos ahogaríamos en cuidado y amor. Es la mente de la humildad. Yo no importo. ¿Por qué debería preocuparme por mí mismo? Yo sólo quiero cuidar de ti.

No hay egos heridos, no se ofende a nadie. La mente de la humildad era la mente de Cristo. Cuando Cristo llegó aquí, nunca trató de mantener su ego. Le escupieron; y ahí permaneció parado. Le clavaron en la cruz. Colgaba de allí. No dijo que no podían hacerle eso a Él, que no lo toleraría.

La mente de humildad dice que si esto significa tu salvación y si esto significa tu beneficio y tu bendición, voy a sufrir; porque sólo me preocupo por ti. Eso suena extraño. Tristemente; pero eso es lo que el concepto de cuerpo significa. Es cuidar del otro y no cuidar de uno mismo, ¿lo sabía? De eso se trata.

En Romanos 12:3, dice Pablo: "Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros". Todos estamos en el cuerpo de Cristo. ¿Cómo hacemos para obtener nuestra unidad? Al no pensar en mí, sino en ti.

Usted no tiene que preocuparse acerca de su propio ego. Usted no tiene que preocuparse de sus pequeños problemas. Usted no tiene que ser tan egocéntrica en todos sus pensamientos que siempre sean acerca usted. Simplemente, extienda la mano y toque la vida de alguien y olvídese de sí mismo.

Somos uno. Y el punto de fusión para nuestra unidad debe ser la humildad. Usted preguntará hasta dónde. Usted podría ser pisoteado. Que le pisoteen. ¿Cree que Dios le puede restaurar? Sí. 1 Corintios 6. Espero que ninguno de ustedes esté en litigio en este momento. 1 Corintios capítulo 6, está a punto de ser devastado. 1 Corintios 6:7-8, me encanta. Aquí Pablo está condenando a un cristiano que demanda a otro cristiano; va a la corte y argumenta públicamente con él. "Por cierto es ya una falta en vosotros que tengáis pleitos entre vosotros mismos. ¿Por qué no sufrís más bien el agravio? ¿Por qué no sufrís más bien el ser defraudados?"

¿Por qué no dejarme más bien ser defraudado? Sólo aprenda que no podría importarle menos lo que le ha pasado. ¿Y quiere saber algo? Algún hermano le puede haber defraudado, pero algún otro hermano le va a ayudar, ya que una persona generosa y una persona cariñosa recibe lo que da y recibe de vuelta el amor que entregó.

Cristo es nuestra cabeza, nosotros somos el cuerpo y estamos para servir el uno al otro en amor. La humildad es la clave. Hay una segunda clave, como la humildad; y es el amor.

Y hay un versículo que es tan conmovedor, Juan 13:34. Cuando Jesús dice: "Un mandamiento nuevo os doy: que os améis unos a otros" ¿Ahora ve lo que significa el amor? Al amor no le importa lo que pase. El amor no depende de las circunstancias. El amor sólo se irradia hacia fuera, no importa lo que hagan. Eso es amor. El amor no elige. El amor está ahí y todo el que se interponga en el camino recibe amor.

Hay personas que dicen “yo amo a esa persona en el Señor”. Que es como decir que la odia. Es lo mismo, ¿no? No puede amar a alguien en el Señor. Usted la ama o no. Y Jesús dijo: Esto no es una opción; este es un nuevo mandamiento. Usted dice, bueno no tenemos la capacidad. Oh, sí. Romanos 5:5: "el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones". "Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros" Y cuidado con esto "En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros".

¿Sabe usted cómo convencer al mundo de que Jesús es real y que realmente Le amamos? La mayor evangelización en el mundo es tanto amor que el mundo no pueda entenderlo. Si el principio que trae nuestra unidad es la humildad, la marca de nuestra unidad es el amor.

Pablo se lo dijo a los tesalonicenses: "el Señor os haga crecer y abundar en amor unos para con otros". Juan dijo que este es el mensaje que habéis oído desde el principio, que os améis los unos a los otros. ¿Está seguro que usted ama? ¿Ama como Cristo amó? ¿O es tan protector de su ego que cada vez que algo sale mal, toma represalias y reacciona y se amarga? Y si todo no es como le gusta y si la iglesia no es como le gusta; y si tal hermana y si tal hermano… ¿es ese el tipo de persona que es? ¿O es usted la clase de persona amorosa que no importa cuáles sean las circunstancias, su amor sólo brota y todo lo que hay ahí fuera lo recibe?

Somos uno; y el principio de nuestra unidad es la humildad y la marca de la unidad es el amor. Es el tipo de amor que humilla. Es el tipo de amor que se dirige a su hermano y dice: hermano, he tenido un resentimiento contra usted y quiero pedirle que me perdone y quiero comenzar a amarle. Esa es la clase de amor que es.

Y entonces, es el tipo de amor que dice hermano, yo te perdono. Y es la clase de amor que dice: hermano, lo siento. Lo siento. Es el tipo de amor que no critica a los demás para edificarse. Y es la clase de amor que ama sin importar el costo, el dinero, el prestigio, la posición; no importa.

Nuestra unidad escalará y afectará nuestra humildad y amor. Ahora voy a decirlo de esta manera. Si usted siente algo que no sea amor por algún creyente, para que el cuerpo de Cristo sea alguna vez saludable, usted va a tener que orar a Dios, arrepentirse y confesar; e ir a ese creyente y arreglar las cosas.

Tenemos que tener su amor. Así es, el suyo. Escuchen todos, debemos tener su amor para la unidad del cuerpo. Nunca la tendremos sin el suyo. Tenemos unidad posicionalmente, tenemos que tenerla en la práctica o el mundo nunca la conocerá. Y experimentaremos la alegría de la vida del cuerpo. Y por eso somos uno, practiquemos nuestra unidad posicional.

La segunda cosa sobre el cuerpo, regresemos un minuto a 1 Corintios 12. Si el primer aspecto del cuerpo es la unidad, el segundo aspecto es la diversidad. Diversidad, somos uno y sin embargo, somos muchos. Ahora, el versículo 14 de 1 Corintios 12: "Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos". La unidad es nuestra base, la diversidad es cómo funcionamos.

El cuerpo es uno; y sin embargo hay brazos y dedos y todas las diversas partes y oídos, ojos y todas los diferentes miembros del cuerpo; cada una claramente con una función única de funcionamiento; y sin embargo como uno solo. El versículo 14 dice: "Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos." Hay diversidad dentro del cuerpo.

Todos somos diferentes. Romanos 12: "teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada." En otras palabras, si Dios le da un don espiritual, Él le da la cantidad de fe para ponerlo a funcionar. ¿Se imagina lo que sucedería si Dios le hubiera dado un don en particular y no la fe para desempeñarlo? Sería frustrante. O si Dios le hubiera dado demasiada fe con respecto al don que Él le ha dado. Dios equipara la medida de la fe con los dones para que usted siempre tenga la cantidad exacta de fe para desarrollar el don adecuado.

Estos van a ser breves. Solo se los mencionaremos, pero la diversidad es importante. Todos tenemos dones diferentes. Vamos a hablar de los dones del Espíritu cuando estemos en Efesios, por lo que no vamos a agotar el tema. El versículo 4 de este capítulo, permítanme que se los lea. "Ahora bien, hay diversidad de dones". Estos no son talentos. No son habilidades innatas. Estos son dones otorgados por el Espíritu. Cuando usted se convierte en cristiano, Dios, a través del

Espíritu, le provee a usted de un don específico.

Son dados por el Espíritu, dones divinos que usted posee. "Hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo." Ahora podrá ver que el cuerpo necesita esto, ¿verdad? Tenemos que complementarnos. Nosotros no podemos ser todo, ¿no es cierto? Yo puedo hacer una cosa, usted puede hacer una cosa, alguien más puede hacer otra cosa y así nos ministramos. Por la salud del cuerpo.

Cualquier órgano que no funciona, mutila y paraliza el cuerpo. Hay diversidad de dones con el mismo Espíritu. Hay diversidad de ministerios, el mismo Señor. Hay diversidad de actividades, pero el mismo Dios. Es la diversidad en la unidad. "Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu". Algunas personas lo tienen o lo aprenden. Ellos conocen la Palabra de Dios. "A otro, fe". ¿Sabía usted que la fe es un don dado por el Espíritu? Algunas personas tienen ese don. Algunas personas no.

Todos tenemos la fe para creer en Dios, pero algunos tienen el don de la fe, que es la fe más allá del tipo normal de fe. "A otro, dones de sanidades", por el mismo Espíritu. "A otro, el hacer milagros". "A otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas." Y por supuesto, si estudia cuidadosamente la Palabra de Dios, se dará cuenta de que hay todo tipo de dones mencionados en Romanos 12 y en Efesios también.

Algunos de ellos son temporales, algunos de ellos son permanentes, algunos de ellos son para los incrédulos, algunos de ellos son para la edificación del cuerpo. No vamos a detenernos en todo eso. Pero, básicamente, hay diversidad de dones. Versículo 11: "Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como Él quiere." Con el fin de permitir el funcionamiento en el cuerpo, para que todos podamos ministrarnos unos a otros. Y para que yo pueda trabajar con ustedes y pueda ser para usted lo que no usted puede ser -yo puedo instruirlo a usted y tal vez usted pueda hacer algo ejerciendo otro don para mí; todos podemos trabajar juntos, el Espíritu ha dividido los dones en un equilibrio hermoso.

Y voy a decirlo de manera simple, si usted no está utilizando su don, alguien está siendo estafado. Efesios nos dice que incluso la diversidad de los dones conducirá a la unidad. ¿Lo sabía? Efesios 4:11-12: "Y Él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe." Como verá, la diversidad de los dones trae unidad.

Usted preguntará ¿cómo? Bueno, a medida que todos no ministramos unos a otros y todos estamos siendo ministrados y ejerciendo nuestros dones en un intercambio perfecto, estamos madurando todos juntos. Y cada miembro recibe el cumplimento perfecto de los dones. Así nos estamos uniendo. Porque si usted me está ministrando; y yo le estoy ministrando a usted; y juntos estamos ejerciendo los dones que Dios nos ha dado, estamos todos juntos creciendo en un cuerpo maduro perfecto.

Y así, la diversidad es muy importante. Sus dones espirituales son una bendición dada por un Dios soberano; y hay que utilizarlos. La Biblia no dice que encuentre una organización e imparta su don en ella. No dice eso.

Si usted tiene un don espiritual, ejérzalo. Si usted tiene el don de ayudar, vaya a ayudar a alguien. No necesita la organización de la iglesia. Hágalo. Si usted tiene el don de enseñar, busque a una clase y enseñe. Busque a alguien que necesita ser enseñado.

Si usted tiene el don de evangelizar, busque a alguien que no conoce a Jesucristo y evangelícelo. No necesita la organización de la iglesia. Muchas personas están quietas, tienen dones espirituales que el cuerpo de Cristo anhela. Y alguien necesita que le ministren. No espere a que la organización le de un puesto. Vaya a buscar a alguien y practique su don.

Y si usted no puede encontrar a alguien a quien ayudar con su don, entonces usted, para empezar, probablemente no está en la corriente principal de la vida del cuerpo. Necesitamos que su don sea ejercido. El Espíritu no se lo otorgó para dejarlo apoyado sobre un estante. Usted dirá bueno, yo no sé cuál es mi don. Averígüelo. Lea la lista de dones en Romanos 12, 1 Corintios 12 y Efesios 4. Descubra cuál es el suyo por medio de la oración y mediante el estudio de los dones y la determinación de qué es lo que le gusta hacer y qué hacer con la bendición del Espíritu.

Usted sabe que no tiene el don de ser pastor o maestro si usted es una mujer. Eso queda eliminado. En segundo lugar, usted sabe que usted no tiene el don de evangelismo si no puede estar delante de la gente y hablar -al menos en gran escala. Si le gusta trabajar con la gente, tal vez tenga el don de ayudar. Si usted es un gran organizador, tal vez usted tiene el don de administrar o gobernar. Sea cual fuere, usted los descubrirá y le prometo que si usted es honesto y quiere saberlo, el Espíritu Santo se lo mostrará.

Y no se preocupe por esta iglesia. No se preocupes por Grace Community Church, encuentre a alguien que necesita ser ministrado y minístrelos. Usted no necesita a esta organización para ejercer su don. Si lo hace, está apoyado en una muleta. Utilice su don, si no hay vacante en la estructura, vaya a ministrar a alguien más. Vaya a enseñar a alguien. Vaya a buscar a alguien que quiere saber. Usted dice: ¿dónde están? Esta misma noche, la iglesia está llena de personas que necesitan conocer la Palabra de Dios.

Probablemente podría comenzar un conocido, ir a la casa de alguien, reunirse con ellos un día y sentarse a enseñarles algunas cosas. Hay tantos cristianos nuevos en esta iglesia que necesitan aprender. Encuentre un ministerio. Si su ministerio es el ministerio de la compasión, del cuidado de las personas, visite a algunos enfermos. Tenemos una lista de ellos. Llame a la oficina, búsquelos. No espere a la estructura. Ministre su don. ¡Hágalo ya!

El punto tres, la armonía. La última cosa que el cuerpo debe tener es la armonía. Todos estamos ministrando nuestros dones y se tienen que combinar. Versículo 15. Si no hay armonía en el cuerpo, es ridículo. "Si dijere el pie: porque no soy mano, no soy del cuerpo. ¿Por eso no será del cuerpo?" Por supuesto que no.

"Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo?" La idea de la insignificancia. Yo soy tan insignificante, que ni siquiera pertenezco a esta situación. Eso no es verdad, usted tiene una función.

Versículo 17: "Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato?" por eso Pablo dice: "Si todo el cuerpo era un ojo ¿dónde estaría el oído? Si todo el cuerpo fuera oído ¿dónde estaría el olfato?" Tiene que existir la diversidad. No hay lugar para la envidia o los celos, porque no hay jerarquía. Usted no tiene por qué envidiar los dones de nadie. Dios le ha dado el suyo. Son tan absolutamente 100% decisivos para la vida del cuerpo como el mío o el de cualquier otro.

Y luego, en el versículo 18: "Mas ahora Dios ha colocado los miembros." Dios sabe lo que está haciendo. Cada uno de ellos en el cuerpo, como Él ha querido. Él tiene un plan maestro para la unidad. Y si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? Todos somos parte de un mismo cuerpo. Tenemos cosas que hacer.

A continuación, la humildad es la clave. Versículo 21: "Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros." Es la idea de señorío sobre el otro.

Me gusta el versículo 22: "Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más necesarios." En otras palabras, él dice que es lo que sucede en el fondo lo que puede ser realmente necesario.

Así se aprende esto en el ministerio. Veo a gente que viene a Cristo; y descubro que alguien ha estado trabajando con ellos. Algunos pies o manos en el cuerpo han estado trabajando. Yo soy la boca que se eleva y tiene la preeminencia. Pero eso no prueba nada. Mi don no es más importante que el suyo. De hecho, tal vez sea menos necesario que el suyo.

Versículo 23: “Y a aquellos del cuerpo que nos parecen menos dignos, a éstos vestimos más dignamente; y los que en nosotros son menos decorosos, se tratan con más decoro." Como los miembros que no son tan apuestos y elegantes, ellos son los que realmente están haciendo el trabajo. Eso realmente desarma a alguien que se jacta y dice que es realmente la parte más hermosa del cuerpo.

Versículo 24: "Porque los que en nosotros son más decorosos, no tienen necesidad; pero Dios ordenó el cuerpo, dando más abundante honor al que le faltaba." Los órganos internos que son feos, que no son para nada agradables, son la esencia de la vida. No son sólo las cosas bellas visibles.

Es esa parte que hace el trabajo que no es algo para mirar, pero funciona para mantener la vida en el cuerpo. Y tenemos que estar seguros de no recibir este tipo de dicotomía. Versículo 25: "Para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se preocupen los unos por los otros." No hay ninguna diferencia.

"De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan." Usted es el cuerpo de Cristo, en unidad y los miembros en particular, diversos, están en armonía. No establezca una jerarquía. Tenemos que ser un cuerpo saludable. Debemos serlo. Debemos estar sanos; y le necesitamos. No necesitamos más unidad estructural. No necesitamos más organización. Necesitamos más unidad del cuerpo, más ministerio del cuerpo.

Eso es por lo que Jesús oró. Respondamos a Su oración. Nuestra unidad es la unidad del Espíritu, no la unidad de una denominación o iglesia u organización. Y habrá verdadera unidad espiritual cuando nos humillemos, cuando miremos a todo hombre en las cosas de los demás, cuando amemos con un amor al que no le importa lo que nos suceda. Y cuando empecemos a ministrar nuestros dones espirituales entre nosotros con armonía.

Pido a Dios, cada día, que ese sea el caso aquí. Y que el mundo nos mire y diga, sí, Jesús es real. Podemos decirlo a causa del amor que tienen.

Padre, te damos gracias esta noche por estas palabras. Las hemos sintetizado un poco Señor, pero Tu sabes. Muchas gracias por enseñarnos sobre el cuerpo. ¡Qué gloriosa verdad es! Gracias por Jesús, quien es nuestra cabeza de la cual surgen el poder, la energía, los recursos, la sabiduría y la tracción para este cuerpo. Oh Dios, enséñanos a actuar. Enséñanos a funcionar. Ayúdanos a ir y encontrar un lugar donde ministrar nuestro don; que realmente podamos comenzar a trabajar para Ti, para la salud del cuerpo. Para que podamos estar tan unidos que establezcamos una antorcha que brinde llama en todo el mundo.

Deseo que ore una breve plegaria conmigo. Cristo, reconozco mi lugar en el cuerpo. Quiero tres cosas; en primer lugar, Cristo, enséñame a ser humilde. Número dos, enséñame a amar. Número tres, muéstrame mi don, enséñame a usarlo. Enséñame a ser humilde, a amar, a conocer mi don y a usarlo. Usted puede tener más de uno, la mayoría de los cristianos los tienen.

Yo sé que el Espíritu de Dios honrará su oración. Le necesitamos. Desesperadamente, el cuerpo necesita que usted funcione, que sea sensible. Yo le necesito. Tenemos que trabajar juntos. Cueste lo que cueste, cuidar de nosotros mismos como si fuéramos uno. Eso es por lo que Jesús oró, eso es lo que queremos para Su gloria.

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Hemos estado estudiando los dones y los principios sobre los cuales operan. Y hemos visto que es muy importante que todos los creyentes ministren sus dones para la edificación del cuerpo. Y si el cuerpo se construye, entonces el testimonio es eficaz, ya que la construcción del cuerpo trae unidad; y la unidad trae un único testimonio ante el mundo.

En concreto, comenzamos a enumerar los dones espirituales. Encontramos una lista de ellos en 1 Corintios 12 y también en Romanos 12. Los juntamos en una lista y obtuvimos, primero, lo que escogimos llamar dones edificantes permanentes.

Estos dones fueron dados para la edificación de los creyentes. Deben ser ministrados entre los creyentes; y edifican a los creyentes de forma individual y así construyen al cuerpo como un todo. Pero también hubo algunos otros dones que no fueron diseñados para edificar el cuerpo. Fueron diseñados para confirmar la Palabra a los no creyentes. Estos dones no fueron establecidos en relación con la iglesia en sí, sino con los incrédulos. Eran para confirmar la Palabra.

Por ejemplo, supongamos que usted estaba viviendo en la época del Nuevo Testamento. Tres predicadores llegan a la ciudad; y los tres predican diferentes mensajes. Usted, ¿a quién le creería? Bueno, sería probable que a la persona que realizara milagros. Y como Nicodemo le dijo a Jesús: "Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que Tú haces, si no está Dios con Él." Dios estaba con Él. Era obvio que Jesús era de Dios porque había milagros que confirmaban Su testimonio.

Él lo aseveró y luego dijo: "Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras". La confirmación de las afirmaciones de Cristo fueron los milagros. Los milagros nunca fueron un fin en sí mismos. Siempre fueron signos que eran prueba de Sus afirmaciones.

Cuando la iglesia continuó -la iglesia primitiva, la era apostólica- estos dones fueron dados para confirmar la palabra de los apóstoles y profetas. Esto se ve claramente en las Escrituras. Se les otorgó ciertos dones milagrosos. No eran para la iglesia. No eran para los creyentes. Eran para confirmar a los incrédulos que el mensaje predicado por los apóstoles y profetas provenía indudablemente de Dios.

Cuatro de estos dones son mencionados en el Nuevo Testamento: los milagros, la sanación, las lenguas y la interpretación de lenguas, o mejor dicho los idiomas y la traducción de idiomas. Esa es la traducción griega exacta. Ahora, veremos que no tienen ningún rol; sino que existieron para la era apostólica, diseñados para confirmar la Palabra antes de que el canon del Nuevo Testamento fuera completado y, específicamente, mientras Dios seguía dando señales directamente a Israel. Veremos eso.

Permítame primero decir lo siguiente: confío y oro para que usted escuche lo que digo esta mañana. Yo tengo muchos amigos queridos que están involucrados en movimientos que creen que estos dones son para el día de hoy.

He predicado en sus iglesias. He tenido comunión con ellos como creyentes en Jesucristo. Y hemos aceptado nuestras diferencias en este punto; y confío y ruego a Dios no ser tan deductivo, sino ser objetivo con las Escrituras.

Estoy abierto a cualquier cosa que el Espíritu de Dios me va a enseñar. Oro por eso. Oro para que Dios no permita que mi lengua diga algo que no es de Él. Lo que digo lo digo en amor; y sin embargo con valentía que sólo puede ser mía a partir del estudio de la Palabra de Dios. Y confío en que lo escuchen de esa manera. No es una reflexión sobre la salvación y la genuinidad de muchas personas que están involucradas. Todo lo que estamos tratando de hacer es llevar todo a la luz de la Escritura.

Marcos 16:14: "Finalmente se apareció a los once mismos, estando ellos sentados a la mesa, y les reprochó su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que le habían visto resucitado." Recuerdan el testimonio que les llegó a los discípulos: que Jesús había resucitado y que ellos no estaban muy seguros de eso.

Versículo 15: "Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. Y estas señales seguirán a los que creen". Les dice a los once que en su mensaje, para confirmar la fe de los que creen, habrá ciertos signos. Y aquí, creo que está hablando directamente acerca de los once. "En Mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño". Es decir, podrán tomar veneno y no pasará nada.

“Sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán." Ahora aquí hay algo interesante. Una Escritura que nos sugiere que aquellos que habían de salir a proclamar el mensaje habrían presenciado milagros. Y, en realidad, los cuatro dones de los que hablamos están aquí. El don de los milagros, por ejemplo, sería sin duda la capacidad de tomar serpientes en las manos, beber un veneno mortal y no ser lastimado. Eso es un milagro. Aquí se indica el don de la sanación. Se dice que serán capaces de poner las manos sobre los enfermos y se pondrán bien. Y se indican las lenguas, ya que dice que hablarán con nuevos idiomas.

Todos esos dones se representan aquí como la promesa de nuestro Señor a los once que serán confirmados por estos dones y estos milagros. Ahora bien, si vamos a suponer hoy que alguien todavía tiene todo esto que es para ellos, entonces debemos estar de acuerdo con los apalaches que manejan serpientes y con los de la iglesia de los primogénitos -como se le llama- que beben veneno y así sucesivamente. Muy a menudo, las cosas no funcionan como ellos quieren que funcionen.

Y si estamos de acuerdo, debemos hacerlo en todo porque dice: "Estas señales seguirán a los que creen". Si es una cosa permanente, entonces nos quedamos con todo. 2 Corintios 12:12. Continuamos mirando algunos pasajes para establecer un marco de referencia. Pablo está aquí hablando de su apostolado. Y está verificando el hecho de que él era un apóstol al decir esto. "Con todo, las señales de apóstol han sido hechas entre vosotros en toda paciencia, por señales, prodigios y milagros." Artículo definido. No algunas señales, las señales. Una identificación clara de ciertas señales dadas a los apóstoles. Las señales de un apóstol.

A los apóstoles se les concedían ciertas señales. Ahora, ¿cuáles eran? Bueno, al parecer se les confirieron en Marcos 16. Quiero que observen Hebreos 2. Ahora recuerden que el libro de Hebreos fue escrito de los hebreos a los judíos, eso es muy importante. Versículo 3 del capítulo 2. "¿Cómo escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor" Por supuesto, ellos no lo oyeron de Él. Pero, "Nos fue confirmada por los que oyeron".

El Señor lo confirmó, lo que significa hacer creíble o hacer finalmente realidad; lo que se afirmó o se aseguró, se hizo verosímil. ¿Cómo? Versículo 4: "Dios, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo." Ahora bien, estos ciertos dones del Espíritu Santo eran para confirmar la Palabra en la audiencia de estos judíos. Eso es exactamente lo que el pasaje dice. "Estas palabras fueron confirmadas a nosotros." Se predicó. La confirmación llegó a través de las obras hechas por los dones del Espíritu proporcionados a los apóstoles.

Así llegamos a la conclusión, entonces, de que ciertos dones espirituales llamados dones del Espíritu Santo, fueron las señales de un apóstol y que tenían, por lo tanto, su importancia en el ministerio apostólico, que era un ministerio fundacional. Y en la iglesia primitiva, cuando había miles de voces dando todo tipo de mensajes, Dios confirmó la autenticidad con estos dones especiales concedidos a los apóstoles para confirmar a los que los oyeron.

Benjamin Warfield, un erudito bíblico, dijo esto: "Estos dones milagrosos fueron parte de las credenciales de los apóstoles como agentes autorizados de Dios en la fundación de la iglesia. Su función, por lo tanto, limitada distintivamente a la iglesia apostólica y necesariamente, acabaron con ella."

Si creemos que Efesios 2:20 dice que los apóstoles y los profetas eran la plataforma, entonces las señales de apóstol terminaron cuando terminaron los apóstoles. Y si los signos de los apóstoles eran dones del Espíritu Santo para confirmar, entonces podemos unir todo y podemos ver que a medida que los apóstoles salieron de la escena, también lo hicieron los dones del Espíritu dados a ellos como señales de confirmación. Concluyeron con ellos.

Algunos pasajes de Hechos específicamente, asignan y asocian estos dones con los apóstoles. Hechos 14:3, sólo para darles una idea, dice: "Por tanto, se detuvieron allí" -Pablo y Bernabé en Iconio-" mucho tiempo, hablando con denuedo, confiados en el Señor, el cual daba testimonio a la palabra de Su gracia, concediendo que se hiciesen por las manos de ellos señales y prodigios." He aquí un ejemplo de cómo Dios usó estos dones. Ellos predicaban; y su predicación se confirmaría como divina porque hacían milagros.

Yo no creo que la iglesia de hoy necesite este tipo de confirmación. La iglesia de hoy no necesita confirmación. Si tres personas llegan a la ciudad y tienen un mensaje diferente, puedo decir inmediatamente quién es de Dios; y la pauta no es quién hace milagros. ¿Cuál es la pauta? La Biblia. Porque aquí está la norma que Dios ha concedido para confirmar el mensaje de quien sea.

Pablo incluso dice a los profetas -en 1Corintios 14- que cuando profeticen se aseguren de que su profecía se relaciona con la doctrina que les ha enseñado. Y por eso hay que tener cuidado de darse cuenta de que el verificador del mensaje de cualquier hombre o la experiencia de cualquier hombre o cualquier cosa espiritual, sea la palabra de Dios. Es la prueba conclusiva, la autoridad concluyente y la pauta de fe y práctica.

No podemos asumir entonces que estos dones son necesarios para confirmar la Palabra. La Palabra ha sido establecida. Decir que hoy necesitamos señales milagrosas, en particular en todos los lugares en nuestra sociedad en los Estados Unidos y en las iglesias donde la Palabra está en manos de todos, es pasar por alto o negar la finalidad y la autoridad de las Escrituras. Me recuerda a Lucas 16:31, donde dice: "Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos."

Cuando usted tiene la Escritura, eso es suficiente. Ese es el punto. Incluso en el momento en que Pablo escribió Efesios, dice que habrá evangelistas y pastores de enseñanza. Y él dice: "Van a construir el cuerpo." Pero él no hace ninguna mención a ninguno de estos dones milagrosos. Y luego, cuando usted lee las cartas de Pablo a Timoteo y Tito, encuentra que la herramienta es la Palabra de Dios. Continuamente dice: "Enseña la sana doctrina."

Ahora bien, si en realidad estos dones que confirman existieran hoy en día -como algunos dicen -, entonces acompañarían a grandes maestros de la Biblia o acompañarían a personas que están dando el Evangelio en tierras donde no hay Biblias para confirmar su mensaje. Pero no acompañarían a grupos de cristianos que tienen la Escritura en sus manos. Eso no tiene ningún sentido. No tiene nada que ver con el don bíblico.

Los grandes maestros históricos de la Biblia concuerdan en que no poseen estos dones. Y si nos remontamos en la historia y seguimos el rastro de los hombres que han hecho grandes obras de teología, vemos que ellos no estaban involucrados en esto. Estos dones eran para los tiempos apostólicos de entonces como un ministerio de fundación.

Ahora, echemos un vistazo a los dones. Sólo podemos echarles una mirada superficial. En primer lugar, el don de milagros. 1 Corintios 12:10. En la enumeración de los dones, habla de milagros, el hacer milagros. Usted dirá: "McArthur, ¿me está diciendo que los milagros han cesado?" No, yo no creo que los milagros hayan cesado. Sé que están ocurriendo en todas partes. Veo milagros constantemente. Dios es un Dios de milagros. Usted dice: "Bueno, deme una definición de milagro." Un milagro no es gran cosa. El incrédulo se incomoda por un milagro. No es nada.

Déjeme mostrarte lo que quiero decir. Vivimos en un pequeño mundo natural. Digamos que es una laguna, ¿de acuerdo? Nuestra pequeña laguna. Y decimos: "Todo en nuestra pequeña laguna es como debería ser." Bueno, un milagro no es otra cosa que Dios –si es que Él existe- metiendo el dedo en el estanque y creando una onda. Quiero decir, si hay un Dios allá arriba, un milagro no es gran cosa. Es como tirar una piedra en el estanque y crear ondas. Muy pronto el estanque se calma y vuelve a la normalidad. Lea el libro de C. S. Lewis acerca de los milagros. Él cubre todo el tema muy acertadamente.

Un milagro es Dios poniendo Su dedo en el estanque y formando una ondulación. Y si hay un Dios y Él creó el estanque, puede meter el dedo en él cuando quiera. Un milagro prueba que Dios existe. Es por eso que los racionalistas alemanes crucificaron sus almas cuando eliminaron todos los milagros de la Biblia. Ellos comenzaron con la filosofía humanista. No. Dios hace milagros. Y los milagros suceden todo el tiempo. Los milagros están sanando.

Creo incluso que Dios puede dar a un misionero en algún lugar del mundo la capacidad de hablar un idioma que no conocía. Eso es un milagro. No creo que ese sea el don bíblico de lenguas. Eso fue un don apostólico. Pero creo que Dios puede hacer milagros con boca de la gente, tanto como puede hacerlo con cualquier otra parte de su cuerpo. Dios todavía hace milagros. Vemos que los hace todo el tiempo. El milagro más grande que Él hace es el milagro del nacimiento. Quiero decir que yo mismo soy un milagro.

Nuestro Señor, cuando estuvo en la Tierra, hizo muchos milagros. Y Él siempre los hizo para avalar Su verdad. Pero Dios hoy puede hacer algunos milagros para que usted pueda dar su testimonio y alguien pueda decir: "Bueno, un Dios que puede hacer eso tiene que ser real." Eso puede ser cierto. Pero ya no para probar la revelación escrita, que es un sistema cerrado. Así que no estoy diciendo que los milagros han cesado. Sólo estoy diciendo que los milagros son diferentes hoy en día y que el don de los milagros ha cesado porque era apostólico.

Se puede estudiar la historia de los milagros y usted encontrará que hay cuatro grandes períodos de milagros en la Biblia. Y en los otros períodos de la Biblia, simplemente no existían. El período de Moisés, un tiempo de milagros. El período de Elías y Eliseo, nuevamente. A continuación, un período de tiempo prolongado sin milagros. Y luego, de repente, durante la vida de Cristo y la era apostólica. Los milagros siempre tenían un propósito y un tiempo limitado. Y la gente no hace milagros continuamente.

Creemos que el don de milagros, hoy en día, ha cesado con el fin de la era apostólica. Ser capaces de beber veneno, poder caminar y realizar todo tipo de prodigios, señales y milagros es algo que pertenecía a esa época. No hay nada de eso en todos los escritos de Pablo a Timoteo y a Tito, nada en absoluto acerca de los milagros. No hay ninguna indicación en hacer milagros o incluso un énfasis en la vida de Pablo. Después de que se fue a Filipos por un período de al menos dos años, no dice nada acerca de los milagros.

Nunca hubo ningún registro de milagros en Antioquía, Corinto, Tesalónica, Derby, Berea, etcétera, etcétera. Muy limitado. Muy temporal. Yo estaba conduciendo hacia Hume Lake y vi una gran carpa en un lote baldío. En un letrero exterior decía: "Servicios milagrosos. Milagros de lunes a viernes." Milagros de lunes a viernes. Una línea de producción de milagros.

Creemos que la Palabra de Dios no nos dice nada acerca del don de milagros para esta época, sino que esos son los dones de los apóstoles. Han sido temporales en ese período; y con la finalización de la Escritura del Nuevo Testamento, la autenticación de cualquier mensajero no es su capacidad de hacer milagros, sino su capacidad de enseñar la Palabra con precisión. El cumplimiento de la Palabra es ahora el testimonio de cualquier hombre. Y podríamos decir más al respecto, pero vamos a seguir adelante.

Sanación. ¿Qué pasa con la sanidad? Este es sin duda un don milagroso y es una indicación básica en 1 Corintios 12, donde aparece como la capacidad de curarse mutuamente. Dice: "sanidades", versículo 9. Usted me cuestionará "Ahora usted dice que entonces Dios no sana a los enfermos." Por supuesto que no. Dios sana a los enfermos. Él restaura los enfermos. Pero hoy no hay gente caminando por ahí que sanará a todo el mundo en respuesta a un don como en la era apostólica.

Hoy en día Dios sana por Su voluntad soberana y en respuesta a la oración. Usted puede encontrarlo en el libro de Santiago. Y tal vez debería mirar el capítulo 5 conmigo por un momento. Y por cierto, Santiago fue escrito antes de 1 Corintios. Dice en el libro de Santiago, versículo 13: "¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración". El versículo 14. "¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren sobre él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo". Eso es lo que dice. Dios lo levantará.

Incluso en Santiago, que puede ser el primer libro en el Nuevo Testamento en términos cronológicos -tal vez el más antiguo- cuando alguien estaba enfermo, no dice: "Ve por el que tiene el don de la curación." Sino que dice: "oren por él." Dios nunca quiso que el don de la curación tuviera una relación especial real con la iglesia. Era una señal para confirmar la Palabra a los incrédulos. Y usted puede estudiar a Jesucristo y encontrará que a quienes sanó, eran incrédulos.

Estuvo involucrado en ratificar Sus afirmaciones en las mentes de los no creyentes. Cuando la iglesia se enfermó, oraron el uno por el otro; y Dios respondió a la oración. Creo que el don de la sanación, proporcionado a quien fue un apóstol o profeta como predicador de la Palabra, permitió confirmar en las mentes de los incrédulos por medio de milagros. Y vuelvo a decir, si el don de la sanación existiera hoy en día, no pertenecería a los llamados curanderos. Pertenecería a los maestros de la Biblia. Pertenecería a las personas que se encuentran proclamando el Evangelio como una confirmación de que es verdad; no a un determinado sector de personas, evangelistas o como quiera que les llamen.

Incluso en los últimos años del ministerio del apóstol, esto comenzó a menguar. Es interesante que Pablo, cuando Timoteo estaba enfermo, le dijo: "Yo sé cómo solucionarlo. Toma un poco de vino, para bien de tu estómago." Si el don de curar existía en ese momento, alguien podría haberlo solucionado de un modo más sencillo. Y a menudo he pensado cuán interesante es que, en 2 Timoteo 4, Pablo dice: " A Trófimo dejé en Mileto enfermo."

Si Pablo tenía el don de hacer milagros en ese momento y el don de la sanación, bien podría él haber sanado Trófimo. Pero no parece haber ningún caso en el Nuevo Testamento donde ese don se ejerza a un creyente. Y sin embargo, en toda esta sanación que está aconteciendo hoy en día, son todas estas personas que históricamente han estado en la iglesia haciendo estas largas filas para ser sanadas. Eso no sigue el patrón bíblico.

Consideraba el testimonio de Marjoe Gortner. No sé si han oído de eso, pero él finalmente contó todo. Él fue quien se supone que a los cuatro años de edad tenía el don de sanidad; y sus padres lo pusieron en el escenario; y comenzó un ministerio de sanación y demás.

Algo interesante: yo estaba con mi papá y nos quedamos sentados hablando de esto. "Yo debería ir a ver esa película. Acaban de hacer una sobre él; me llamaron por teléfono cuando estaban haciéndola", dijo mi padre. "Y me preguntaron si podían utilizar un comunicado de prensa y una entrevista que hice cuando él tenía tan sólo cuatro años de edad y vinieron a mi iglesia y me preguntaron cuál era mi opinión."

Y él dijo: "Yo les di mi opinión; dije que se trataba de una farsa, que era un engaño, etcétera." Yo no sé si él está en esa película o no. Él tampoco lo sabe. Pero de todos modos, al parecer la película expone todo el asunto como un fraude. Y el protagonista dijo, y le oí decir en algún lugar, que realmente no sabía de ninguna curación física legítima en todos los años que lo había hecho. Pero era consciente que había hecho un gran servicio a la gente que tenía problemas psicológicos.

También era consciente del hecho de que las personas que estaban allí la noche del lunes estaban de regreso el jueves con una nueva dolencia. Y eso es muy común. Hice un estudio en la universidad sobre este asunto y esto surgió una y otra vez. Y por eso tenemos que ser muy cuidadosos en la comprensión de las directrices bíblicas para la sanación.

Yo creo que Dios sana, pero creo que Él sana en respuesta a Su soberanía y en respuesta a la oración. Y si hoy hay gente que parece ver a Dios sanando en respuesta a su ministerio, entonces yo digo, a partir de la evidencia bíblica, que pueden tener el don de la fe a la que Dios responde al orar; pero el don de sanidad era apostólico. Y pueden ir curando a los incrédulos para confirmar la Palabra. Y es por eso que cuando la Palabra vino, ese don dejó de tener sentido.

Y no se olviden tampoco que algunas de las curaciones pueden ser reales. Dios puede desear sanar a alguien. Satanás también puede sanar. Mateo 7. Léalo. Usted puede leer sobre eso en Hechos 8. En Hechos 13. Satanás puede sanar. De hecho, Jesucristo hizo todo esto y finalmente llegaron a la conclusión de que era de Satanás, ¿no es cierto? Lo que hizo lo hizo por el poder de Belcebú. Ellos estaban tan familiarizados con el hecho de que Satanás podía adulterar todo, que los judíos determinaron que Jesús era Satanás y dijeron que él estaba haciendo la sanación. Satanás puede hacer estas cosas.

La idea de que ciertas personas pueden curar como en una línea de producción no es bíblica. Y a menudo he pensado que si realmente tuvieran el don de la curación, estarían en los hospitales, no en tiendas de campaña. Y estarían con los no creyentes, predicando el Evangelio y confirmando la Palabra con ellos. Debemos hacer un estudio sobre del don de la sanación en algún momento en el futuro, porque es importante.

El don de la sanación nunca fue pensado para los creyentes, nunca fue pensado como algo permanente. Era un signo de los apóstoles. Fue uno de los dones de los apóstoles. Y hoy en día, e incluso en el libro más antiguo del Nuevo Testamento, Santiago, la orden es orar por los enfermos. A continuación, en tercer lugar, llegamos a las lenguas y la interpretación. Las veremos juntas, no por mucho tiempo, sólo algunas reflexiones bíblicas.

Quiero que consideren varias cosas con respecto a esto. ¿Cuál fue el don de lenguas y cuál fue su utilidad? Pues bien, el don de lenguas debe ser conocido como el don de los idiomas. La palabra es glossa, la palabra tradicional e histórica para idioma. En realidad no significa otra cosa que idioma. El don era una habilidad dada por el Espíritu para hablar una lengua extranjera. Fue un milagro que Dios podía utilizar como una señal para confirmar la Palabra.

Lo más importante que sucedió en Hechos 2 fue la predicación de Pedro. Ese sermón magnífico. Fue en respuesta al mismo que 3.000 personas se arrepintieron. Pero, ¿qué fue lo que realmente confirmó en sus mentes que el sermón de Pedro era de Dios? ¿Qué fue? Todas esas personas que hablaban en sus propios idiomas las maravillas de Dios. Fue un regalo de confirmación. Fue pensado para los incrédulos.

Sólo apuntaba al sermón. No fue nunca un fin en sí mismo. Una señal para escuchar el sermón. Fue un don de confirmación. ¿Cómo iban a saber que era de Dios? Cuando vieron ese milagro, ¿a qué más podrían asignar eso? Ellos escucharon a Pedro; y después de haber hecho esto, debieron asumir que esto era el mensaje de Dios. Al menos 3.000 personas lo creyeron.

Además, las lenguas eran una señal sólo a los judíos. Nunca tuvieron sentido para los gentiles. En Hechos 2, judíos. En Hechos 10: "Los de la circuncisión" escucharon y creyeron. A lo largo de Hechos, cada vez que ocurren las lenguas, los judíos están presentes. No tiene sentido para los gentiles. Así es que llegamos a la conclusión de dos cosas. Era inútil entre los creyentes. Era inútil entre los gentiles. Para ellos, ver el movimiento de hoy, donde muchos creyentes gentiles lo hacen con otros, es totalmente anti-bíblico.

Permítame mostrar lo que quiero decir con eso. Mire 1 Corintios 14:2, dice: "En la ley está escrito". Y aquí se remonta al Antiguo Testamento. Isaías 28:11: "porque en lengua de tartamudos, y en extraña lengua hablará a este pueblo". Esa pequeña frase, este pueblo, se refiere, en el contexto de Isaías, a Israel. Así que Dios dice: Yo voy a hablar con Israel, pero voy a hablar con Israel con otras -en realidad no dice hombres en el original- lenguas y labios. Simplemente dice: "porque en lengua de tartamudos, y en extraña lengua hablará a este pueblo". Con lenguas y en otros labios, voy a hablar con Israel.

Ese era el objetivo de las lenguas. Para Israel. "A este pueblo", se refiere a ellos. Versículo 22. "Las lenguas son por señal…" ¿Qué hace siempre una señal? Apunta a otra cosa. Aquí está siempre apuntando al Evangelio; siempre, siempre al Evangelio. "…no a los creyentes, sino a los incrédulos." La señal no es para los creyentes. Las lenguas nunca tuvieron un propósito para los creyentes. Nunca tuvieron ningún significado para ellos.

Ese es el problema en Corinto. Las exaltaban, hacían hincapié, las confundían con los oráculos con los que estaban tan familiarizados en su adoración pagana, en donde había mucho discurso extático. Y aquí hay una gran confusión; y Pablo está tratando de enfocarlos sin prescindir totalmente de las mismas porque todavía hay una gran cantidad de judíos en Corinto.

Y él sabe que hay momentos en los que se pueden utilizar para confirmar la Palabra a un judío no creyente. Así que, hablando sin rodeos, él dice: "En primer lugar, entiendan que no es para los que creen." Y sin embargo, en este movimiento hoy en día, todo lo que se escucha es que usted no es un cristiano en toda su capacidad hasta que lo haga.

No ha experimentado la plenitud de todo el asunto. Y entonces usted tiene un montón de cristianos que lo hacen entre sí. No hay ninguna razón para eso. Tienen toda la revelación que Dios ha trazado aquí, en este libro. Cuando la Palabra de Cristo mora en abundancia en ellos, que es lo que significa ser lleno del Espíritu, van a experimentar todo lo que se pueda. Y así vemos que tiene que ser llevado a la prueba de las Escrituras.

En Isaías 28:11, se le asigna definitivamente a Israel. Versículo 22. "Las lenguas no son a los creyentes, sino a los incrédulos." ¿Quiénes no creían? Los judíos. Y él dice: "¿Por qué no intentas predicar? Eso es bueno para todos. Eso es bueno para los que creen." Lo dice preocupado por los Corintios: "No necesitan experiencias. Necesitan doctrina". Ese era su problema.

Observen el versículo 23. Esto es confuso si usted no lo entiende. "Si, pues, toda la iglesia se reúne en un solo lugar." Esto es lo que estaba pasando en Corinto; toda la iglesia, los cristianos en el único lugar y todos hablando en lenguas. Todos están hablando en todos los idiomas. Y tal vez, la mayoría de ellos no eran lenguas, sino sólo un poco de galimatías. Hablaremos de eso en un minuto.

"Si… entran indoctos o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos?" Usted dirá que no tiene sentido. En el versículo 22, dice: "Las lenguas son por señal a los que no creen." En el versículo 23, dice que si entran los incrédulos pensaran que estás loco si lo haces. Usted se pregunta cuál es la diferencia. La diferencia es la siguiente. Son una señal para los judíos que no creen. Corinto no era una ciudad judía. ¿Qué era? Era una ciudad de gentiles, de griegos. Y el problema es que los gentiles llegaban y no podían entender qué estaba pasando.

Ellos tenían que estar expuestos a un fenómeno que Dios nunca tuvo la intención que fuera para un gentil. Eso es lo que Pablo tiene que estar diciendo aquí. Vienen a su asamblea. Y todos ustedes están haciendo eso. Le voy a dar un ejemplo. Tengo un vecino gentil que vive al lado. Y hemos estado tratando de compartir a Cristo con esta señora y su marido. Mi mujer ha compartido con ella. Yo compartí con ella. Fui a visitarla al hospital. Ella tuvo un grave ataque al corazón y oré con ella, le explicé el Evangelio y demás. Y hemos pasado por esto tratando realmente de llevarlos a Cristo. Y tienen un trasfondo muy difícil, un trasfondo religioso. Que siempre es el más difícil porque son gente muy religiosa, muy buenas personas.

Y hemos estado trabajando, orando y compartiendo información -dándoles material y todo lo que se puede hacer. Se acercó a mi esposa el otro día, quebrantada y le dijo: "tengo que preguntarte algo." Ella dijo: "Una señora vino y me llevó a una reunión. Esa gente estaba loca". Mi esposa investigó un poco; y esta señora había llevado a una persona gentil no creyente a uno de estos "eventos" de lenguas. Ella se sentó allí y llegó a la conclusión que todo era un revoltijo y cerró la puerta a nuestra oportunidad de compartirle a Cristo.

Ella piensa que la gente que hace eso está loca. Y puesto que mencionaron el nombre de Cristo y cargan la Biblia y ven lo mismo que nosotros, nosotros también debemos ser parte de lo mismo. Le caemos bien, pero eso es lo que le está pasando por su cabeza. Y es exactamente lo que Pablo dijo. Que nunca fue pensado para los gentiles. Fue una señal especial que Dios les dio a los judíos en una época especial.

Está muy claro en la Escritura. No se puede discutir. No es mi opinión. Es la Palabra de Dios que lo dice. Ahora bien, si en el año 70, Dios destruyó Jerusalén y dejó de ocuparse de Israel y se volvió a los gentiles, a continuación -solo por ese hecho- las lenguas tuvieron que cesar, ya que Dios ya no daba más señales especiales a Israel. ¿No es cierto?

Él ha dejado temporalmente a Israel de lado y los ha cegado. Las señales a Israel, por el momento, se han acabado; por lo tanto, esta es una señal para Israel que ha cesado. Si ha dejado de ser una señal para Israel -que, para empezar, es lo que siempre fue- debe de haber cesado.

Estamos tratando de traer a la Escritura testimonial todas estas verdades. Lo que tenemos hoy es una exaltación de este don fuera de contexto en el versículo 20 que dice: "Hermanos, no seáis niños en el modo de pensar, sino sed niños en la malicia, pero maduros en el modo de pensar". La inmadurez es dar a este don otra finalidad distinta de la original y utilizarlo para otro propósito o degenerarlo.

El don tiene un diseño claro dado por Dios. Para los no creyentes no tenía sentido; nunca tuvo ningún sentido en la construcción del cuerpo. Nunca tuvo ningún efecto en el cuerpo; y siempre en los judíos incrédulos. Y cada vez que se ven las lenguas en el Nuevo Testamento, los judíos están presentes. Y debido a que no estaban en Corinto, son condenadas. Y sin embargo, Él permite que existan debido a la enorme población judía que iba y venía al centro de comercio de Corinto.

Lea Hechos 18. Allí había muchos judíos, por lo que el don tenía que estar en Corinto. Y podía ser usado correctamente para ellos. Pero lo habían usado fuera de control; y especialmente ya que los corintios habían salido de los Oráculos. Y el habla extática formaba parte de todo su culto.

Se está haciendo un estudio sobre esto para registrar la historia del mismo. Y se ha encontrado que hablaban en lenguas extáticas. Las llamaban el lenguaje de los dioses. E incluyeron esto y se armó todo el lío. Y Pablo está tratando de corregir el problema con amor. Permítanme añadir otra cosa.

Además, siempre era un idioma conocido. Puede haber sido extranjero al que hablaba, pero siempre era genuino. Y hay muchas razones para ello. En Hechos 2, glossa significa idiomas; y los enumera. Partos, medos, elamitas, y Mesopotamia, Egipto, cretenses, árabes, dice exactamente qué idiomas eran. Incluso utiliza Gene glossa en 1 Corintios, que significa tipos. Gena, de donde obtenemos género, clases de idiomas, variedad de idiomas. No podía haber variedades de galimatías. Así que tiene que ser idiomas y variedades.

Luego, cuando dice: "El don de interpretación de lenguas", es la palabra ermineía, que significa traducción de idiomas. Estos eran idiomas. En 1 Corintios 14:7, él incluso dice que tiene que tener una estructura gramatical. Dice: "Ciertamente las cosas inanimadas que producen sonidos, como la flauta o la cítara, si no dieren distinción de voces, ¿cómo se sabrá lo que se toca con la flauta o con la cítara?" Ellos estaban balbuceando. Estos corintios habían degenerado todo. Y él dice: "Ni siquiera es claro. No es genuino. No puede ser traducido".

Por lo que debemos prestar atención a estas cosas. Ahora, de acuerdo a la lingüística moderna, si nos fijamos en el movimiento de las lenguas hoy, concluimos que es un idioma. Les daré el testimonio de un hombre -y hay mucho sobre esto de lo que podríamos hablar.

Permítame mencionarle este pensamiento. William Samarin ha escrito un libro cuyo título es Las lenguas de los hombres y los ángeles. Él es un experto en lingüística. Ha dedicado su vida al estudio de la lingüística. Es un doctor en lingüística. Es profesor de Lingüística en la Universidad de Toronto, en Canadá. Se crió en una comunidad rusa en los Estados Unidos, en una parte donde la misma fue impregnada totalmente en lenguas.

Pasó toda su vida creciendo en el tema de las lenguas. Finalmente, decidió estudiarlas y estuvo la mayor parte de su vida trabajando con las mismas. Dijo esto: "Durante los años en los que he participado en estas reuniones de lenguas en Italia, Holanda, Jamaica, Canadá, Estados Unidos, etc., he observado pentecostales clásicos y neo pentecostales". Esto es en 1960. Ese es el nuevo movimiento en todas las denominaciones.

"He estado en reuniones pequeñas en casas particulares, así como en enormes reuniones públicas. He visto muchos contextos culturales diferentes como los del los puertorriqueños y los del Bronx, los manejadores de serpientes de los Apalaches, los molokanes rusos en Los Ángeles, etcétera. He entrevistado a personas que hablan en lenguas y he grabado y analizado muestras de innumerables lenguas. En todos los casos", dice, "la glosolalia resulta ser un disparate lingüístico. A pesar de semejanzas superficiales, la glosolalia no es fundamentalmente un idioma." Ese es el testimonio de un experto en lingüística. Este ha sido el resultado de muchos de ellos.

Como he dicho antes, si usted pregunta: "¿Eso quiere decir que Dios no puede hacer esto hoy? ¿Que eso no podía ser real?" No. ¿Quién diría eso? ¿Quién diría que Dios no puede hacer cualquier cosa, excepto mentir? Eso es lo que dice la Biblia. Pero digamos esto: si Dios quisiera dar a un misionero la capacidad de hablar un idioma que no conoce para comunicar el Evangelio en una situación crítica, Él podría hacerlo. Ese no es el don de lenguas. Eso es tan solo un milagro de Dios que hizo en ese momento.

Este don era para los judíos. Siempre era un idioma conocido. No era tanto para hablar del Evangelio, sino para mostrar un acto sobrenatural divino para que escucharan al Evangelio cuando se les anunciara. Así que el verdadero don era siempre un idioma conocido, siempre una señal para el incrédulo y siempre a un no creyente judío. No tenía ningún sentido para los creyentes. Y por eso es tan difícil de entender para tantas personas. Hay creyentes que se reúnen y hablan el uno al otro en lenguas, lo cual no es el modelo bíblico.

Usted se preguntará por que los corintios abusaron de él. Cuando estudiemos 1 Corintios averiguaremos que abusaron de esto tal como abusaron de todo. La iglesia era un desastre. Había división, carnalidad, perversión sexual, pleitos entre cristianos, abusos morales del cuerpo del creyente, desconocimiento de la relación matrimonial, ignorancia del propósito de la virginidad, violaciones de la libertad cristiana, insubordinación de las mujeres, abusos de la Cena del Señor, ignorancia de las cosas espirituales, incluso negación de la resurrección del cuerpo.

Fue una iglesia en mal estado. En el capítulo 14, usted espera que estén en mal estado en relación a los dones espirituales; y realmente lo están. Y por eso Pablo escribe para corregir los abusos. Y en el capítulo 14, dice sólo un par de cosas. En el versículo 1: "Seguid el amor". Todos los dones que son realmente ministrados son hechos con amor. Los de ellos no lo eran, sino en división, carnalidad, por lo que no era un verdadero don.

"Procurad los dones espirituales." Eso es en su congregación, cuando se reúnen. Desead que Dios os ministre a través de los dones, "pero sobre todo que profeticéis". Y define ese don en el versículo 3 como hablar para edificación, exhortación y consolación. Luego, en el versículo 2, dice -y esto es lo que estaban haciendo: "El que habla en lenguas no habla a los hombres sino a Dios." Estás hablando misterios en tu espíritu. ¿Por qué no haces algo de lo que todos podamos beneficiarnos? Como enseñar, predicar, lo que presupone estudio, que es donde se obtiene la verdad espiritual, que es la manera de crecer.

En el versículo 4, dice: "Tú eres responsable de edificarte a ti mismo" lo cual es egoísta. Hoy sucede el mismo problema, el egoísmo en el ejercicio de esto. No hay que ser egoísta. El ejercicio de un don espiritual es verdaderamente desinteresado. Es para construir. No es para auto edificarse. No ha de estar para nada centrado en mí; que salga de mí y cree algún tipo de experiencia espiritual para mí mismo es el colmo del egoísmo.

Ministrar es edificar a los demás. ¡Qué bendición! El debe permitir que exista por el bien de los judíos, por lo que expresa algunas calificaciones para hacerlo. Y dice en el versículo 27: "Si habla alguno en lengua extraña, sea esto por dos, o a lo más tres, y por turno; y uno interprete." En la iglesia de Corinto, iban por todas partes. Sólo dos y tres. Cada vez que se reúnen, y Dios plantea hacer esto, debe haber judíos incrédulos que necesiten este don para ser ministrados. Sólo dos o tres; y por turno; y con un intérprete.

Y si usted no tiene un intérprete, versículo 28, entonces no diga nada. Siéntese y ore. Versículo 28. "Hable para sí mismo y para Dios." Luego dice esto en el versículo 34: "Vuestras mujeres callen en las congregaciones." S esto se pusiera en práctica, el 75% del movimiento acabaría mañana porque está muy dominado por mujeres. "Porque no les es permitido hablar". Ese era el problema. Las mujeres estaban en control.

¿Qué hemos visto? Bueno, hemos visto que Pablo puso en uso algunas normas muy estrictas, incluso en Corinto; y a continuación nos muestra su importancia. Y sabemos que era para los judíos y para los judíos incrédulos; por lo tanto, cuando Dios dejó de tratar con los judíos, dejó de dar señales a Israel. No había necesidad de ese don, porque eso es lo que era, una señal para Israel. En Corinto, se convirtió en una confusión masiva.

Ahora hemos hablado de cómo sabemos que ha cesado. Nuestra teología nos lo dice. Tenía un propósito temporal. Eso lo vemos. Pero le voy a dar otro pensamiento. 1 Corintios 13:8. Si nos fijamos en el versículo 8, creo que veremos un buen lugar para comenzar. "El amor nunca falla". Entonces debe compararlo con algo que sí lo hace. "Pero las profecías se acabarán". No funcionarán o serán reemplazadas. "Ya sea que haya lenguas, cesarán." Pauo, parar. "Si hay conocimiento, se acabará." La palabra acabarán -en relación con el conocimiento- y acabará -en relación con la profecía- es la misma palabra. Katargeo. Significa inoperante o ser reemplazado.

La profecía y el conocimiento serán suplantados. Significa que llegará el cumplimiento cuando todas las profecías y el conocimiento serán reemplazados por el conocimiento pleno. ¿Qué pasa con las lenguas? Bueno, esa es una palabra totalmente diferente. Las lenguas no serán reemplazadas. Ni siquiera aparecen en los versículos 9, 10, 11, 12 y 13, que hablan de cuando venga lo perfecto.

Las lenguas ya han desaparecido. "Se pauō". P-A-U-O. La palabra en voz activa significa hacer cesar. En la voz pasiva, significa cesar por sí misma. Las lenguas cesarán. Miren esto. Es interesante.

Dice: "Las lenguas cesarán por sí mismas. El conocimiento, será inservible. La profecía será inoperante". Y luego, continúa hablando de las dos en el versículo 9. "Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos." Las lenguas ya se han acabado. Él continúa hablando de lo perfecto que está por venir. Luego, pasa a hablar de la profecía y el conocimiento, pero no más de las lenguas.

Ahora bien, si entendemos que fue un don para los judíos, podemos suponer que se detuvieron al menos por el año 70, ¿verdad? Cuando Jerusalén fue destruida y Dios comenzó a trabajar con los gentiles. Y ya que nos fijamos en la palabra griega cuidadosamente, Pablo escogió una palabra muy clara. Podríamos traducirla en el sentido vernáculo. Las lenguas se desvanecerán por sí mismas. Eso es lo que significa. Simplemente pararan por sí mismas. ¿Ven la diferencia? Utiliza un verbo diferente, una voz diferente y un tiempo verbal diferente. Debe querer decir algo diferente.

Usted dice: "¿cuándo se desvanecieron?" Bueno, como he dicho, la indicación del año 70 sería un buen punto de partida. Atienda lo que dice George Dollar, del Seminario de Dallas: "Unos 35 años atrás, un distinguido educador americano, el Dr. George Cutton, de la Universidad Colgate, examinó detenidamente todas las instancias históricas del hablar en lenguas. Después de la investigación, la conclusión de Cutton fue que en la iglesia antigua, la Iglesia de los padres, no había ni un ejemplo bien documentado de una persona que practicara el hablar en lenguas o que incluso pretendiera hacerlo."

En la iglesia primitiva. La Iglesia de los Padres, de los primeros siglos, no había ni siquiera una instancia bien demostrada de alguien que ejerciera las lenguas. Al parecer, se detuvieron históricamente por sí mismas, como Pablo dijo que lo harían. La voz de la historia de la Iglesia está, pues, también en contra del movimiento moderno; y lo etiquetaría como anti histórico.

Cleon Rogers dice esto: "Después de examinar el testimonio de los primeros líderes cristianos" - y pasó mucho tiempo y dedicó mucho estudio como historiador en esto. Él dice: "Su ministerio representa prácticamente todas las áreas del Imperio Romano, del año 100 al 400; y parece que los dones milagrosos del primer siglo se extinguieron. Ellos no se pueden encontrar en los primeros 400 años de la iglesia."

Ahora usted puede decir: "Bueno, sí había. Estaban Montano y Tertuliano en la iglesia primitiva. Y tiene razón. Pero Montano era un hereje que fue calificado como poseído por el demonio y afirmó que Dios sólo habló a través de él. Y que él era aquel en quien el Espíritu Santo moraba; y sólo él. Este hombre tiene un problema. Y Tertuliano era su discípulo.

Pues bien, durante la Edad Media, había algunos católicos que hablaban en lenguas. Los shakers fueron la primera secta moderna de Estados Unidos. Ellos eran célibes. Eran comunistas. Y su líder era la Madre Ann Lee, quien dijo que la segunda venida se cumplió en ella. El séptimo artículo de la fe en el mormonismo aboga las lenguas. Es una parte del mormonismo. El movimiento moderno nació en una reunión en Azusa, California, en 1914.

Ahora, escuchen esto. Si las lenguas cesaron históricamente alrededor del año 70 o al final del siglo primero, y luego, durante 1.800 años, no existieron, ¿qué está pasando hoy en día para que creamos que es real? Me refiero a que ¿ha el Espíritu de Dios quitado ese don estratégico de la iglesia durante 1.800 años? No hay nada en la Biblia que diga que será otorgado nuevamente. ¿Dónde ha estado por 1.800 años si se trata de una parte integral de la vida de la iglesia? ¿El Espíritu de Dios ha cometió un error grave? No lo creo. Creo que tenemos que colocar lo que está pasando hoy a la luz de la Escritura.

Usted dice: "Bueno, ¿qué está pasando? ¿Qué es entonces?" Bueno, hay tantas explicaciones. Quiero ser preciso sólo en el sentido de la evaluación. Algunas personas son muy sinceras, genuinas y están deseosas de esto y no deseo desalentarlas.

En primer lugar, algunos son simplemente falsos. Una falacia. Nunca olvidaré una vez que estaba predicando; y una señora se puso de pie y comenzó a hablar en lenguas en el medio de mi mensaje. Y yo era un joven en el Seminario y realmente me resultaba difícil saber qué hacer. Así que sólo me limité a decir: "Yo realmente creo que el Señor hará que hablemos de uno a la vez. Ya que la profecía es el don mayor, ¿por qué no se sienta y lo hace más tarde?" Eso es lo mejor que se me ocurrió en ese momento.

Realmente no sabía cómo manejar la situación. Pero el punto es que ella terminó y se sentó. Simplemente se sentó. Si era del Espíritu, dudo muy seriamente que hubiera ido y venido tan fácilmente. Samarin, en su libro dijo: "Hablar galimatías es un juego de niños". Y si usted lee lo poco que Easton escribió sobre cómo hablar en lenguas - y es uno de los principales líderes del movimiento- "Continúe diciendo: Ba, ba, ba, una y otra vez lo más rápido que pueda." Y Pablo dice que cuando era un niño, hablaba como un niño. Cuando fue hombre, dejó lo que era de niño.

Dios no quiere que hablemos como un bebé. Él dice: "Voy a orar con mi Espíritu, pero también oraré con mi entendimiento". No le hable a Dios con en ese tipo de palabras. A Dios no le interesa oír eso. Así que creo que algunas personas están tan deseosas de algo experimental y debido a la presión de su grupo de pares, simplemente hacen algo porque se está haciendo. Y son buenos en ello. Creo inclusive que algo tiene que ser psicológico. Cuando uno se detiene a considerar que es una cosa que hacen muchos grupos y que históricamente no tiene absolutamente nada que ver con el cristianismo, puede ser catalogado como un fenómeno psicológico.

La gente se provoca un estado auto-inducido de hipnosis, etcétera, etcétera. Gran parte de ello es psicológico. Creo que algo de eso es satánico. Y créanme cuando les digo que he tenido encuentros personales con demonios vocalizando a través de un individuo. No voy a entrar en detalles. Es cierto.

Isaías 8 dice en el versículo 19: "Y si os dijeren: Preguntad a los encantadores y a los adivinos, que susurran hablando, responded: ¿No consultará el pueblo a su Dios? ¿Consultará a los muertos por los vivos?" Israel estaba buscando algún tipo de experiencia sobrenatural. Lo consiguieron. Tienen algunos demonios que susurran y murmuran. En el Septuaginta, la palabra griega, eggastrimuthos, se traduce ventrílocuo; los demonios pueden serlo. Hay demonios ventrílocuos. Esa es la indicación de ese texto.

Leí que alguien acababa de tener una conversación con el Dr. Pike. Nadie tuvo una conversación con el Dr. Pike. Lo que tuvo fue una conversación con un demonio que suplantó al Dr. Pike. Y pueden hablar y decir lo que quieran decir. El hecho de que suceda no significa que sea cierto. Usted debe poner su experiencia a la luz de la Escritura.

Un escritor dijo: "Usted simplemente haga silencio, resuelva no hablar una palabra de un idioma que haya aprendido. Sus pensamientos centrados en Cristo; y simplemente alce su voz y hable con confianza que el Señor tomará el sonido y le dará forma de lenguaje". ¿Qué es eso? Eso no es hablar a Dios con su entendimiento.

Pablo dice: "Voy a orar con mi entendimiento. Voy a cantar con mi entendimiento." Usted preguntará por qué la gente busca esto. ¿Por qué lo hacen?" Le voy a dar cuatro razones. Una, hay una desviación sistemática de la interpretación de la Biblia. Ellos no saben dónde corresponde cada cosa en el plan de Dios.

Hablé con un hombre que tenía problemas con esto. Y no estaba en este movimiento, pero yo sabía que lo iba a estar pronto, porque no podía entender la Segunda Venida y no comprendía la diferenciación entre Israel y la iglesia. Él confundía el Viejo Pacto con el Nuevo Pacto. Se graduó de un seminario en este tema y realmente no tenía una teología definitiva en absoluto. Él sólo se desplazaba por toda la Biblia. Todo era un gran revoltijo espiritualizado. Era realmente un alma frustrada. Pero una vez, por fin, dijo, "He decidido aplicar simplemente todo a todo el mundo". Le dije: "Bueno. ¿A qué hora son tus sacrificios?"

No se puede aplicar todo a todo el mundo. Eso no funciona. Dios opera en diferentes momentos y de diversas maneras de acuerdo a Su propio diseño por razones específicas. Y cuando la gente no entiende la interpretación sistemática de la Biblia, cuando no entienden qué va en cada categoría teológicamente, a continuación, se encuentran con todo tipo de problemas. Debe haber una interpretación bíblica sistemática y si no se les enseña eso, entonces caen víctimas de esto.

En segundo lugar, creo que otra razón por la que gente cae en esto es porque están hambrientos de la Palabra de Dios y la experiencia sobrenatural. Y esto es cierto. Mi corazón está con esta gente. Mi corazón anhela enseñarles la Palabra de Dios, porque ahí está todo. Cuando la Palabra de Cristo mora en ustedes en abundancia, todo es de ustedes, ¿no es cierto? Y estas personas no tienen eso. Y se mueren de hambre por la Palabra de Dios. Se mueren de hambre por que algo real, algo divino pase en sus vidas. Y se aferran a lo que puedan. Y las personas que están delante de ellos les deberían estar enseñando, pero no lo están.

Tercero, creo que mucha gente quiere mejoría física y experiencia emocional porque tienen falta de fe. En realidad, no creen. Y tienen que estar continuamente mostrándose, su fe es tan débil. Eso es duda en busca de pruebas. La gente quiere algo sobrenatural y entonces creerán. Y se aferran.

A continuación, en cuarto lugar, creo que la gente lo busca porque se ha ofrecido como un camino rápido a la espiritualidad; uno puede llegar tan rápido. Automáticamente estás en el grupo superior. ¿Qué quiero decir? Pues bien, el movimiento moderno no tiene ninguna base en la doctrina bíblica, no observa ninguna norma, la carne y Satanás pueden hacer una experiencia falsa. Las lenguas no son exclusivas de los cristianos. No podemos decir que la experiencia las verifica.

¿Sabe usted que hay informes de Biblos -en la costa de Fenicia- que dicen que en el año 11 A.C., las lenguas sucedían allí? Hablaban lenguas extáticas. Del 429 al 347, los Diálogos de Platón hablan de ello. Del 7 al 19 A.C., Virgilio describe en la Eneida los aumentos de civiles en idiomas extáticos en la isla de Delos. Crisóstomo registra que lo hicieron las pitonisas de Delfo. Las religiones misteriosas, los cultos griegos o romanos; todos están involucrados en esto. Esto es antiguo. Hoy en día, los derviches de Persia pronuncian el nombre de Alá y se sacuden de forma violenta, en trances y discursos extáticos.

Los esquimales de Groenlandia participan de esto. Sus servicios religiosos son dirigidos por un curandero o sacerdote. Y hay baile, desnudez y todo tipo de cosas orgiásticas. Y en medio de todo esto, se habla en estas lenguas, que no son idiomas. Freuchen, en Aventuras en el Ártico, dijo esto: "De repente, uno de los hombres, se volvió loco, incapaz de controlar el ritmo regular del servicio. Saltaba gritando como un cuervo y aullando como un lobo en éxtasis. Él y la chica comenzaron a gritar en un idioma que yo no podía entender. Si el hablar en lenguas existe, lo escuché entonces."

No está necesariamente limitado al cristianismo. Los monjes tibetanos lo hacen. De hecho, grabaron a algunos de ellos. Algunos de ellos hablan inglés; y no tienen ni la más remota idea acerca de ese idioma. Otros articulan en inglés grandes obras de Shakespeare. Algunos de ellos incluso han citado a Freud en alemán… actividades diabólicas. Debemos llevar todo a la luz de las Escrituras. Y el peligro del movimiento moderno es que confunde la doctrina del bautismo del Espíritu. Subordinan frecuentemente a Cristo al Espíritu Santo. Crean dos niveles de cristianos, los que tienen y los que no tienen; grupo superior e inferior. Y crean una falsa unidad.

Como ya saben, la Biblia predice en Apocalipsis 17 que habrá una iglesia mundial. Me preguntaba cómo iba a pasar, cuando todo el mundo tiene su propia teología. Pero hoy sucede algo que, por primera vez en la historia, fragmenta todas las líneas denominacionales. Treinta mil católicos están ahora involucrados en el movimiento carismático. De ocho a 14 millones de personas están involucradas en esto.

Traspasa todas las líneas denominacionales. Las personas se están reuniendo sin doctrina. No importa cuál doctrina tenga mientras que posea esto. Bien podría ser que esto fuera el catalizador para el movimiento ecuménico que da lugar a la falsa iglesia en Apocalipsis.

Termino con esto para que usted lo medite. 2 Pedro 1:3. Dice esto: "Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por Su divino poder." ¿Quién? Cristo. ¿Qué nos ha dado Él? Todas las cosas. ¿Necesitaremos más? ¿Cómo las consigo? "Mediante el conocimiento de Aquel que nos llamó por Su gloria y excelencia." A través del conocimiento de Él.

Y cuando usted es salvo, usted recibe todo lo que necesita. Usted no tiene que buscar nada más. Busca conocer la Palabra de Dios y tratar de conocer mejor a Cristo. No hay ningún producto espiritual distinguido que usted necesite que no tenga. Se debe ceder a la obediencia de aquello que es suyo en Cristo. Oremos.

Padre, te damos gracias esta mañana por darnos el tiempo para considerar estas verdades. Hablamos con valentía porque hablamos a partir de Tu libro. Sin embargo Padre, sabemos que muchos seres queridos a quienes amamos, a quienes apreciamos verdaderamente, son parte de esto. Y no seríamos crueles, faltos de amor o injustos. Y menos que nada, Dios, seríamos bíblicamente erróneos. Y por eso nos hemos esforzado en dividir correctamente la Escritura. Como padre, como pastor de este rebaño, siento la responsabilidad de protegerlo, asegurarlos de quienes los amenacen, que quieran destruir la unidad y desalienten su plenitud en Cristo.

Así que Padre, hemos dicho estas cosas, confiando en que el Espíritu de Dios haga Su obra. Y oramos para que cada uno de nosotros busque en su propio corazón y reconozca que en realidad todo lo que necesitamos es nuestro en Cristo; y que estemos satisfechos con lo que tenemos, pero no hasta que estemos ministrando en fidelidad, en sometimiento y obediencia. Gracias Señor por Tu Palabra y por los que se congregaron para aprenderla. Oramos en el nombre de Jesús. Amén.

Al concluir nuestro servicio esta mañana, todos debemos ser comisionados y enviados a algún lugar específico para compartir lo que hemos aprendido. Tal vez Dios tiene un lugar específico para que usted vaya. Tal vez esto le ha ayudado a responder a algunas preguntas en su corazón. Permítanme decir que cuando usted está tratando con gente que está en esto, no sea tan enérgico como ya he sido con usted. Aproxímese con amor. Comparta los principios bíblicos. Lo que les digo a ustedes, lo digo porque están a mi cargo.

Cuando usted está tratando de compartir estos principios, no sea tímido acerca de los mismos pero asegúrese de compartirlos con amor; para que no seamos culpables de hacer aquello que no deseamos hacer. Ejercitar nuestros dones fuera del contexto del amor.

Padre, gracias de nuevo por este día. Gracias por cada vida preciosa aquí, por todas las almas que has reclamado. Dios, multiplica su ministerio. Utilízalos. Mantennos unidos en un amor común del uno del otro, porque te amamos a Ti. En el nombre de Jesús. Amén.

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Mateo capítulo 4, uno de los textos más maravillosos de toda la palabra de Dios puesto que aquí está esa gran declaración de nuestro Señor: "Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres." Hace algunos años, leí esta parábola; y creo que es una forma adecuada de presentar nuestros pensamientos sobre Mateo 4. Esto es lo que decía: "En una costa peligrosa donde a menudo ocurren naufragios, había una vez una pequeña y rústica estación de salvamento. El edificio era una choza y no tenía más que una barca; pero los pocos miembros devotos mantenían una vigilancia constante del mar y sin pensar en ellos mismos, salían día y noche, sin descanso, en busca de los perdidos. Muchas vidas se salvaron gracias a esta maravillosa estación, por lo que se hizo famosa.

Algunos de los que fueron salvados y otros varios de los alrededores querían estar asociados con la estación y prestar de su tiempo, dinero y esfuerzo para apoyar esta labor. Se compraron nuevos barcos y se entrenó a nuevos equipos para salvar. Y la pequeña estación de salvamento creció.

Algunos de los miembros de la misma no estaban contentos de que el edificio fuera tan primitivo y estuviera tan mal equipado. Sentían que se debía ofrecer un lugar más confortable como primer refugio para los rescatados del mar. Así que reemplazaron los catres y las camas de emergencia y colocaron mejor mobiliario en el edificio ampliado. La estación de salvamento se convirtió en un lugar popular de reunión para sus miembros; y lo decoraron y amueblaron exquisitamente porque lo utilizaban como una especie de club. Menos miembros estaban ahora interesados ​​en ir en misiones a la mar para salvar personas, por lo que contrataron tripulaciones de botes salvavidas para hacer este trabajo. El motivo de salvar vidas seguía prevaleciendo en la decoración del club y había un bote de salvamento litúrgico en la habitación en la que el club celebraba sus iniciaciones."

"Durante este tiempo, un gran barco naufragó frente a las costas; y los equipos contratados trajeron un montón de gente con frío, mojados y casi ahogados. Estaban sucios y enfermos; algunos de ellos tenían la piel negra y otros, amarilla. El hermoso nuevo club estaba hecho un desastre, por lo que el comité inmediatamente construyó una ducha fuera de la casa del club en donde las víctimas de los naufragios podrían limpiarse antes de entrar. En la próxima reunión se produjo una discordia entre los miembros del club. La mayoría quería interrumpir las actividades de salvamento del club por ser desagradables y un obstáculo para la vida social normal del club. Algunos miembros insistieron en que salvar vidas era su objetivo principal y señalaron que todavía se llamaban una estación de salvamento; pero la mayoría lo rechazó y dijeron que si querían salvar las vidas de diversos tipos de personas que habían naufragado en esas aguas, podrían comenzar su propia estación de salvavidas en la costa pero un poco más alejados, cosa que hicieron."

"A medida que pasaron los años, la nueva estación experimentó los mismos cambios que se produjeron en la antigua. Evolucionó hasta convertirse en un club; y una nueva estación de salvavidas fue fundada. La historia continuó repitiéndose; y si usted hoy visita esa costa, encontrará varios clubes exclusivos a lo largo de la misma. Los naufragios son frecuentes en esas aguas, pero la mayoría de las personas se ahoga".

¡Qué ejemplo sencillo y sorprendente de la historia de la iglesia. Pero la obra de salvar vidas y la obra de evangelización es la obra más pura, noble, esencial e importante que la iglesia hará. La obra de la evangelización, el trabajo de pescar hombres, por así decirlo, como si fuera del mar del pecado, el trabajo de rescatar a las personas del infierno, es la obra más grande que la iglesia forjará. Es el gran trabajo de Dios.

I Juan 4 nos dice que nosotros sólo Le amamos porque Él nos amó primero. Y Juan 3:16 nos dice: " Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado…" La obra más grande en el corazón de Dios, la mayor preocupación en la mente de Dios, es la evangelización. El gran interés de Dios es ganar a los perdidos. También es la gran preocupación de Cristo. Lucas 19:10 dice: "Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido." El trabajo de ganar a los perdidos es la preocupación de Dios, la preocupación de Cristo y también la mayor preocupación del Espíritu Santo; porque es el Espíritu Santo que viene, según Juan 16, para convencer a los hombres de pecado, de justicia y de juicio. Es el Espíritu Santo que viene sobre la iglesia y después de que lo hemos recibido, "me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra", dijo Jesús. El gran interés de Dios, de Cristo y del Espíritu es la evangelización, salvar a los perdidos.

En el Nuevo Testamento, encontramos que es también la mayor preocupación apóstoles. Es sin duda el caso de Pablo. En el capítulo 1 de Romanos, Pablo se hace eco de lo que es un sentimiento divino: "A griegos y a no griegos, a sabios y a no sabios soy deudor. Así que, en cuanto a mí, pronto estoy a anunciaros el Evangelio también a vosotros que estáis en Roma. Porque no me avergüenzo del Evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego." Más tarde, en esa misma epístola maravillosa de Romanos, Pablo compartió su corazón en el capítulo 9 diciendo lo siguiente: "Verdad digo en Cristo, no miento, y mi conciencia me da testimonio en el Espíritu Santo, que tengo gran tristeza y continuo dolor en mi corazón. Porque deseara yo mismo ser anatema, separado de Cristo, por amor a mis hermanos, los que son mis parientes según la carne". Era su gran preocupación.

En el capítulo 10:01 dice: "El anhelo de mi corazón, y mi oración a Dios por Israel, es para salvación." En I Corintios 9:22 expresa: "A todos me he hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos." La mayor preocupación de Dios es ganarse a la gente para sí. Era la mayor preocupación de Cristo, del Espíritu, de los apóstoles y de la iglesia primitiva. Al ser esparcidos en Hechos capítulo 8, fueron por todas partes predicando a Jesucristo, tratando de ganarse a la gente para Él.

Aun en el Antiguo Testamento fue igual. En el Antiguo Testamento, el corazón de Dios estaba preocupado por los que estaban perdidos. De hecho, en Proverbios 11:30, tenemos esta gran declaración: "el que gana almas es sabio". Y si usted sabe lo que el término sabio significa en Proverbios, sabe que es sinónimo de una vida de justicia. La persona verdaderamente justa, que vive con entendimiento, que no solo lo sabe sino que lo vive, es la que gana almas. Es verdaderamente sabia.

Y al final del libro de Daniel, en el capítulo 12:3 dice: "Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad. " Las personas que llevan a otras a la justicia, son sabias. La palabra de Dios es clara. Nuestro texto se hace eco del mismo sentimiento. Mírenlo en Mateo 4, la gran palabra de nuestro Señor Jesucristo en el versículo 19: "Venid en pos de Mí, y os haré pescadores de hombres”. ¡Qué promesa! Él no solo dice que quiere que lo hagamos. Sino también dice que nos capacitará para hacerlo. Es nuestra tarea.

¿Sabía usted que el término griego evangelizar se utiliza no menos de 53 veces en el Nuevo Testamento y está todo resumido en la Gran Comisión en Mateo 28 cuando el Señor dice: "Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado "? Alguien dijo que el evangelismo es el sollozo de Dios. Que es el llanto angustiado de Dios mientras que solloza por una ciudad condenada. Evangelismo es el llanto de Pablo cuando dice: "deseara yo mismo ser anatema, separado de Cristo, por amor a mis hermanos, los que son mis parientes según la carne". Es la súplica del corazón de Moisés cuando dice: "este pueblo ha cometido un gran pecado… perdona ahora su pecado, y si no, ráeme ahora de Tu libro que has escrito". Es el grito de Wesley quien dijo que el mundo es su iglesia. Evangelismo es el llanto de los padres en la noche por un hijo perdido.

Es la mayor tarea; y nosotros debemos centrarnos en ella. Al mismo tiempo, el evangelismo es una gran paradoja en este sentido: Jesús dijo que "todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de Mí, la hallará." En otras palabras, al salvar a otros, nos perdemos nosotros mismos o al perdernos a nosotros en la tarea, ganaremos a otros. Lo podríamos decir de la siguiente manera: quien gane al mundo debe ser rechazado por el mundo. No se puede tener ambas cosas.

En el capítulo 15 de Juan, Jesús dice en el versículo 25: “Pero esto es para que se cumpla la palabra que está escrita en su ley: Sin causa me aborrecieron. Pero cuando venga el Consolador, a quien Yo os enviaré del Padre, el Espíritu de Verdad, el cual procede del Padre, Él dará testimonio acerca de Mí. Y vosotros daréis testimonio también.” En otras palabras, Jesús dijo que nosotros seríamos Su testigo. Iremos por el mundo dando testimonio.

¿Qué sucederá? Versículo 2 del capítulo 16: “Os expulsarán de las sinagogas; y aun viene la hora cuando cualquiera que os mate, pensará que rinde servicio a Dios”. Quien rescate al mundo, quien alcance al mundo, será rechazado por él. Quien gane la vida, debe perderla; quien pierda su vida, verá que será usada para salvar a otros. Este es el modo de Jesús. Nuestro Señor, quien nos salva de la muerte conquistándola, tuvo que rendirse a ella.

Y es por eso que el evangelismo es en cierto modo el sacrificio del más grande por el más pequeño. Los que valen, por los que no. Los fuertes muriendo para que los débiles puedan vivir. No es la teoría desamorada de la supervivencia de los más aptos, sino el sacrificio de los más capaces para que los más débiles puedan caminar. La Biblia claramente dice que debemos enfrentar a las personas de este mundo que no tengan a Cristo y perdernos para que podamos ganarlos a Él.

Estaba hurgando un viejo libro escrito en 1877, algo que me gusta hacer, porque me parece que todas las cosas que pensamos que son tan novedosas, tan maravillosas y recién descubiertas por esta generación de cristianos alertas, siempre están enterradas en algún tesoro del pasado. Y el Espíritu Santo de Dios siempre ha revelado estas grandes verdades a todo Su pueblo a través de los años. Encontré esta pequeña nota y pensé que era interesante. El escritor estaba tratando de incitar a evangelizar.

Este anciano hombre de Dios, quienquiera que fuese - anónimo, sin duda alguna un predicador- estaba dando una súplica apasionada a la gente para que saliera a ganar a otros para Cristo. Probablemente estaba indicando a la iglesia que fueran un equipo para salvar vidas y no un club. Y estas fueron sus palabras: "Si se supone que la población actual de nuestro mundo es 1.600 millones -en 1877- y que en todo ese vasto número no hay más que un verdadero cristiano que tendrá un papel decisivo en las manos del Espíritu Santo durante el próximo año en la conversión de solo otros dos a Cristo, y cada uno de esos dos nuevos conversos son instrumentos utilizados para llevar a Cristo a otros dos durante su primer año de vida espiritual y que la obra así continuaría; cada nuevo converso conduciendo a otros dos a Cristo dentro del año de su conversión, ¿cuánto tiempo se necesitaría a este ritmo a partir de un cristiano para que los 1.600 millones llegaran a Cristo? La respuesta, sin duda, sorprenderá a muchos de nuestros lectores. Pero si podemos confiar en las cifras, todo el mundo se convertiría en poco menos de 30 años y medio, en menos de una generación. ¿Es una obra como esta muy poderosa para que el Espíritu de Dios la pueda llevar a cabo o para que la iglesia se esfuerce por lograr?

Pero vamos a modificar un poco las condiciones. En lugar de suponer que no había más que un verdadero cristiano en todo el mundo, tengamos una aproximación más cercana a la realidad, supongamos que el número es por lo menos 20 millones. Probablemente, muy por debajo de la verdad. Si cada uno de estos 20 millones de cristianos llevara a Cristo a una sola alma en el próximo año, el número total sería el doble antes de finales de este año 1877. Si resultados similares fueran seguidos por oración y esfuerzo en 1878 y continuaran al año siguiente; y cada año cada cristiano verdadero fuera decisivo mediante la oración y el esfuerzo personal en la salvación de una sola alma, un año antes de 1883 sería oído en el reino de los cielo este gran coro: que este mundo se ha convertido en los reinos de nuestro Señor y de Su Cristo.

¿Quieren saber algo? No lo hicieron. Un dato interesante: si una persona de Grace Community Church entrena a otras dos a cómo presentar a Jesucristo; y cada una de ellas lleva a una persona a Cristo y el proceso continua cada seis meses, en seis años y medio todo el valle de San Fernando se convertiría a Cristo; y el resto de Los Ángeles en seis meses más.

Digo esto no para entrar en una discusión acerca de si Dios quiere que toda la ciudad de Los Ángeles sea salva o no. Simplemente para mostrarle que no es un imposible. La comisión no ha cambiado. Debe comenzar de alguna manera. Puede comenzar con nosotros. Y comenzará donde usted se encuentre. Una sirena en el mar para la niebla tiene su valor, pero nunca nadie ha sido rescatado por ella. Yo puedo venir aquí domingo tras domingo, tocar la sirena, pero se necesitará de equipos de personas bien entrenadas que estén allí en el mar, ¿comprende? Somos pescadores de hombres.

Henry Ward Beecher, el gran predicador, dijo: “Cuanto más tiempo vivo, más seguridad tengo en esos sermones en los cuales un hombres es el ministro y otro hombre es la congregación; cuando no hay dudas de quién es la persona cuando el pastor dice “Tu eres el hombre”. Evangelismo es darse cuenta del propósito de redención eterna de Dios. Personas que evangelizan por sí mismas trayendo a personas a Cristo. Todo comenzó en Mateo 4:18-22.

"Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores. Y les dijo: Venid en pos de Mí, y os haré pescadores de hombres. Ellos entonces, dejando al instante las redes, Le siguieron. Pasando de allí, vio a otros dos hermanos, Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano, en la barca con Zebedeo su padre, que remendaban sus redes; y los llamó. Y ellos, dejando al instante la barca y a su padre, Le siguieron." Este fue el primer grupo para salvar vidas que se formó en el Nuevo Testamento; los primeros en ser entrenados para evangelizar, para comenzar el proceso de cumplir con la gran comisión. Todo comenzó aquí.

Miremos nuevamente al contexto. Mateo nos presenta al Rey Jesús. Ese el tema a través de los 28 capítulos de su Evangelio. Y veremos la realeza de Jesucristo en todos ellos. Lo veremos como rey. En Mateo 4:12-25 se concentra en el ministerio oficial del Rey. Es donde comienza el ministerio real oficial. Finalmente, el Rey llega. Después de todos estos años de preparación, después del ministerio de Juan el Bautista, después del bautismo, de la tentación, Jesús se embarca en Su ministerio oficial, que llamamos los amaneceres en Galilea. Todo está en orden. Todo está listo.

Comienza Su ministerio en los versículos 12 al 25. Consideraremos varios puntos. Primero, en el versículo 12, Él comenzó Su ministerio en el momento adecuado.

Segundo, versículos 13 al 16, en el lugar correcto – en Galilea. Tercero, con la predicación correcta, recuerden el versículo 17: “Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado”. Jesús tenía un reloj divino, un calendario divino, que funcionaba en respuesta al plan de Dios. Comenzó Su ministerio en el momento justo en que Juan fue enviado a prisión; en el lugar adecuado, Galilea de los gentiles, donde más lo escucharían, donde estaban más abiertos, había más potencial, mas necesidad; y con la declaración adecuada. Se acercaba un reino, pero se tenían que convertir para participar de él.

Jesús dijo que Dios tiene un Reino, y si uno quiere ser parte del mismo, hay que arrepentirse y convertirse. Versículo 18, llegamos a los compañeros correctos. Él nunca pretendió hacerlo solo. Tampoco pretendió hacerlo únicamente predicando. Podría haberlo hecho. Tenía el poder para hacerlo, el derecho. Pero ese no era el plan. Tenía que haber pesca de hombres.

El Dr. Duryea dijo hace muchos años: “el alma enferma necesita más que un discurso de medicina. Necesita una receta personal”. Y Jesús necesitaba a algunas personas que pudieran dar más que una clase de medicina; que pudieran dar recetas personales a las almas de las personas que conocieran. No sabemos cómo fueron llamados cada uno de los doce discípulos para comenzar ese equipo de rescate, pero sabemos que fueron llamados personalmente por Jesucristo. Conocemos las circunstancias de siete de ellos; de los otros cinco no estamos al tanto de los datos específicos. Sabemos que a todos los llamo Él mismo. Eligió a los individuos que deseaba que fueran a formar parte de esta maravillosa oportunidad de pescar hombres. Dios siempre elige a sus compañeros cuidadosamente.

Usted puede ver en el Antiguo Testamento cómo Dios eligió a Israel para ser su asociada en evangelizar al mundo. Ellos serían Su portavoz. En Isaías 49 dice: “Mi siervo eres, oh Israel, porque en ti me gloriaré”. Eligió a los israelitas para ser Sus asociados en el Antiguo Testamento. Escogió entre ellos a algunas personas especiales como Jeremías, Isaías, Ezequiel y muchos más. Y cuando llegamos al Nuevo Testamento, Él seleccionó a Sus compañeros con el mismo cuidado.

En Juan 15:16, Jesús mira a esos doce a la cara y les dice: “No me elegisteis vosotros a Mí, sino que Yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto”. Juan 6:70: “¿No os he escogido Yo a vosotros los doce, y uno de vosotros es diablo?” Juan 13:18: “Yo sé a quienes he elegido”. Lucas 6:13: “Y cuando era de día, llamó a Sus discípulos, y escogió a doce de ellos”. Cuando Jesús elige a Sus compañeros, lo hace con mucho cuidado.

Usted se preguntará si Él lo eligió para ser pescador de hombres. Sí. Todos los creyentes tenemos esa misión. Debemos dar testimonio. Predicar a Cristo. Hablar de Él. Trabajar para cosechar. Todos nosotros. En el libro de Hechos, a medida que se desarrolla la iglesia, todos forman parte del equipo de salvación. Es nuestra tarea. Lucas 24:46-48: “les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; y que se predicase en Su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. Y vosotros sois testigos de estas cosas”.

¿Han notado que se debe predicar el arrepentimiento y el perdón de pecados en Su nombre en todas las naciones y solo al principio en Jerusalén? Debe ir más allá. Y somos parte de esa continuación. Es por eso que en Hechos 1:8 va un paso más allá: “…cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra.” Y es por eso que en II Corintios 5:20, Pablo dice: “somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo”. Pedro repite en Primera Pedro 2:9: “vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes”. Comenzó con los doce, se extendió a la iglesia primitiva en Jerusalén y luego a Judea, Samaria, luego al mundo y después a nosotros. Es nuestra labor. Nosotros también debemos seguir a Jesús y ser pescadores de hombres.

Necesitamos enfatizar esto. Hemos aprendido grandes verdades, no tenemos que olvidarnos de los que están perdidos.

Había un hombre llamado Luigi Tarisio, que apareció muerto en su sencillo hogar donde tenía guardados 246 violines exquisitos, los cuales había escondido en un ático; los mejores de ellos estaban en un cajón de un escritorio. En su devoción por los violines, había privado al mundo de su música. Otros más hicieron lo mismo que él. ¿Sabían que el mejor violín Stradivarius que jamás se haya fabricado fue tocado por primera vez 147 años después porque alguien lo había escondido? Me pregunto cuántos cristianos son como Tarisio. Si en su amor por la iglesia, por la Palabra de Dios, usted queda ensimismado y el mundo no escucha esa música, ¡eso es trágico!

Una estadística que me han dado y rehúso creer: el noventa y cinco por ciento de los cristianos nunca llevó a nadie a Jesucristo. El 95% de los mejores violines espirituales del mundo nunca han sido tocados. Usted se puede aferrar a las cosas que ama de la iglesia, pero también tiene que alcanzar a los demás. Una historia que Moody solía compartir: estaba visitando una galería de arte en Chicago, frente a un cuadro que mostraba a una persona que se aferraba con dos manos a una cruz que estaba en una roca en medio de una tormenta. Moody comentaba que pensaba que era el cuadro más bonito que había visto. Años después, dijo, vi un cuadro similar. Este mostraba a una persona en una tormenta aferrada a una cruz pero con una mano, con la otra intentaba alcanzar a un hombre que se estaba ahogando. Este era más encantador aún. Espero que no nos olvidemos de los que necesitan desesperadamente lo que nosotros poseemos.

En uno de sus libros, S. D. Gordon retrata a Gabriel en un diálogo con Jesús después de la ascensión. El Ángel le pregunta a Cristo Sus planes de evangelización. Y Él le responde: “Les pedí a Pedro, Santiago, Juan, Andrés y otros más que se encargaran de hacer eso; y entonces, que aquellos que oyeran les dijeran a otros para que finalmente todo el mundo escuche la historia y el poder de la misma”. Y en la leyenda, Gabriel dice: “¿Y si ellos no le cuentan a los otros?” A lo que Jesús le respondió con calma: “No tengo otros planes. Confío en ellos. No tengo otro plan”.

¿Qué significa ser pescadores de hombres? Versículo 18: “Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores”. Una zona de las más bonitas de la tierra. De las más fértiles del mundo.

En los tiempos de Jesús, había nueve ciudades populosas en su margen. En 1930, había solo una aldea, Tiberio, la misma que queda hoy en día. La única. Llena de botes de pesca en los días de nuestro Señor. Hay escritos de Flavio Josefo donde menciona que una flota de botes estaba compuesta por 240 naves. Son muchos para un lago de una superficie de 12 kilómetros por 22. Allí caminó Jesús y encontró a los dos hermanos. Simón, más tarde llamado Pedro y su hermano Andrés. Esta es la fase dos de su llamado. Algo técnico que les servirá en el estudio de los Evangelios. Hay varios llamados diferentes a los discípulos en los mismos. Cada escritor del Evangelio, para su propio propósito, elige uno o el otro. Había una secuencia de cosas. Existen al menos cinco veces en donde Jesús los llama, cada vez llevándolos a un nivel diferente. Como a ustedes. Una vez fueron llamados a salvación. Y después, en algún momento de sus vidas, fueron llamados a un nuevo nivel de compromiso. Y quizás en algún momento fueron llamados, como yo, a servir a Jesucristo de algún modo específico. Y quizás usted fue llamado a servir en un lugar determinado, como Grace Community Church o algún otro ministerio determinado. En otras palabras, la manera en que Dios nos dirige puede tener etapas; y eso es así en el caso de los discípulos.

El primer llamado está en Juan 1. Era el llamado a salvación. Andrés, Juan, Simón, Felipe, Natanael y Santiago son llamados a salvación. El llamado inicial. Y recuerdan cuando Juan el Bautista dijo que no le siguieran más a él, que le siguieran a Cristo. Y Le siguieron; y ése fue el llamado a salvación.

La etapa dos, en Mateo 4:18, el llamado a ser pescadores de hombres. Van a seguir a Jesús, pero es algo momentáneo. No es la partida final de todo. Por ahora lo siguen a Él. Son llamados a ganar almas. A pescar hombres. Son llamados a seguirle.

Hay un tercer llamado. Lucas lo registra en el capítulo 5. Después de Mateo. Es diferente. Hay similitudes, pero también diferencias claras. Todavía están pescando, lo que está indicando que no abandonaron su labor por completo. Lo siguieron por ese momento. Y ahora será más firme. Les dirá que quiere que sólo sean pescadores de hombres.

Es el próximo paso; y ahora está en el lago de Cineret, otro nombre del mar de Galilea. Dos botes en el lago, los pescadores se habían ido, etc. Entra en uno de los botes, el de Simón y aquí está la diferencia. Estamos de pronto en la barca, la situación de Mateo es distinta. Les dice que tiren las redes y ocurre un milagro. Un relato diferente. El tiempo para ellos de realizar un compromiso real. Y Jesús lo reitera en el versículo 10.

Estaban Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, compañeros de Simón. “Jesús dijo a Simón: No temas; desde ahora serás pescador de hombres.” ¿Recuerdan la historia? No podían pescar sin el Señor. Él controlaría los peces. Les preguntó si querían pescados, les dijo dónde poner las redes. Sin Mi no tendrán nada. Pescarán hombres. “Y cuando trajeron a tierra las barcas, dejándolo todo, Le siguieron”. Otro nivel de compromiso.

Esto es parte de nuestra vida. En algún momento usted viene a Cristo y luego alguien le dice que usted debe pescar hombres. Quizás es mucho tiempo después y quizás no son muchos los que dejan todo para ir a pescar hombres.

En Marcos 3 hubo otro llamado. No solo pescarían hombres sino que serían oficialmente apóstoles. Versículo 14: “Y estableció a doce, para que estuviesen con Él, y para enviarlos a predicar, y que tuviesen autoridad para sanar enfermedades y para echar fuera demonios.” Ahora tenían poderes milagrosos, poder también para sanar. Pasaron de salvación a un llamado general, a un compromiso específico total y ahora a un poder milagroso.

Y finalmente la quinta fase registrada en el capítulo 10 de Mateo, en el primer versículo: “Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia.” En el versículo siete les dice que vayan predicando. Dieciséis, como a ovejas en medio de lobos. Y fueron a predicar. Así debe ser con nosotros. Y todo comienza con el momento en que conocemos a Cristo y lo aceptamos como nuestro Salvador, poco después, con ayuda del Espíritu Santo, pescaremos hombres y esperemos que más tarde su vida esté direccionada en hacer eso, abandonando todo, y llegará el momento cuando en medio de esto usted sienta el poder de Dios que lo mueve a hacer Su trabajo.

En la fase dos, conoce a estos dos, Simón y Andrés. Y estaban tirando sus redes en el mar porque eran pescadores. Había tres métodos de pesca en esos días: uno era con caña de pescar.

Otro, con red. Se usaba desde uno o dos botes. Se tiraba al mar con cuerdas en las cuatro esquinas y tenía un peso para que se hundiera rápidamente en el agua. Y, por supuesto, cuando el barco avanzaba, acumularía los peces; ellos alzarían las cuerdas en la parte superior y la red estaría llena de peces. La Biblia habla de una red en Mateo capítulo 13. Sólo tenían que recoger los peces. Ellos ataban las cuerdas al final; y los peces estaban atrapados.

Y también había una red que es la que ellos estaban utilizando aquí. Estaban lanzando una red, no saganae,que es la red de arrastre. Estaban arrojándola. Es una red circular de casi 3 metros de diámetro que manejaban con habilidad. Ellos sabían cómo arrojarla desde la orilla. Desde la orilla del lago, el agua llegaría a una altura hasta la rodilla; la red tendría unos pesos en su ribete para que se hundiera, los peces quedarían atrapados y ellos tirarían de la soga, trayéndolos. Eso es lo que estaban haciendo. ¿Por qué se lo comento? Creo que es interesante. La palabra es amphiblestron,de donde proviene la palabra anfibio.

Lo que me interesa es que Jesús dijo que pescarían hombres. Y utilizó esa metáfora de manera que lanzaron esa gran red y capturaron muchos peces. Y me gusta ese pensamiento. No estaban pescando a uno solo. Me gusta el hecho que Jesús dijo que habría muchos de ellos. El Señor, cuando habló de evangelismo, tenía a mucha personas en la mente. Y llama a Simón y a Andrés, pero también vean en el versículo 21 “Pasando de allí, vio a otros dos hermanos, Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano, en la barca con Zebedeo su padre, que remendaban sus redes; y los llamó”.

Son cuatro y Él tiene un plan para ellos. Son diamantes en bruto. Son toscos, hombres que viven al aire libre. Sabemos en el caso de Pedro que era un poco primitivo, sin dudas algo cierto de los otros también. Tenían muchos problemas. Falta de percepción espiritual. No importaba lo que Jesús dijera en los primeros meses de Su ministerio. Nunca lo entendieron. Él les hablaba de lo que los hebreos llamaban el velo Masha'allah, y ellos se preguntaban de qué estaba hablando. Tenían una percepción muy limitada de la dimensión espiritual. Las parábolas de Mateo 13 fueron justo para ellos. Ellos no entendieron el mensaje. Jesús continuó hablando con ellos en términos que no podían entender. Durante mucho tiempo trataron de entender. Jesús tuvo que explicar todo. Tenían mucho que aprender. Tuvieron una terrible falta de compasión. Eran realmente un grupo que no se compadecía.

Mateo 14:15: “Cuando anochecía, se acercaron a Él sus discípulos, diciendo: El lugar es desierto, y la hora ya pasada; despide a la multitud, para que vayan por las aldeas y compren de comer.” Deshazte de esta multitud o estarán hambrientos. Eso no es ser muy hospitalario. No tenían compasión. Eran un grupo de hombres orgullosos y pienso que al estar junto a Jesús se sentían mejores que los demás.

Cuando se acerca un niño, ellos Le dicen que lo eche, que no pueden ser molestados por un niño. Ni siquiera eran indulgentes. Pedro le preguntó a Cristo cuántas veces debía perdonar a alguien si le ofendían. El Señor dijo 490 veces. Eran terribles en las reuniones de oración. Se quedaban dormidos. No eran valientes. Cuando el Pastor fue golpeado, las ovejas se dispersaron. ¡Qué grupo! Sin percepción espiritual, sin compasión, sin humildad, sin sentido de perdonar, no eran capaces de perseverar en la oración y un grupo de cobardes. Síganme y os haré pescadores de hombres. Eso le dice a usted lo que el Señor puede hacer con usted y conmigo. Él es excelente con la materia prima que muestra poco o ningún potencial.

También es una buena lección. Jesús vio algo allí. Algo en ellos. Sabía lo que estaba haciendo. Eligió un potencial. Lo vio allí. El hecho que haya seleccionado a pescadores es un tipo de reprimenda para el sistema judío. ¿Por qué no eligió a un rabino en Su grupo? Un rabino brillante, astuto, conocedor; o alguno de los grandes líderes de Israel. Qué saben los pescadores, nunca asistieron a la escuela. Quizás ni siquiera sabían leer. Confiaba en algo mejor que la sabiduría del mundo, algo mejor que la influencia humana, mejor que la religión formal, mejor que la educación, mejor que un ritual, ¿no es cierto? “Ni muchos poderosos, ni muchos nobles” dijo Pablo. Eligió a cosas insensatas del mundo, las cosas básicas del mundo.

Broadus, el gran comentarista, que ha escrito el maravilloso trabajo sobre Mateo dijo: “Tal vez estaban menos expuestos a las locuras de la tradición farisea; y por lo tanto mejor preparados para recibir y transmitir la nueva doctrina, y eran eminentemente hombres del pueblo. Es probable que los doce hombres tuvieran una vida humilde, sin el aprendizaje de las escuelas rabínicas. Y en Hechos 4, la gente dijo: "¿Quiénes son estas personas y qué es lo que saben? ¡Galileos!"

Versículo 19, pero a ellos “les dijo: Venid en pos de Mí, y os haré pescadores de hombres”. Nosotros, los cristianos, no entendemos. Cuántas veces usted dice que si tal o cual famoso se convirtiera en creyente, a cuántas personas ganaría…por empezar, el Señor nunca eligió a esas personas. Que influencia tendría tal persona si se convirtiera... Él nunca los eligió. No hay nada de malo con ellos. No vino y escogió a grandes genios. Escogió a humildes pescadores. Gente del pueblo; y Dios siempre se identifica con la gente del pueblo, con los pobres, y con los pobres en espíritu.

En el versículo 19 les hace una gran promesa. Los haré pescadores de hombres. No les pido que hagan algo que Yo no esté comprometido a hacer. Ya eran creyentes, como vemos en Juan 1, esta es su segunda etapa. Ustedes serán pescadores de hombres. Ellos lo entendieron. Una descripción vívida para ellos. Sabían perfectamente lo que les estaba diciendo.

¿Alguna vez ha pensado en cómo aplicar la habilidad de pescar para pescar hombres? Los pescadores buenos tienen ciertas cualidades. Primero: la paciencia. Ellos aprenden a esperar, así que para pescar hombres, se debe ser paciente. Segundo, tienen la cualidad de la perseverancia. Es increíble. Lo hacen una y otra y otra vez. “Bueno, no pescamos nada, pero volveremos”. Perseverancia. La tercera cualidad es la valentía. Mi barca es pequeña y el mar muy grande. Enfrentarán al mar a causa de los peces.

Los pescadores también parecen tener un ojo para el momento adecuado. Si usted habla con uno que sepa, le dirá cuándo y dónde. Por lo que quien sabe ganar almas, escoge su momento y lugar cuidadosamente. Los buenos siempre le dirán que se quede fuera de vista. Recuerdo cuando era pequeño, fui a pescar con mi tío Charlie. Me colgaba del bote, y él me decía que no me asomara. Le preocupaba que los peces me vieran. Se supone que no deben verte. Es una buena analogía. El que es bueno en ganar almas, es de perfil bajo. Se esconde, se asegura que la mirada esté puesta en Cristo.

Por lo que Él les dice que ellos saben de paciencia, perseverancia, valentía, saben cuándo es el momento adecuado, saben cómo permanecer ocultos para lograr su objetivo. Y entonces, les dice que serán pescadores de hombres. Jesús asumía el compromiso de entrenarlos, de enseñarles. Hay un único modo de enseñar a alguien a ganar personas; y es llevándolos y mostrándoles. Hay que mostrarles. Algunos no saben cómo tender las redes, otros no saben cómo poner el anzuelo, etc.

¿Cuánto tiempo Le llevó entrenar a estas personas? Tres años. ¿No es maravilloso? Primero pasó un tiempo con ellos, los organizó y luego los dejó ir de a dos, Mateo 10. Iban y regresaban, siempre dando un reporte. De a dos. Finalmente, en Mateo 28 les dice que se va, que quedan solos. Se graduaron. El método de entrenamiento de Jesús: llamarlos a Él, dejarles saber la comisión, entrenarlos, dejarlos que vayan y regresen con un informe -sucedió esto y aquello- enviarlos nuevamente, que regresen nuevamente. Finalmente estuvieron entrenados y Él se fue.

¿Cómo lo hizo? ¿Alguna vez analizó cómo Jesús entrenó a los ganadores de almas? Permítame darle algunas breves ideas. En el comienzo del Nuevo Testamento, Jesús ganaba alma cuando ellos le veían. No les daba 45 clases. Lo hacía, miraban y aprendían.

Estos son, brevemente, los métodos que usaba: primero, estaba disponible. A medida que estudio al vida de Cristo, veo que siempre estaba con multitudes. Donde estaba la gente. Donde estaban los pecadores. En efecto, Le dijeron que siempre estaba rodeado de pecadores. Y ellos entendieron que ahí es donde necesitaban estar.

Segundo, no tenía favoritos. No andaba con los ricos o los famosos. O los religiosos. No importaba la clase social, se acercaba al rico Jairo; pero también pasaba tiempo con una prostituta. Estaba disponible y no tenía favoritos.

Tercero, era sensible. Podía detectar un corazón abierto rápidamente. ¿Usted ha aprendido a detectar un corazón abierto? En Marcos 5, una multitud lo estaba empujando, casi no se podía mover. Y la Biblia dice que entonces “Jesús… volviéndose a la multitud, dijo: ¿Quién ha tocado mis vestidos?” ¿La multitud lo estaba apretando y pregunta quién lo tocó? Sí.

Y había una mujer con un problema de flujo de sangre quien había alcanzado a tocar una de las cuatro borlas que siempre colgaban de la toga de un rabino; y Él supo que había un corazón sensible. Y llamó a esa mujer de entre al multitud, la sanó y logró del corazón de esa mujer una confesión de fe en Él. Era sensible. Era capaza de detectar un corazón abierto en una multitud. Sensible al Espíritu. Usted puede hacerlo. Si usted está caminando en el Espíritu, yo creo que el Espíritu de Dios lo guiará a esa persona.

Estaba disponible, no tenía favoritos, era sensible y cuarto, se aseguraba de obtener una confesión pública. No dejaba que la gente se escapara. La mujer de Marcos 5, no se podía escapar, Él le hizo confesar. Ella le tocó Su vestimenta, fue sanada, pero no fue suficiente. Marcos relata que había sufrido mucho a causa de su enfermedad, había pasado por muchos médicos. Los discípulos Le preguntan qué quiere decir cuando pregunta quién le tocó; ¿acaso no ve a la multitud de personas? Pero Jesús atrajo a esa mujer de la multitud y expresó: “Hija, tu fe te ha hecho salva; ve en paz, y queda sana de tu azote”. Obtuvo su confesión de fe. Nosotros debemos hacerlo. Para ser efectivos, tenemos que lograr que la persona confiese públicamente a Él como Señor.

Jesús era amoroso y cariñoso. Miren lo que hizo en el capítulo 8 de Juan con la mujer que había sido abusada por todo tipo de hombres, una prostituta de la peor categoría. Y con María Magdalena. Y en Mateo 8, cuando tocó a un leproso. Era afectuoso con los pecadores.

Y siempre les dedicaba tiempo. El Señor me habla a mí de esto. Siempre estoy apurado, me tengo que ir, siempre hay un gran proyecto, una reunión. Tanto tiempo para el ministerio y tan poco tiempo para las personas. En Marcos 5, Jairo le cuenta una larga historia sobre su hija; y Él se toma el tiempo para escucharle. Había muchas personas, pero Él le dedicó tiempo.

Durante estos tres años, entrenó a estos hombres para saber cómo estar disponibles, cómo no tener favoritos, cómo ser sensibles, cómo asegurarse de obtener una confesión pública, cómo utilizar el amor y el cariño y cómo tomarse el tiempo y aplicar todo lo que sabían como pescadores. Paciencia, perseverancia, valentía y un ojo para saber el momento correcto y tener perfil bajo en todo esto.

Y así aprendieron. Él los entrenó. Y ese es nuestro deseo, apoyar a hombres que entrenen a otros a evangelizar. Es lo que Jesús hizo.

La conclusión. ¿Cuál fue su respuesta? “Ellos entonces, dejando al instante las redes, le siguieron.” Y en el versículo 22 dice de otros dos: “Y ellos, dejando al instante la barca y a su padre, le siguieron”. Me encanta. Obediencia instantánea. Eso habla de autoridad. Si usted camina por la orilla y le dice a alguien que le siga, y ellos lo hacen, eso dice algo de usted. Y cuando veo una imagen de un Cristo demacrado, enclenque, arrugado, que parece que no puede asustar a nadie, ese no es Él. Obediencia. No creo que ellos hayan tenido pasión por las almas ni ninguna otra cosa. ¿Por qué lo hicieron?

Si usted quiere sentir pasión por ganar almas, comience por obedecer. Ahí comienza todo. La obediencia es la chispa que enciende el fuego de la pasión. La manera para tener el corazón en llamas por los perdidos es obedecer y ver cómo Dios toma la chispa de la obediencia y la transforma en un incendio forestal. David Brainerd, el gran misionero que falleció a los veintinueve años de edad, dijo: “Oh, si yo fuera una llama de fuego en la causa de mi Amo”. Henry Martyn dijo “Déjenme quemarme por Dios”. Alexander MacLaren, el gran predicador, dijo: “díganme la profundidad de la compasión de un cristiano y les diré la medida de su utilidad”.

¿Dónde comienza todo? ¿De dónde se obtiene tal pasión? Ese deseo de consumirse por Dios. Viene del piloto de la llama de la obediencia. El Dr. Cortland Myers en su libro “¿Cómo lo sabemos?”, escribe acerca de Robert Murray McCheyne, un predicador escocés que falleció a los 29 años. Myers dice: "donde quiera que él fuera, Escocia se temblaba. Cuando abría su boca, una fuerza espiritual se extendía en todas partes. Miles lo seguían a él a los pies de Cristo.”

Un viajero deseoso de conocer el lugar donde McCheyne había predicado, fue al pueblo y encontró la vieja iglesia. Un hombre accedió a llevarle por la misma. Lo llevó al estudio de McCheyne. Le ordenó que se sentara en la silla. El viajero dudó por un momento y luego se sentó. Delante suyo había una Biblia. “ponga su cabeza sobre esa Biblia y llore, eso es lo que hacia nuestro pastor”, dijo el anciano. Luego, lo llevó al púlpito frente a la Biblia abierta. “Párese aquí” , le dijo, “y ponga su cabeza entre sus manos y deje que las lagrimas fluyan”. “Eso es lo que hacia nuestro pastor antes de predicar”. Y entonces, Cortland Myers escribió: “con tanta pasión por los perdidos y los necesitados, no es de asombrar que el Espíritu Santo le diera a McCheyne una personalidad tan magnética que trajo a tantos al Señor.”

El Señor escuchó. Necesita a personas especiales que Le ayuden. Necesita a un equipo bien entrenado. No un confortable club. No necesita eso. Necesita pescadores de hombres. Usted se preguntará si puede hacerlo. Sí. ¿Cómo?

Primero: sea un creyente. No puede ser parte de un equipo a menos que lo sea. Número dos: esté disponible. Aprenda cómo ganar personas para Cristo. Si eso implica involucrarse en un ministerio de evangelización, hágalo. Si eso significa leer el Nuevo Testamento y subrayar todo acerca del evangelismo, clasificarlo y aprenderlo, hágalo. Sea un creyente y esté disponible. Tercero: preocúpese. Quizás eso significa leer libros. Seguramente implica conocer incrédulos; y todo comienza con la obediencia. Salga y hágalo, aunque la pasión no esté ahí. Diga lo que siempre quiso y nunca lo hizo. Y dese cuenta que Jesús es su modelo. Estudie cómo Él lo hizo. Y luego busque a alguien a quien seguir; y deje que sea su modelo. Sea un creyente, esté disponible, preocúpese, sea obediente, siga a Cristo y aprenda con el ejemplo.

Jesús comenzó en el momento adecuado, en el lugar apropiado, con la declaración correcta y los compañeros adecuados. Debemos llevar la luz al resto del mundo.

Gracias Padre por el llamado a hacer este trabajo para Ti. Te alabamos y pedimos que nos hagas esa clase de personas que son pescadores de hombres. En el nombre de Jesús, Amén.

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Tengo en mi corazón y en mi mente la necesidad de hacer énfasis en el tema de amar a Jesucristo.

La iglesia es algo complejo. Y nuestra vida también es algo infinitamente complejo. Y a veces, es tan compleja que perdemos la perspectiva de lo que es fundamental. Y pienso que amar al Señor Jesucristo es en realidad el elemento primordial de la vida cristiana. Tarde o temprano, tendremos que lidiar con esto, tendremos que regresar a esto. Y no es fácil. Vivimos en un mundo que tiene tantas opciones que es asombroso.

De hecho, leía un libro en el cual el autor sostiene la tesis de que tenemos tantas alternativas y tantas opciones que la gente simplemente elige desistir de todo. Y uno de los factores que más influye en que la gente no tenga convicciones acerca de nada y que no sepa cuáles son sus prioridades es porque está literalmente desconcertada por la innumerable cantidad de opciones.

Algo tan simple como quedarse parados durante 15 minutos tratando de decidir a dónde llevar a los niños a comer una hamburguesa. Se puede elegir entre un número infinito de lugares. Es un enfoque simplista. Pero vivimos en una sociedad increíblemente pluralista; y tenemos opciones y más opciones y más opciones. Decidir qué comer, qué vestir, cómo entretenernos, alternativas en la educación, la recreación, opciones, opciones, opciones… y nuestro acercamiento al cristianismo y a la iglesia ha quedado atrapado, de alguna manera, en una vida en donde la gente se la pasa tomando determinaciones sobre qué tipo de automóvil, qué tipo de casa, qué tipo de vestimenta, etc. Las cosas que hacemos para el Reino, para el Señor y para la iglesia, parecen estar en ese listado infinito de opciones… como el resto de las cosas. O sea, o vamos a la iglesia o vamos a jugar golf o a pasear o a almorzar, etc. Podemos ir de picnic o tener una reunión de oración con nuestra familia o ver televisión…

En otras palabras, parece que en esta infinita cantidad de opciones, se ha perdido la categoría que no es opcional de la dimensión espiritual. Se ha mezclado con las otras. Y junto a una cantidad ilimitada de opciones, ponemos a las cosas del Señor entre las cosas que debemos escoger. Por lo que podríamos decir que el tema de amar al Señor Jesús está en la categoría de algo que podemos hacer selectivamente. Queremos amar al Señor y cantamos sobre eso... acerca de cuánto Le amamos. Lo hemos dicho muchas veces; y si nos preguntaran si lo amamos con todo el corazón, diríamos que sí. Y si nos preguntaran si con toda nuestra alma contestaríamos que es lo que deseamos. Y verbalizaríamos nuestro amor por Él. Pero la pregunta es si eso se nota o no en nuestra manera de vivir. O si por un lado decimos que amamos al Señor Jesucristo y por otro lado, aquellas cosas que lo comprobarían, forman parte de una serie de opciones y alternativas junto con las demás cosas del mundo; y nos encontramos amando a un montón de otras cosas tanto como amamos a Jesús.

Es decir, Le amamos si el precio no es muy alto. Si nos hace sentir bien. Si es la mejor opción posible.

Y me preocupa porque creo que hemos creado muchos lugares en nuestra nación, en muchas iglesias y en nuestros corazones en donde existe un problema real. El problema de haber perdido el sentido de lo santo y la obligación a eso que lo es. Forma parte de un abanico de posibilidades de la vida que tiene muchas otras opciones. Me preocupa. Y me gustaría restaurar su enfoque de cómo amar al Señor Jesucristo. Y también le hablo a mi corazón.

¿Cuál era la característica distintiva de un santo del Antiguo Testamento? Veamos Deuteronomio 6:5; la conclusión de la conducta espiritual, del compromiso santo en el Antiguo Testamento. “Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas”. Una devoción a Dios con toda el alma, con todo el corazón, con toda la fuerza. Una única prioridad, no comparable a nada más. Amar a Dios no era una opción. Adorarle, servirle, no eran opciones. Era una prioridad dominante en la vida.

En Deuteronomio 10:12 dice: “Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos Sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma; que guardes los mandamientos de Jehová y Sus estatutos, que Yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad?”

¿Qué es lo importante? Amar a Dios de manera que camines en Sus caminos, servirle con todo el corazón y alma, cumplir Sus mandamientos y Sus estatutos que Él establece para nosotros.

En otras palabras, amar a Dios es un tema de obediencia. Es hacer lo que Él nos ordenó hacer, servirle con todo nuestro corazón y alma. No hay lugar para nada más. Y es por eso que dice que si uno trata de amar a Dios y al mundo, se transforma en adúltero. Se prostituye a una invasión de la íntima, única e incondicional relación que se supone que usted debe tener con el Señor Jesucristo. Esa es la conclusión. Debemos amar a Dios.

En el capitulo 11:1, se le dice al santo del Antiguo Testamento que debe amar a Dios y siempre obedecer Sus estatutos y mandamientos. No tiene salida. Es una única prioridad. No es de asombrar que cuando el abogado le pregunta a Jesús cuál era el gran mandamiento en la ley, Él le contestara “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.” Y lo mismo es hoy realidad para nuestras vidas. Necesitamos enfocarnos en la misma necesidad para tener un amor por nuestro Señor que nos consuma, que sea paralelo a la orden en el Antiguo Testamento para los santos de esa época. Y noten que en el versículo 10:13 dice que es para que tengas prosperidad. Es un amor recíproco. Un amor que derrama bendiciones abundantes y profusas de Dios.

¿Recuerda la oración de Daniel en el capítulo 9 cuando derrama su corazón por su pueblo? Él dijo: “Y oré a Jehová mi Dios e hice confesión diciendo: Ahora, Señor, Dios grande, digno de ser temido, que guardas el pacto y la misericordia con los que te aman y guardan Tus mandamientos”. Dios mantiene y cumple Sus promesas; y derrama Su misericordia a los que Le aman. Por lo que amar a Dios con todo su corazón, alma, mente y fuerza le coloca a usted en una posición donde recibe el beneficio del pacto y donde puede experimentar la misericordia de Dios. La misma oración ofrecida por Daniel fue ofrecida por Nehemías en el capítulo 1, versículo 5, donde ora: “Te ruego, oh Jehová, Dios de los cielos, fuerte, grande y temible, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan Sus mandamientos”. Y el hecho de que Daniel y Nehemías oraran la misma oración me lleva a suponer que esa puede haber sido una oración usual entre el pueblo judío. Y es un reconocimiento de que las personas que conocen la misericordia de Dios y los que son bendecidos con Sus promesas del pacto son los que manifiestan una entrega al amor devoto.

Eso es lo que estaba en el corazón del salmista en el Salmo 18:1: “Te amo, oh Jehová, fortaleza mía.” Es un acto por voluntad propia. Una elección de amar al Señor en vez de lo demás. En Proverbios 8:17, Dios dice: “Yo amo a los que me aman”.

¿Es esto cierto en el Nuevo Testamento? ¿Es igual? Pedro nos lo resume en I Pedro 1:8, en donde hablando de Cristo dice: “a quien amáis sin haberle visto”. La marca de un verdadero creyente. Efesios 6:24: “La gracia sea con todos los que aman a nuestro Señor Jesucristo con amor inalterable”. De hecho, en Mateo 10, Jesús dice: “El que ama a padre o madre más que a Mí, no es digno de Mí; el que ama a hijo o hija más que a Mí, no es digno de Mí; y el que no toma su cruz y sigue en pos de Mí, no es digno de Mí.” Y en 1 Corintios 16:22 dice: “El que no amare al Señor Jesucristo, sea anatema”.

Somos llamados a amar al Señor Jesucristo con un amor con toda nuestra alma, corazón, mente y fuerza. Y diríamos que lo hacemos, pero cuando miro a nuestra sociedad, a la iglesia, no veo ese mismo tipo de devoción, de compromiso y abandono a las prioridades que son divinas. Nos veo calmos en una infinita cantidad de opciones, dando igual o mayor peso a las cosas que son pasajeras en vez de las eternas.

Y por eso es que necesitamos preguntarnos si amamos a nuestro Señor. Diríamos que lo amamos porque Él nos amó primero, 1 Juan 4:19. Y reconoceríamos que la Santa Cena es una expresión de Su amor, ¿no es cierto? Porque nos recuerda la cruz. Y la cruz es el gran símbolo del amor de Dios. Y pensamos en el amor, pensamos en cuánto nos amó y cuánto dio por nosotros. Y no sé cómo le afecta a usted, pero me hace detener y pensar si estoy tan deseoso de recibir todo el amor que Dios puede darme y no estoy ciertamente tan dispuesto a retornarle todo lo que yo podría darle. No es igual. De hecho, tiendo a querer todo Su amor, pero le doy poco de mi a cambio. Y esto también es un signo de nuestros tiempos; aun el espíritu de la iglesia.

Me enferma ver la teología indulgente que se está desarrollando en algunas iglesias, donde Jesús “tiene que hacer esto por ti”, donde el cristianismo tiene su mentalidad revertida y en vez de que mi vida sea un acto de amor devoto a Cristo sin importar el precio, mi vida se convierte en una demanda a Su amor para que me otorgue todo lo que pido. Y es una tergiversación de la intención en general.

Leí la autobiografía espiritual de John Bunyan en la que traza su peregrinación espiritual al Salvador. Y es algo increíble de leer porque usted piensa que ha sido transportado por una máquina del tiempo a otra época de pensamiento. He aquí a un pecador que se golpea el pecho al darse cuenta de que lo es, viendo que está condenado al infierno, aterrado de que no ha sido elegido para salvación, temeroso que no haya manera para que la gracia de la salvación del Dios soberano le alcance ya que es tan absolutamente indigno, implorando para ser redimido; y cuando por fin llega a la plena fe en Jesucristo, no puede hacer nada más que recitar una y otra y otra vez la interminable lista de su maldad. Y sólo desea una cosa en el mundo la cual es renunciar por completo a sí mismo en todo sentido de la vida para servir a Jesucristo sin importar las consecuencias. ¿Y sabe que lo que le costó fue ir a la cárcel? Y usted lee algo así y piensa que este hombre sería arrojado fuera de la mayoría de las iglesias. Quiero decir que va en contra de las doctrinas de auto-estima, en contra de las doctrinas de prosperidad, salud y riqueza, en contra de las fáciles doctrinas de gracia barata. Hemos hecho un cristianismo que se amolda a la gran cantidad de alternativas y opciones, para que cualquiera pueda acomodarse en el nivel que quiera y de manera inconsciente. No es nos hayamos detenido y expresado que elegimos no amar al Señor Jesucristo, es sólo que nos hemos desviado sutilmente; y este es el argumento del enemigo y él ha sido muy eficaz. Satanás ha hecho muy bien su trabajo.

Necesitamos volver a las prioridades. Y una de ellas es que debemos amar al Señor Jesús. Y como les he dicho, yo digo: “te amo, Señor”, no tengo problema en decirlo. El problema es vivir a la altura de eso. Y lo reconocemos. Y por eso quiero que usted se pruebe con respecto a otra vida.

Recuerda cuando en 1 Juan 3:18 el apóstol escribió: “no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad”. Ese es el tema. No es lo que usted dice, sino lo que hace.

En Juan 21 tenemos un encuentro entre Jesús y Pedro. Permítame darle el contexto. En Mateo 28, Jesús, después de Su resurrección, se apareció a los discípulos un par de veces y les dijo que fueran a un monte (versículo 16).

Y así hicieron. Estaban Simón Pedro, Tomás llamado el Dídimo, Natanael el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo, y otros dos de sus discípulos, sin duda Felipe y Andrés. Todos van a la montaña. Con su líder Simón Pedro. Y nos despliega una escena que es muy instructiva con respecto a amar al Señor. Primero, quiero que vean el fracaso de amar.

Recuerden que en Mateo les dijeron que fueran y esperaran en el monte. Pedro había afirmado su amor. En Mateo 26:33 dijo: “Aunque todos se escandalicen de Ti, yo nunca me escandalizaré”. Versículo 35: “Aunque me sea necesario morir contigo, no Te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo”. Le habían dicho todas las palabras correctas, habían asumido el compromiso.

Y el Señor les dio una pequeña prueba. Les dijo que fueran al monte. Algo no muy difícil de hacer. Siéntense y espérenme ahí. Y en Juan 21:3 vemos su fracaso en amar. “Simón Pedro les dijo: Voy a pescar.” Considero que dijo que volvía a su antiguo oficio. Le habían dado una orden sencilla. Esperar hasta que Él llegara. La desobedeció. No conozco todos los factores espirituales y psicológicos que tenía en la mente, pero desobedeció. Y como era el líder, los demás le dijeron: ” Vamos nosotros también contigo”. Y todos se fueron del monte. Instantáneamente, descartaron una simple orden de Jesús, quien había resucitado y a quien habían visto en dos ocasiones. Ellos sabían que estaba vivo. Y dice en el texto que fueron a La barca, lo que puede indicar que era el bote que Pedro solía usar para pescar, regresaba a su antiguo oficio.

Aquí está el fracaso en amar. Toda la verbalización del mundo no significaba nada cuando se les da una simple orden, una simple prioridad y no la pueden cumplir. “Haz esto porque te lo ordeno”. Y no podían. Desobediencia a una simple orden.

Quiero sugerirles algo obvio. El amor fracasa cuando desobedece. Y no importa cuánto usted sienta, cuánta emoción sienta por Jesús, cuántas lagrimas derrame, cómo algunas canciones le pueden emocionar o hacer llorar, ni me importa el sentimiento. Ese no es el tema. Su amor fracasa cuando usted desobedece…así de simple. Esa es siempre la prueba. Jesús lo expresa de la siguiente manera en Juan 14:21: “El que tiene Mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama”. El amor falló. Y, por supuesto, pescaron toda la noche y no sacaron nada. El Señor estaba en control de eso. Y uno se puede imaginar a Pedro diciendo que no estaba seguro acerca de evangelizar y predicar, pero había algo que sí sabía hacer; y era pescar. Y que eso es lo que iba a hacer. Y es lo que no pudo hacer. Pescó toda su vida. Probablemente sabría todo acerca de cómo y dónde poder pescar. Pero ahora no podía hacerlo. Porque Dios había colocado Su mano en su vida y ahora estaba en control. Y este es el comienzo de la lección.

Nos alegra ver después la restauración del amor. Esto es bueno porque todos hemos fallado. Todos le hemos dicho al Señor que lo amamos con todo nuestro corazón, alma y fuerza, hemos cantado esos himnos con emoción, nos sentimos sentimentales cuando los cantamos. Pero hemos fallado porque nuestras prioridades están tergiversadas. Cuando lee la biografía de John Bunyan, usted siente que es un cristiano poco profundo. Escucha el nivel de compromiso de un misionero cuya vida está destruida –no en términos de propósito, sino de capacidad física. U oye del martirio de tantos en la revolución china. Y se pregunta que nivel de compromiso posee cuando no puede ni siquiera hacer cosas sencillas. Y aquí es como si el Señor les hubiera dado una prueba pequeña para prepararlos para afrontar pruebas más duras después. Ahora solo les pide que vayan a la montaña. Después, les pediría que fueran crucificados por Él. Pero todos hemos fallado.

Y es bueno ver que existe la restauración del amor. Versículo 5: “Cuando ya iba amaneciendo, se presentó Jesús en la playa; mas los discípulos no sabían que era Jesús.” Después de la resurrección, ellos nunca supieron que era Él hasta que Él mismo no lo revelara; hubo una transformación de Su persona, una gloria después de Su resurrección que provocaba que Su identidad estuviera oculta hasta que Él se los revelara. Y es por eso que mirándolo no sabían quién era, a pesar de que estaban a menos de 100 metros de distancia de la orilla. “Y les dijo: Hijitos, ¿tenéis algo de comer? Le respondieron: No”. Me imagino que fue una respuesta a regañadientes. “Él les dijo: Echad la red a la derecha de la barca, y hallaréis. Entonces la echaron, y ya no la podían sacar, por la gran cantidad de peces. Entonces aquel discípulo a quien Jesús amaba dijo a Pedro: ¡Es el Señor!” ¿Cómo sabe eso? ¿Quién controla los peces? ¿Quién más puede decir que tiren la red a la derecha de la barca y de pronto los peces están todos ahí?

Cuando Simón Pedro oyó que era el Señor, se vistió con sus ropas de pescador y se arrojó al mar. No pensó en lo que sucedería. Sabía que tenía que regresar al Señor. Estaba apurado por restaurar su amor. Y los otros discípulos se quedaron en la barca tratando de llevar todo a la orilla. Pedro se había ido hacia rato. “Y los otros discípulos vinieron con la barca, arrastrando la red de peces, pues no distaban de tierra sino como doscientos codos. Al descender a tierra, vieron brasas puestas, y un pez encima de ellas, y pan. Jesús les dijo: Traed de los peces que acabáis de pescar. Subió Simón Pedro, y sacó la red a tierra, llena de grandes peces, ciento cincuenta y tres; y aun siendo tantos, la red no se rompió. Les dijo Jesús: Venid, comed. Y ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: ¿Tú, quién eres? sabiendo que era el Señor.”

Esta es la restauración del amor. Un pensamiento feliz. No importa cuánto mi amor falle, hay restauración. Y quiero que noten en este texto que la restauración comienza con el Salvador que ha sido ofendido. ¿Comprenden eso? La inició el Salvador. Y siempre será de ese modo. A veces temo que cristianos que saben que le han fallado al Señor en amarle como deberían, se alejen de Él y sientan vergüenza en regresar. Y deben darse cuenta que Él está esperándolos ansiosamente; y cuando regresen a la orilla, no tendrá un látigo para pegarles, sino el desayuno para ellos. ¿Lo entienden? Ese es el corazón de amor restaurador del Salvador.

Y así vemos el fracaso y la restauración del amor. Y me hace feliz porque he estado en el mar muchas veces cuando debería haber estado en la montaña. Y siempre estoy contento de ver que cuando llego a la orilla, Él no está con un látigo sino con el desayuno. Y eso es lo que sucede con quien Él restaura. Es lo que dice en Jeremías 31:3: “Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué Mi misericordia.” Nada nos separará del amor de Cristo, ni siquiera nuestra desobediencia. Nuestra ocasional falta de amor no puede acabar con el amor infinito de Su parte que nos alcanza y trae de regreso una y otra vez. Y me alegra la ansiedad de Pedro, salta y nada; quería solucionarlo. Sabía. Su conciencia le alarmó en el momento que supo que era Jesucristo. No tenía que estar en el agua cuando debería haber estado en la montaña. Sabía que estaba fuera de lugar. Y el motivo por el cual fue tan útil, es porque tan rápido como podía fallar, más rápidamente era restaurado. Y cuando uno mira a la vida propia, no es que uno falle lo que nos hace útiles para Dios, sino que cuando uno lo hace, se apresura para ser restaurado. Cuando uno se equivoca una y otra vez y se vuelve complaciente acerca del error y no desea la restauración para ser lo que Dios quiere que seamos porque uno esta cómodo con el cristianismo que evita las reales prioridades Dios, ahí debe preocuparse; ya que Dios no puede usarlo mucho. No es que usted no se equivoque, sino que al hacerlo se apresura en regresar al lugar de bendición.

Vemos el fracaso en amar, la restauración del amor y luego el requisito para amar. Están desayunando. Jesús llega en el versículo 13, toma el pan y el pescado y se los da. No solo les prepara la comida sino que también se las sirve. No se sentó, dijo que era el Rey y que ellos le habían desobedecido, que se inclinaran ante Él. Hay una belleza en todo esto. Hace el desayuno, todos le rodean y en vez de demandarles que Le sirvan a Él, les sirve a estos desamorados y desobedientes discípulos. Alegra mi corazón porque tantas veces como Le he fallado en amarle, tantas veces Él no dejó de amarme; cuando regreso, me sirve. Y esta es la tercera vez que Jesús se muestra a los discípulos después de resucitar de entre los muertos –dice en el versículo 14.

Llegamos al desarrollo del requisito en este conocido pasaje en el versículo 15. “Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos?” utiliza la palabra agapao, el tipo de amor más supremo, el mayor tipo de devoción. “¿Me amas más que a estos?”

Pedro había dicho que “Aunque todos se escandalicen de Ti, yo nunca me escandalizaré”. Y puede ser que el Señor le esté diciendo: “¿en realidad me amas más de lo que el resto de ellos me ama?” o se puede referir al bote, las redes, pescados y demás cosas con las que Pedro se crió y que eran cosas accesorias en su vida. No malas, simplemente no lo que Dios le llamó a hacer. “¿Me amas más de lo que amas tu propia vida, satisfacciones, deseos y recreaciones?” Es fácil regresar a pescar, pero es difícil predicar el Reino, te costará la vida. ¿Realmente me amas más que todo esto?

Y Pedro Le dice en el versículo 15: “Sí, Señor; tú sabes que te amo.” El Señor utiliza agapao, Pedro, phileo. De ninguna manera Pedro le hubiera dicho que le amaba de manera absoluta. El Señor le habría contestado que era un hipócrita, que cómo le podía decir eso si le acababa de desobedecer. Pedro sabe que no puede decir eso ni al Señor ni ante los otros. Entonces, Le dice que lo quiere. Y el Señor le dice: “Apacienta mis corderos”. Si me quieres, no pesques; eres un pastor, no un pescador. Y no estás pescando peces, sino alimentando corderos espirituales. En otras palabras, si dices que me amas, demuéstralo con las prioridades de tu vida. ¿En qué gastas tu tiempo ¿ ¿En qué gastas tu dinero?¿Tu energía? ¿Qué planificas? ¿Cuáles son tus prioridades? Si realmente me quieres, alimenta a mis corderos.

Se lo dice por segunda vez. “Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas.” La primera y tercera hablan de alimentar, la segunda de pastorear. Cuida a Mi rebaño. No te preocupes por el pescado, sino por mis ovejas. Quédate en el Reino. Mantén tus prioridades en orden. Y lo que en realidad le dice aquí es que si en realidad Le ama, que se lo demuestre con todo su corazón, mente y alma; y que ponga toda su energía en lo que es mas importante para Su propósito.

Y luego le dice por tercera vez -y creo que lo hizo porque Pedro le negó tres veces- “Simón, hijo de Jonás, ¿me amas?” y utiliza la palabra phileo. Pedro no podía decir que le amaba de manera suprema, pero pensó que podía contestarle diciendo que Le quería mucho. Y Pedro se entristeció porque la tercera vez se lo preguntó a nivel del amor con el que él pensó que podía esquivar la pregunta. Él le cuestionó inclusive ese nivel de amor. “Y le respondió: Señor, Tú lo sabes todo; Tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas.”

La prueba del amor que usted tenga no es la emoción, ni su sentimentalismo, ni su piel erizada al cantar ciertas canciones. No es tener buenos sentimientos por Jesús. La prueba de su amor por Cristo es si las prioridades de su vida son espirituales o físicas, del cielo o de la tierra, si está atrapando peces porque le gusta y lo sabe hacer o le gusta alimentar ovejas, lo cual es una dimensión espiritual. El requisito del amor es la obediencia.

Quiero terminar con un enfoque interesante que espero les ayude tal como me ha ayudado cuando estaba desarrollando mi propia vida espiritual. Solía pensar que había personas que amaban a Cristo o a Dios de un modo místico fantástico. De hecho, ustedes pueden creer que yo o algunos líderes espirituales o pastores o misioneros estamos en un nivel diferente. En una dimensión que usted no comprende. Y solía pensar que en la vida, algo sucedía que nos hacía pasar a ese nivel. Un gran salto, y uno llegaba a otro nivel. Y la gente dice que puede suceder, cuando uno entiende la segunda bendición o cuando comprende el bautismo del Espíritu, o cuando habla en lenguas, etc. Ahí da el gran salto.

Quiero que sepan que eso me frustraba. Yo no podía saltar. Y veía a personas tratando de saltar; y al verlas después, estaban donde solían estar. Y me preguntaba qué había sucedido. Pero esta es la idea, que existe un área mística etérea donde viven los súper cristianos que tiene habilidades para amar que no son de esta tierra. ¿Saben algo? Eso no tiene sentido. Son tonterías. Es un tema de crecimiento gradual a la imagen de Cristo que llega a través de la obediencia diaria. No hay saltos. Puede haber momentos críticos en su vida, momentos en los que comprende una verdad bíblica, cuando renuncia a un pecado al que se ha aferrado por mucho tiempo, donde decide ser fiel y elige algo voluntariamente. Pero eso no lo lleva a una nueva dimensión. Es solo un paso en el proceso…quizás un paso más grande que otros, pero pasos en el proceso de crecimiento. Y no me di cuenta hasta que estuve creciendo más y más y más en el amor a Cristo. Ese es el tema. Es la clave. Y llega con la obediencia. Es el requisito para amar. No algo místico.

Luego dice, en los versículos 18 y 19, que el costo del amor es que morirán. Les podrá costar la vida. El costo del amor es todo. Tenemos el fracaso en amar, la restauración del amor, el requisito para amar, el costo del amor y después de que Él ha dado todo eso, le dice a Pedro al final del versículo 19: “Sígueme”. La conclusión es la obediencia. El tipo de obediencia que agrada al Señor. Quiere que Su pueblo le ame. Como esa niñita que amaba a su muñeca y de pronto va a darle un fuerte abrazo a su madre. Y ella le pregunta si estaba todo bien. A lo que la pequeña le responde que sí, que simplemente pasó mucho tiempo queriendo a su muñeca; pero la muñeca no le devolvía ese amor, pero que venía a ella porque ella sí la amaba también.

Y pienso que, en un sentido, tenemos que comprender que Dios, quien derrama sobre nosotros un amor tan infinito, espera que nosotros también Le amemos. Y tristemente, en cierto modo, en la iglesia hemos perdido ese amor, ese amor de todo corazón, devoto; y estamos equivocándonos en nuestras prioridades. Confesemos nuestro error al amar, comprometiéndonos al requerimiento de la obediencia a cualquier costo.

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Una de las preguntas más persistentes que la gente hace -y varias personas me han sugerido que me refiera a ella- es: "¿Cómo puedo conocer la voluntad de Dios para mi vida?" Recuerdo que cuando era un estudiante de la universidad, estaba muy involucrado en atletismo. Jugaba al fútbol, baloncesto, béisbol, etc.; y los atletas ganan una cierta popularidad. Y me preguntaron, ya que yo era cristiano, si quería ir y hablar. Y, entonces, siendo un estudiante universitario, comencé a hablar aquí y allá. Fue mi primer intento en ser un predicador. Y, en el proceso, se hizo evidente para mí que la gente siempre preguntaba: "¿Cómo puedo conocer la voluntad de Dios para mi vida?"

Y así es que empecé desde muy temprano a estudiar el tema y a tratar de discernir el patrón de las Escrituras para conocer la voluntad de Dios. Desde el principio de mi predicación, fue una especie de elemento sustancial del contenido de lo que yo hablaría con los grupos de los jóvenes -algo que hacía con mucha regularidad. Durante varios años, probablemente casi tres, prediqué de 30 a 40 veces al mes en todo el país a grupos de jóvenes. Y uno de los temas principales que siempre pedían que tocara era conocer la voluntad de Dios.

Durante esos años, he tenido la ocasión de ir al Instituto Bíblico Moody. Y Phil Johnson me lo recordó. Él lo recuerda; me lo ha recordado varias veces. Él era un estudiante allí cuando fui a hablar; y le dijo a alguien -tal vez a Darlene, ellos no estaban casados ​​en el momento: "He oído que viene un tipo llamado MacArthur. ¿De qué va a hablar?" Y yo les había dicho que iba a hablar de la voluntad de Dios. Y Phil dijo: "¿No sabe que todos los que vienen aquí hablan de la voluntad de Dios? Eso es todo lo que oímos en la capilla. ¿Qué le hace pensar que puede decir algo que ya no se haya dicho?"

Bueno, yo no sabía que todo el mundo hablaba de eso y no sabía que era un tema pertinente. Y Phil dijo que él, a pesar del hecho de que no me quería escuchar y no quería oír otro mensaje acerca de la voluntad de Dios, quería sentarse junto a Darlene. Así que, como consecuencia de ese motivo de malintencionado, se presentó en la capilla; y me ha recordado que predique sobre la voluntad de Dios. Yo no sé cómo impactó en los demás, pero Phil me ha estado siguiendo desde entonces. Por lo que creo que era la voluntad de Dios que escuchara ese mensaje ese día. Uno nunca sabe dónde la voluntad de Dios lo pueda llevar.

Es una pregunta constante. Los jóvenes la hacen, y no sólo los jóvenes, sino que se pide repetidamente a lo largo de nuestra experiencia cristiana. ¿Dónde puedo ir a la escuela? ¿Con quién me caso? ¿Cuál es mi carrera? ¿Tomo este trabajo, aquel, esta oportunidad, aquella? ¿Debo comprar esto, vender aquello, hago esto con mis hijos? ¿Pongo a los niños en una escuela cristiana? La gente toma un sin fin de decisiones a lo largo de sus vidas. Me refiero no sólo a las grandes decisiones. Aquellas cosas rutinarias que enfrentamos día tras día.

Y la pregunta es importante. ¿Cómo puedo saber lo que Dios quiere que yo haga? Hay una confusión general acerca de esto. Algunas personas piensan que Dios es de alguna manera renuente a hacernos saber Su voluntad; que le agrada ocultarla. Y así pasamos por la vida como si estuviéramos en una lotería divina, esperando que podamos obtener el número acertado…y puede que no. Y Dios de alguna manera se siente contento de que esto está limitado a sólo unos pocos elegidos. Nada más lejos de la verdad. Hay otras personas que piensan que la voluntad de Dios es una especie de experiencia casi trascendental. Están corriendo por la calle bajo la lluvia, se resbalan en el pavimento, se caen y en el piso hay un mapa de la India. Y esto constituye el llamado divino. Y corren a anotarse para hacer trabajo misionero. Hay otros que están esperando una voz. Están esperando algún tipo de voz interior o algún tipo de voz exterior ordenándoles a hacer algo. Esto es muy, muy común.

Esta semana recibí un correo electrónico interesante. Un lindo gesto, alguien había proporcionado generosamente un ejemplar de la Biblia de Estudio MacArthur a todos los miembros de la Corte Suprema de los Estados Unidos. Un gesto maravilloso; y yo estaba agradecido por ello. La persona que enviaba el correo electrónico me dijo que estaba muy emocionado por esto, porque la persona que lo hizo dijo que Dios le dijo que lo hiciera; y que ellos estaban, por lo tanto, haciendo la voluntad de Dios. La persona que envió el correo electrónico estaba emocionada porque Dios le había dicho a la otra que hiciera eso. Me alegro de que fueran tan generosos como para dar esas Biblias a la Corte Suprema, pero dudo que Dios les dijera que lo hicieran. Puede que hayan tenido un fuerte impulso de hacerlo, un fuerte sentimiento que ellos interpretaron como que Dios se los estaba diciendo. Pero no habría ninguna forma de saber eso. Dios no se revela más de manera audible. Ha cerrado el canon de las Escrituras. La Palabra de Dios está completa. Es la fe dada a los santos una vez y para siempre. Ahora Dios nos habla a través de Su Palabra.

¿Él nos dan impulsos? ¿Nos dirige? Sí, lo hace. Pero nosotros no tenemos ninguna manera de saber eso a ciencia cierta. Yo no tengo una luz roja en la cabeza, como dije hace un tiempo, que se enciende cuando se trata de Dios y se apaga cuando soy yo. Yo no tengo ninguna manera de saber eso. Uno hace lo que hace. Y quizás, en retrospectiva, vea la mano de Dios. Pero ¿cómo podemos conocer la voluntad de Dios? Nosotros no podemos oír voces en nuestras cabezas. No podemos saber que esos impulsos que sentimos es Dios que nos está moviendo. No podemos esperar a que se produzca una experiencia monumental antes de que consigamos algo de conocimiento. ¿Cómo podemos conocer la voluntad de Dios día tras día?

Permítame mostrarle dónde hay que empezar: Mateo, capítulo 6. Voy a ser muy práctico y algo breve. Iré rápido.

En Mateo capítulo 6, Jesús instruye a Sus discípulos acerca de cómo orar. Escena muy conocida. Y Él dice en el versículo 9: "Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea Tu nombre. Venga Tu reino. Hágase Tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra".

Ahora bien, esta es una forma de pensar. Y la actitud es: "Me preocupa que el nombre de Dios será honrado. Me preocupa que el Reino de Dios avance. Y me preocupa que se haga la voluntad de Dios". Así que si quiere conocer la voluntad de Dios, éste es el lugar donde empezar. Usted comienza orando por ella. Sí, ¿quiere saber la voluntad de Dios? Ore por ella. Ore: "Hágase Tu voluntad en la tierra." Ahora, eso no quiere decir simplemente en el sentido más amplio posible que Dios cumpla Su voluntad y que abarque todo el tiempo y la eternidad y la creación. No se trata sólo de que Dios cumpla Su voluntad en la iglesia o mi iglesia local o en el grupo de personas con que estoy con más frecuencia o con mi familia o mi matrimonio. Es algo personal.

Estoy diciendo, "Dios, quiero hacer Tu voluntad." Esa es la mentalidad inicial y necesaria que establece a una persona en la voluntad de Dios. Usted tiene que querer eso. Ni ha llegado a: "El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestras deudas. Y no nos dejes caer en tentación", que son cosas personales con respecto a nosotros mismos, hasta que haya pasado por la puerta de que se haga Tu voluntad. Esa debe ser nuestra posición diaria. Esa debe ser nuestra forma de pensar. Queremos estar en el lugar de la voluntad de Dios. Queremos hacer la voluntad de Dios en nuestras vidas. Y, por supuesto, el Señor Jesús dio el ejemplo. El Siervo perfecto, que cuando se enfrentó a la peor situación posible -una muerte dolorosa en la cruz a manos de los que Él había venido a predicar y a manos, si se quiere, de Dios, Su Padre-, frente a esa dolorosa muerte en la cruz, Él dijo: "No se haga Mi voluntad, sino la Tuya."

¿Recuerda en el Jardín, cuando Él dijo: "Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase Tu voluntad."? Ese es el pensamiento esencial. Si usted todavía está preocupado por su voluntad, sus planes, su realización, realmente tiene poca o ninguna esperanza de cumplir la voluntad de Dios.

Jesús, mucho antes de ir al Jardín en anticipación de la cruz, dijo que había venido para hacer la voluntad de Aquel que le envió." Pablo, quien siguió el ejemplo de Jesús, cerca de la muerte, dijo: "Hágase la voluntad del Señor". Pienso que esa tiene que ser la mentalidad subyacente fundamental de todo creyente.

Efesios 6:6. Una expresión que lo resume de una manera muy útil. Al final del versículo, una expresión ubicua. Es decir que puede ser aplicada a un número de categorías y no está limitada al contexto inmediato. Es la siguiente: "de corazón haciendo la voluntad de Dios". Y es, una vez más, el reflejo de una actitud expresada en esa oración. "Hágase Tu voluntad". Hacer la voluntad de Dios desde el corazón. No con tristeza, no sólo por fuera, externamente, sino del corazón. Ahí es donde tenemos que empezar.

Así que si quiere saber la voluntad de Dios para su vida, entonces usted tiene que querer la voluntad de Dios por encima de todo, sea lo que fuera que la misma pueda ser. Sea lo fuera que la misma pueda implicar. Tiene que ser, en cierto sentido, la mortificación o la muerte de su propia agenda, su propia voluntad, sus propios deseos, sus propios anhelos, sus propias esperanzas, sueños, planes y ambiciones. Ahí es donde hay que empezar. Le aseguro que si usted no tiene un compromiso desde el corazón a la voluntad de Dios, no la experimentará en su plenitud.

El apóstol Pablo, en varias ocasiones en sus escritos, usó la pequeña frase: "según la voluntad de Dios." Por ejemplo, en el primer capítulo de Romanos, versículo 10. Nuevamente en el capítulo 15 de Romanos. Colosenses 4:12, "según la voluntad de Dios." Aún Pedro habla de eso. Él dice en su epístola, 1 Pedro 4, que: "para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios". Hay dos temas que compiten en su vida. Uno de ellos es el deseo de su propia carne, lo que usted quiere, de la manera que usted lo quiere, cuándo lo quiere, cómo lo quiere. Y está la voluntad de Dios. Usted vive conforme a la voluntad de Dios o de acuerdo a la voluntad de su propia carne.

Y así, a medida que empezamos a hablar de la voluntad de Dios, tenemos que empezar con ese fundamento. ¿Está dispuesto a hacer la voluntad de Dios desde el corazón sin importar lo que eso implique? Sea lo que fuere. Ahí es donde usted comienza a tomar las medidas necesarias para experimentar la voluntad de Dios. Mientras aún se aferre a su voluntad, su agenda, sus planes, sus ambiciones, sus propósitos, hay un conflicto que no cederá a la voluntad de Dios.

Permítame definir la voluntad de Dios, así sabemos de lo que estamos hablando. Si tomáramos el concepto comprensivo de la voluntad de Dios, lo podríamos dividir en tres categorías. Primero, la voluntad de propósito. Lo que los teólogos llamarían la voluntad de decreto. Hay una voluntad de Dios que está ligada a Su plan eterno. Se hace referencia a eso en una serie de lugares en la Biblia. Yo sólo voy a dar un ejemplo. Jeremías 51:29 dice: "porque se cumplen los designios del Señor". Hay una voluntad de Dios que es Su propósito que Él cumple. No es algo que Él desea que no ocurra. Es lo que se propone y sucede. Es esa voluntad de Dios que se expresa esencialmente en Romanos 8:28: "todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a Su propósito son llamados". Es la voluntad del propósito divino. Se propuso crear al hombre. Él se propuso redimir al hombre. Él se propuso salvar a aquellos que el Padre escogió. Se propuso elegir a la nación de Israel para que esa nación transmitiera Su ley y Su Evangelio. Se propuso dejar a esa nación de lado por su incredulidad; pero algún día la restaurará y salvará. Se propuso enviar a Su Hijo al mundo para vivir, morir, resucitar, ascender a la mano derecha y enviar al Espíritu Santo y establecer la iglesia. Se propuso que la iglesia fuera al mundo y predicara el Evangelio. Se propuso que la iglesia fuera compuesta por los redimidos que serán raptados. A continuación, se ha propuesto que habrá un tiempo llamado Tribulación, que terminará con el regreso de Cristo, el establecimiento de un reino de mil años que será el cumplimiento de todas las promesas hechas a Abraham y David. Y al final de ese tiempo, la destrucción de todos los hombres impíos y demonios; y el establecimiento de los nuevos cielos y la nueva tierra, que es el estado eterno. El vasto plan de redención es la voluntad de propósito de Dios. Y cada propósito del Señor se llevará a cabo.

Para mostrarlo de nuevo, vale la pena examinar brevemente Efesios 1:9: “dándonos a conocer el misterio de Su voluntad”. Él tiene una voluntad, que es de plan y propósito eterno, la cual era un misterio antes de que Él la revelara. Nos la ha revelado, y aquí está: “según Su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo”, queriendo decir Cristo. Aquí vemos el propósito. La voluntad de Dios ahora revelada; Él se propuso expresar Su misericordiosa intención para con nosotros a través de Cristo. Por lo tanto, el propósito de Dios es ser misericordioso con los pecadores y redimirnos a través de Cristo.

El versículo 10 dice: “en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra.” ¿Qué quiere decir eso? Es la suma de todas las cosas en Cristo, las de la tierra y del cielo. Es la morada general de la intención de Dios, que se propuso antes del comienzo de los tiempos en Cristo, a través del plan de redención, el cumplimiento de los tiempos, que es el resumen de todo en el glorioso reino milenial y los nuevos cielos y tierra eternos. Es la voluntad de Su propósito.

Versículo 11: “En Él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de Su voluntad”. Al principio, Él planificó que recibiríamos una herencia al final. Dios tiene una voluntad de propósito eterno que está desarrollando. Eso se refiere a Su plan eterno.

El segundo elemento en la voluntad de Dios es Su voluntad de deseo, lo llamaremos así. En el primero, la voluntad de propósito, todo lo que Dios se propone sucede exactamente como Él se lo propuso. En la segunda categoría, Su voluntad de deseo, Dios desea cosas que no suceden. Y esto también es un misterio para nosotros. Este elemento de Su voluntad no está explicado del todo a nosotros en la Escritura. Pero hay cosas que no le placen a Dios. Por ejemplo: “no quiero la muerte del impío”. Él deseaba que Jerusalén se salvara, Lucas 13:34, y no fue así. Desea que todos lleguemos al arrepentimiento. Pero también es cierto que Dios le dijo a Jerusalén, a través de Cristo, que muchas veces quiso juntarlos y ellos no quisieron. En el Antiguo Testamento, Dios le dice “¿Por qué moriréis, casa de Israel?” En el Nuevo Testamento, Jesús dice: “Venid a Mí todos los que estáis trabajados y cargados, y Yo os haré descansar”. Cuando Jerusalén no se arrepintió, Jesús lloró…

Hay un deseo de parte de Dios que no se cumplió. Dios no encuentra ningún placer en el pecado, en un acto de pecado. Dios no encuentra ningún placer en el pecado continuo. Y no encuentra ningún placer en el pecado eterno, que es esencialmente lo que es el infierno. Se trata de seres, ángeles y personas, que existen por siempre en un estado de pecado y odio permanente a Dios... y sin embargo, Él lo permite. Ése es el misterio. ¿Por qué lo permite? Debido a que se adecua a Su propia gloria permitirlo. Es apropiado para Su propia gloria manifestar Su naturaleza en la ira y el juicio en contra de aquellos que rechazan el Evangelio.

Su voluntad de propósito siempre se cumple. Existe la voluntad de deseo que va en contra de Su propio placer... Pero estamos hablando de la tercera categoría. Es la voluntad de Dios respecto a Sus mandamientos. Hay un elemento de la voluntad de Dios en las Escrituras que representa las instrucciones que Él desea que Su pueblo obedezca... Él quiere que los obedezcamos. Él nos da la libertad para obedecerlos o desobedecerlos...

Eso es de lo que estamos hablando. Cuál es la voluntad de Dios para mi vida, no en el sentido de Su plan eterno. Si yo soy Suyo, si yo pertenezco a Él, si yo soy una persona que ha sido elegida por Él y predestinada, un elegido para pertenecer a Él, ¿cuál es Su voluntad para mi vida? Esa es la pregunta. Lo que se refiere a Sus mandamientos para mi vida aquí. No hay ninguna instrucción en la eternidad, ya que solo hay obediencia y nada más ... ¿Qué quiere Él de mí?

Se lo voy a decir. Pero primero, voy a decirle esto. Dios quiere algo de usted. Él tiene una voluntad para su vida. Ahora, si Él tiene una voluntad para su vida, pienso que es bastante obvio que Él quiere que usted la sepa. ¿Está de acuerdo con eso? Dios tiene una voluntad para su vida en términos de la voluntad de mando. Él tiene un propósito y una dirección para su vida aquí y ahora, en este mundo. Si Él quiere que usted lo conozca, entonces es lógico que Él lo haya revelado de la manera más clara posible. ¿Cierto? Entonces, la pregunta sigue siendo, ¿dónde buscar para encontrarlo? Bueno, hay un lugar para buscarlo. La fe cristiana se limita a un solo libro; y es la Biblia. Y ahí es donde iremos. Pero usted dirá que no hay ningún capítulo sobre usted ahí. No hay capítulo en el que diga con quién se supone que debe casarse o dónde debe ir o qué se supone que debe hacer y demás. Oh, sí, usted se sorprenderá. Usted está aquí. Y yo le mostraré.

En primer lugar, la pregunta indispensable es: ¿Dios ha revelado Su voluntad en las Escrituras? La respuesta: sí. Entonces, si Él ha revelado Su voluntad en las Escrituras y usted no está haciendo Su voluntad revelada en ella, ¿qué le da el derecho a pensar que usted puede exigir de Él Su voluntad que no está revelada aquí? Básicamente, esa es la cuestión. Resumidamente, usted no tiene ninguna esperanza de conocer Su voluntad para con usted, que no esté revelada, a menos que usted esté obedeciendo Su voluntad que está revelada. Así que vamos a empezar por ahí.

Veamos algunos de estos pasajes para observar este esquema. Está en la Biblia de Estudio MacArthur; espero que sea útil. Tomemos la primera cosa que sabemos que es la voluntad de Dios. La voluntad de Dios es que usted sea salvo. La voluntad de Dios expresada en 2 Pedro capítulo 3 versículo 9; y quiero detallarle un poco ese pasaje. Aquí se expresa la voluntad de Dios para con los que Le pertenecen. Versículo 9: "El Señor no retarda Su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento." Dios no quiere que usted perezca, sino que proceda al arrepentimiento. Dios quiere que usted se salve.

Ahora, este es un versículo muy interesante. Vamos a verlo brevemente. El contexto es el juicio. Mire el versículo 7. Habla de los cielos y de la tierra: "pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos." Y en el versículo 10: "Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas". Así que aquí estamos hablando de una sentencia firme. El Juicio Final. Y Pedro entiende que está por venir. Pero la pregunta que queda es ¿por qué Dios no trae juicio? ¿Por qué permite que las cosas se pongan peor y peor y peor? ¿Por qué Dios no interviene? Quiero decir, estamos mirando a nuestros relojes y calendarios y decimos: "Es tiempo que vengas y pongas fin a la miseria y al pecado y acabes con la desfachatez a Tu santidad. Dios, ¿por qué no haces algo? ¿Para qué dejar que el tiempo pase?” ¿Es el Señor lento? Literalmente, ¿es Él vago? ¿Está perdiendo el tiempo? ¿Es Él holgazán?

Y recordamos en el versículo 8 que el Creador divino del universo no actúa de acuerdo al tiempo. “Para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día." Lo que parece mucho tiempo para nosotros es muy poco tiempo para Él. Así que Él no opera de acuerdo a nuestro calendario o nuestros relojes. Ténganlo en cuenta.

El hecho de que Dios no haya cumplido la promesa de juicio, el hecho de que Él no haya venido y destruido el universo, es porque Él es paciente para con nosotros. Y eso es porque Él no quiere que ninguno de los Suyos se pierda, sino que espera hasta que todos los que han sido elegidos vengan al arrepentimiento. Así que la razón por la que Dios no ha acabado con el mundo, el motivo por el que no ha venido con poder destructivo, se debe a que aún no todos los Suyos han sido salvados. La voluntad de Dios es que los pecadores sean salvos. Y El que prometió es fiel, Él cumplirá Su promesa de juicio; pero Él espera pacientemente hasta que todos los que son Suyos se arrepientan y puedan ser salvos.

La demora no es porque Él está holgazaneando. Es porque Él espera pacientemente para que los Suyos sean salvos. Es la voluntad de Dios que usted sea salvo. Usted no puede ni siquiera entrar en la categoría de experimentar la voluntad de Dios si no es salvo. Sólo pertenece a aquellos que son salvos. Déjeme decirlo muy simplemente: si usted no es un cristiano, si no es salvo, si no lo ha confesado a Jesús como Señor y Salvador, se ha arrepentido de sus pecados y lo ha aceptado, no hay ninguna voluntad de Dios para usted, excepto una sola cosa. Dios quiere que usted perezca para siempre en el infierno eterno. Eso es todo. El resto no importa. No importa.

Así que si usted no ha sido salvado, no pregunte, "¿Qué quieres de mi vida?" Si usted no va a tener fe en Jesucristo, ni siquiera es capaz de conocer o experimentar la voluntad que Dios tiene para aquellos que son salvos.

Mire 1 Timoteo 2:4. El versículo 3 presenta a Dios como el Salvador. "Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad". Esto es todos los que son suyos. Todos aquellos a quienes Él ha escogido. Todos aquellos a quienes Él ha decretado o propuesto que sean salvos. Dios desea que todos vengan a Él. Como ya he dicho, a Dios no le place la muerte de los impíos. Él odia el pecado. Odia su consecuencia. Él no desea que la gente permanezca impía por siempre en el odio eterno a Él y en el infierno. Sin embargo, Él permite que suceda. Él soporta, dice en Romanos, vasos de ira preparados para la destrucción... pero Él esperará para cumplir Su deseo de que los suyos lleguen al conocimiento de la Verdad y se salven. Sólo aquellas personas que son salvas, solamente aquellas personas que aceptan al Salvador, sólo las personas que hacen la voluntad del Padre, en las palabras de Mateo 12 y Marcos capítulo 3. Sólo aquellos que hacen la voluntad del Padre creyendo en el Hijo, tienen la capacidad de conocer la voluntad de Dios...

Los que hacen la voluntad de Dios al creer en el Hijo, confesando al Hijo, de acuerdo con 1 Juan 2:17, tienen vida eterna. Así que ese es el primer elemento de la voluntad de Dios. ¿Quiere saber la voluntad de Dios? Entonces sea salvo. Confiese a Cristo como Señor y Salvador.

Efesios 5, el segundo punto de la voluntad de Dios. La voluntad de Dios revelada. Luego, veremos la que no está revelada y se aplica específicamente a usted. Efesios 5: “…no seáis insensatos…” Otra palabra para necio. “No seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor”. Por lo tanto, si usted no entiende la voluntad de Dios, usted es un necio. Eso es lo que dice.

Usted se preguntará cuál es. Está aquí en el versículo 18. “No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu”. Permítame darle el contexto. Los creyentes venían de una religión pagana griega que creía que a través de la embriaguez se llegaba a estar en comunión con los dioses. Iban al templo de Baco, cuya ruina está al este de Damasco. Las grandes fiestas bacanales. Iban, se relacionaban con las sacerdotisas en orgías sexuales, comían ávidamente celebrando a Baco, el dios de la embriaguez. En el centro del pasillo del templo, había un gran pozo en donde vomitaban para luego regresar y poder continuar comiendo. Y bebiendo. De esta manera, uno se elevaba para tener comunión con los dioses, con orgías sexuales, gula y ebriedad. Todas las columnas tienen vides y uvas celebrando a Baco, el dios del vino. Pablo llega y dice que están equivocados; que así no se elevan, sino que se hunden. Que eso es disipación, lo cual es sinónimo de desintegración. Lo opuesto a elevarse. Algo destructivo.

Si usted quiere estar en comunión con Dios, si quiere conocer el corazón y la mente de Dios, no haga eso. Haga lo siguiente: llénese del Espíritu. Eso es lo que produce intimidad con Él, conocimiento de Su mente. Todos los cristianos poseen el Espíritu Santo. Romanos 8:9, si usted no tiene el Espíritu no es un cristiano. Si usted lo es, lo tiene. Primera Corintios 6:19: “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo?” Primera Corintios 12:13: “…a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.”

Entonces, lo que necesitamos hacer es llenarnos del Espíritu. Eso indica la idea de control total. La palabra “lleno” es la palabra pleroo. Esa palabra significa estar lleno, algo no estático. No es la idea de llenar un vaso. Se ilustra mejor viendo cómo se utiliza en varias descripciones del Evangelio. Por ejemplo, se utiliza la palabra en Juan 16:6: “…tristeza ha llenado vuestro corazón”. Habla de tristeza que domina a una persona; que toma control. Lucas 6:11: “Y ellos se llenaron de furor”. Lucas 5:26: “llenos de temor”. Y en cada caso, la palabra indica una emoción que domina. Literalmente, la pérdida de todo balance y equilibrio.

Cuando usted dice que alguien está lleno de tristeza, quiere decir que esa tristeza ya no se puede mezclar con la alegría que nos ayuda a mantenernos balanceados emocionalmente. Cuando uno dice que alguien está lleno de locura, quiere decir que ha tocado fondo. Cuando usted dice que alguien está lleno de enojo, quiere decir que perdió el control. Cuando alguien está lleno de miedo, quiere decir que está en pánico. No hay manera de ver ningún balance en su estabilidad emocional. Y básicamente vamos por la vida; y hay cosas que nos hacen feliz y cosas que nos ponen triste. Todo el tiempo.

Tenemos que mantener un balance. Cuando uno empieza a ver cosas tristes en la vida y se concentra en ellas, la balanza se desequilibra. Y usted trata de alegrarse y pensar en todas las cosas buenas que están sucediendo. Lo mismo sucede con el enojo. Hay muchas cosas que le pueden enojar. Entonces, usted piensa en todas la cosas por las que debería ser agradecido; y mantiene su balance. Hay cosas que le pueden asustar. Si pensara todo el tiempo en terremotos, incendios, accidentes, el cáncer, enfermedades del corazón, usted iría por la vida en pánico.

Pero no lo hace. Piensa en sus hijos, sus nietos, disfruta una buena comida, besa a la persona que ama y balancea su vida. Hasta que la persona que ama muere; y está lleno de tristeza. O hasta que un día llega a su casa y hay un hombre con un arma; y usted ya no puede balancear su miedo y tiene el corazón en la boca…

Esa es la palabra “lleno”. Estar lleno del Espíritu significa que usted se ha ido. No tiene más voluntad propia, no tiene objetivos. Ni ambiciones, excepto aquellas que le pertenecen al Espíritu Santo. Eso es estar lleno de Él; estar dominado, controlado por Él. La balanza completamente volteada a favor del Espíritu; bajo el control total de Él. Él domina su mente.

Pero, ¿cómo puede suceder eso? No es una experiencia extática. No es una nube sobrenatural que llega a usted y hace ciertas cosas. Estar dominado por la voluntad del Espíritu, por la mente del Espíritu, es estar dominado por las Escrituras. No puedo expresarlo de manera más clara que esa. No es algo emocional. No es algo trascendente. Significa simplemente que usted obedece la Palabra de Dios porque la Palabra de Dios es revelada por el Espíritu Santo. Toda Escritura está inspirada, dada, por el aliento de Dios, por el Espíritu de Dios. Los hombres santos de la antigüedad eran movidos por el Espíritu Santo.

Por supuesto, en Efesios 5 dice “sed llenos del Espíritu”; y luego relata lo que sucede: “hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.” Comienza a alabar y alabar porque usted está lleno del Espíritu. Y luego agradece. Agradece por todo lo que recibe a través del Señor Jesucristo. Y da gracias a Dios Padre. Y luego se somete en temor a Cristo. Si es una esposa, se somete a su esposo. Y si es un esposo, ama a su esposa. Y si es hijo –versículo 1 del capítulo 6- obedece a sus padres. Y si es padre, no provoca a ira a los hijos, sino que los cría en disciplina y amonestación del Señor. Y si es un empleado, obedece a su empleador, versículo 5. Y si es un empleador, versículo 9, cuida de sus empleados.

Todas las relaciones son afectadas. Primero, usted alaba a Dios. Le agradece. Se somete, unos a otros. Es lo que debe ser como esposa, como esposo, como hijo, como padre. Y aun fuera del hogar, en sus relacione sociales, usted es lo que debiera ser. Afecta cada área de su vida. Eso es estar lleno del Espíritu, Efesios 5.

Permítame darle el paralelo en Colosenses 3:16. Verá las mismas cosas: enseñanza, exhortación, salmos, himnos, cánticos espirituales, alabanza, agradecimiento a Dios en el corazón. Exactamente lo que dice Efesios 5. Y en el versículo 18: las casadas, estad sujetas a los esposos; versículo 19: los maridos, amad a las esposas. Versículo 20: hijos, obedeced a los padres. Veintiuno: padres, no exasperen a sus hijos. Y en el versículo 22, los empleados; en el capítulo 4 versículo 1, los patrones. Las mismas categorías, el mismo resultado, excepto por una diferencia. Versículo 16; no dice sed llenos del Espíritu y esto es lo que sucederá. Dice: “La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros” y esto sucederá.

Escuche atentamente. Si los efectos son los mismos, entonces la causa es la misma. En un lugar dice “sed llenos del Espíritu” y en el otro dice: “La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros”. En consecuencia, ambas son lo mismo. La conclusión es que ambas son lo mismo. Ser controlados por el Espíritu no es distinto a ser controlado por la mente del Espíritu que está revelada en la Escritura.

Entonces, ¿Cuál es la voluntad de Dios para su vida? Que usted sea salvo y lleno del Espíritu, lo cual significa bajo el control constante de la mente del Espíritu, expresada en la Palabra…

Tercero, algo muy práctico. 1 Tesalonicenses 4:3: “pues la voluntad de Dios es vuestra santificación”. ¿Qué significa eso? Santidad, pureza, separación del pecado. Esa es la voluntad de Dios.

Es una gran categoría. Versículo 3: “que os apartéis de fornicación”. Principio numero uno: la voluntad de Dios es que usted se aparte del pecado sexual. ¿Cuán alejado? Lo suficiente como para ser santo. Para no tener manchas. Para que nada ilícito sea alimentado en su mente, permanezca alejado. Esto es algo negativo.

En el próximo versículo, algo positivo. “Cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor”. El principio número uno es alejarse del pecado sexual. Alejarse lo suficiente para que no nos influencie en absoluto. Apartarse de cualquier pensamiento ilícito. Segundo, maneje su cuerpo para que honre a Dios. Eso es positivo. Lo negativo es alejarse del pecado sexual. Lo positivo es usar su cuerpo para la gloria de Dios. No haga aquello que deshonre a Dios y haga aquello que Le honre.

En el versículo 5 está el tercer principio: “no en pasión de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios”. No actúe como el mundo a su alrededor, no deje que el modo de vida del mundo le absorba. No actúe como la gente pagana, impía. No se comporte como ellos lo hacen. Eso no es lo que Dios quiere de usted. No sucumba a la cultura.

¿Y cómo se comportan ellos? De acuerdo a la lujuria. Si quieren algo, lo obtienen. Y luego se justifican. Usted no puede vivir de ese modo. No puede vivir como viven los incrédulos. Ellos viven de acuerdo a sus pasiones lujuriosas. Eso es lo que dice. La voluntad de Dios es que usted no viva de esa manera.

Aléjese del pecado sexual, maneje a su cuerpo de manera que honre a Dios, no proceda como un pagano y cuarto, no transgreda. No defraude su hermano en este tema. Nunca saque ventaja sexual del otro. No cruce esa línea. No se aproveche del otro. Usted está defraudando la virtud, la santidad, la pureza de esa otra persona. No lo haga. Esa es la voluntad de Dios.

A veces, viene una pareja buscando consejería matrimonial. Típicamente, la primer pregunta que hacemos es si están teniendo relaciones sexuales. Porque si lo están, ¿cómo saber si Dios quiere que se casen? ¿Cómo saber la voluntad de Dios no revelada cuando ni siquiera están obedeciendo esa parte que sí ha revelado? Dios no tiene obligación de mostrarle Su voluntad a nivel personal cuando usted no está obedeciendo lo que Él ha revelado en las páginas de Su Palabra.

Es bastante serio. Versículo 6: “el Señor es vengador de todo esto”. Si usted quiere tener problemas en la vida, busque la venganza de Dios. Dice a continuación: “como ya os hemos dicho y testificado.” “Nosotros lo hemos dicho, les hemos advertido.” No lo hagan porque Dios es mi vengador. Versículo 7: “Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación”. Repite el versículo 3. “Pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación”. Y alguien expresará que no tiene por que obedecer lo que nosotros decimos. Está bien. Versículo 8: “Así que, el que desecha esto, no desecha a hombre, sino a Dios, que también nos dio su Espíritu Santo.”

La voluntad de Dios es que usted sea salvo. Él le da el Espíritu Santo. Y espera que usted sea santo, porque tiene la capacidad por virtud de la fuerza del Espíritu cuando es controlado por el mismo a través del poder controlador de la Verdad en usted. Usted está en esta iglesia. Le enseñamos la Verdad, para darle la mente del Espíritu, para que el Espíritu de Dios pueda controlar su vida. Dios le dio el Espíritu Santo para hacerlo y Él espera que usted sea santificado. La voluntad de Dios es que usted sea salvo, lleno del Espíritu, santificado…Usted puede comenzar a preguntarse con quién debería casarse, qué trabajo debería tener, qué escuela, etc., etc. cuando usted haya comenzado a obedecer la voluntad de Dios que ha sido revelada; entonces usted puede preguntarle a Dios lo que Él no ha revelado.

Y cuarto, la sumisión. 1 Pedro 2: “someteos a toda institución humana, ya sea al rey, como a superior, ya a los gobernadores, como por Él enviados para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen bien”. Y bíblicamente, el gobierno tiene una función dominante. El gobierno, tal como conocemos en Estadios Unidos y el resto del mundo, ha ido mucho más allá de lo que Dios pretendió que fuera. Fue instituido para castigar a los que hacen mal y recompensar a los que hacen bien. Eso es lo que era esencialmente. Para la protección del pueblo y para que el mismo no tuviera que vivir en una sociedad en donde solo sobreviven los más fuertes.

Dice que necesitamos someternos al gobierno porque ha sido establecido por Dios, como expresa Romanos 13. Haciendo el bien, usted silenciará la ignorancia de los hombres necios. Si usted se somete a la institución del gobierno, usted silencia a aquellos que critican al cristianismo. La sociedad a la que Pedro se dirigía en ese entonces no era cristiana, como tampoco es la de hoy en día. Muchos cristianos están atrapados en cosas del gobierno y han desacreditado a Jesucristo porque el mundo comienza a vernos como otro partido político en vez de venos como alguien que tiene un mensaje de redención.

Si deseamos silenciar a los críticos, necesitamos vivir vidas santas. Y parte de vivir una vida santa es ser obediente. Eso es también en parte el motivo por el cual escribí el libro Por qué el gobierno no puede salvarlo -para poner a los cristianos de regreso en la senda correcta. Es la voluntad de Dios que vivamos vidas santas en una sociedad que no lo es. Y nos sometemos a las autoridades cuando sustentan estándares de lo bueno y lo malo. En otras palabras, hacemos el bien en nuestra sociedad. Entonces, sea salvo y lleno del Espíritu y haga lo que es correcto como ciudadano en su sociedad. Sométase a las autoridades.

Tengo un quinto en mis notas. Sufrimiento. Primera Pedro 3:17: “Porque mejor es que padezcáis haciendo el bien, si la voluntad de Dios así lo quiere”. Si usted va a cumplir la voluntad de Dios, ser salvo, lleno del Espíritu y sumiso, en algún punto hay un conflicto. Porque si usted está viviendo este tipo de vida, chocará con las personas a su alrededor que no viven así. Y ahí vendrá la persecución. Algún tipo de sufrimiento. Puede ser algún tipo de prueba difícil, tal como dice en el capítulo 4, versículo 12. Puede ser algo muy, muy serio.

Podemos sufrir, capitulo 5, versículo 10, por poco tiempo en esta vida, de acuerdo a la voluntad de Dios. Y sabemos que Dios utiliza ese sufrimiento para perfeccionarnos, moldearnos, humillarnos, para ayudarnos a orar más y tener más confianza en Él. Y también para demostrar Su gracia para con nosotros. Lo que quiere decir es que no claudiquen. Es difícil vivir su vida cristiana con su familia, entonces usted cede. Es difícil vivir su vida cristiana en la escuela, entonces usted cierra la boca, hace concesiones. Es difícil vivir la vida cristiana con sus amigos, en el trabajo o donde sea, por lo que transige. La voluntad de Dios es que si usted sufre, que lo haga por algo justo. Continúe haciendo lo que está bien, creyendo en lo que es correcto, proclamando lo que es correcto. Y si tiene que sufrir, sufra.

Un mensaje difícil para hoy en día porque la iglesia ha escapado de esto. Estamos en una avalancha de decadencia en la iglesia evangélica de hoy. Hay tres pasos en esa pendiente. Les decía a los estudiantes del seminario que hay tres tipos de predicación que muestran la desintegración de la iglesia. Y ahora estamos en ese proceso.

Numero uno, la predicación bíblica que es doctrina bíblica revestida en la Biblia. Se predica la Verdad de la Escritura con la Escritura. Exposición bíblica. La Verdad divina en su vestidura bíblica. Y Dios nos ha dado la Verdad divina y la ha vestido de Escritura. En los profetas, la ley y las Sagradas Escrituras del Antiguo Testamento. En los Evangelios, en la historia de Hechos, las epístolas y en Apocalipsis. La revistió con la Escritura. Por lo que la Biblia contiene la Verdad divina. Y cuando la iglesia es fuerte, saludable, usted oirá a la doctrina bíblica predicada en la Biblia, tal como Dios nos la dio. Escuchará una predicación expositiva de la Biblia.

Hoy eso no se encuentra mucho. La nueva moda dice que a la gente no le gusta la Biblia, que no se pueden conectar con la Biblia, que es un paradigma antiguo; por lo que algunos dicen que todavía son evangélicos, todavía creen en la Biblia, pero deben sacarla de ese contexto. Y predican una parábola que han inventado u otra historia narrativa o lo que sea. Se aferran a una verdad bíblica, pero sin la Biblia. Visten a la Verdad con la cultura, porque piensan que así ganarán a la cultura. Pero la verdad es que se han alejado de la Palabra de Dios. Dios nos dio la Verdad en la Biblia, porque así es como Él desea que sea enseñada.

El próximo paso es que una vez que han despojado a la Verdad de su vestidura, que es la Biblia, transigen tirando por la borda la Verdad. Ese es el tercer paso…es transigencia… ¿Qué quiere Dios de nosotros? Él quiere doctrina bíblica que sea vivida en la vestimenta bíblica sin transigencias, lo cual puede llevarnos al sufrimiento.

¿Cuál es la voluntad de Dios para su vida? Que sea salvo, lleno del Espíritu, santificado, sumiso, que viva en la sociedad de una manera justa y que no le importe sufrir porque usted no transigirá en la Verdad. Esa es la voluntad de Dios para su vida. Dirá que eso no le ayuda, que no comprende. Que tiene que tomar una decisión hoy. Y qué es lo que le estoy diciendo.

Tengo uno más. Dar las gracias. 1 Tesalonicenses 5:18: “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.” ¿Difícil? No lo es. Ser salvo, lleno del Espíritu, santificado, obediente, no transigir, dispuesto de sufrir y agradecido por todo. Sin amargura, sin quejarse, sin ingratitud, sin desilusión. Aceptar cada cosa que le sucede en la vida como algo que Dios le ha enviado para su bien y Su gloria. Y tener un corazón agradecido. Eso es todo. Todo lo que Dios dice de Su voluntad.

¿Está usted listo para esto? Si usted es salvo, lleno del Espíritu, santificado, obediente, sufrido, agradecido, ¿sabe cuál es la voluntad de Dios? Lo que usted quiera. ¿Le agrada eso? Haga lo que quiera. Vaya donde quiera. Usted pensará que estoy bromeando. No lo estoy. Usted puede porque si esa es la manera en la que vive, ¿sabe quién está manejando sus deseos…?

Eso es el Salmo 37:4: “Deléitate asimismo en Jehová”. Él es su deleite. Usted está consumido con su deleite en Él. Usted quiere Su voluntad con el corazón. Usted está haciendo todas esas cosas; y como Él está en control, sus deseos son los deseos de Él. Haga lo que usted desee. La gente me pregunta por qué vine a Grace Community Church. Yo quería. No escuché una voz, excepto la de mi esposa. Ella dijo que viniera. Pero no escuché ninguna voz sobrenatural. Vine porque quería venir. Hago lo que siento y siento que lo que deseo encaja en el marco de vivir una vida santa. Y Dios planta ese deseo. Cuando dice que Él le dará a usted el deseo de su corazón, no significa que le dará a usted lo que usted desea. Significa que causará que su deseo sea el de Él. Por lo que vaya y haga lo que quiera. Su corazón está bien.

¿No es eso una buena noticia? ¿No es eso libertad? Pero usted tiene que ser obediente al modelo establecido.

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